Ley 188 De 1995
(Junio 2)
DIARIO OFICIAL NO. 41.876, DE 05 DE JUNIO DE 1995. PAG. 1
Plan Nacional de Desarrollo e Inversiones 1995-1998
EL CONGRESO DE COLOMBIA,
DECRETA:
Artículo 1o. El Plan Nacional de Desarrollo y de Inversiones 1995_1998.
El Salto Social, que se expide por medio de la presente Ley, tiene como
objeto orientar la acción del Estado y de la sociedad civil hacia el
crecimiento integral de la persona humana y el desarrollo solidario de la
comunidad colombiana.
Artículo 2o. Apruébese como integrante de la Parte General del Plan
Nacional de Desarrollo e incorpórese como anexo de la presente Ley, el
documento El Salto Social, elaborado por la Presidencia de la República y
el Departamento Nacional de Planeación, con todas las modificaciones,
adiciones y orientaciones generales contenidas en la ponencia para segundo
debate y en las otras proposiciones aprobadas por el Congreso de la
República.
Téngase como anexo de la presente Ley los documentos: Todas y Todos somos
Nación del Consejo Nacional de Planeación, el Desarrollo está en sus Manos,
elaborado por la Comisión Séptima del Senado y las demás contribuciones de
las Comisiones y de los parlamentarios aprobadas por el Congreso de la
República, que no figuran en el articulado de esta Ley.
Artículo 3o. Son propósitos del pueblo colombiano por medio del Plan
Nacional de Desarrollo El Salto Social:
1. Contribuir con el desarrollo integral de la persona y de la comunidad
colombianas.
2. Buscar, unido con los demás pueblos de buena voluntad del mundo un
humanismo capaz de impregnar con espíritu fraterno a la civilización
mundial que se está gestando para el próximo milenio, de modo que el hombre
moderno se halle a sí mismo en el gozo de su autorealización por el
servicio y la solidaridad.
3. Lograr un aumento del crecimiento económico que permita obtener mayor
riqueza y distribuirla en forma más equitativa.
4. Promover la productividad y la competividad de la economía colombiana
para responder con éxito a las exigencias de la economía internacional.
5. Orientar la economía colombiana hacia el servicio del hombre.
6. Participar con dignidad y justicia en la vida y el progreso de la
comunidad colombiana y de la sociedad internacional.
Artículo 4o. Para realizar los propósitos del Plan, el Estado y la sociedad
civil deber (sic) aunar sus esfuerzos con el fin de formar un nuevo
ciudadano colombiano: más productivo en lo económico; más solidario en lo
social; más participativo y tolerante en lo político; más respetuoso de los
derechos humanos y, por tanto, más pacífico en sus relaciones con sus
semejantes; más integrado en lo cultural y, por tanto, más orgulloso de ser
colombiano.
Artículo 5o. Fíjanse como objetivos nacionales de largo plazo del Plan
Salto Social, uno de carácter cualitativo que consiste en el diseño y
aplicación de un modelo alternativo de desarrollo y otros de orden
cuantitativo que se expresan en montos de inversión y en metas sectoriales.
Artículo 6o. El Estado y la sociedad civil funcionalmente organizada,
diseñarán y aplicarán un modelo alternativo de desarrollo humano integral
que movilice permanente y participativamente al pueblo colombiano y
organice sus recursos y medios para lograr los propósitos del Plan Salto
Social, orientados hacia la formación del nuevo ciudadano colombiano.
Artículo 7o. Los principios que deben orientar la construcción y
funcionamiento del Modelo Alternativo de Desarrollo, además de los
contemplados en la Ley 152/94, son:
1. La equidad y la solidaridad son valores esenciales de la política
económica y social, y fuentes básicas de la estabilidad social y de la paz.
2. La movilización, permanente y participativa, del conjunto de la sociedad
civil y del Estado, es necesaria para asegurar el adecuado funcionamiento
del Modelo Alternativo.
3. Las ventajas competitivas son esencialmente creadas, por lo cual el
mayor dinamismo económico no es un resultado automático del libre juego de
las fuerzas del mercado.
4. El crecimiento económico depende no sólo de la inversión de los
distintos agentes individuales, sino también de la acumulación, tanto del
capital social como del cívico e institucional.
5. El reconocimiento y respeto de la diversidad étnica, cultural y regional
es condición para el desarrollo.
6. La dinámica de concertación debe superar progresivamente a la dinámica
del conflicto en las relaciones entre el Estado y la sociedad civil y entre
los agentes e instituciones de esta última entre sí.
7. El desarrollo debe ser integral para que abarque las dimensiones
materiales, espirituales y trascendentales de la persona y humanicen todas
las estructuras que componen el sistema social del país.
Artículo 8o. El Modelo Alternativo de Desarrollo Humano Integral, debe ser:
Moderno. Que responda los desafíos de la época con visión futurológica y
prospectiva, a partir de las experiencias positivas y valores perennes
realizados por el pueblo colombiano en el pasado, aunados a los que portan
otros modelos de desarrollo contemporáneos.
Auténtico. Que no sea imitativo de otros pero sí capaz de hacer una
síntesis creadora entre la identidad de la cultura colombiana y la
experiencia universal.
Funcional. Que articule al Estado y a la sociedad civil estructuralmente
organizada dentro del proceso de desarrollo.
Artículo 9o. Reconózcase y promuévase el espacio de participación ciudadana
como el ámbito de encuentro del espacio público propio del Estado con el
espacio privado propio de la sociedad civil, con el fin de propiciar la
concertación y la acción de ésta y de aquél en el proceso de desarrollo.
Artículo 10. Las estrategias económicas, para la fomación (sic) del nuevo
ciudadano colombiano más productivo en lo económico, se orientarán hacia la
promoción y el estímulo del trabajo nacional con el fin de lograr más y
mejores empleos. Las principales estrategias económicas serán:
1. La estrategia macroeconómica, para asegurar el crecimiento y la
estabilidad económica del país, así como la generación de empleo
productivo, que garanticen:
2. La estrategia de competitividad para la internacionalización, para
optimar las fortalezas de la estructura productiva colombiana y de sus
infraestructura física con el objeto de hacer frente a las exigencias de la
economía mundial.
3. La estrategia de economía solidaria, para introducir la solidaridad en
la economía y en los procesos productivos dándole prioridad al trabajo
asociado.
Artículo 11. Las estrategias sociales para la formación del nuevo ciudadano
más solidario en lo social, más pacífico en sus relaciones con sus
semejantes, más integrado en lo cultural, y por tanto más orgulloso de ser
colombiano, buscarán que el país aprenda a ser comunidad educativa total.
Las principales son:
1. La estrategia salto educativo y cultural, para universalizar la
educación básica, fomentar la educación superior, organizar la educación
extraescolar de la niñez y la juventud y promover el deporte, infundir el
espíritu de la educación en todas las estructuras del sistema social, y
dinamizar la cultura como fundamento de la identidad nacional.
2. Las estrategias para el mejoramiento de las condiciones de vida, para
asumir una opción preferencial por los pobres, dar prioridad a la inversión
social y superar la marginalidad social. Las principales son:
_ Ampliación de la cobertura de los servicios de agua potable y saneamiento
ambiental.
_ Extensión de la cobertura de la seguridad social integral.
_ Mejoramiento del hábitat.
_ Disminución de la desnutrición.
_ Generación de empleo e ingresos por medio de programas especiales para
poblaciones vulnerables.
_ Acceso de pequeños productores urbanos y rurales a los recursos
productivos y servicios sociales.
3. Estrategia de fortalecimiento de la familia, para formar a la niñez y a
la juventud, impulsar la educación continuada de los adultos, asimilar la
sabiduría de quienes han llegado a la edad avanzada, garantizar el
equilibrio ético y afectivo de la sociedad, y brindarles estabilidad y
dinamismo a los procesos de personalización e integración comunitaria.
4. Estrategia de pueblos y comunidades afrocolombianas y raizales para que
comunidades confundantes de la nacionalidad colombiana sean autoras de su
propio progreso y creadoras de un mundo cultural acorde con su identidad y
puedan, en diálogo fecundo con otros núcleos sociales configurantes de la
Nación, brindar sus valores y sabiduría y recibir justo apoyo.
5. Estrategia de migraciones y asentamientos humanos, para ordenar los
flujos migratorios de la población en el territorio nacional y en el
exterior, e incidir sobre sus causas y efectos en la vida rural y urbana.
Artículo 12. Estrategia de información y comunicación social, para
garantizar a las personas, a los grupos y a las instituciones el ejercicio
del derecho a brindar y recibir información, a intercomunicarse usando los
avances tecnológicos y a participar en la formación de la opinión pública.
Artículo 13. Las estrategias para el desarrollo humano integral sostenible
deben encaminarse hacia la formación del nuevo ciudadano colombiano más
consciente del valor de la naturaleza y, por tanto, menos depredador,
conocedor de los recursos del ecosistema que son patrimonio del pueblo
colombiano y que las generaciones de hoy deben utilizar racionalmente para
el desarrollo, y que deben cultivar y embellecer para entregárselo a las
que vendrán en el mañana. Las principales son:
1. Estrategia de ecología ambiental.
2. Estrategia de ecología humana.
Artículo 14. Estrategia del buen gobierno, para la formación del nuevo
ciudadano, más participativo y tolerante en lo político, más respetuoso de
los derechos humanos y, por tanto, más pacífico en sus relaciones con sus
semejantes. Las principales son:
1. Apoyo a la descentralización y el ordenamiento territorial.
2. Fomento de la participación de la sociedad civil.
3. Mejoramiento de la gestión pública.
4. Fortalecimiento de la justicia.
5. Protección de los derechos humanos.
6. Seguridad ciudadana.
Artículo 15. Estrategias de la agenda internacional, para que Colombia,
aunando su esfuerzos con los de otras naciones, contribuya a elevar las
condiciones de vida materiales y espirituales de la humanidad y a infundir
el humanismo integral en el desarrollo económico y social a escala
internacional con el fin de construir la paz en la justicia y la
solidaridad. Las principales son:
1. Fomento del desarrollo económico y social de las regiones fronterizas.
2. Respeto al derecho de los Estados y trabajo por la justicia social
internacional.
3. Promoción de la cooperación entre los pueblos y las culturas,
especialmente a nivel regional y continental.
4. Colaboración a nivel nacional e internacional en la lucha contra el
consumo y el tráfico de estupefacientes y drogas ilícitas.
5. Apoyo a integración con los colombianos que viven en el exterior.
Artículo 16. Estrategia ética y de valores espirituales, para elevar la
conciencia moral de las personas y de la comunidad colombiana, hacer frente
a los fenómenos de corrupción, violencia y hedonismo, generar actitudes de
solidaridad y honestidad.
Artículo 17. Coherencia y flexibilidad. La ejecución del Plan Salto Social
debe ser coherente con los propósitos y objetivos nacionales y flexibles en
la determinación de las estrategias y en su aplicación a través de
programas, subprogramas y proyectos. El Estado y la sociedad civil en la
esfera de sus propias actividades dentro del modelo alternativo de
desarrollo, podrán introducir nuevas estrategias o modificar las
contempladas en el presente Plan con el objeto de alcanzar sus objetivos.
El Gobierno Nacional podrá hacer los ajustes necesarios en los cálculos
financieros para que correspondan a lo establecido en esta Ley.
Artículo 18. Evaluación cualitativa y cuantitativa. Las autoridades del
Estado en instancias de la sociedad civil evaluarán el Plan de Desarrollo
Salto Social, en lo cualitativo, para apreciar los cambios progresivos que
conduzcan al desarrollo humano integral en las distintas áreas de la vida
social, y en lo cuantitativo, para examinar el cumplimiento de las
inversiones y los resultados obtenidos con ellas. Para este efecto, entre
otros medios, se emplearán los indicadores de orden cualitativo y
cuantitativo apropiados.
Artículo 19. El Plan Nacional de Inversiones Públicas 1995_1998 tendrá un
valor de $38.121.116 millones, a pesos constantes de 1994, financiados de
la siguiente manera:
Ahorro corriente del gobierno central y de las entidades descentralizadas
sin incluir Fondo Nacional del Café, Fondo de Estabilización Petrolera, ni
gobiernos y empresas regionales y locales: $30.553.330 millones.
Endeudamiento neto del gobierno central y de las entidades
descentralizadas: $4.218.681 millones.
Recursos de carácter contingente (tributarios, crediticios, ingresos
propios de las entidades decentralizadas) $3.349.105 millones.
Artículo 20. La descripción de los principales programas y subprogramas que
el Gobierno Nacional espera ejecutar en la vigencia del Plan Nacional de
Inversiones 1995_1998 es la siguiente:
1. SOCIAL
1.1. Agua potable y saneamiento básico
1.1.1. Aumento de coberturas y mejoramiento de la calidad del agua
Se ejecutará bajo la responsabilidad local en la gestión de los servicios.
El Plan busca obtener coberturas regionales con promedios de 90% en
acueducto y 77% en alcantarillado en 1998. Los recursos se dirigirán,
prioritariamente, hacia tal objetivo. El programa beneficiará
adicionalmente a 6.8 millones de habitantes con agua potable y 6.7 millones
con sistemas de disposición de aguas residuales; elevará la calidad del
agua suministrada para la totalidad de los habitantes con servicio,
disminuirá la vulnerabilidad de los sistemas y preverá el manejo sostenible
de las aguas con participación ciudadana.
Para optimizar el uso del recurso y proteger las fuentes de abastecimiento
se impulsarán los siguientes subprogramas:
a) Disminución de pérdidas de agua mediante la rehabilitación y
optimización de los sistemas, reduciendo el agua no contabilizada del 50%
al 33%;
b) Mejoramiento de la calidad ambiental para reducir la generación de
efectos negativos en los cuerpos de agua receptores; y
c) Identificación y uso racional de las aguas subterráneas, a través de la
exploración y cuantificación de las fuentes en 70.000 km2.
Los recursos de este Plan de Inversiones se complementarán con crédito de
Findeter, generación interna de recursos de las empresas regionales de
servicios públicos y participación del sector privado.
En municipios pertenecientes a las categorías 1 y 2, las contrapartidas
locates totales exigidas para la financiación de los proyectos de acueducto
y alcantarillado, no podrán ser mayores a 50% de aquella participación de
los municipios en los ingresos corrientes de la Nación que la Ley 60 de
1993 asigna exclusivamente a este tipo de proyectos. Para los municipios
pertenecientes a las categorías 3 y 4, este porcentaje no podrá ser
superior al 100%. Cuando los proyectos de los municipios pertenecientes a
las categorías 1, 2, 3, 4 requieran de crédito para completar su
financiación, no podrán comprometerse como servicio de la deuda en los años
sucesivos porcentajes superiores a los señalados. Para estos efectos, la
categorización utilizada es la aprobada por el Comité de Administración del
Fondo de Cofinanciación para la Infraestructura Urbana el 27 de febrero de
1995.
Las entidades encargadas de la gestión del servicio del acueducto
promoverán programas, contratarán servicio y establecerán estímulo entre
las comunidades rurales asentadas en las zonas de influencia de las fuentes
de abastecimiento, con miras a asegurar su preservación. Del mismo modo, se
fortalecerán los programas de tratamiento de aguas residuales con miras,
entre otros, a disminuir los impactos negativos sobre las zonas rurales.
1.1.2. Modernización institucional
El Gobierno Nacional orientará la inversión a crear un marco tarifario que
refleje el costo de los servicios y focalice los subsidios en la población
más pobre; definir los criterios de evaluación de las empresas que prestan
el servicio para el seguimiento estricto de sus planes de gestión; dar
asistencia técnica a los prestadores del servicio para su modernización,
definiendo reglas que permitan la vinculación del sector privado; y diseñar
el plan estratégico del sector para orientar su desarrollo integral en el
largo plazo. El Gobierno Nacional mediante convenios prestará apoyo técnico
a las diferentes instancias públicas y privadas, comprometidas en los
servicios de agua potable.
1.2. CULTURA, RECREACION Y DEPORTE
1.2.1. Cultura
Comprende las acciones dirigidas a la reforma institucional y la
descentralización cultural; al fomento, creación, e investigación artística
y cultural; a la ampliación de las oportunidades de acceso a los bienes y
servicios culturales, y a la protección y difusión del patrimonio cultural
colombiano, conformado por bienes inmuebles e intangibles. Para la
preservación de estos últimos, y por ser bienes de carácter público, se
apoyará la labor de las entidades que conforman el colegio máximo de las
academias. Se incluyen programas cofinanciados de apoyo a la
infraestructura cultural nacional y local.
1.2.2. Monumentos nacionales
En este programa se llevarán a cabo las obras de restauración y
mantenimiento de las construcciones que, por sus características, han sido
clasificadas como monumentos nacionales.
1.2.3. Deporte y recreación
Comprende las acciones dirigidas, prioritariamente, a estimular el deporte
formativo y la amplia participación de la comunidad en actividades
recreativas y deportivas. Contempla, además, el apoyo al deporte asociado y
de alto rendimiento y a la adecuación y conservación de zonas de recreación
y esparcimiento.
El Gobierno Nacional y las entidades territoriales con el apoyo del sector
privado y la participación de la comunidad crearán escuelas masivas de
deporte competitivo en las regiones de planificación, que incluyan diversas
disciplinas deportivas.
1.2.4. Participaciones municipales, cultura y deporte
Este programa financiará programas de cultura y deporte de acuerdo con las
disposiciones de la Ley 60 de 1993.
1.3. JUVENTUD
Consiste en el diseño y puesta en marcha de una política integral que
coordine los esfuerzos sectoriales en favor de esta población y desarrolle,
además, acciones específicas orientadas a la prevención de la drogadicción
y a la consolidación de espacios para la participación democrática de los
jóvenes en la vida pública del país.
Se promocionará la organización de programas de los jóvenes rurales
mediante el fomento y fortalecimiento de sus asociaciones y la creación de
nuevas asociaciones y formas de participación. El Gobierno Nacional,
promoverá su participación en el programa de reforma agraria, crédito,
microempresas y economía solidaria.
La política de juventud debe incluir en las entidades territoriales la
organización de los siguientes programas: círculos de participación juvenil
y clubes estudiantiles democráticos.
1.4. EDUCACION
1.4.1. Educación preescolar, básica y media
Con este programa se ampliarán las oportunidades de acceso de la población,
incluyendo la integración educativa de los niños con necesidades educativas
especiales en razón a problemas de discapacidad, las acciones previstas
permitirán elevar el promedio de escolaridad, mediante la creación de
300.000 nuevos cupos en preescolar y 600.000 en la básica, así como del
mejoramiento de la retención y la promoción de los estudiantes en un 50%.
Comprende los siguientes subprogramas:
Conjuntamente los Ministerios de Agricultura, Educación y las Secretarías
de Educación de las entidades territoriales en coordinación con las
Secretarías de Agricultura de las mismas, orientarán el establecimiento de
proyectos institucionales de educación ajustados a las particularidades
regionales y locales de la población rural. Los estudiantes de las
instituciones de educación superior y de establecimientos de educación
formal relacionados con aspectos agropecuarios, agroindustriales o
ecológicos prestaran asesoría y apoyo a los proyectos educativos
institucionales y de capacitación a la población campesina de las zonas
rurales.
1.4.1.1. Mejoramiento de la calidad. Además de la dotación de
establecimientos públicos y de centros de recursos educativos con textos,
laboratorios y materiales, este subprograma apoyará el diseño y desarrollo
de los proyectos educativos institucionales, la mejor formación de los
docentes en servicio y la evaluación continua de la calidad de la
educación. Se dotará con guías pedagógicas a los docentes estatales y con
textos educativos aproximadamente a seis millones de estudiantes,
incluyendo los niños con discapacidad.
1.4.1.2. Infraestructura y dotación. Consiste en la construcción,
ampliación y reparación de establecimientos educativos, así como su
dotación básica, respetando las tradiciones arquitectónicas de cada región.
Se otorgarán subsidios para incrementar la oferta educativa por la vía de
la ampliación de infraestructura.
1.4.1.3. Desarrollo institucional. Incluye acciones dirigidas a mejorar la
capacidad de gestión educativa de los niveles central, departamental,
municipal y del establecimiento educativo, mediante la implantación de
sistemas de información, de evaluación, asistencia técnica a los
departamentos, distritos y municipios para elaborar, ejecutar y evaluar
proyectos educativos.
1.4.1.4. Subsidios. Con este subprograma se facilitará el acceso y
permanencia en el sistema educativo a los estudiantes provenientes de
familias de escasos recursos económicos. Se buscará que el subprograma
tenga un desarrollo concreto en áreas rurales, incluyendo los estudiantes
matriculados en los institutos técnicos y en los colegios departamentales
agrícolas.
1.4.1.5. Fondo Educativo de Compensación. Mediante este Fondo se proveerán
recursos a los departamentos y distritos, con el fin de lograr una mayor
equidad en la distribución de las asignaciones regionales y compensar los
aumentos en los costos de la educación asociados a incrementos en la
remuneración del personal docente. Se dará prioridad en la asignación a los
departamentos y distritos deficitarios y con alta proporción de población
pobre que muestren en sus planes educativos acciones precisas encaminadas a
mejorar la calidad y a ampliar la cobertura del servicio educativo en las
zonas rurales y urbano_marginales y a mejorar tanto la relación alumno-
docente como la distribución territorial del personal docente. La
asignación estará a cargo del Departamento Nacional de Planeación y el
Ministerio de Educación Nacional.
1.4.2. Educación superior
Incluye programas orientados a corregir la inequidad, tanto en el acceso a
este nivel, como en la distribución de los costos para los alumnos; para
tal fin se otorgarán 180.000 créditos a estudiantes de escasos recursos
económicos y se distribuirán los costos de acuerdo con las capacidades
económicas de los estudiantes y de sus familias. La inversión se orientará
también al fortalecimiento institucional de las entidades públicas de
educación superior y a su vinculación a un sistema universitario estatal.
Se pondrá en marcha, además, el sistema de acreditación como mecanismo para
promover y reconocer la calidad de los programas y las instituciones de
este nivel. Conjuntamente con el Sistema de Ciencia y Tecnología, se
adelantarán acciones que permitan el mejoramiento de las condiciones para
la docencia y la investigación científica y tecnológica.
El Gobierno Nacional a través del ICFES y los CRES (Comités Regionales de
Educación) realizará, con la participación de las universidades y del
sector privado, estudios tendientes a evaluar el estado de los planes
curriculares en las ciencias agropecuarias y su cobertura, con la debida
correspondencia entre el perfil profesional y las realidades del sector
agropecuario y rural.
1.4.3. Otros programas de educación
Corresponde, a los programas educativos desarrollados por el Plan Pacífico,
así como por los Institutos Jorge Eliécer Gaitán y Luis Carlos Galán.
Incluye también las acciones del Inci y del Insor dirigidas a la población
discapacitada, los programas de la Biblioteca Pública de Medellín, y las
acciones del Ministerio de Educación para prevenir el maltrato del menor.
1.5. EMPLEO
1.5.1. Capacitación e intermediación laboral-Sena
El Sena deberá aumentar su cobertura y hacer más relevante su formación,
para lo cual coordinará con otras instituciones las actividades de
formación profesional. Dará prioridad, en los términos cuantitativos y
cualitativos, a los cursos completos (largos) en los centros, elevando su
cobertura a 50.000 alumnos en 1995, y readecaudando su orientación,
metodología y contenidos de acuerdo con las exigencias del sector
productivo.
En el marco de la Red de Solidaridad Social, desarrollará acciones de
capacitación para el trabajo con subsidio al desempleo. El objetivo de este
subprograma es entregar apoyos de sostenimiento a desempleados pobres
durante su período de calificación, para combatir el desempleo estructural,
relacionado con problemas de capacitación y el desempleo friccional debido
a la inadecuada información. Los beneficiarios del programa seran los
desempleados (aspirantes o cesantes), pertenecientes a los estratos socio-
económicos uno y dos.
Con el objetivo de reducir el tiempo de desempleo y mejorar la información
para ejercer acción directa y precisa sobre el mercado de trabajo, el Sena
ampliará su cobertura y modernizará los mecanismos de intermediación
laboral. El principal instrumento será la extensión de los servicios
regionales de empleo del Sena, mejorando los flujos de información hacia
los desempleados y las empresas con vacantes y fortaleciendo los mecanismos
para identificar las necesidades de formación de los inscritos.
1.5.2. Programas especiales de empleo
1.5.2.1. Subprograma de Empleo Rural. Consiste en generar empleos directos
para la población pobre, no calificada, afectada por el desempleo y el
subempleo. Se desarrollará en municipios con una alta vocación
agropecuaria, afectados severamente por la crisis rural de los últimos años
y en regiones en donde más del 50% de los hogares reciben ingresos por
debajo de la línea de indigencia.
1.5.2.2. Subprograma de Empleo Urbano. Consiste en apoyar proyectos de
servicios comunales, sociales y de infraestructura, que permitan el
desarrollo de la población. Los principales beneficiarios de este plan
serán las mujeres y jóvenes pobres con escasos niveles educativos.
1.5.3. Economía solidaria
Se apoyará la integración del sector a la ejecución de los programas
prioritarios de política social y se impulsará la creación y el
fortalecimiento de las organizaciones existentes, incluyendo las
relacionadas con los sectores agropecuarios y agroindustrial.
Las entidades territoriales promocionarán la puesta en marcha de las
cooperativas juveniles productivas.
1.5.4. Artesanías
Con el fin de mejorar la calidad del empleo de los artesanos y contribuir a
la generación de más puestos de trabajo, se fortalecerá la organización
gremial y empresarial del sector artesanal y se dará asistencia técnica a
los artesanos.
1.5.5. Plan Nacional para el Desarrollo de la Microempresa
Este plan contempla un Subprograma de Crédito, que consiste en asegurar
créditos a través de Finurbano para microempresarios con el fin de fomentar
la generación de empleo y aumentar la productividad de las microempresas,
de tal manera que se logre una mayor competitividad de sus productos,
procurando tecnologías apropiadas y ambientalmente sanas.
En segundo lugar, el Subprograma de Servicios Tecnológicos apoyará a las
microempresas en el proceso de gestión tecnológica que involucra las áreas
de comercialización, producción, gestión, organización e información,
tendientes a aumentar su competitividad y productividad. Se financiarán la
capacitación empresarial con contenidos, métodos y medios de formación
gerencial con participación del Sena y las ONG; Centros de Desarrollo
Productivo encargados de brindar asistencia técnica puntual a empresarios,
alquilar maquinaria y dar orientación en tecnología, diseño de prototipos,
desarrollo de productos y auditoría ambiental, entre otros se fortalecerán
las comercializadoras existentes y se impulsarán las agencias promotoras de
comercialización para cubrir capitales de departamentos y municipios en
donde exista infraestructura para ello, con la participación del Ministerio
de Desarrollo, las ONG, las Cámaras de Comercio, los gremios y los
gobiernos locales; y se dará apoyo a la Corporación Mixta con la que se
contratará la ejecución confinanciada de los programas que hacen parte del
Programa de Servicios Tecnológicos, la cual actuará como instancia de
concertación y coordinación del Programa de Servicios Tecnológicos, siendo
promotora de las acciones a nivel regional en interacción con Finurbano.
Para apoyar la modernización de la sociedad rural, se impulsarán programas
de gestión empresarial, con el fin de apoyar la generación de ingresos
extraprediales en actividades productivas, de comercialización,
transformación, turismo y artesanías.
1.5.6. Tercera edad
Con los recursos de la Nación, y los aportes de las entidades
territoriales, el programa Revivir apoyará 240.000 ancianos indigentes,
complementado con planes de atención que pondrán en marcha los municipios.
Serán beneficiarios los ancianos que cumplan con los requisitos definidos
en la Ley 100 de 1993 y que se encuentren en condiciones de probreza o
indigencia.
El Fondo de Solidaridad Pensional otorgará subsidios a más de 350.000
trabajadores de bajos ingresos prioritariamente del sector informal, con el
fin de garantizar que la población más pobre y con dificultades de
inserción en el mercado de trabajo cuente con una pensión cuando llegue a
la tercera edad. Este programa incluirá a los trabajadores del sector
rural.
1.6. GASTO SOCIAL RURAL
1.6.1. Reforma Agraria
La reforma agraria se desarrolla a través de los siguientes programas:
adquisición, adjudicación y titulación de tierras baldías y saneamiento y
ampliación de resguardos indígenas. Se redistribuirán un millón de
hectáreas entre 70 mil familias campesinas; se titularán cinco millones de
hectáreas que beneficiarán a 178.400 familias; y se sanearán 3.500 mejoras
en resguardos indígenas.
1.6.2. Desarrollo rural campesino e indígena
Este programa está dirigido a facilitar a los pequeños productores
campesinos, quienes también tendrán preferencia en los programas de riego y
drenaje del Plan Nacional de Adecuación de Tierras; el acceso a los
recursos productivos, a los servicios sociales básicos y a fortalecer su
capacidad técnica y empresarial, para lo cual el Fondo DRI, cofinanciará
proyectos en asistencia técnica (apoyando a las Unidades Municipales de
Asistencia Técnica), organización y capacitación, manejo de microcuentas,
pesca y acuicultura, mujer campesina, infraestructura para la
comercialización, construcción y mantenimiento de vías de acceso veredal,
acueducto y saneamiento básico, pequeña irrigación y electrificación rural.
Mediante los proyectos de asistencia técnica se atenderán 1.86 millones de
usuarios; en los proyectos de organización y capacitación participarán 292
mil campesinos; los programas de manejo de microcuentas tendrán una
cobertura de 242 mil hectáreas; en proyectos de pesca y piscicultura se
beneficiarán 63.800 familias; los programas de mujer rural permitirán
beneficiar a 46 mil campesinos; se construirán 1.168 kilómetros de nuevas
vías de acceso veredal y se mejorarán 13.000 kilómetros de las existentes;
los proyectos de saneamiento básico llegarán a 85.500 viviendas rurales y
se harán 27.600 nuevas conexiones a la red eléctrica; finalmente, mediante
programas de pequeña irrigación serán beneficiadas 6.580 hectáreas de
pequeños productores campesinos.
La ejecución de los proyectos de organización y capacitación campesina, que
se financien a través del Fondo de Organización y Capacitación Campesina,
Capacitar, se apoyarán en las organizaciones campesinas e indígenas y en
las ONG que estén en capacidad de hacerlo, incluyendo las vinculadas a la
juventud rural.
1.6.3. Vivienda social rural
Este programa, que hace parte de Red de Solidaridad Social, busca facilitar
la construcción, adquisición, reubicación, mejoramiento y habilitación de
viviendas en zonas rurales del país, mediante un subsidio directo. La meta
es otorgar 271.000 subsidios de vivienda a campesinos pobres durante el
cuatrienio.
1.6.4. Subprograma de desarrollo alternativo
El programa de desarrollo alternativo tiene como finalidad contribuir al
desarrollo integral de las zonas de economía campesina e indígenas
afectadas por la presencia significativa de cultivos ilícitos, a través de
acciones que permitan prevenir y reducir dichos cultivos, al mismo tiempo
que se establecen las bases para el desarrollo local y regional, dentro de
criterios sostenibilidad ambiental. Se ejecutarán de proyectos de
titulación de baldíos, saneamiento y ampliación de resguardos indígenas,
desarrollo rural y vivienda social rural. Así mismo se establecerán
programas especiales de subsidio al crédito para pequeños productores
campesinos y de garantía a la compra de cosechas en las zonas del programa.
1.7. SALUD
1.7.1. Acceso universal a servicios de salud preventivos y curativos
1.7.1.1. El Gobierno impulsará la afiliación progresiva de la población a
la Seguridad Social. A través del Régimen Subsidiado, impulsará la
afiliación de 12 millones de personas de los grupos de población más pobre
y vulnerable. A través del Régimen Contributivo, se extenderá la cobertura
de la Seguridad Social a 15 millones de personas.
La asignación departamental y municipal de los recursos del Fondo de
Solidaridad y Garantía de Salud destinada a la afiliación y prestación de
servicios de salud de la población objetivo del régimen subsidiado de
salud, tendrá como criterio fundamental las diferencias de la
disponibilidad percápita departamental y municipal de los recursos del
Situado Fiscal, de las participaciones municipales y las rentas cedidas,
buscando compensar estas diferencias, a fin de obtener una mayor equidad en
la distribución de las asignaciones para la prestación de los servicios de
salud a toda la población objetiva del régimen subsidiado de salud.
La meta del PAMI es el 100% de las mujeres embarazadas y lactantes y sus
hijos menores de un año, sean afiliados al régimen subsidiado o vinculados
al Sistema de Seguridad Social en Salud.
1.7.1.2. En el marco del Plan de Atención Básica, en coordinación con las
Empresas Promotoras de Salud y las entidades territoriales, se adelantarán
acciones dirigidas a la prevención de enfermedades transmisibles y
perinatales, al control de enfermedades crónicas y a la prevención del
trauma. El Plan de Atención Básica-PAB contemplará las acciones orientadas
por el artículo 165 de la Ley 100/93.
1.7.2. Mejoramiento de la calidad de la oferta pública de servicios
1.7.2.1. Consiste en actualizar la infraestructura y dotación de las
instituciones públicas del Primer Nivel de atención, así como ponerlos en
condiciones de competir con las instituciones privadas del Sistema de
Seguridad Social en Salud. Se dotará y recuperará la planta física de 1.500
centros de salud y hospitales locales.
1.7.2.2. Consiste en actualizar la infraestructura y dotación de las
instituciones públicas de segundo y tercer nivel de atención, incluyendo
los servicios de rehabilitación, así como ponerla en condiciones de
competir con las instituciones privadas en Sistemas de Seguridad Social. Se
mejorará la infraestructura y dotación de 150 hospitales de Segundo Nivel,
22 del Tercer Nivel y 11 hospitales universitarios, así mismo, al finalizar
el cuatrienio, la totalidad de hospitales públicos debe haberse
transformado en Empresas Sociales del Estado.
1.7.2.3. El Ministerio de Salud y las entidades territoriales desarrollarán
acciones encaminadas a mejorar la capacidad técnica y administrativa de la
totalidad de dichas instituciones, dotándolas de instrumentos como sistemas
de costos y facturación.
1.7.2.4. Las inversiones del ISS se orientarán a la finalización de las
obras iniciadas y al mejoramiento de la capacidad de gestión de sus
instituciones hospitalarias.
1.7.3. Gestión descentralizada y capacidad técnica del sector
Este programa busca fortalecer la capacidad de las entidades territoriales
para manejar los recursos y desempeñar adecuadamente las competencias que
la ley les asigna, con énfasis en la administración del Sistema de
Seguridad Social. El Ministerio de Salud dará especial atención a las
acciones de apoyo a la gestión, la planeación y la descentralización
institucional, así como al desarrollo de sistemas de información y
monitoreo que permitan el seguimiento permanente de la gestión de las
instituciones del Sistema. Al final del cuatrienio el 100% de los
departamentos y al menos el 80% de los municipios deberán haber alcanzado
este objetivo.
1.7.4. Garantía de calidad de los servicios de salud
1.7.4.1. El Gobierno Nacional conformará una misión para la evaluación del
estado de la educación en las profesiones de la salud y la correspondencia
entre el perfil profesional y las realidades epidemiológicas del país.
También diseñará y difundirá instrumentos que permitan una mejor selección
de los profesionales que se vinculen a las instituciones prestadoras de
servicios.
Los recursos serán utilizados, además, para la elaboración de protocolos de
atención, estándares de atención y programas de educación continua del
personal de salud. El 30% de los recursos contemplados en este rubro, será
destinado a la creación de estímulos a la eficiencia, calidad y ubicación
territorial del personal de salud.
1.7.4.2. El sistema de garantía de calidad tendrá como objetivo brindar a
los usuarios la confianza en el cumplimiento de una serie de requisitos
mínimos de calidad, así como identificar y eliminar los factores que
afectan la prestación de los servicios de salud. La Superintendencia
Nacional de Salud creará el Sistema de Garantía de Calidad y vigilará el
cumplimiento de las normas establecidas para las instituciones. Así mismo,
diseñará los mecanismos de vigilancia y control que garanticen la
financiación, la correcta aplicación de los recursos del Sistema y los
aspectos de calidad mencionados. Aquí se contemplan los recursos del ISS,
destinados a diseñar e implantar los sistemas de información y monitoreo de
la prestación de servicios de salud.
1.7.4.3. Estímulos a la eficiencia, calidad y ubicación: el objeto de este
programa es promover entre el recurso humano, la eficiencia y calidad de
los servicios de salud en el Régimen Subsidiado y estimular la reubicación
del personal de salud en las zonas más apartadas, marginadas y azotadas por
la violencia. El modelo de estímulo será diseñado por el Ministerio de
Salud y Planeación Nacional. Estos estímulos no constituirán factor
salarial.
Este rubro se nutrirá del 1% de los recursos del Fondo de Solidaridad y
Garantía, subcuenta de Solidaridad, y del 30% del rubro 1.7.4.1 Recursos
Humanos, de que trata la presente Ley.
1.7.5. Ciencia y tecnología para la salud
En el marco del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de
Salud promoverá y apoyará financieramente la investigación básica y
aplicada en áreas que permitan mejorar el diagnóstico y la atención en
salud, así como el desarrollo y adaptación de tecnología médica, incluyendo
medicina tradicional de las comunidades. Atención especial merecerá la
investigación en el campo de la biotecnología.
El Instituto Nacional de Salud invertirá en ciencia y tecnología recursos
no inferiores a $15.000 millones para fortalecer la investigación
biomédica, biotecnología en vacunas, epidemiología, etiología de la
violencia como causa de la morbimortalidad en Colombia, entre otras, y en
el mejoramiento de los recursos físicos para el desarrollo de ésta.
1.7.6. Otros programas del sector salud
1.7.6.1. El Gobierno Nacional promoverá la creación de Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) privadas a través de créditos
otorgados por el IFI, en modalidades subsidiadas y no subsidiadas.
1.7.6.2. Se incluyen los siguientes programas: remodelación de la sede del
Ministerio de Salud, reorganización del programa de atención de emergencias
y desastres y atención del programa de discapacitados.
Además se incluyen aquellos programas que realiza el Instituto Nacional de
Salud para mantenimiento y dotación; el Instituto Nacional de Cancerología
para campañas de prevención y control y compra de equipos; y el Instituto
Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, para
infraestructura y dotación, entre otros.
1.7.7. Transferencias y situado del sector salud
Los recursos provenientes de estas fuentes se destinarán para la atención
en salud y la cofinanciación de los programas del Plan de Atención Básica,
estudios de preinversión, dotación y mejoramiento de la infraestructura.
Estos recursos podrán utilizarse en el pago de salarios y honorarios del
personal de la salud, adquisición de medicamentos, prótesis y aparatos
ortopédicos y demás acciones definidas en la Ley 60/93.
1.7.8. Protección y bienestar social ISS
Contempla acciones destinadas a la promoción de la salud y prevención de la
enfermedad de los afiliados al ISS, como programas de crecimiento y
desarrollo del niño, salud reproductiva, control de factores de riesgo,
control perinatal, control de cáncer de cuello uterino y participación
comunitaria. De igual manera, incluye acciones de apoyo en salud
ocupacional, seguridad e higiene industrial.
1.8. NIÑEZ
1.8.1. Movilización en torno a la niñez
Consiste en crear una conciencia social y comunitaria que beneficie a los
niños, generando actitudes y comportamientos de respeto, valoración,
protección de los menores en la familia y la comunidad.
1.8.2. Protección, desarrollo de la niñez
A través de este programa se entregará complemento nutricional a 230.000
mujeres gestantes y lactantes y a sus hijos entre los 6 y 24 meses.
Igualmente, se mejorará el componente nutricional de 900.000 beneficiarios
de los Hogares Comunitarios de Bienestar y se asignarán subsidios
alimentarios a 140.000 niños pobres en las zonas rurales.
1.8.3. Menores en situación irregular
Consiste en desarrollar acciones específicas dirigidas a los menores
maltratados, trabajadores, menores de la calle y a jóvenes infractores.
El Gobierno Nacional y las entidades territoriales teniendo en cuenta las
necesidades de los beneficiarios adelantarán evaluación y seguimiento a las
ONG que trabajen con niños en alto riesgo social con el fin de medir el
alcance de sus objetivos y su impacto en la población afectada.
1.8.4. Desarrollo institucional
Consiste en la redefinición de competencias del Sistema Nacional de
Bienestar Familiar, comprometiendo política, técnica y financieramente a
las administraciones territoriales en la planeación y ejecución de
programas dirigidos a la niñez y promoviendo su inclusión en los Planes
Territoriales de Desarrollo.
1.8.5 Hogares de bienestar
Busca el desarrollo armónico e integral de los menores de siete años de los
sectores más pobres y vulnerables de extrema pobreza. Además, se incluyen
los programas de jardines, atención al escolar y adolescente, hogares
infantiles que están orientados a la prevención de la mal nutrición en la
población infantil del país. Con estos programas se alcanzará una cobertura
aproximada de 3 millones de menores. En este componente se incluyen los
recursos destinados a sufragar los ajustes en las becas de las madres
comunitarias.
1.8.6. Otros programas de niñez
Incluye los programas destinados a la protección de menores, orientaciones
e intervenciones en familia, adopciones, asistencia sociolegal al menor y a
la familia en procesos civiles, entre otros.
1.9. VIVIENDA SOCIAL URBANA
1.9.1. Vivienda red de solidaridad social
a) El subprograma de mejoramiento de la vivienda y el entorno se apoya en
el subsidio otorgado por el Inurbe y se complementa con recursos de los
municipios, de los Fondos de Cofinanciación (FIS y FIU) Fondo de Inversión
Social y Fondo de Infraestructura Urbana y de la Red de Solidaridad Social.
Se adjudicarán 258.500 subsidios para beneficiar a 775.000 hogares. El
municipio, con el apoyo de los Fondos, tendrá a su cargo las obras de
acceso al asentamiento, las redes de servicios públicos, grandes obras de
mitigación de riesgos y proyectos dirigidos a la adecuación de zonas verdes
y demás elementos del espacio público;
b) El subprograma de vivienda nueva incluye viviendas mínimas o unidades
básicas. Para lotes con servicios, la Nación sólo apoyará proyectos que
contemplen los instrumentos de la Reforma Urbana y la zonificación del uso
del suelo. Se realizarán 158.000 soluciones de vivienda nueva, apoyadas con
subsidio para familias de menos de dos salarios mínimos, mensuales de
ingreso.
Este subprograma podrá contemplar, además, la vivienda_empleo, que consiste
en planificar desde un principio en los nuevos desarrollos populares, la
construcción selectiva de viviendas_tiendas, viviendas_talleres, viviendas-
huertos, viviendas_escuelas y en general viviendas_microempresas. El Inurbe
tomará las medidas adecuadas para la administración de este subprograma.
1.9.2. Vivienda no cubierta red de solidaridad social
Las acciones previstas se dirigen a atender el déficit cuantitativo y
cualitativo de vivienda de los hogares con ingresos entre dos y cuatro
salarios mínimos legales mensuales. Con el apoyo del crédito, se realizarán
190.000 soluciones, de las cuales 84.000 se financiarán parcialmente con el
subsidio familiar de vivienda, y el resto a través de crédito del Fondo
Nacional de Ahorro y del sistema financiero.
Los recursos de este Plan de Inversiones se complementarán con recursos
propios de los municipios, crédito de Findeter, subsidios de las cajas de
compensación familiar y créditos del sector financiero.
1.10. APOYO AL DESARROLLO URBANO
Se fortalecerá la capacidad administrativa de las ciudades y poblaciones en
el diseño de instrumentos de regulación y normatividad urbana, manejo del
suelo, planificación territorial sostenible, desarrollo de proyectos de
vivienda y entorno, y gestión de servicios públicos, transporte y
equipamiento. Se establecerán indicadores ambientales y estándares para
garantizar la sostenibilidad del desarrollo urbano.
Se proveerá a las ciudades de un marco legal e institucional que oriente la
acción de la administración local.
Se impulsarán los programas para apoyar técnicamente a los municipios en
aspectos como actualización de bases gravables, niveles adecuados en
tarifas, utilización de fuentes de ingreso de gran potencial y mejor nivel
de eficiencia en el recaudo y administración de tributos. Se promoverá que
las ciudades sean accesibles en sus diseños urbanísticos a las personas con
discapacidad y a la tercera edad.
2. SECTOR JUSTICIA
2.1. Apoyo técnico y humano al sistema judicial
Se creará una estructura gerencial que le permita a la Rama Judicial
incrementar la efectividad del sistema mediante instrumentos técnicos de
organización, planeación, control y evaluación de gestión, manejo de
información y racionalización de archivos.
2.2. Acceso a los servicios judiciales, administración de justicia y
derecho
El Estado facilitará el acceso a la vía judicial y promoverá diferentes
alternativas para el tratamiento de los conflictos.
2.3. Prevención del delito y atención a las víctimas
Este programa hará énfasis en la investigación de las causas del delito,
sus soluciones, la atención a los menores infractores y la resocialización
del delincuente. Así mismo, se iniciará el desarrollo de un sistema de
atención a las víctimas de conductas punibles con el fin de disminuir los
efectos negativos de estas conductas y promover la solidaridad de la
comunidad en la lucha contra el delito.
2.4. Detención, cumplimiento de pena y rehabilitación
Mejoramiento de las condiciones de las personas que deban ser puestas a
disposición de la autoridad judicial, mediante alternativas a la detención
o mejoramiento de las condiciones de los locales y asistencia judicial
eficiente. Así mismo, el desarrollo de procedimientos para que la pena
privativa de la libertad se transforme en un tratamiento para la
rehabilitación y resocialización.
2.5. Apoyo a las acciones para la superación del problema de la droga
El programa tiene como objetivo enfrentar y reducir progresivamente las
causas y manifestaciones del problema de la droga, mediante la aplicación
de mecanismos de participación comunitaria que vinculen efectivamente a la
sociedad civil en su solución. Comprende el desarrollo de estrategias para
la prevención integral, el tratamiento y la reinserción social, y el
fortalecimiento de la cooperación internacional. Para ello se desarrollarán
proyectos de investigación y divulgación y de asistencia a personas
afectadas por el problema de la droga, así como de concertación y
coordinación interinstitucional.
3. SECTOR DE SEGURIDAD
lncluye todos los programas desarrollados por las fuerzas militares, la
Policía Nacional y las entidades descentralizadas del Ministerio de
Defensa. Del monto total asigno, le corresponderá un mínimo el 18% a la
Policía Nacional.
4. INFRAESTRUCTURA
4.1. Energía
4.1.1. Petróleo
Los objetivos de los programas para el desarrollo de la actividad
petrolera, incluyen el incremento de la actividad exploratoria, asegurar la
autosuficiencia, el adecuado y oportuno abastecimiento de combustibles
líquidos y derivados del petróleo, así como el mejoramiento de la posición
exportadora del país, promoviendo la participación de la iniciativa privada
en las actividades: exploración, explotación, transporte, petroquímica,
distribución y comercialización y gestión ambiental. El programa estará
enmarcado dentro del concepto de propiedad estatal del subsuelo establecido
en el artículo 332 de la Constitución Nacional.
4.1.1.1. En la actividad de exploración básica de petróleo, se ha previsto
perforar 40 pozos exploratorios, con recursos de Ecopetrol durante el
período.
4.1.1.2. En producción de petróleo se proyecta, por parte de Ecopetrol,
incrementar la producción de crudos de 378 Kbpdc (miles de barriles de
petróleo por día calendario) en 1995 a 615 Kbpdc en 1998.
4.1.1.3. En refinación y petroquímica dentro de los principales proyectos
que se desarrollarán con participación del sector público, está la
ampliación de la capacidad de refinación en el Complejo Industrial de
Barrancabermeja (CIB) y Cartagena, con lo que se incrementará la capacidad
de refinación del país de 262 Kbpdc actuales a 323 Kbpdc en 1998. Se prevé
que la mayor parte de las inversiones en petroquímica sean desarrolladas
por el sector privado, principalmente en producción a través de la
construcción de una planta de olefinas.
Así mismo, el Gobierno promoverá la construcción, por parte del sector
privado de refinerías, para el consumo interno y la exportación, y que
sirvan a su vez para la elaboración de bases para la industria
petroquímica.
4.1.1.4. En transporte de petróleo, entre los principales proyectos a ser
desarrollados en los próximos años están la construcción del oleoducto
entre el campo de Cusiana y el puerto de Coveñas, en el cual hay gran
participación del sector privado. Los recursos públicos destinados a estas
actividades permitirán incrementar la capacidad de transporte de oleoductos
y poliductos del país en 614 Kbpdc con respecto a la capacidad actual.
4.1.1.5. En otras inversiones del sector petrolero se contempla
principalmente la investigación y desarrollo tecnológico y, el
almacenamiento de crudo y derivados.
4.1.2. Gas
La utilización de las importantes reservas de gas natural del país es uno
de los objetivos prioritarios de la política energética. Para cumplir con
este propósito se adelantan los programas de producción, transporte y
distribución. Los recursos públicos que se invertirán en el subsector de
gas se destinarán principalmente a la conformación de la red troncal que
sera utilizada para todos los usuarios del país.
La producción de gas de Ecopetrol se incrementará de 260 Mpcd (millones de
pies cúbicos por día) en 1994 a 386 Mpcd en 1998. Las obras de transporte
de gas contemplan la construcción de gasoductos en grandes troncales y su
distribución a las entradas de la ciudad para llevar el gas del pozo hasta
los sitios de consumo. Así, la capacidad de transporte de gas se
incrementará de 1394 Mpcd a 1694 Mpcd. Los programas de distribución de gas
están destinados al suministro de gas al usuario final, realizados
principalmente por el sector privado. El desarrollo del Programa de
Masificación de Gas permitirá en los próximos años llevar este energético a
108 municipios adicionales y atender 1.2 millones de suscriptores en cerca
de 350 municipios.
4.1.3. Electricidad
El desarrollo de la infraestructura eléctrica contempla, prioritariamente,
la reducción de la vulnerabilidad del sistema generación transmisión, la
reducción de las pérdidas de energía, la extensión de la cobertura y el
mejoramiento de la calidad del servicio.
4.1.3.1. Generación eléctrica. Se ejecutarán, por parte de empresas
públicas, lo proyectos de Urrá I, Miel I y los proyectos de generación
térmica que no sean adelantados oportunamente a través de esquemas de
participación privada. Se adelantará el estudio de impacto ambiental y el
diagnóstico de alterativas (sic) de la hidroeléctrica Arrieros del Micay,
y, si es ambientalmente viable, su diseño técnico estructural.
4.1.3.2. Interconexión eléctrica. Los proyectos que se ejecutarán a través
de ISA permitirán incrementar la capacidad de transporte de 4314 Km. en
1994 a 5279 Km. en 1998, consolidando la red de transporte nacional.
4.1.3.3. Transmisión y distribución eléctrica. Con las inversiones
previstas se propone incrementar la cobertura del servicio de un 87% en
1994 a un 90% en 1998, lo cual supone atender 700 mil nuevos usuarios.
4.1.3.4. Electrificación rural. En la asignación de estos recursos se dará
mayor participación a las regiones con menor cobertura en el servicio
eléctrico rural, con el objetivo de obtener una cobertura rural más
igualitaria en el país, en los términos establecidos en las Leyes 141 y 143
de 1994. Se prevé atender 100 mil nuevos suscriptores durante el período.
De esta partida $10.000 millones se destinarán a la electrificación rural
de Urabá y el Nordeste antioqueño para ser ejecutada a través de la Empresa
Antioqueña de Energía, EADE.
4.1.3.5. Inversión social (subsidios). Es un programa destinado a cubrir el
valor de los subsidios por consumo de electricidad y hasta el consumo de
subsistencia, de los usuarios ubicados en los estratos socioeconómicos I,
II y III, y en un todo de acuerdo con lo estatuido en la Ley 143 de 1994.
Para tal efecto manténgase en los 200 KWHM el consumo de subsistencia para
los usuarios del sector eléctrico en todo el territorio de la Nación
exceptuando aquellas entidades territoriales que desde antes del 1o. de
noviembre de 1994 estuvieran, y a la fecha de la promulgación de esta Ley
continúan, aplicando un consumo de subsistencia inferior, y hasta tanto,
por ley, cuyo proyecto presentará el Gobierno dentro de los próximos cuatro
(4) meses, se fijen, teniendo en cuenta los distintos factores que inciden
en el uso de la energía, el consumo de subsistencia para cada una de las
regiones del país.
4.1.3.6. Uso racional de energía. Consiste en un plan dirigido al ahorro
conservación y uso eficiente de los recursos energéticos del país.
4.1.4. Carbón
Los recursos públicos de este subsector se destinarán principalmente al
fomento de la pequeña y mediana minería del carbón, en las diferente zonas
productoras.
4.1.4.1. Exploración básica de carbón. Incluye las actividades dirigidas a
establecer la potencialidad y existencia de yacimientos carboníferos, sus
reservas y posibilidades de explotación, actividades que serán realizadas
principalmente por Ecocarbón.
4.1.4.2. Desarrollo de proyectos carboníferos. Es la realización de
actividades previas necesarias para poder adelantar las labores de
explotación en los proyectos de pequeña, mediana y gran minería.
4.1.4.3. Producción carbonífera. Son programas que incluyen las labores de
explotación y extracción racional de los yacimientos con miras a la
comercialización del recurso.
4.1.4.4. Promoción minera del carbón. Este subprogama tiene como finalidad
fomentar la explotación tecnificada del carbón, con el fin de aumentar los
niveles de productividad, mejorar la calidad de vida de los mineros, la
adecuada gestión ambiental, incentivar el consumo de carbón, el desarrollo
del mercado carbonífero y la utilización de briquetas de carbón cuando esto
sea aplicable.
4.1.4.5. Gestión ambiental del carbón. Se destacan en esta actividad la
elaboración del perfil ambiental del proyecto, el diagnóstico de
alternativas y los estudios de impacto ambiental en aquellas zonas
productoras y con grandes problemas de contaminación.
4.1.4.6. Asistencia técnica para el carbón. El objetivo de este subprograma
es conseguir que la explotación del carbón se realice de manera eficiente,
con un mínimo impacto ambiental y deterioro de los yacimientos.
4.1.4.7. Desarrollo de infraestructura carbonífera. Son programas para
adelantar el mejoramiento de la infraestructura física y social en las
zonas mineras, así como promover el desarrollo de infraestructura de
transporte y embarque para fortalecer la capacidad exportadora.
Dentro de esta última actividad, se ha identificado la necesidad de contar
con nuevas facilidades portuarias consistentes en un terminal marítimo
carbonífero de gran calado, en el Departamento del Atlántico o Magdalena y
un terminal fluvial en Tamalameque, para satisfacer las necesidades de
exportación en los carbones del Cesar, diferentes a los del proyecto de la
Loma_Drummond, que dispone de su propio puerto.
El terminal marítimo atendería también la exportación de otros carbones del
interior del país y tendría la potencialidad de convertirse posteriormente
en un gran puerto de propósito múltiple.
Para impulsar el desarrollo de estos proyectos, que deberán ser adelantados
principalmente por el sector privado, Ecocarbón destinará para su
promoción, durante el cuatrienio 1995_1998, el diez por ciento (10%) de la
porción de las regalías que la Ley 141 destinó para el sector carbón.
4.2. MINERIA
4.2.1. Exploración básica en minería
Busca extender la cobertura de la exploración básica de un 20% a un 40% del
territorio nacional durante el período mediante labores de prospección e
investigación geológica y geofísica.
4.2.2. Evaluación y desarrollo minero
Incluye las actividades dirigidas a establecer la potencialidad y
existencia de yacimientos, sus reservas y posibilidades de explotación, así
como las actividades previas a la explotación del recurso.
4.2.3. Gestión ambiental minera
Se destacan las acciones tendientes a mejorar los procesos de beneficio de
minerales, los estudios y acciones para mitigar el impacto ambiental en
zonas productoras.
4.2.4. Asistencia técnica y seguridad minera
Son programas que tienen como propósito capacitar y entrenar personal
minero para reducir el riesgo de la minería, prevenir la ocurrencia de
siniestros y atender los casos de emergencia y desastres mediante la
operación de estaciones regionales y puntos de salvamento minero.
4.2.5. Investigación y desarrollo tecnológico minero
Su objetivo es el desarrollo y divulgación de tecnologías apropiadas para
las actividades de exploración, producción y mejoramiento de los procesos
de beneficio de tal manera que se pueda incrementar la productividad del
recurso.
4.2.6. Promoción y contratación minera
Esta actividad tiene como finalidad la modernización del entorno jurídico
sectorial y el fortalecimiento de la capacidad de negociación de la
empresas industriales y comerciales del Estado, en exploración y
explotación de áreas. En este proceso se vincularán más de 800 solicitudes
de contratación, de las cuales cerca del 50% pasarán a la fase de contrato.
4.3. Telecomunicaciones
4.3.1. Telefonía local
En el cuatrienio las empresas públicas del orden nacional ampliarán la
capacidad instalada en más de 350 mil líneas, con inversiones por más de
500 mil millones de pesos, de acuerdo con la demanda de sus zonas de
influencia. En particular, Telecom instalará directamente más de 176 mil
líneas locales.
4.3.2. Telefonía de larga distancia
Telecom fortalecerá su participación en proyectos de cable submarino para
incrementar en por lo menos 5.300 circuitos la capacidad instalada para
comunicaciones internacionales. Se desarrollará el proyecto de fibra óptica
a nivel nacional que unirá las dos costas y las principales ciudades del
país, con al menos 18 pares de fibra óptica, con capacidad de 2 Giga Bits
por segundo. Adicionalmente, se realizará un plan de redes complementarias
para descongestionar la red, ampliando el sistema en al menos 39.000
troncales. La inversión en este servicio atenderá las necesidades
regionales según sus requerimientos de tráfico.
4.3.3. Telefonía social
Para garantizar la universalización del servicio, el Fondo de
Comunicaciones cofinanciará la instalación de 105 mil líneas telefónicas y
5 mil puntos de servicios de telecomunicaciones de atención al público, en
los municipios que actualmente no cuentan con el servicio y en las zona más
deprimidas del país. Así mismo, se ejecutarán los planes especiales de
telefonía celular en los municipios con mayores necesidades básicas
insatisfechas. Adicionalmente, se incluyen $9.918 millones para telefonía
social en la Costa Pacífica, que serán ejecutados por el Plan Pacífico.
4.3.4. Televisión
Con base en la ley de televisión, se fortalecerá la televisión estatal
modernizando la infraestructura, dando cubrimiento nacional a las tres
cadenas actuales de Inravisión con programación continúa y estableciendo un
nuevo canal educativo.
4.3.5. Correos y otros
La Nación, a través de sus empresas, realizará inversiones en los servicios
de correo para ampliar su oferta y mejorar su eficiencia y en la prestación
de los servicios de valor agregado.
Adicionalmente, se realizarán inversiones que mejoren y fortalezcan la
regulación y planeación sectoriales a través del Ministerio de
Comunicaciones, el Fondo de Comunicaciones y la Comisión de Regulación de
Telecomunicaciones.
4.4. Transporte
4.4.1. Carreteras
4.4.1.1. Red troncal y transversal. La Nación, a través del Instituto
Nacional de Vías, realizará las inversiones en proyectos de rehabilitación,
mantenimiento y construcción de la infraestructura vial de la red troncal y
transversal a su cargo, teniendo en cuenta criterios ambientales. Estos
proyectos incluirán los proyectos de concesión en los que la Nación tenga
participación.
Dichos proyectos incluyen, además del mantenimiento de la infraestructura,
la rehabilitación de 2.300 kms. y la construcción de 2.200 kms. de vías.
Los recursos también se destinarán para programas de inversión en puentes,
en estudios y diseños de los proyectos, y en programas de prevención y
atención de emergencias. Incluye la participación de la Nación en proyectos
que se llevarán a cabo bajo el esquema de concesión. A través de dicho
programa se rehabilitarán 2.000 kms. y se construirán 800 kms. adicionales.
El programa garantizará el mantenimiento de las vías por parte del
concesionario. Los recursos asignados en cada uno de los siguientes
subprogramas podrán ser aportados por el sector público en proyectos mixtos
de concesión.
4.4.1.1.1. Subprograma rehabilitación y mantenimiento. Este subprograma
garantizará la recuperación de la red Troncal y Transversal y permitirá
realizar las labores de mantenimiento de manera continua minimizando los
costos de transporte.
4.4.1.1.2. El subprograma construcción y pavimentación. Permitirá ampliar
la red actual a través de nuevos tramos y de vías de acceso a las troncales
y transversales. Así mismo, descongestionará los accesos a las principales
ciudades a través de variantes, que al mismo tiempo evitarán la entrada de
los vehículos de carga a la zona urbana.
4.4.1.1.3. Subprograma participación pública en concesiones. Es la base
para que algunos proyectos financiados con recursos del sector privado sean
rentables para los inversionistas, sin la necesidad de establecer tarifas
de peajes elevadas. Dichos proyectos necesitan el apoyo de recursos
públicos debido a sus altos costos de construcción. Los recursos asignados
en este programa podrán ser utilizados para financiar temporalmente la
adquisición de predios requeridos por los proyectos viales a concesionar.
Los recursos públicos para la compra de predios alimentarán, según las
normas que rijan la materia, un fondo o cuenta rotatoria, la cual será
realimentada por los recursos privados invertidos en las concesiones
correspondientes.
4.4.1.1.4. Subprograma otras inversiones red troncal. Corresponde
principalmente a los recursos que invertirá el Invías en revisión y
reparación de puentes, en programas de emergencias, en gastos recurrentes,
y en estudios.
4.4.1.2. Sector Red Secundaria y Terciaria
Se culminará el proceso de descentralización de vías de la red secundaria y
terciaria, a través de su transferencia a las entidades territoriales. La
transferencia de la red terciaria será completada en 1995 y la de la red
secundaria en 1996. Bajo este esquema se mejorarán las condiciones de la
red secundaria y terciaria a lo largo de 14.000 kms. y se dará
mantenimiento a la totalidad de la red.
4.4.1.2.1. Subprograma red secundaria a cargo del Instituto Nacional de
Vías. Está dirigido a la transferencia de las carreteras de la red
secundaria a las entidades territoriales. Durante dicho proceso, los
recursos que se transferirán a las entidades como respaldo de las vías
recibidas, se canalizarán a través del Instituto. Adicionalmente, se
incluyen los recursos que destinará el Instituto a las vías de la red de
las entidades territoriales mientras se realiza la transferencia.
4.4.1.2.2. Subprograma construcción red terciaria. Está dirigido a
cofinanciar la construcción de carreteras de la red terciaria en las
regiones a través del Fondo Nacional de Caminos Vecinales y/o del Fondo de
Cofinanciación de Vías Terciarias.
4.4.1.2.3. El subprograma Fondo de Cofinanciación de Vías. Mantenimiento.
Garantizará el mantenimiento del total de la red a transferir a las
entidades territoriales. Los cupos por entidad se establecerán aplicando
indicadores que aseguren la equidad y bajo el principio de autonomía de las
entidades territoriales.
4.4.1.2.4. El subprograma Fondo de Cofinanciación de Vías. Rehabilitación,
mejoramiento y construcción. Garantizará los recursos necesarios para que
los entes territoriales adelanten proyectos de rehabilitación y
mejoramiento de las redes a su cargo. Así mismo, permitirá que se amplíe la
cobertura de las redes secundarias, y, especialmente terciaria (caminos
veredales).
4.4.1.2.5. Subprograma Fondo de Cofinanciación de Vías. Transferencia.
Corresponde a los recursos incluidos en el presupuesto del Fondo que serán
utilizados para el proceso de transferencia de las carreteras de la red
secundaria y terciaria a los entes territoriales.
4.4.2. Vías férreas
Se promoverá la participación del sector privado en la rehabilitación
mantenimiento y operación de la totalidad de red económicamente viable. A
su vez, el concesionario será responsable por el mantenimiento y operación
de dicha red y deberá incluir mecanismos que incentiven la utilización de
la red ferroviaria y que permitan el libre acceso a los operadores en
condiciones fijadas en el contrato de concesión. El Plan incluye la
rehabilitación de 1.900 kms. de vías férreas.
Mientras se realiza el proceso de concesión, la Empresa Colombiana de Vías
Férreas deberá modificar el esquema de contratación, reduciendo el número
de contratos que maneja. Ferrovías se encargará exclusivamente del
mantenimiento de la red. Una vez se haya establecido el plan de
concesiones, la Empresa podrá adelantar los programas de rehabilitación que
se consideren necesarios para adelantar dicho plan, teniendo en cuenta
criterios ambientales.
4.4.3. Transporte aéreo
4.4.3.1. Subprograma aeronáutico. Las acciones del sistema aeronáutico se
concentrarán en aumentar la cobertura y modernizar el sistema de ayudas a
la navegación y de control del espacio aéreo.
4.4.3.2. Subprograma aeroportuario. En el sistema aeroportuario se
emprenderán acciones para garantizar la seguridad del sistema integrado,
mejorando la totalidad de las pistas que se encuentran en mal estado
dotando de unidades de rescate a los aeropuertos que lo requieran e
instalando cerramientos en el 75% de los aeropuertos a cargo de la Nación.
4.4.4. Puertos marítimos
Mediante el dragado de canales de acceso se adecuará el canal de acceso
marítimo al Puerto de Buenaventura, buscando incrementar sus niveles de
profundidad y se realizarán los dragados de mantenimiento en los puertos de
Barranquilla, Buenaventura, Cartagena y Tumaco.
En infraestructura portuaria se adelantará un seguimiento cercano al
comportamiento de la demanda y se continuarán los estudios y acciones
necesarias para garantizar una capacidad portuaria suficiente en los dos
litorales y, especialmente considerando las alternativas existentes en la
Costa Pacífica.
4.4.5. Transporte fluvial
Se culminarán las labores de rehabilitación de la parte navegable del río
Magdalena. En particular se garantizará la navegabilidad del río en el
tramo Barrancabermeja_Calamar y los accesos al Mar Caribe. Se establecerán
las condiciones necesarias para realizar los dragados en estos tramos, a
través de la participación del sector privado. Se fortalecerá la
navegabilidad en las arterias fluviales de los territorios nacionales y del
litoral Pacífico. Se rehabilitarán 800 kms.
4.4.6. Transporte urbano
Este programa incluye el mejoramiento de la infraestructura vial urbana,
particularmente la optimización de los sistemas de transporte masivo en
Bogotá y Cali, el desarrollo de la accesibilidad al transporte para los
discapacitados así como el impulso a la utilización de combustibles
alternos en los vehículos de transporte público de pasajeros.
5. SECTOR AGROPECUARIO
5.1. Adecuación de tierras
Durante el cuatrienio se adecuarán 203 mil hectáreas, de las cuales 42 mil
corresponden a pequeño riesgo, 111 mil a proyectos de mediana irrigación y
50 mil hectáreas a la rehabilitación de distritos ya existentes. Además,
por medio del Incentivo a la Capitalización Rural se podrán atender
proyectos individuales de adecuación de tierras hasta por 4 mil hectáreas.
5.2. Capitalización y financiamiento
La política de crédito para el sector agropecuario se orienta a garantizar
recursos suficientes para la financiación de sus actividades de producción,
mercadeo y procesamiento, mejorar las condiciones de acceso a financiación
para los pequeños productores y fortalecer el crédito como herramienta para
la capitalización del campo. Se capitalizará el Fondo Agropecuario de
Garantías y se fortalecerán el Incentivo a la Capitalización Rural, el
Certificado de Incentivo Forestal y el Fondo Emprender.
A través de Finagro, se otorgarán 5.200 Certificados de Incentivo a la
Capitalización Rural; el Certificado de Incentivo Forestal se aplicará al
establecimiento de 143.800 hectáreas y al mantenimiento de otras 121.800
hectáreas.
El incentivo a la capacitación rural se hará extensivo a la compra de
maquinaria agrícola, adecuación de tierras, actividades de reconversión
tecnológica, entre otros, en cuantía hasta el 40% del valor de los
proyectos objeto del incentivo. Igualmente, el Fondo Emprender ampliará la
escala de aportes de capitalización y de financiamiento de preinversión en
los proyectos que sean de su competencia.
5.3. Comercialización y agroindustria
Los proyectos incluidos en este programa buscan mejorar la infraestructura
para la comercialización agropecuaria y fomentar la organización de los
productores campesinos para realizar dicha actividad. Así mismo, se
brindará capacitación a quienes intervienen en el proceso de
comercialización. De otro lado, se mejorará la difusión y los canales de
información de precios, mercados y volúmenes transados, tanto nacional como
internacionalmente, con el fin de obtener información más veraz y oportuna.
A través del Fondo Emprender se crearán o fortalecerán 64 empresas
agroindustriales y se llevarán a cabo los estudios de preinversión para 120
empresas. El Ideam construirá diez nuevos centros de acopio y los dotará
con equipos para el manejo adecuado de los productos. A través de la
Promotora de Empresas Agroindustriales, Promagro S.A., se llevarán a cabo
cuatro grandes proyectos de desarrollo agroindustrial para la exportación y
el mercado interno. Se impulsarán los convenios de absorción de cosechas
durante el cuatrienio.
5.4. Manejo de riesgos
Se pondrá en funcionamiento el seguro agropecuario que protegerá la
inversión de los productores del agro contra eventos naturales. Además, se
diseñará y operará un sistema para la prevención de riesgos y manejo de
crisis en el sector agropecuario.
El Estado concurrirá al pago de las primas que los productores
agropecuarios deban sufragar para tomar el seguro agropecuario, en un
porcentaje que fijará la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario.
5.5. Apoyo y fortalecimiento institucional
Los recursos asignados a este programa se orientarán a ejecutar proyectos
tendientes a mejorar el nivel de capacitación de los funcionarios de las
entidades que integran el sector, para realizar la planificación
sostenible, seguimiento y la evaluación de las políticas sectoriales.
De igual forma, se busca mejorar la infraestructura física de las
entidades, con relación a la dotación de parque automotor, equipos para
laboratorios, sistematización, etc. Así mismo, contratar asesorías para el
diseño y posterior formulación de las políticas del sector.
El objetivo de este programa es alcanzar la eficiencia y eficacia de la
gestión pública. Las Juntas Directivas y sus comisiones deberán hacer un
seguimiento a la gestión de las entidades. El Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural ejercerá la coordinación entre las instituciones públicas
consecuente con los objetivos y programas sectoriales.
6. ADMINISTRACION DEL ESTADO
6.1. Agenda internacional
Comprende todas las inversiones de apoyo a la ejecución de la política
internacional colombiana, en particular lo relacionado como los temas
económicos y de la nueva agenda internacional como el perfil social de la
política exterior, el medio ambiente, los derechos humanos, las drogas
ilícitas y la integración con los colombianos en el exterior. Incluye la
apertura de nuevas sedes consulares y diplomáticas e inversiones en
demarcación y desarrollo de las fronteras.
6.2. Modernización de los sistemas de identificación ciudadana e
inscripción electoral
Este programa busca mejorar la gestión y garantizar una mayor transparencia
y eficiencia en el proceso electoral y en el reconocimiento de la
ciudadanía. Para ello, la Registraduría Nacional del Estado Civil
tecnificará y modernizará los sistemas de registro civil e identificación,
el sistema de almacenamiento, administración y operación de archivos y el
sistema de inscripción electoral. Igualmente, se adelantarán acciones
masivas e integrales de documentación que incluyan la expedición del
registro civil, la cédula de ciudadanía y las libretas militares, dirigidas
a zonas alejadas, pueblos indígenas y comunidades de escasos recursos.
6.3. Participación de la sociedad civil
Este programa incluye exclusivamente el conjunto de inversiones, que en
cabeza del Ministerio de Gobierno, la Red de Solidaridad_PNR y la
Registraduría, están destinadas a completar y difundir los mapas
institucionales que den a conocer los ámbitos de participación, a
garantizar la difusión de la información que se requiere para participar y
a aumentar la capacidad de los ciudadanos y sus organizaciones. Sin
desmedro de otras iniciativas sectoriales del Estado que se lleven a cabo
para fortalecer la participación de la sociedad civil tales como Salud,
Educación y Medio Ambiente, etc., las contiendas en este programa están
orientadas a promocionar los mecanismos de participación ciudadana y a
apoyar el proceso de consolidación institucional de las organizaciones
civiles, y en particular de las comunitarias, con criterios de legitimidad,
racionalidad y gobernabilidad. El programa incluye además acciones de
planeación y gestión participativa en zonas marginadas, desarrolladas en el
marco del PNR.
6.4. Derechos Humanos. Poblaciones desplazadas y damnificadas por la
violencia
En este campo se elaborarán diagnósticos y análisis sobre la situación de
los Derechos Humanos y formulación de propuestas de política, normativas y
de reforma institucional para mejorar esa situación; se ejecutarán acciones
y proyectos de protección con el fin de eliminar situaciones de violación
de los Derechos Humanos o mitigar sus efectos; se creará una red
informática de comunicación entre entidades con competencia sobre el tema
para el trámite de quejas; se protegerán testigos; se fortalecerán las
instancias de control en los organismos de seguridad del Estado; se harán
proyectos de protección al menor maltratado y acciones de promoción y
difusión de los derechos humanos mediante procesos de pedagogía y de
comunicación para la convivencia y para el respeto de los Derechos Humanos.
También se dará impulso a programas para la centralización de información
sobre personas desaparecidas y cadáveres NN, a la atención y asistencia
humanitaria de urgencia a la población desplazada y a acciones destinadas a
prevenir las situaciones que generan el desplazamiento, así como acciones
orientadas a proteger al desplazado por la violencia y a facilitar su
retorno, reubicación y reinserción social y laboral.
6.5. Desarrollo y modernización institucional (Mingobierno_Presidencia)
Incluye recursos para adecuar las instituciones a las nuevas realidades
constitucionales y legales. Se destacan las acciones orientadas a
consolidar la nueva estructura institucional del Ministerio de Gobierno
para que se adecue a las nuevas funciones y competencia señaladas en el
proyecto de ley que lo transforma en Ministerio del Interior. Hacen parte
de este programa las acciones destinadas a sistematizar los procedimientos
administrativos y operativos de los órganos públicos.
6.6. Fortalecimiento institucional de las entidades territoriales
Se desarrollarán acciones tendientes a fortalecer la capacidad de
planeación y gestión de las entidades territoriales para que puedan
acometer con éxito las nuevas funciones y competencias en el marco del
proceso de descentralización política y administrativa.
Incluye acciones de preinversión con el fin de subsanar las deficiencias de
algunos municipios para acceder a recursos del sistema nacional de
cofinanciación y capacitación y acompañamiento legal en temas relacionados
con competencias, recursos, planeación, gestión, ejecución, fiscalización y
administración de recursos así como lo relacionado con la ley de
ordenamiento territorial.
6.7. Reinserción y convivencia ciudadana
Este programa busca generar espacios propicios para la convivencia pacífica
entre los colombianos mediante la promoción de metodologías y la creación
de una nueva cultura de solución pacífica de los conflictos. Incluye
también el necesario apoyo a los reinsertados para que puedan retornar a la
vida civil.
6.8. Pueblos indígenas y comunidades afrocolombianas y raizales
(Mingobierno)
En reconocimiento a la diversidad e identidad étnica y cultural de la
población colombiana, se buscará el desarrollo social e institucional y
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en los pueblos
indígenas y las comunidades afrocolombianas y raizales. Capacitación en
desarrollo institucional y legal, formación intercultural a los pueblos y
comunidades y a los diversos agentes del Estado y sectores sociales, en
relación con la política del Gobierno y el nuevo marco constitucional y
legal. Realización de diagnósticos e investigaciones sobre los pueblos
indígenas y las comunidades afrocolombianas. Diseño y desarrollo de
campañas de promoción y divulgación de temas relacionados con la diversidad
cultural y étnica.
También contempla la coordinación y articulación de las distintas
instituciones sectoriales y territoriales para la ejecución de una política
unificada, la capacitación de funcionarios y coordinación de acciones con
instituciones y entidades para la atención de los pueblos y comunidades
víctimas de desastres, la definición y ejecución de una política de fomento
y de coordinación bilateral o multilateral para la protección de los
pueblos indígenas de las zonas fronterizas y el mejoramiento de
infraestructura sectorial para el desarrollo de los planes y programas.
6.9. Atención y prevención de desastres
Constitución de una partida con destino al Fondo Nacional de Calamidades,
cuyo objeto es prevenir y atender oportunamente las emergencias y desastres
sin generar mayores traumatismos presupuestales. Incluye además las
partidas destinadas a la rehabilitación de la zona del desastre de Cauca y
Huila a través de la Corporación Nasa Kiwe.
6.10. Conservación y difusión del patrimonio documental
Recuperación, prevención, conservación y microfilmación de documentos y
archivos. Implantación del programa de manejo de documentos públicos y
asistencia a las tareas archivísticas. Creación de un sistema nacional de
archivos y divulgación del patrimonio documental de Colombia.
6.11. Sistema Nacional de Evaluación de Resultados
El Sistema Nacional de Evaluación de Resultados será el programa a través
del cual se evaluará la gestión de la administración pública en torno al
cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo.
6.12. Trato hecho
Este programa tiene como objetivo hacer explícitas ante la ciudadanía las
metas de servicio de las instituciones del Estado y crear mecanismos de
interlocución sobre el cumplimiento de dichas metas entre los usuarios y
los directivos de las instituciones.
6.13. Discapacidad
La coordinación de la política de prevención y atención a la discapacidad
estará a cargo de la Vicepresidencia de la República, entidad que
adicionalmente promoverá la investigación y desarrollo de tecnologías
apropiadas, desarrollará sistemas de información y hará campañas masivas
que contribuyan a crear una cultura de respeto y apoyo a los
discapacitados.
Se pretende lograr la integración social y el reconocimiento de la dignidad
humana de aquellas personas con limitaciones físicas, sensoriales o
psíquicas. Se adelantarán acciones preventivas para disminuir las causales
de limitación; se adoptarán medidas de tránsito; el plan obligatorio de
salud y el plan de atención básica incluirán acciones encaminadas a la
detección temprana y a la intervención oportuna de la limitación, y los
programas de salud ocupacional incluirán la seguridad laboral. El sector
educativo garantizará el acceso para personas con limitación; condiciones
adecuadas para el acceso a créditos y becas educativas y la presentación de
exámenes de Estado. El Sena facilitará el acceso de esta población a los
programas de formación y de orientación e intermediación laboral. El
sistema Coldeportes desarrollará programas de recreación y deportes
dirigidos a la población con limitaciones. Se impulsarán programas de
rehabilitación integral, funcional y profesional. Se brindará información y
orientación familiar sobre el tema.
Se establecerán normas urbanísticas de accesibilidad en colegios,
universidades públicas y privadas, escenarios deportivos y culturales, así
como escuelas de cualquier índole a nivel nacional, y normas de transporte
que faciliten el acceso de las personas con limitaciones. Se promoverá la
incorporación de esta temática en los planes de desarrollo departamental y
municipal.
6.14. Mujer
Se promoverán acciones orientadas hacia la equidad y participación de la
mujer. El Gobierno Nacional contará con una instancia con autonomía
administrativa y patrimonio propio encargada de desarrollar la política de
participación y equidad para la mujer. Se apoyarán las iniciativas
legislativas y reglamentarias orientadas hacia los anteriores propósitos y
se promoverán actividades a nivel territorial. La Directora Nacional tendrá
asiento en el Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes.
La Dirección Nacional para la Equidad, dependiente del Departamento
Administrativo de la Presidencia de la República, tendrá por objeto la
planificación, seguimiento y coordinación permanente de las acciones que
desde los distintos entes se adelantarán en beneficio de la equidad y
participación de la mujer.
El Gobierno Nacional en los tres (3) meses de vigencia del Plan de
Desarrollo determinará la estructura y funciones específicas de la
Dirección Nacional para la Equidad.
6.15. Programas de entidades del sector
Se agrupan bajo este rubro los programas de las entidades que pertenecen al
sector Administración del Estado y que no están incluidos en otros
sectores.
7. SECTOR MEDIO AMBIENTE
7.1. Protección de ecosistemas estratégicos
El Subprograma de Ecosistemas Estratégicos para el Desarrollo está
orientado a identificar y establecer programas de manejo de ecosistemas
estratégicos para el desarrollo económico y social del país. Se dará
especial atención a los sistemas de abastecimiento de agua potable y
energía.
El subprograma de consolidación del sistema de parques nacionales naturales
y conservación y uso sostenible de la biodiversidad busca fortalecer y
consolidar el actual sistema de Parques Nacionales Naturales mediante una
nueva categorización, el saneamiento legal territorial de sus áreas, la
formulación de planes de manejo, la reglamentación y ordenación de sus
zonas de amortiguación y la vinculación directa de la sociedad civil
particularmente; las comunidades indígenas y negras y organizaciones no
gubernamentales en el manejo y la conservación de estas áreas. Se
priorizará el manejo de los parques nacionales y reseñas forestales en las
zonas de páramo y subpáramo, el Macizo Colombiano, el Chocó Biogeográfico,
Amazonia, Serranía de Abibe y Ayapel, Parque de los Nevados, Sierra de la
Macarena y Sierra Nevada de Santa Marta, Sierra Nevada del Cocuy o Guicán.
También se apoyarán las actividades de investigación básica y aplicada de
flora y fauna silvestre, y la formulación de planes de manejo y políticas
de conservación, así como actividades de fomento como la zoocría y la
acuicultura. Se adelantarán acciones de conservación de las especies, se
controlará el comercio ilegal de especies, se reglamentará el acceso a los
recursos de la biodiversidad, se fortalecerá el uso sostenible de la
biodiversidad y se apoyará la formulación de planes de manejo y políticas
de conservación.
7.2. Mejor agua
Se buscará mantener la productividad de los sistemas hídricos y mejorar la
eficiencia en el uso del agua. El Gobierno establecerá una política de
asignación de las concesiones de agua que sea económicamente eficiente. Se
modernizará el manejo del recurso hídrico y se actualizará y sistematizará
la información de oferta y demanda de agua a nivel de cuencas, acuíferos y
humedales. Se establecerán procedimientos expeditos y transparentes para la
asignación de las concesiones de agua. Se fijarán las tasas retributivas y
compensatorias y de uso del agua.
Se garantizará la disponibilidad y calidad del agua para el consumo humano
y otros usos, mediante planes de control de erosión, de recuperación y
manejo de las cuencas hidrográficas. Con este fin se adelantarán
actividades de recuperación y manejo de 300 mil hectáreas de microcuencas
que abastecen sistemas de acueducto. Se mejorará la calidad del agua, en
especial en los ríos Cauca y Magdalena.
El subprograma de protección de humedales se dirige a identificar, formular
y poner en marcha un plan nacional para recuperar y proteger los humedales
más importantes del país, entre otros el complejo cenagoso de Zapatosa y
Teca, la ciénaga de la Virgen, la ciénaga Grande de Santa Marta y las
lagunas de Tota, La Herrera, La Cocha, Fúquene y Cucunubá.
El subprograma mares y costas limpias llevará a cabo acciones de
recuperación y mejoramiento ambiental en las zonas costeras y en los
terminales marítimos más contaminados. Se realizará un monitoreo de los
fenómenos oceánicos y costeros. Se establecerá un plan nacional de
recuperación de las áreas de manglar y coral y se diseñará y se pondrá en
marcha un plan de manejo ambiental de la zona de influencia del Canal del
Dique, para lo cual se contratará un empréstito internacional.
Se formulará y pondrá en marcha un Plan Nacional de Manejo de Aguas
Subterráneas que se orientará prioritariamente a aquellos sistemas de
provisión de agua potable y garantizar el uso eficiente de los principales
acuíferos nacionales, específicamente Riohacha, la sabana de Bogotá,
Palmira, Valledupar, Caimito_Sucre, Tunja, San Andrés, sierra Morroa,
Cúcuta, y la zona del Canal del Dique.
Este programa llevará a cabo acciones de recuperación y mejoramiento
ambiental en las zonas costeras y en los terminales marítimos más
contaminados. Se realizará un monitoreo de los fenómenos oceánicos y
costeros. Se establecerá un plan nacional de recuperación de las áreas de
manglar y coral, y se diseñará y pondrá en marcha un plan de manejo
ambiental de la zona de influencia del Canal del Dique, para lo cual se
contratará un empréstito internacional.
7.3. Más bosques y servicio forestal nacional
Se impulsará un Estatuto Forestal Unico orientado a contrarrestar la alta
deforestación y la presión sobre los bosques naturales del país, mediante
la formulación y puesta en marcha de una política forestal, que incluirá la
reforma al sistema de concesiones y permisos forestales, la reglamentación
y cobro efectivo de las tasas de aprovechamiento forestal y el montaje de
incentivos para mejorar la reforestación y la eficiencia en el
aprovechamiento de los subproductos del bosque.
Los programas de reforestación buscarán en su diseño asegurar un adecuado
seguimiento. Se privilegiará la participación y la contratación de las
comunidades y ONG del área de influencia. Se reforestarán 160 mil hectáreas
de bosque protector_productor, plantaciones a través del Certificado de
Incentivo Forestal. Se reforestarán como mínimo 40 mil hectáreas de bosque
protector. Se montará un programa de sustitución de leña por fuentes
alternativas de energía, así como combustibles, como briquetas de carbón y
gas natural. Se pondrá en marcha el Servicio Forestal Nacional y se
elaborará el Plan de Ordenamiento Forestal. Adicionalmente, se montará un
programa de prevención de incendios forestales.
7.4. Mejores ciudades y poblaciones
Se crearán y fortalecerán las unidades de gestión ambiental urbanas en las
ciudades de más de un millón de habitantes. Para este fin se contratará un
empréstito externo para su fortalecimiento institucional. Mediante sistemas
de cofinanciamiento, se realizarán planes de acción ambiental para las
ciudades y poblaciones, incluidas Cartagena, Santa Marta, Bogotá,
Buenaventura, Pasto, Pereira Centro_Occidente y Barranquilla. Se
establecerán instrumentos económicos para la protección ambiental, dando
especial énfasis al diseño y puesta en marcha del sistema de cobro de tasas
retributivas y compensatorias y tasas por uso de recursos naturales.
Se promoverán sistemas de control de la contaminación por fuentes móviles y
el uso de combustibles menos contaminantes que la gasolina, como el gas
natural. Se diseñarán y cofinanciarán proyectos piloto de transporte urbano
sostenible. Se apoyará la implementación de sistemas no motorizados de
transporte.
Se establecerá la red nacional de medición de la calidad del ambiente,
dando prioridad a los centros industriales con mayores índices de
contaminación. En particular Bogotá_Soacha, Medellín_Valle de Aburrá, Cali-
Yumbo, Barrancabermeja, Cartagena_Mamonal, Barranquilla_Soledad entre
otros. El Ideam establecerá el sistema de información ambiental. Se
cofinanciarán proyectos de control de la contaminación hídrica generada por
desechos tóxicos y patógenos. Se apoyarán proyectos de control de
contaminación atmosférica, residuos sólidos y peligrosos. El Ministerio del
Medio Ambiente liderará una campaña de control de la contaminación debida
al ruido ambiental.
Se promoverán acciones regionales y locales para la minimización,
tratamiento, reciclaje y disposición final de residuos sólidos
particularmente los que tengan características tóxicas dando participación
a los modelos de manejo comunitario y propendiendo por la cultura del
reciclaje.
Se cofinanciarán proyectos de establecimiento y recuperación de zonas
recreativas y proyectos de arborización y aumento de la cobertura vegetal.
Se cofinanciarán proyectos de desarrollo urbano que mejoren la
accesibilidad a la población discapacitada.
7.5. Política poblacional
Se adelantarán acciones de coordinación interinstitucional para avanzar en
la consolidación de una política de población sostenible que incida sobre
las tendencias de las migraciones y asentamientos humanos. Se adelantará un
Plan de Investigaciones en Población y Asentamientos Humanos, dirigido a
controlar la colonización y el crecimiento urbano.
7.6. Hacia una producción limpia
Se fomentará la sustitución de los combustibles hacia aquellos menos
contaminantes como el gas natural para uso industrial y domiciliario. Se
fomentará la eficiencia energética, el manejo para la reducción de la
demanda final de energía y el empleo de energías no convencionales.
Se dará énfasis al apoyo en la protección del entorno natural de áreas de
influencia de pequeñas y medianas explotaciones mineras. Se desarrollará un
Plan de Ordenamiento Ambiental del sector Minero y se expedirá un plan de
ordenamiento de las industrias extractivas de la sabana de Bogotá. Se
estimularán procesos de reconversión tecnológica y se pondrá en marcha un
programa interinstitucional de asistencia técnica educación ambiental.
Se adelantarán acciones para la mitigación de impactos ambientales. Los
Ministerios y sus entidades adscritas y vinculadas garantizarán el
cumplimiento de los planes de manejo exigidos en la licencia ambiental para
proyectos de infraestructura física.
Se establecerán proyectos de asistencia técnica e instrumentos dirigidos a
la reconversión y optimización de procesos para minimizar la generación de
residuos, emisiones y descargas, que incluirán centros de acopio a
tecnologías limpias. Se formulará y pondrá en marcha una política estatal
de compra de productos manufacturados ambientalmente sanos. Se
cofinanciarán las acciones de reciclaje de lubricantes usados y otros
materiales residuales que efectúen empresas comunitarias. Se promoverán las
exenciones tributarias para inversiones ambientales contempladas en el
estatuto tributario y se estudiará la posibilidad de ampliar dichas
exenciones a otros sectores. Ecopetrol retirará de operación su planta de
alquilos.
Se promoverán reservas campesinas en zonas de amortiguación del sistema de
parques nacionales, así como reservas a favor de entidades sin ánimo de
lucro. Se brindarán incentivos para la capitalización rural en el uso de
tecnologías de agricultura y ganadería sostenibles. Se promoverá el control
biológico de plagas. Se reglamentará y controlará el uso inadecuado de
agroquímicos y se montará un programa de control de la contaminación de
fuentes no puntuales producida por actividades agrícolas. Se establecerán
los cupos globales de pesca y se actualizarán las tasas de aprovechamiento
pesquero y el sistema de otorgamiento de permisos.
Se adelantarán programas para el manejo adecuado de los residuos tóxicos y
patógenos generados en los centros hospitalarios.
Se emprenderán acciones para reducir el impacto ambiental de los grandes
proyectos turísticos. Los Ministerios del Medio Ambiente y Desarrollo
Económico promoverán el Ecoturismo, para lo cual se emprenderán proyectos
pilotos.
7.7. Educación y concientización ambiental
Se incorporará la educación ambiental en la educación formal y en la no
formal. Se capacitarán en el tema ambiental a 5.000 docentes, 3.000
extensionistas, 1.650 profesionales, 3.500 funcionarios del Sina y 800
representantes de la sociedad, alcaldes y personeros municipales. Se
reglamentará y pondrá en marcha el servicio ambiental obligatorio y se
impulsará una campaña masiva de educación ambiental. Se cofinanciarán
proyectos ambientales educativos del sector no gubernamental así como la
participación ciudadana.
7.8. Fortalecimiento del Sistema Nacional Ambiental, Sina
Se pondrán en marcha todas las entidades gubernamentales que conforman el
Sistema Nacional Ambiental y se fortalecerán las entidades existentes.
Igualmente se reglamentará y se constituirá el Fondo Nacional Ambiental,
Fonam, como parte del sistema de cofinanciación. Se incorporarán dentro del
Sistema Nacional de Evaluación a la Gestión Pública programas y planes de
acción adelantados por las entidades gubernamentales.
7.9. Información e investigación ambiental
Como apoyo a las entidades del Sistema Nacional Ambiental y a la ciudadanía
se pondrá en funcionamiento el Sistema de Información e Investigación
Ambiental. Se realizarán investigaciones para ampliar el conocimiento del
patrimonio natural, evaluar y monitorear el estado de los recursos
naturales y del ambiente. Igualmente se desarrollarán indicadores de
calidad ambiental.
7.10. Planificación y ordenamiento ambiental
Se iniciará el programa de ordenamiento ambiental del territorio, mediante
el desarrollo y consolidación de herramientas para este fin. Se
desarrollarán en coordinación con las entidades territoriales y las
Corporaciones Autónomas Regionales programas de identificación de áreas
vulnerables a desastres naturales. Se fortalecerá la planificación
ambiental mediante el uso de los instrumentos previstos por la ley como el
diagnóstico ambiental de alterativas (sic) y los estudios de impacto
ambiental. Se identificarán las zonas básicas de conservación y se
determinarán las restricciones ambientales de uso del territorio. Se
pondrán en marcha las disposiciones contenidas en la Ley 70 sobre
ordenamiento y manejo de recursos naturales en las áreas del medio
ambiente.
8. SECTOR CIENCIA Y TECNOLOGIA
8.1. Fortalecimiento de la capacidad nacional de ciencia y tecnología
Este programa busca consolidar el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología,
aumentando la capacidad global de manejo de recursos financieros. Se
apoyará la formación de investigadores e ingenieros, la creación y
consolidación de centros y grupos de investigación y su participación en
programas y redes internacionales.
8.2. Innovación, competitividad y desarrollo tecnológico
Este programa pretende fomentar el desarrollo de redes de innovación que
faciliten el vínculo entre empresas, centros de desarrollo tecnológico,
universidades y otras entidades de apoyo al cambio técnico, orientadas a
promover procesos de innovación en el sector productivo. Se apoyará la
consolidación del Sistema Nacional de Normalización, Certificación y
Metrología, con el fin de que el sector productivo compita con éxito en los
mercados interno y externo. Además, se adelantarán acciones en el
desarrollo de la propiedad intelectual y la creación de sistemas de
información.
8.3. Ciencia y desarrollo social
El objetivo de este programa es el apoyo y la consolidación de la
investigación en temas estratégicos para el desarrollo social y económico
del país como análisis de factores que inciden sobre la pobreza, el
funcionamiento de la economía, las nuevas formas de acción e intervención
del Estado, la relación de éste con la sociedad civil, la gobernabilidad,
el conocimiento de nuestra historia y heterogeneidad étnica y cultural. Se
fomentará la creación de espacios sociales y foros para el debate público y
se adelantarán acciones tendientes a apoyar la eficiencia y la efectividad
de las políticas y los programas sociales.
8.4. Medio ambiente y hábitat
El objeto de este programa es apoyar el desarrollo y fortalecimiento de la
investigación sobre los ecosistemas que albergan la biodiversidad terrestre
y marina, las especies que la integran y sus usos sostenibles; además, el
manejo de los recursos naturales y la recuperación del medio ambiente
urbano y el desarrollo de patrones de urbanización sostenibles en el largo
plazo.
8.5. Sistemas de información e integración de la ciencia y la tecnología a
la sociedad colombiana
El objetivo central de este programa es que la ciencia y la tecnología se
incorporen firmemente en la cultura nacional. Para este fin, se adelantarán
acciones en la enseñanza y popularización de la ciencia y la incorporación
agresiva de la informática y de las redes de información nacionales e
internacionales.
Del total del programa de ciencia y tecnología, se destinarán como mínimo
$25.000 millones a las zonas de frontera.
9. INDUSTRIA, TURISMO Y COMERCIO EXTERNO E INTERNO
9.1. Bancoldex
Este programa pretende apoyar la participación de la industria nacional de
bienes de capital y servicios técnicos en licitaciones internacionales y
nacionales en condiciones financieras competitivas con las de los demás
países. Se destinarán recursos anuales para compensar los menores ingresos
provenientes de créditos otorgados a las empresas colombianas en
licitaciones antes mencionadas.
9.2. Proexport
El objeto de este programa es fortalecer las actividades relacionadas con
la promoción de las exportaciones de bienes y servicios y la ampliación de
sus actividades a nivel nacional, haciendo especial énfasis en los pequeños
exportadores.
9.3. Industria, turismo y comercio externo e interno
La finalidad de este programa es apoyar una serie de proyectos de los
Ministerios de Desarrollo y Comercio Exterior, como el Sistema Nacional de
Calidad y Patentes coordinado por la Superintendencia de Industria y
Comercio; los proyectos tendientes a apoyar la competitividad del sector
turismo; los proyectos del sector industrial (subcontratación y diseño);
los proyectos del sistema de información del Ministerio de Comercio
Exterior los proyectos dirigidos a apoyar el sector de comercio interno; y
proyectos de transferencia tecnológica.
Las acciones que se desarrollen en el sector turismo se encaminarán a
fortalecer su competitividad, de tal forna (sic) que se generen condiciones
favorables para su desempeño, con la clara preservación de los valores
sociales, culturales y ambientales del país.
Las estrategias que permitan concretar los anteriores objetivos se
centrarán en: impulso a la competitividad, apoyo a la descentralización y
la promoción de la imagen, la cual incluirá el análisis del mercado y del
producto, fortalecimiento de la promoción y la inclusión del turismo
receptivo dentro del Plan Estratégico Exportador.
Por último se impulsará una serie de acciones tendientes a brindar apoyo a
la actividad. Ellas son: la cooperación técnica y la integración
internacional, consolidación de las zonas francas turísticas y el
mejoramiento de la infraestructura física.
9.4. Consejo Nacional de Competitividad
El objeto de este proyecto es apoyar la estrategia de productividad,
competitividad y calidad, fundamentalmente en el desarrollo de acuerdos
tripartitos y el diseño y regionalización de la estrategia nacional de
competitividad.
Artículo 21. Los valores asignados en el Plan Nacional de Inversiones
Públicas 1995_1998 para los principales programas y subprogramas descritos
en el artículo anterior expresados en millones de pesos de 1994, son los
que se relacionan a continuación:
Sector
1. SOCIAL
1.1. AGUA POTABLE Y
SANEAMIENTO
1.1.1. Aumento de coberturas y
mejoramiento de la calidad
del agua
1.1.2. Modernización institucional
del sector agua potable
1.2. CULTURA, RECREACION
Y DEPORTE
1.2.1. Cultura
1.2.2. Monumentos nacionales
1.2.3. Deporte y recreación
1.2.4. Participaciones municipales
Cultura y deporte
1.3. JUVENTUD
1.4. EDUCACION
1.4.1. Educación preescolar,
básica y media
1.4.1.1. Mejoramiento de la
calidad
1.4.1.2. Infraestructura y dotación
1.4.1.3. Desarrollo institucional
1.4.1.4. Subsidios
1.4.1.5. Fondo Educativo de
Compensación
1.4.2. Educación superior
1.4.3. Otros programas de
educación
1.5. EMPLEO
1.5.1. Capacitación e intermediación
laboral _Sena_
1.5.2. Programas especiales
de empleo
1.5.2.1. Plan de empleo rural _RED_
1.5.2.2. Plan de empleo urbano _RED_
1.5.3. Economía solidaria
1.5.4. Artesanías
1.5.5. Plan Nacional para el
Desarrollo de la Microempresa
1.5.6. Tercera Edad
1.6. GASTO SOCIAL RURAL
1.6.1. Reforma agraria
1.6.2. Desarrollo rural campesino
e indígena
1.6.3. Vivienda social rural
1.6.4. Subprograma apoyo al
desarrollo alternativo
1.7. SALUD
1.7.1. Acceso universal a los
servicios de salud preventivos
y curativos
1.7.1.1. Seguridad social
subsidiada
1.7.1.2. Plan de Atención
Básica, PAB
1.7.2. Mejoramiento de la calidad
de oferta pública de servicios
1.7.2.1. Infraestructura y dotación
1 nivel
1.7.2.2. Infraestructura y dotación
2 y 3 nivel
1.7.2.3. Gestión
1.7.2.4. Infraestructura ISS
1.7.3. Gestión descentralizada y
capacidad técnica del sector
1.7.4. Garantía de calidad de los
servicios de salud
1.7.4.1. Recursos humanos
1.7.4.2. Desarrollo sistemas de
información y monitoreo
1.7.5. Ciencia y tecnología para
la salud
1.7.6. Otros programas sector
1.7.6.1. Subsidio tasas de interés
créditos IFI
1.7.6.2. Otros
1.7.7. Transferencias y situado
del sector salud
1.7.8. Protección y bienestar social lSS
1.8. NIÑEZ
1.8.1. Movilización en torno a
la niñez
1.8.2. Protección y desarrollo
de la niñez
1.8.3. Menores en situación irregular
1.8.4. Desarrollo institucional
1.8.5. Hogares de bienestar
1.8.6. Otros programas niñez
1.9. VIVIENDA SOCIAL
URBANA
Presupuesto inversión nacional
9.257.714
326.290
317.302
8.988
304.122
139.913
63.847
100.362
24.474
1.502.057
1.077.892
313.241
184.491
58.899
194.063
327.199
410.087
14.078
1.420.034
775.956
205.084
88.066
117.018
4.992
6.907
95.553
331.542
1.113.484
469.997
374.118
219.416
49.954
1.889.071
1.285.299
1.086.348
198.951
445.169
113.275
304.084
27.810
29.222
38.065
26.609
11.458
28.804
62.512
39.400
23.112
1.612.761
9.574
221.734
131.980
5.536
994.905
249.032
1.060.534
Empresas
públicas
424.862
26.355
26.355
398.507
150.682
43.326
204.499
Transferencias
inversión social
12.165.094
347.421
285.610
285.610
7.997.622
7.997.622
3.534.441
856.829
210.639
2.466.973
Total
plan
21.847.670
673.711
589.732
9.499.679
1.446.389
1.113.484
5.822.019
1.612.761
1.060.534
Sector
1.9.1. Vivienda red de
solidaridad social
1.9.2. Vivienda no cubierta red
de solidaridad social
1.10. POLITICA DE APOYO
AL DESARROLLO URBANO
2. JUSTICIA
2.1. APOYO TÉCNICO Y HUMANO AL SISTEMAJUDICIAL
2.2. ACCESO A SERVICIOS
JUDICIALES, ADMINISTRACION
JUSTICIA Y DERECHO
2.3. PREVENCION DEL DELITO
Y ATENCION A LAS VICTIMAS
2.4. DETENCION, CUMPLIMIENTO
DE PENA Y REHABILITACION
2.5. APOYO A LAS ACCIONES
PARA LA SUPERACION DEL
PROBLEMA DE LA DROGA
3. DEFENSA Y SEGURIDAD
4. INFRAESTRUCTURA
4.1. ENERGIA
4.1.1. Petróleo
4.1.1.1. Exploración básica
de petróleo
4.1.1.2. Producción de petróleo
4.1.1.3. Refinación y petroquímica
4.1.1.4. Transporte de petróleo
4.1.1.5. Otros petróleo
4.1.2. Gas
4.1.3. Electricidad
4.1.3.1. Generación eléctrica
4.1.3.2. Interconexión eléctrica
4.1.3.3. Transmisión y
distribución eléctrica
4.1.3.4. Electrificación rural
4.1.3.5. Inversión social
(subsidios)
4.1.3.6. Uso racional de energía
4.1.4. Carbón
4.1.4.1. Exploración básica de
carbón
4.1.4.2. Desarrollo de proyectos
carboníferos
4.1.4.3. Producción minera del
carbón
4.1.4.4. Promoción minera del
carbón
4.1.4.5. Gestión ambiental del
carbón
4.1.4.6. Asistencia técnica para
el carbón
4.1.4.7. Desarrollo infraestructura
carbonífera
4.2. MINERIA
4.2.1. Exploración básica en minería
4.2.2. Evaluación y desarrollo minero
4.2.3. Gestión ambiental minera
4.2.4. Asistencia y seguridad minera
4.2.5. Investigación y desarrollo
tecnológico minero
4.2.6. Promoción y contratación
minera
4.3. TELECOMUNICACIONES
4.3.1. Telefonía local
4.3.2. Telefonía larga distancia
4.3.3. Telefonía social
4.3.4. Televisión
4.3.5. Correos y otros
4.4. TRANSPORTE
4.4.1. Carreteras
4.4.1.1. Red troncal y
transversal
4.4.1.1.1. Rehabilitación y
mantenimiento
4.4.1.1.2. Construcción y
pavimentación
4.4.1.1.3. Participación pública
en concesiones
4.4.1.1.4. Otras inversiones
red troncal
4.4.1.2. Red secundaria y terciaria
4.4.1.2.1. Red secundaria a cargo
del Invías
4.4.1.2.2. Construcción red terciaria
4.4.1.2.3. Fondo de Cofinanciación
de Vías_Mantenimiento
4.4.1.2.4. Fondo de Cofinanciación
de Vías_Rehabilitación,
mejoramiento y construcción
4.4.1.2.5. Fondo de Cofinanciación
de Vías_Transferencias
Presupuesto
inversión
nacional
503.182
557.351
4.886
364.758
219.065
6.100
6.209
126.783
6.600
1.015.000
6.200.999
724.061
667.070
138.662
144.342
77.522
300.795
5.747
56.991
4.076
7.786
5.546
15.947
14.767
8.869
55.216
4.454
13.397
9.812
5.632
12.209
9.712
257.512
145.722
42.270
69.520
5.164.210
4.382.978
3.425.065
878.438
1.370.339
495.282
681.006
957.913
147.313
71.413
305.613
396.391
37.184
Empresas
públicas
4.886
5.583.311
4.547.867
2.493.413
187.181
1.413.547
667.595
183.014
42.076
295.880
1.725.149
593.641
338.569
792.939
33.425
24.035
9.390
9.421
3.385
5.336
700
1.026.023
521.456
492.663
6.237
5.667
Transferencias
inversión social
Total
plan
364.758
1.015.000
11.784.310
Sector
4.2. Vías férreas
4.4.3. Transporte aéreo
4.4.3.1. Aeronáutico
4.4.3.2. Aeroportuario
4.4.4. Puertos marítimos
4.4.5. Fluvial
4.4.6. Transporte urbano
5. AGRICOLA
5.1. ADECUACION DE TIERRAS
5.2. CAPITALIZACION Y FINANCIAMIENTO
5.3. COMERCIALIZACION Y
AGROINDUSTRIA
5.4. MANEJO DE RIESGOS
5.5. APOYO Y FORTALECIMIENTO
INSTITUCIONAL
6. ADMINISTRACION DEL
ESTADO
6.1. AGENDA INTERNACIONAL
6.2. MODERNIZACION DE LOS
SISTEMAS DE IDENTlFICAClON
CIUDADANA
6.3. PARTICIPACION DE LA
SOCIEDAD CIVIL
6.4. DERECHOS HUMANOS
POBLACIONES DESPLAZADAS
DAMNIFICADAS
POR LA VIOLENCIA
6.5. DESARROLLO Y MODERNIZACION
INSTITUCIONAL
MINGOBIERNO
6.6. FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL
DE LAS ENTIDADES
TERRITORIALES
6.7. REINSERCION Y CONVIVENCIA
CIUDADANA
6.7. PUEBLOS INDIGENAS Y
COMUNIDADES AFRO_
COLOMBIANAS Y RAIZALES
MINGOBIERNO
6.9. ATENCION Y PREVENCION
DE DESASTRES
6.10. CONSERVACION Y DIFUSION
DEL PATRIMONIO DOCUMENTAL
6.11 SISTEMA NACIONAL DE
EVALUACION DE RESULTADOS
6.12. TRATO HECHO
6.13. DISCAPACIDAD
6.14. DIRECCION NACIONAL
PARA LA EQUIDAD
DE LA MUJER
6.15. PROGRAMAS DE ENTIDADES
DEL SECTOR
7. MEDIO AMBIENTE
7.1. PROTECCION ECOSISTEMAS
ESTRATEGICOS
7.2. MEJOR AGUA
7.3. MAS BOSQUES Y SERVICIO
FORESTAL NACIONAL
7.4. MEJORES CIUDADES Y
POBLACIONES
7.5. POLITICA POBLACIONAL
7.6. HACIA UNA PRODUCCION
LIMPIA
7.7. EDUCACION Y CONCIENTIZACION
AMBIENTAL
7.8. FORTALECIMIENTO SISTEMA
NACIONAL AMBIENTAL
7.9. INFORMACION E INVESTIGACION
AMBIENTAL
7.10. PLANIFICACION Y ORDENAMIENTO
AMBIENTAL
8. CIENCIA Y TECNOLOGIA
8.1. FORTALECIMIENTO CAPACIDAD
NACIONAL DE CIENCIA Y
TECNOLOGIA
8.2. INNOVACION, COMPETITIVIDAD Y
DESARROLLO
TECNOLOGICO
8.3. CIENCIA Y DESARROLLO
SOCIAL
8.4. MEDIO AMBIENTE Y
HABITAT
8.5. SISTEMAS DE INFORMACION
E INTEGRACION CIENCIA Y
TECNOLOGIA A LA SOClEDAD
COLOMBIANA
9. INDUSTRIA, TURISMO Y
COMERCIO EXTERNO
E INTERNO
9.1. BANCOLDEX
9.2. PROEXPORT
9.3. INDUSTRIA, TURISMO
Y COMERCIO EXTERNO
E INTERNO
9.4. CONSEJO NACIONAL DE
COMPETITIVIDAD
TOTAL PLAN
Presupuesto
inversión
nacional
285.324
163.464
62.746
100.717
78.698
89.153
164.594
965.987
448.234
278.645
161.794
35.265
42.049
684.843
9.689
40.634
43.415
20.158
3.194
8.977
6.561
12.493
23.640
2.178
1.537
690
4.827
7.388
499.463
510.645
72.163
96.661
25.896
127.788
3.546
21.059
47.313
102.401
7.997
5.820
848.518
201.175
361.870
87.717
48.088
149.667
99.387
19.700
44.325
31.520
3.842
19.947.849
Empresas
públicas
6.008.173
Transferencias
inversión social
12.165.094
Total
plan
965.987
684.843
510.645
848.518
99.387
38.121.116
Artículo 22. Los principales proyectos de inversión del Plan Nacional de
Inversiones Públicas 1995_1998 son los siguientes (citas en millones de
pesos de 1994):
PROYECTOS
RED TRONCAL
Rehabilitación y mantenimiento
Troncal de Occidente (Rumichaca_Calamar)
Troncal de Occidente (Calamar_Barranquilla)
Troncal del Magdalena
Troncal Central
Troncal del Eje Cafetero
Transversal del Caribe
Transversal Medellín_Cúcuta_Puerto Santander
(incluyendo puente Unión sobre el río La Grita)
Transversal Buenaventura_Villavicencio (incluyendo variantes de
Buenaventura y la vía Armenia_lbagué)
Transversal Tumaco_Mocoa
Transversal Medellín_Bogotá Puerto Boyacá_Chiquinquirá_
Tunja_Ramiriquí_Miraflores_Monterrey
Cali_Loboguerrero
Sisga_Guateque_EI Secreto
Villagarzón_Villavicencio
Mariquita_Manizales
Pamplona_Saravena
Aguaclara_Ocaña_Cúcuta
San José del Guaviare_Calamar
Construcción y pavimentación Carmen_Bosconia_Valledupar_Badillo_San
Juan_Maicao (incluye puente Plato_Zambrano)
Medellín_Turbo
Variante La Romelia_EI Pollo
Troncal del Llano (Villavicencio_Yopal_Saravena)
Accesos túnel Medellín_Santa Fé de Antioquia
Puerto Triunfo_Puerto Olaya_San Alberto
Viaducto Pereira_Dosquebradas
Puente G L Valencia río Ariari
Puente río Guaviare en Puerto Arturo
Bucaramanga_Alto El Escorial_Cúcuta
Turbo_Puerto Rey
Sogamoso_Aguazul
Altamira_Florencia
Variante Mamonal_Gambote y variante de Cartagena
Mocoa_Pitalito
Granada_San José del Guaviare
Quibdó_Medellín (sector Quibdó_Ciudad Bolívar)
Paso por la Cordillera Central (transversal Buga_Chaparral_Melgar y/o
Ibagué_Armenia)
Puerto Rey_Montería (incluido el acceso a Montería y rehabilitación puente
sobre el río Sinú)
Cartagena_Lomita Arena
Puerto Berrío_Cisneros
Mocoa_San Francisco_EI Encano
Ansermanuevo_La Virginia_lrra
Neiva_San Vicente (Subbase)
Asia_Apía_Las Animas_Quibdó y La Virginia_Apía
Circuito Ecoturístico Huila_Cauca
Popayán_Puracé_La Plata_Laberinto
Popayán_lnzá_La Plata
San Agustín_Pitalito_lsnos_Popayán
Transversal Depresión Momposina (Puerta de Hierro-Mompox-Banco-Arjona-
Cuatro Vientos-Codazzi)
Lorica_San Bernardo del Viento_Moñitos_Santa Lucía
Las Animas_Nuquí
Puente San Miguel_Villagarzón_Mocoa
La Espriella_Río Mira_Río Mataje
Acceso a la Mojana (Majagual_San Marcos_EI Viajano)
Santa Fé de Antioquia_Puerto Valdivia
Popayán_Tambo_Pacífico
Puerto López_Puerto Gaitán_Puerto Carreño
Troncal Central del Norte (Duitama_Soatá_Málaga_Pamplona)
Circunvalares de San Andrés y Providencia
Variantes y accesos
Variante de Mirolindo (Variante de Ibagué)
Anillo Vial de Cúcuta
Variante de Riohacha
Variante de Tunja
Neiva_Surabastos (Variante de Neiva) y puente sobre el río del Oro
Intercambiador Puerta del Sol (Bucaramanga)
Circunvalar Barranquilla
Accesos y variantes de Cali
Acceso Transversal Carmen_Bosconia (Santana_La Gloria)
Accesos Troncal de Occidente (La Ye_Ciénaga de Oro_Cereté, Córdoba)
Accesos Troncal de Occidente (Chinú_San Andrés_Lorica, Córdoba)
Variante Sur Espinal
Circunvalar Galeras
Troncal Alterna del Norte (Pasto_Buesaco_Mojarras)
Accesos a Pasto por Oriente y Occidente_Puentes vía Panamericana
3.425.065
878.438
267.416
34.000
44.271
32.957
36.139
67.353
49.470
115.334
35.975
52.598
19.680
18.794
11.404
31.121
27.375
5.728
27.100
1.723
370.339
72.698
65.930
26.310
112.972
39.006
43.038
24.822
8.267
8.854
47.459
24.750
22.632
44.143
36.787
19.143
14.230
26.087
59.100
45.202
15.532
30.498
7.359
37.565
15.234
39.293
47.280
25.610
11.820
9.850
50.766
27.088
7.051
15.646
12.261
19.700
20.222
6.895
9.850
37.430
14.775
214.464
3.940
9.850
4.925
9.850
3.448
3.940
10.000
59.100
5.910
1.970
3.940
2.970
19.700
19.700
3.448
PROYECTOS
Variante de Ipiales
Paralela del río Magdalena (Palermo_Pedraza_Plato)
Variante de Chiquinquirá
Vía alterna al Puerto de Santa Marta
Variante Calacarcá_Circasia (sector Chagualá_La Cabaña
Participación pública en concesiones
Bogotá_Villavicencio
Bogotá_Puerto Salgar
Vías de acceso del Sur y Sur_Occidente de Bogotá
Vía alterna Buga_Buenaventura
Túnel Santa Rosa Armenia_Pereira_Manizales
Avenida Cundinamarca (Santafé de Bogotá)
Pasto_Aeropuerto
Otras concesiones
Otras inversioncs red troncal
PETROLEO
Desarrollo petrolífero de Cusiana
Ampliación refinerías Barrancabermeja y Cartagena
Poliducto del Pacífico, que se extenderá hasta los Departamentos de Cauca y
Nariño, incluyendo la ciudad de Pasto
GAS
Desarrollo gasífero de Opón
Desarrollo gasífero de Volcanares
ELECTRICIDAD
Central Hidroeléctrica de Urrá
Central Hidroeléctrica de Miel I
San Carlos_San Marcos
TELEFONIA DE LARGA DISTANCIA
red de fibra óptica
Plan maestro Acueducto y Alcantarillado de San Andrés y Providencia
Dragado e interconexión de los cuerpos de agua El Guajaro, Luruaco, Tocagua
y Totumo
y adecuación de tierras en el Departamento del Atlántico
Encauzamiento, regulación y control de los arroyos Don Juan, El Salao, y El
Platanal en
Barranquilla y Soledad, Departamento del Atlántico
Estadio Alfonso López
985
37.430
1.478
7.880
4.000
495.282
108.153
52.517
19.700
70.329
16.535
83.164
4.925
139.959
681.006
1.647.909
966.462
599.747
81.700
246.334
65.362
180.972
644.160
350.846
160.955
132.359
140.000
140.000
61.070
19.800
10.450
985
Artículo 23. Para la ejecución del Plan Nacional de Inversiones e Gobierno
Nacional emprenderá acciones para atraer inversión extranjera asociarse con
particulares tanto nacionales como extranjeros y crear estímulos para que
el sector privado realice actividades que pueda ejecutar eficientemente.
En tal sentido el Gobierno Nacional promoverá con el sector privado los
siguientes proyectos de concesiones incluidos en el Plan Vial Nacional:
Buga Tuluá_La Paila
Bogotá_Villavicencio
Desarrollo Vial del Norte de Bogotá
Bogotá_Facatativá
Armenia_Pereira_Manizales
Avenida Cundinamarca (Santafé de Bogotá)
Bogotá_Puerto Salgar
Vía alterna Buga_Buenaventura
Cali_Palmira_Buga
Girardot Ibagué (incluye la construcción de la variante de Gualanday)
Chusacá_Girardot
Medellín_La Pintada
Briceño_Villapinzón_Tunja_Sogamoso
Túnel Medellín Santa Fé de Antioquia
La Paila_Cartago_Pereira
Cartagena_Turbaco
Ciénaga_Barranquilla
Patios_La Calera_Guasca
El Cortijo_EI Vino
Santa Marta_Paraguachón
Carreteras del Meta
Barranquilla_Cordialidad
Medellín_Valle de Rionegro
Espinal_Neiva
La Paila_Armenia_Calarcá
Cali_Mediacanoa
Planeta Rica_Coveñas
Ibagué_Honda
San Gil_Bucaramanga
Zipaquirá_Chiquinquirá
Santander de Quilichao_Popayán
Segunda calzada Bello_Barbosa
Vías de acceso del Sur y Suroccidente de Bogotá Pasto_Aeropuerto.
Para emprender aquellas actividades que deba realzar de manera
independiente, el Estado hará esfuerzos para racionalizar la estructura
tributaria y aumentar la eficiencia en la administración de los tributos
garantizando así el debido recaudo.
Al mismo tiempo, controlará la eficiente y racional aplicación del gasto
público. Para alcanzar este cometido además de garantizar los niveles de
participación y transferencias a las entidades territoriales, fortalecerá
los mecanismos de cofinanciación de actividades propias de estas entidades;
asignará a las entidades estatales claras responsabilidades sobre ejecución
y resultados; mejorará la coordinación intra e interinstitucional y
aplicará el Sistema Nacional de Evaluación de Resultados, coordinado por el
Departamento Nacional de Planeación. Durante los años 1996, 1997 y 1998, no
menos del 90% de los recursos de libre asignación a que se refiere el
parágrafo 1o. del artículo 10 de la Ley 60 de 1993, se destinará a gastos
de educación.
Artículo 24. La distribución de recursos por $886.500 millones de 1994, los
cuales incluyen los subprogramas: Red Secundaria a cargo del Instituto
Nacional de Vías (4.4.1.2.1), Fondo de Cofinanciación de Vías_Mantenimiento
(4.4.1.2.3), Fondo de Cofinanciación de Vías Rehabilitación, Mejoramiento y
Construcción (4.4.1.2.4), Fondo de Cofinanciación de VíasTransferencia
(4.4.1.2.5), se hará mediante cupos indicativos a los departamentos,
distritos y municipios categorizados. Los porcentajes correspondientes a
dichos cupos son los siguientes:
Depto/ Categoría Cupo Depto/ Categoría Cupo
Distrito (%) Distrito (%)
Antioquia 3 5.89 Quindio 3 1.88
Atlántico y D.E.I.P
de Barranquilla 2 4.19 Risaralda 3 2.28
Bolívar y D.T.C.
de Cartagena de Indias 1 3.16 Santander 3 5.24
Boyacá 2 9.24 Sucre 1 2.05
Caldas 3 2.85 Tolima 2 7.26
Caquetá 1 2.07 Valle 3 4.38
Cauca 2 4.15 Arauca 2 1.23
Cesar 2 2.73 Casanare 1 1.84
Córdoba 1 2.90 Putumayo 1 0.77
Cundinamarca 2 6.71 San Andrés 2 0.77
Chocó 1 2.60 Amazonas 1 0.33
Huila 2 3.50 Guainía 1 0.25
Guajira 2 1.50 Guaviare 1 0.66
Magdalena
y D.T.C.H.
de Santa Marta 1 5.10 Vaupés 1 0.41
Meta 2 3.22 Vichada 1 0.35
D.C. Santafé
Nariño 1 3.65 de Bogotá 4 2.16
Norte Santander 2 4.68
El Fondo de Cofinanciación de Vías garantizará que al menos el 15% de los
cupos indicativos señalados para cada departamento o distrito se destinen a
inversiones en construcción, rehabilitación y mantenimiento de
infraestructura de carreteras de la red terciaria.
Para acceder al Fondo, los entes territoriales deberán cumplir con los
siguientes requisitos:
1. Los proyectos correspondientes serán presentados al Fondo de
Cofinanciación de Vías (al Instituto Nacional de Vías en el caso del
subprograma 4.4.1.2.1). Dichos proyectos deberán contemplar las
asignaciones y las metas físicas respectivas especificando si se trata de
obras de mejoramiento, pavimentación, rehabilitación construcción, o
mantenimiento de las redes, estudios de preinversión, asistencia técnica o
capacitación. Así mismo, los proyectos especificarán si se trata de obras
de red secundaria o red terciaria. El Fondo revisará entre otros, la
consistencia de los costos de las obras, con los parámetros técnicos
existentes. Los proyectos considerarán la implantación de esquemas fiscales
de recaudo de valorización cuando las obras lo permitan.
2. Incluir en el Plan los siguientes porcentajes de participación de los
entes regionales en la cofinanciación, según la categorización de los
departamentos y distritos señalada anteriormente. El aporte promedio de la
entidad territorial según su categoría será:
Categoría 1 10%
Categoría 2 20%
Categorías 3 y 4 30%
Los municipios pertenecerán a la categoría del departamento en el cual se
encuentren localizados.
3. En el caso de los departamentos, cumplir con el programa de
transferencia de vías establecido por el Gobierno Nacional.
A partir de 1996, el Fondo de Cofinanciación de Vías transferirá, al inicio
de cada año el 30% de los recursos programados para cada proyecto en el año
correspondiente. Los desembolsos posteriores para ese año serán autorizados
para cada proyecto con base en la ejecución de las obras financiadas; y el
cumplimiento de los aportes locales. El incumplimiento en la programación
anual de la ejecución de los proyectos será sancionado por el Fondo de
acuerdo con la reglamentación que establezca su Comité de Administración.
Los desembolsos destinados a obras de construcción, pavimentación,
mejoramiento y rehabilitación, se realizarán una vez la entidad territorial
cuente con los estudios de diseño e ingeniería correspondientes, así como
con las licencias ambientales expedidas por la entidad competente.
Con los recursos establecidos en este artículo se financiarán, entre otras,
obras de construcción, pavimentación, mejoramiento y rehabilitación de los
siguientes proyectos:
Leticia_Tarapacá
Porce_Remedios_Zaragoza_Caucasia
La Unión_Sonsón
La Pintada_Bolombolo_Santa Fé de Antioquia
Puerto Berrío_Remedios
Porce_Troncal de la Paz
Intersección Troncal de la Paz_Zaragoza_Caucasia
La Ye_Vegachí
Jardín_Riosucio
Variante de la Troncal Occidental en el Municipio de Bello
Yolombó_Fraguas (Segovia)
Frontino_Nutibara_Dabeiba
Frontino_Musinga_Carauta
Valparaíso_Caramanta
La Ceja_Las Colmenas_Abejorral
Bolombolo_Concordia_Betulia_Urrao
Ebéjico_Partida Vía al Mar
Segovia_Alto Bagre_Puerto López (Municipio Bagre)
Segunda Calzada Eje Bananero Chigorodó_Turbo
Turbo_Valencia_Montelíbano_Ayapel
Anillo vial Peñalisa-Tarso-Pueblo Rico-Jericó-Támesis-Valparaíso-
Caramanta
Santa Fé de Antioquia-Caicedo-Urrao
Angelópolis-Amagá
Arauca-Cravo Norte
Arauca-Tame-La Cabuya-Sácama-Socha-Belén
Santa Verónica-Juan de Acosta-Baranoa-Polonuevo-Santo Tomás
San Estanislao-Las Piedras-Arjona
Santa Rosa-San Estanislao
Turbaná-Turbaco
Zambrano-Córdoba-Magangué
El Guamo-Desconsolado-Intersección Troncal de Occidente
Magangué-San Martín de Loba-Santa Rosa-Simití-San Pablo
Turbaná-Ballestas
Turbaco-Cañaverales
Canabate-La Pacha (Municipio Alto Rosario)
Barranco de Loba_San Antonio (Municipio Barranco de Loba) Barranco de
Loba_Alto Rosario (Municipio Barranco de Loba_Alto Rosario)
Puerto Venecia_Río Nuevo (Municipio de Achí)
Achí_Sincerín (Municipio de Achí)
Tiquisio_Puerto Rico_El Juclán_Ventura_Quebrada del Metí
Charalá_Duitama
Chiquinquirá_Otanche_Puerto Boyacá
Tunja_Ramiriquí_Miraflores
Tunja_Jenesano_Tibaná_Garagoa_Las Juntas
Guayatá_Guateque_Sutatenza_Tenza_Garagoa
Togüí_Moniquirá
Curubito_Muzo_La Mina_Quípama_Río Guaquimay
Moniquirá_Santa Sofía_Villa de Leiva_Arcabuco
Chiscas_El Espino_Panqueva_Guicán; La Palmera_El Espino; El Cocuy_Panqueva
Soatá_Boavita_San Mateo_Guacamayas_EI Espino
Tibaná_Turmequé_Villapinzón
Paipa_Toca_Tunja
Puente Boyacá_Samacá
Jenesano_Tierranegra
Vado Real_Gámbita_Palermo_Paipa
Sotaquirá_Avendaños
Circuito Turístico, Perimetral Lago de Tota_Aquitania_Tota _Cuítiva_Iza
Corrales_Busbanzá_Floresta_Santa Rosa de Viterbo
Páez_Chámeza
Salamina_Pácora_Aguadas_La Pintada
Dorada_Norcasia_Florencia
Perico_Victoria_Marquetalia_Manzanares_Neira_Manizales
Victoria_Cañaveral-La Miel
Las Ceibas-Guacamayas-Algeciras y acceso a Santana Ramos
Campo Hermoso-Betania
Las Sombras-Llanos de Yarí
San José del Fragua_Curillo
La Nevera_Orocué
Paz de Ariporo_La Hermosa
Puente sobre el río Cusiana, Aguazul_Recetor
Trinidad_Bocas del Pauto
Aguazul_Maní
Yopal_Tilodirán
Popayán_Rosas_San Sebastián_río Villalobos
Piendamó_Morales_Suárez_Timba
El Bordo_Bolívar_San Sebastián
Puerto Tejada_El Palo_Toribío
Silvia_Piendamó
San Roque_Codazzi
Valledupar_Pueblo Bello
Valledupar_Atánquez
Cuatro Vientos_Los Venados_Caracolí
La Gloria_La Mata
El Tres_San Pedro_Valencia_Montelíbano_Caucasia
La Apartada_Ayapel
K15_Tierralta
Tuchín_Chimá_Corozalito_Punta de Yanez_Ciénaga de Oro
San Carlos_Intersección: Cereté_Ciénaga de Oro
Montería_Corregimiento El Sabanal
Montería_Corregimiento Villavicencio
Usme_San Juan de Sumapaz_Colombia
Guayabal_Cambao_Armero
La Palma_Yacopí_Puerto Salgar
Cáqueza_Fosca
Río Guaquimay_Pacho
Subachoque_Tablazo
Vía El Resguardo_Carretera Panamericana
Variante tráfico pesado Piamonte_La Portada_El Triunfo
Inspección La Trinidad_Vereda El Carmen
Troncal del Llano
Bogotá_Choachí_Ubaque_Fómeque_Puente Real_Cáqueza
Los Alpes_Quipile
Gama_San Roque_Gachalá
Silvania_Los Puentes_Bermejal
Nocaima_Vergara
Gachetá_Gama
Guaduas_Guaduero_Dindal_Caparrapí
Pacho_Supatá_Vergara_Tobia
Girardot_Cambao_Puerto Chaguaní_Puerto Salgar
Bogotá_Chipaque_Cerezos_Ubaque
Bogotá_Une_Gutiérrez_Cáqueza
Medina_Gachalá
Galápagos_Nóvita
San Lorenzo_La Ye_Tribugá
Riohacha_Pájaro_Manaure_Uribia
Distracción_Tomarrazón
Cuatro Vías_Uribia_Puerto Bolívar
San José_Charras
El Retorno_La Unilla
Garzón_Agrado_Pital_La Plata
Yaguará_Iquira
Cucará_Villavieja
Gigante_Silvania_Garzón
Palermo_Teruel
Río Neiva_Algeciras
Suaza_Acevedo_Pitalito
Altamira_Tarqui_Pital
Baraya_Colombia
Fundación_Pivijay_Salamina
Guamal_Astrea_Arjona
San Juan de Arama_Vista Hermosa
San Juan de Arama_Mesetas
La Unión_Taminango
Túquerres_Samaniego_Sotomayor
El Tambo_Corregimiento de Nariño
La Cruz_San Pablo_Higuerones
Barbacoas_Junín
Guaitarilla_Chirristés
Cumbal_Chiles
Ocaña_Convención_EI Tarra
Puente Gómez_Gramalote_Alto Chiquito
Puente Gómez_Salazar
Villa del Rosario_Ragonvalia_Chinácota
Chinácota_Toledo
Orito_Monopamba
Puente San Miguel_La Hormiga_Orito
Calarcá_Armenia_Quimbaya_Alcalá_Cartago
Calarcá_Circasia
Pereira_Marbella_Chinchiná
Barbosa_Landázuri_Cimitarra_Puerto Araújo
Bucaramanga_La Gómez
La Renta_San Vicente, Girón_Zapatoca, Barranca_Puerto Wilches
Socorro_Simácota
Los Curos_Málaga
San Gil_Mogotes
Llano de Palma_Rionegro_Santa Cruz
Contaderos_La Tigra_Sabana de Torres
La Ye_La Corcobada_Llaneros_San Rafael
La Belleza_Florián_Jesús María_Puente Nacional
Vado Real_Suaita_San José de Suaita
San Vicente_Ye de Barranca
Zapatoca_San Vicente
Bucaramanga_Sabana de Torres
Oiba_Guadalupe_Contratación_Guacamayo
Berlín_Galán
Ovejas_Chalán_Colosó_Toluviejo
Santiago Apóstol_Sucre
Betulia_Sincé_Galeras
San Marcos_Sampués
San Benito Abad_Sampués
San Antonio_Sucre
Líbano_Murillo_Manizales, Rovira_lbagué
Cunday_Villarrica
Saldaña_Purificación_Prado
Pandi_lcononzo_La Aurora_Villlarrica
Prado_Dolores
Rioblanco_Puerto Saldaña_Herrera
Chaparral_Rioblanco
Ataco_Coyaima
Gaitania_Planadas_Santiago Pérez_Ataco
Ortega_San Luis_Valle de San Juan_Payandé_Buenos Aires (Vía Panamericana
punto de intersección Ibagué_Cementos Diamante)
Castilla_Coyaima_Chaparral
Olaya Herrera_Chaparral
Natagaima_Alpujarra
Payandé_San Luis
Guamo_Ortega
El Paso_Suárez_Purificación
San Luis_Guamo
Chaparral_Tulumí_Las Señoritas
Chaparral_Amoyá_Ataco
Espinal_Coello (punto de intersección con Municipio de Flandes)
Espinal_La Chamba (Guamo)
Loboguerrero_San Marcos_Mulaló_Palmira_Palermo_Neiva
Crucero_Villa Rodas (Cartago)
Segunda calzada Autopista Cali_Yumbo
Argelia_Toro
El Viento_La Primavera_Santa Rosalía_Guacacías
Santa Rita_Puerto Nariño
Puente sobre caño Dagua
Puente sobre caño Mesetas
Puente sobre río Bita
Vientos_Santa Rita
Las carreteras aquí enunciadas seran las prioritarias para la ejecución en
cada Departamento o Distrito.
Parágrafo. De los recursos asignados a Boyacá en este artículo, señálase la
suma de $35.000 millones para la vía Puerto Boyacá_Chiquinquirá_Tunja-
Ramiriquí_Miraflores_Monterrey, con un coeficiente de cofinanciación no
menor del cinco por ciento (5%).
Artículo 25. En cada presupuesto anual, aprobado durante la vigencia de
este Plan de Inversiones, la proporción de la inversión apropiada en su
conjunto para los Departamentos de Amazonas, Guanía, (sic) Guaviare, Vaupés
y Vichada, excluidos el situado fiscal y las participaciones municipales,
será como mínimo el 1%. Así mismo, para Puerto Leguízamo, Puerto Asís y
Valle de Guamués en el Departamento del Putumayo, la inversión será de un
0.1%, excluidos el situado fiscal y las participaciones municipales. El
Conpes hará las distribuciones correspondientes.
Artículo 26. Para la vigencia de este Plan de Inversiones, la inversión
apropiada al Departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina,
excluidos el situado fiscal y las transferencias municipales, será como
mínimo de $130.000 millones.
Artículo 27. Política fronteriza. Con este objetivo, se fortalecerá la
infraestructura productiva y de servicios de los principales centros
fronterizos, para lo cual se aplicarán medidas que estimulen la inversión
privada en las zonas de frontera y se promoverá igualmente la consolidación
de los principales puertos terrestres que faciliten el comercio binacional.
A las zonas de fronteras se les apoyará con programas especiales de
desarrollo institucional y capacitación por medio de una Consejería de
Fronteras, con participación de las administraciones locales.
Para la atención de la población fronteriza, se promoverá la
identificación, formalización y ejecución conjunta de planes, programas y
proyectos de carácter binacional mediante el impulso de la legislación
requerida.
Para lograr los objetivos básicos de la política fronteriza se destinará un
8% del total regionalizado del Plan Nacional de Desarrollo.
Artículo 28. El Gobierno Nacional realizará las reservas presupuestales
necesarias y dispondrá de los cupos de endeudamiento internos y externos
suficientes tanto para el Gobierno Nacional como para la Administración
Distrital, que permitan la contratación del Metro de Bogotá antes del 20 de
junio de 1997, sujetándose a los topes máximos de participación en la
financiación del proyecto que fija la ley.
Así mismo, el Gobierno Nacional presentará al Congreso simultáneamente con
el Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación 1997, el Plan de
Financiamiento Preliminar para la Construcción del Metro de Bogotá, en el
cual se especificarán las fuentes de financiación previstas para asegurar
los aportes del Gobierno Nacional al proyecto de construcción del Metro de
Bogotá, y se precisará el monto anual de dichos aportes durante los años de
duración de la obra conforme a la participación del Gobierno Nacional
dispuesta por la ley.
Al tiempo con la presentación del proyecto de Ley de Presupuesto General de
la Nación 1998, el Gobierno Nacional presentará al Congreso el Plan de
Financiamiento definitivo para la construcción del Metro de Bogotá.
Artículo 29. Dentro del Presupuesto de Inversión Nacional se asegurarán
recursos a los pueblos indígenas de la siguiente manera: como mínimo el dos
por ciento (2%) de los siguientes programas y subprogramas:
a) Reforma agraria (1.6.1.);
b) Los programas sociales, excluidos los programas especiales de empleo
urbano (1.5.2.2.), vivienda social (1.9), política de apoyo al desarrollo
urbano (1.10), reforma agraria (1.6.1), situado fiscal y participaciones
municipales y de los resguardos indígenas en los ingresos corrientes de la
Nación;
c) Los programas de medio ambiente, excluidos los subsectores de mejores
ciudades y poblaciones (7.4), política poblacional (7.5), hacia una
producción limpia (7.6), y sistema nacional ambiental (7.8).
Artículo 30. Durante los años 1996, 1997 y 1998, no menos del 75%, de los
recursos de libre asignación a que se refiere el parágrafo primero del
artículo 10 de la Ley 60 de 1993, se destinará a gastos de educación,
incluyendo lo referente al incremento salarial de los maestros.
Artículo 31. Durante la vigencia de este Plan, los municipios con más de
cien mil habitantes podrán concurrir con los departamentos y la Nación, a
la cofinanciación de obras de infraestructura y dotación de hospitales
públicos que presten atención de Segundo y Tercer Nivel, para lo cual
utilizarán recursos hasta concurrencia de los diez (10) puntos destinados a
inversión en el sector, sin afectar en ningún caso los quince (15) puntos
que la ley prevé, para el pago de los subsidios.
Igualmente los departamentos podrán utilizar para el Primer, Segundo y
Tercer Nivel de atención un porcentaje superior al 50% previsto en la ley,
durante la vigencia del presente Plan de Inversiones, siempre y cuando los
requerimientos del Primer Nivel de atención estén satisfechos.
Artículo 32. En los años 1995 y 1996 los recursos excedentes del Fondo de
Solidaridad y Garantía, FSG, en el año inmediatamente anterior, podrán
destinarse a la cofinanciación de inversiones de la infraestructura y
dotación hospitalaria identificadas como prioritarias en los planes de
desarrollo de las entidades territoriales. Estos recursos deberán
ejecutarse a través del Fondo de Inversión Social, FIS, mediante convenios
con el Fondo de Solidaridad y Garantía, FSG, del Ministerio de Salud.
También podrán ser utilizados en el pago de servicios asistenciales a la
población de bajos recursos económicos (NBI), mediante el sistema de
facturación.
Artículo 33. El Gobierno Nacional procederá en los próximos seis meses a
constituir un fondo prestacional especial que absorba, en el término de
diez años, el pasivo pensional acumulado en la Caja de Crédito Agrario.
El Gobierno Nacional fortalecerá la Caja de Crédito Agrario con aportes
presupuestales y acciones oportunas para compensar el costo de su labor de
fomento social y la prestación de servicios en regiones apartadas en todo
el territorio nacional. Para estos propósitos la Caja suscribirá convenios
de desempeño que aseguren el cabal cumplimiento de su objetivo.
Artículo 34. Para asignar eficientemente el gasto social y garantizar que
beneficie a la población que más lo necesita, los subsidios en los
servicios públicos domiciliarios se otorgarán a las personas de menores
ingresos, determinados a través de la estratificación socioeconómica. Para
esto, los municipios tendrán que hacer sus estratificaciones urbanas y
rurales antes del 30 de junio de 1996 y obtener certificación del Gobierno
Nacional que las hicieron aplicando correctamente la metodología
suministrada por el Departamento Nacional de Planeación.
Artículo 35. El Gobierno Nacional a través de Ecopetrol promoverá la
construcción de centros de acopio para combustibles en la Costa Pacífica,
con el propósito de reducir su costo a los usuarios de dicha región.
Artículo 36. La Nación, a través del Instituto Nacional de Vías y sus
seccionales, realizará las inversiones en proyectos de rehabilitación, hará
mantenimiento y construcción de la infraestructura vial de la red troncal y
transversal a su cargo, y hará el seguimiento de los proyectos de concesión
de vías nacionales.
El Gobierno reglamentará y organizará cada seccional del Instituto Nacional
de Vías para su buen funcionamiento, que corresponda a los actuales
distritos de obras.
De la misma manera, el Gobierno Nacional reorganizará dentro de los
próximos seis meses, a partir de la vigencia de la presente Ley, el Fondo
Nacional de Caminos Vecinales y sus correspondientes seccionales para que,
sin prejuicio del proceso de descentralización establecido en la
Constitución, dicha entidad continúe atendiendo con recursos de programa de
construcción de red terciaria (4.4.1.2.2) y del Fondo de Cofinanciación de
Vías, la construcción, conservación y mantenimiento de la red terciaria,
hasta tanto los departamentos y municipios demuestren que pueden asumir
dichas funciones.
Suspéndese el proceso de liquidación que se viene adelantando. La comisión
del Congreso de la República encargada de vigilar el cumplimiento del Plan
Nacional de Desarrollo se encargará específicamente de vigilar todo el
proceso de reorganización del Fondo Nacional de Caminos Vecinales.
Artículo 37. En el evento en que los ingresos descritos en el artículo 19
no alcancen los niveles allí señalados, el Gobierno Nacional, mediante
decreto, deberá reducir o eliminar, anualmente, algunos de los programas y
subprogramas del Plan Nacional de lnversiones Públicas 1995_1998, teniendo
en cuenta el peso relativo que cada uno tenga en las inversiones de las
entidades afectadas por la disminución de dichos ingresos y su composición
regional.
En tal eventualidad se requerirá concepto previo de la Comisión de
Seguimiento.
Artículo 38. Cuando la liquidez de la Tesorería General de la República lo
permita, podrán anticiparse los giros correspondientes a la participación
de los Municipios en los ingresos corrientes de la Nación.
Igualmente, la Tesorería General de la República podrá pactar condiciones
preferenciales con las instituciones financieras que permitan compensar los
servicios que dichas instituciones prestan a las entidades territoriales en
el manejo de los recursos.
Artículo 39. Los recursos propios del Fondo Nacional de Regalías harán
parte del Presupuesto General de la Nación e ingresarán a la Tesorería
General, la cual, dentro de los diez (10) días siguientes a su recibo,
deberá girarlos a favor del Fondo Nacional de Regalías y su manejo estará a
cargo de la Comisión Nacional de Regalías. El no giro de estos recursos,
dentro del término aquí fijado, será causal de mala conducta.
Artículo 40. La Nación, Ministerio de Defensa y Seguridad, y sus entidades
adscritas y vinculadas, podrán vender sus activos con el fin de financiar
proyectos suplementarios o extraordinarios de inversión a los contemplados
en este Plan.
Artículo 41. Para posibilitar la descentralización que ordena la
Constitución Política de Colombia, el Gobierno Nacional firmará convenios
con las gobernaciones, alcaldías y entidades territoriales, con el fin de
ayudar a la Nación a ejecutar la inversión ordenada en este Plan.
Artículo 42. Los programas, subprogramas y proyectos que conforman el Plan
Nacional de Inversiones Públicas 1995_1998, podrán ejecutarse mediante la
celebración de contratos con entidades privadas sin ánimo de lucro y de
reconocida idoneidad, de conformidad en lo dispuesto en el artículo 355 de
la Constitución Política.
Parágrafo 1. Los programas de subsidios de la Red de Solidaridad Social,
serán ejecutados preferencialmente por las Juntas de Acción Comunal con
personería jurídica y entidades de Economía Solidaria.
Parágrafo 2. Los programas para los pueblos indígenas serán ejecutados e
prioritariamente por las autoridades indígenas debidamente reconocidas y
por las asociaciones de éstas de que trata el Decreto 1088 de 1993.
Artículo 43. Modernización institucional y participación ciudadana. Las
entidades, asociaciones o agremiaciones que de acuerdo con la ley
administren recursos parafiscales deberán elegir sus representantes y
directivos por medios democráticos, incluyendo los mismos adoptados para la
Rama del Poder Legislativo.
Artículo 44. La ejecución del Plan de Inversiones 1995_1998 se hará de
acuerdo con el documento Conpes que se produzca en los treinta (30) días
siguientes a la vigencia de la Ley del Plan de Desarrollo y de Inversiones,
el cual tendrá como base la regionalización indicativa producto de la
concertación con las regiones.
Artículo 45. El Consejo Nacional de Planeación ejercerá sus funciones de
acuerdo con las disposiciones constitucionales y legales. Para el
cumplimiento de sus funciones el DNP prestará al Consejo el apoyo
administrativo y logístico.
Artículo 46. Comisión de Seguimiento. Habrá una Comisión Parlamentaria de
Seguimiento al cumplimiento de la Ley del Plan de Desarrollo y Plan de
Inversiones, compuesta por cuatro Senadores y seis Representantes a la
Cámara designados por las Comisiones Económicas.
Artículo 47. La presente Ley rige desde la fecha de su publicación y
deroga, modifica o suspende las disposiciones que le sean contrarias.
El Presidente del honorable Senado de la República,
Juan Guillermo Angel Mejía.
El Secretario General del honorable Senado de la República,
Pedro Pumarejo Vega.
El Presidente de la honorable Cámara de Representantes,
Alvaro Benedetti Vargas.
El Secretario General de la honorable Cámara de Representantes,
Diego Vivas Tafur.
REPUBLICA DE COLOMBIA _ GOBIERNO NACIONAL
Publíquese y ejecútese.
Dado en Santiago de Cali, a 2 de junio de 1995.
ERNESTO SAMPER PIZANO
El Ministro de Hacienda y Crédito Público,
Guillermo Perry Rubio.
El Director del Departamento Nacional de Planeación,
José Antonio Ocampo Gaviria.
EL SALTO SOCIAL
CAPITULO 1
LOS FUNDAMENTOS DEL PLAN
I. EL NUEVO CIUDADANO
La economía y la sociedad colombiana han experimentado reformas profundas
durante la presente década. La Constitución de 1991 consolidó la
descentralización política, abrió múltiples espacios a la participación
ciudadana, redefinió los derechos económicos y sociales de los ciudadanos,
incorporó por primera vez los principios de protección al medio ambiente
dentro de nuestra Carta Política y reformó diversas instituciones, entre
ellas el sistema judicial, los mecanismos de planeación y el marco que
regula la prestación de servicios públicos y la banca central. Por su
parte, la apertura económica, iniciada durante la Administración Barco y
consolidada durante la Administración Gaviria, generó nuevos retos al
sector productivo colombiano, abrió espacios para la participación del
sector privado en actividades tradicionalmente reservadas al Estado e
inició un proceso activo de modernización de las instituciones estatales.
Estos cambios institucionales deben reflejarse con plenitud en la vida
colombiana. Aunque el crecimiento económico ha sido satisfactorio, hay
síntomas de crisis en algunos de los sectores que se esperaba, serían los
grandes beneficiarios de la apertura económica. Por otra parte, los cambios
económicos y políticos no se han reflejado todavía en mejores niveles de
vida para la mayoría de los colombianos. La persistencia de niveles
alarmantes de pobreza y de desigualdades de género, y la ampliación de la
brecha de ingresos rural_urbana son síntomas de la necesidad de volcar los
esfuerzos del conjunto del país hacia un gran salto social que acelere la
propagación de los avances económicos al conjunto de la población. Por otra
parte, la continua tala de nuestros bosques y depredación de nuestra gran
riqueza en biodiversidad, la destrucción gradual de nuestras fuentes de
agua y el envenenamiento del agua y el aire, son reflejo de una crisis
ambiental sin paralelo en la historia del país. Por último, las nuevas
instituciones políticas no están plenamente consolidadas y, por el
contrario, la velocidad de la transición está generando en muchos casos
traumatismos que afectan la provisión de los servicios del Estado.
La presente Administración tiene, por lo tanto, la doble tarea de
consolidar las positivas reformas económicas y políticas de los últimos
años, garantizando al mismo tiempo que sus beneficios se extiendan al
conjunto de la sociedad. El Plan de Desarrollo Económico, Social y
Ambiental "El Salto Social" busca, por lo tanto, consolidar la profunda
transformación que viene experimentando el país y garantizar que su
resultado final sea una sociedad más pacífica y equitativa, cimentada sobre
un proceso de desarrollo económico dinámico y sostenible. Su meta final es,
por lo tanto, "formar un nuevo ciudadano colombiano: más productivo en lo
económico; más solidario en lo social; más participativo y tolerante en lo
político; más respetuoso de los derechos humanos y por tanto más pacífico
en sus relaciones con sus semejantes; más consciente del valor de la
naturaleza y por tanto menos depredador; más integrado en lo cultural y por
tanto más orgulloso de ser colombiano"
La persistencia de múltiples formas de violencia está asociada en parte a
la incapacidad del sistema económico de irradiar sus beneficios al conjunto
de la sociedad, aunque también a la reproducción de una cultura de
intolerancia que corroe profundamente las bases de nuestra sociedad. Esta
situación exige el compromiso de todos los colombianos en la construcción
colectiva de una sociedad más armónica y pacífica. La paz es una tarea que
abarca todos los aspectos de la vida en comunidad. Por ello, el aumento
significativo en la inversión social y el establecimiento de objetivos
sociales explícitos de la política económica, "El Salto Social" debe ser
concebido como una propuesta de paz, una invitación a participar en un
amplio proceso de reencuentro de todos los colombianos. El fortalecimiento
de la sociedad civil, la definición de reales espacios democráticos para su
participación y el desarrollo de una cultura de paz, basada en la
tolerancia y en el respeto por la diferencia, así como una justicia moderna
y eficiente que disminuya los altos índices de impunidad, son complementos
necesarios de las estrategias económicas y sociales en el objetivo esencial
de construir una nueva sociedad en la que podamos convivir pacíficamente.
II. EL MODELO ALTERNATIVO DE DESARROLLO
Este inmenso reto exige que se adopte un modelo alternativo de desarrollo.
Alternativo al esquema proteccionista y al intervencionismo clásico de los
años sesenta, pero también al neoliberalismo que confía ciegamente en la
capacidad del mercado de corregir todos los desequilibrios económicos y
sociales. Este modelo debe asimilar los efectos benéficos de la apertura
económica, pero avanzar sustancialmente en cuatro campos, todos ellos
permeados por una perspectiva de género: en materia de desarrollo social,
para que los beneficios de la apertura lleguen a todos los colombianos; en
materia de competitividad, creando nuevos esquemas que articulen al Estado,
los empresarios y los trabajadores en un esfuerzo conjunto por construir
las bases de una sólida internacionalización de la economía; en materia
ambiental, construyendo las bases de un desarrollo sostenible y en materia
de desarrollo institucional, consolidando la transición hacia una
estructura más descentralizada y desarrollando los nuevos mecanismos de
participación social creados por la Constitución de 1991 en beneficio de
una mejor política económica, social y ambiental.
Bajo este modelo, los objetivos económicos, sociales y ambientales del Plan
de Desarrollo son indisociables. De poco sirve elevar los ritmos de
crecimiento económico, si ello no tiene como contrapartida una mejora en
los niveles de vida de toda la población. De manera similar, no tiene
sentido crecer a costa de depredar el medio ambiente y por lo tanto de las
condiciones de vida de las generaciones futuras de colombianos. Esta visión
integral tiene implicaciones profundas sobre la política estatal. La
política económica debe diseñarse con criterios sociales y ambientales,
pero los criterios económicos deben permear igualmente el diseño de las
políticas sociales y ambientales.
Este modelo alternativo se basa en cinco conceptos básicos que sirven de
sustento al Plan de Desarrollo:
1. La equidad y la solidaridad son objetivos esenciales de la política
económica y social y fuentes básicas de la estabilidad social y de la paz.
La sociedad colombiana reclama con urgencia mayor equidad y solidaridad con
los sectores sociales marginados o desfavorecidos en el proceso de
desarrollo, con las regiones más atrasadas, con las mujeres y los jóvenes.
La teoría económica moderna ha realzado la importancia de los gastos en
educación, en salud y en bienestar familiar como fuentes de "capital
humano" y crecimiento económico, es decir, como una inversión, de hecho,
como una de las inversiones más productivas. Más allá de ello, sin embargo,
la mejor distribución de la educación, de la salud, de las oportunidades de
empleo, son deseables en sí mismas, por su contribución a la construcción
de una sociedad más justa. Por ello, "El Salto Social" se orienta a
garantizar el acceso de toda la población a los bienes meritorios, es
decir, aquellos bienes fundamentales que la sociedad debe comprometerse a
garantizar efectivamente a todas las personas como elemento esencial para
su bienestar y participación en la vida democrática, que materializan los
derechos sociales consagrados en nuestra Carta política. En síntesis, la
política social no puede limitarse a preparar colombianos más productivos,
sino que debe contribuir a formar y desarrollar el nuevo ciudadano, en
tanto que la equidad y la solidaridad deben ser objetivos fundamentales de
la política económica.
2. El crecimiento económico depende tanto de la inversión de los distintos
agentes individuales, como de la acumulación de capital social. Este
"capital social" es un patrimonio colectivo cuyos beneficios irradian,
sobre el conjunto de la economíaTiene cuatro componentes: a) el "capital
conocimiento", que incluye el capital humano (el nivel y calidad de la
educación recibida por la población, así como su experiencia productiva) y
el conocimiento científico y tecnológico del país en un momento
determinado; b) la infraestructura; c) el medio ambiente y d) el capital
cívico e institucional, que comprende los mecanismos de organización y
participación de la sociedad civil en la provisión de bienes y servicios
públicos, y de organización del Estado para poner en práctica soluciones
orientadas a garantizar el bienestar colectivo. El reconocimiento de la
importancia de todos estos factores en el crecimiento económico es uno de
los hallazgos más importantes de la teoría económica en la última década.
Su relevancia en la etapa actual de desarrollo colombiano es evidente. De
hecho, la escasez de capital social puede ser la mayor restricción al
crecimiento económico del país. En efecto, la escasez de fuerza de trabajo
calificada, el insuficiente desarrollo científico y tecnológico, el
deficiente desarrollo institucional y el estado inadecuado de la
infraestructura del país, han sido señalados ampliamente en los últimos
años como obstáculos básicos al desarrollo económico de Colombia. De la
misma manera, la depredación del medio ambiente se ha convertido, no sólo
en fuente de deterioro de las condiciones de vida, sino en un obstáculo al
desarrollo productivo del país; así lo indica el deterioro creciente de las
fuentes de agua o la depredación de los recursos pesqueros. La canalización
de mayores recursos a la inversión en el capital social debe ser, por lo
tanto, uno de los objetivos esenciales del Plan de Desarrollo, así como el
diseño de mecanismos que permitan que el sector privado y la sociedad civil
contribuyan decisivamente a este esfuerzo bajo adecuados sistemas de
regulación.
3. En un mundo en el cual las ventajas competitivas son esencialmente
creadas, el mayor dinamismo económico no es un resultado automático del
libre funcionamiento de las fuerzas del mercado. El mantenimiento de un
sano manejo macroeconómico y de un contexto regulatorio que facilite y no
entrabe la actividad privada son esenciales para generar un buen
crecimiento económico en una economía abierta, pero no es suficiente. En
efecto, como lo reconoce ampliamente la literatura económica contemporánea,
en el mundo moderno las ventajas competitivas no surgen meramente de la
disponibilidad de recursos naturales o de mano de obra no calificada, sino
de factores que son producto del proceso de desarrollo: la capacidad para
acumular y generar conocimiento, la cantidad y calidad de la
infraestructura disponible y la integración de los agentes económicos en
cadenas productivas y comerciales o en "redes de innovación", entre otros
factores. El buen manejo macroeconómico y la apertura crean condiciones
favorables para acelerar el crecimiento económico; sin embargo, para
explotar plenamente sus beneficios, es deseable complementarlos con
acciones concertadas entre los sectores público y privado orientadas a
mejorar las condiciones de desarrollo del sector productivo. Es necesario,
por lo tanto, conjugar el tradicional manejo macroeconómico con una
verdadera política de internacionalización, que conjugue la apertura con
políticas sectoriales activas orientadas a mejorar las condiciones de
competitividad.
4. El logro de los objetivos mencionados requiere de una movilización del
conjunto de la sociedad. Los esquemas institucionales creados por la
Constitución de 1991 (una estructura estatal descentralizada, la
participación ciudadana, la concertación económica y social, y la
competencia y participación privada en la provisión de los bienes y
servicios públicos) son elementos de un mejor Gobierno. Sin embargo,
requieren de un gran esfuerzo de desarrollo y consolidación para garantizar
la eficacia del proceso de descentralización, la extensión de las prácticas
modernas de gerencia a la prestación de los servicios sociales, el fomento
de los mecanismos de participación ciudadana, la consolidación de una
cultura de concertación que reemplace la cultura del conflicto y la
regulación de las formas de participación privada en la provisión de bienes
y servicios públicos. En particular, la inversión en la formación de
capital cívico institucional debe ser promovida sistemáticamente para
acrecentar una cultura más igualitaria, con un tejido social más horizontal
y denso, más articulado y organizado y con mayor capacidad de asumir nuevas
y más complejas responsabilidades.
5. El desarrollo requiere del reconocimiento y el respeto de la diversidad
étnica, cultural y regional en la formación de la identidad colombiana. La
diversidad étnica, cultural y regional es uno de los mayores activos con
que cuenta la sociedad colombiana y en particular es una fuente de
dinamismos que deben ser aprovechados en función de las transformaciones
que se aspiran llevar a cabo bajo el modelo alternativo de desarrollo. Por
este motivo, el Plan valora e impulsa un reconocimiento positivo a dicha
diversidad y la impulsa en los programas propuestos.
III. EL EMPLEO Y LA EDUCACION:
PUNTOS FOCALES DEL PLAN DE DESARROLLO
El empleo productivo y la educación son los puntos vitales de encuentro
entre el desarrollo económico y el desarrollo social. El desempleo, el
subempleo y el empleo precario privan al país de la contribución plena del
potencial productivo de su fuerza de trabajo; la subutilización de la mano
de obra es por lo tanto, la mayor manifestación de desequilibrio económico
en un país. El desempleo y la mala calidad del empleo privan, además, a la
población de niveles adecuados de ingreso y bienestar e incluso de sentido
de pertenencia a la sociedad. Es así, una de las mayores fuentes de
frustración social. La desocupación y la ocupación precaria generan,
además, serios problemas de equidad: recaen excesivamente sobre unos grupos
vulnerables, particularmente los jóvenes, las mujeres y la población de
menores ingresos. Por todo ello, son un obstáculo fundamental al desarrollo
de una sociedad más próspera, más equitativa y más solidaria.
La estrategia económica para la generación de empleo se basa en tres
elementos. El primero es una política macroeconómica sana. El segundo es
una estrategia de competitividad, que busca crear las condiciones internas
para consolidar una exitosa internacionalización de la economía, que
permita aprovechar las oportunidades que genera la apertura para acelerar
el crecimiento y crear más y mejores empleos. El tercero es una política
activa de empleo, que busca garantizar que el desarrollo económico se
traduzca efectivamente en un crecimiento dinámico de la demanda de mano de
obra, a través del mejoramiento del Sistema de Formación Profesional, de la
modernización y ampliación de los servicios de intermediación laboral, de
la creación de un subsidio al desempleo, asociado a la capacitación y de
programas de emergencia de empleo para grupos sociales vulnerables y
regiones en crisis.
La estrategia de crecimiento económico debe generar, por lo tanto, más y
mejores oportunidades de empleo. A su vez, la estrategia social debe
acrecentar el capital humano, para permitir que los hombres y mujeres
aprovechen íntegramente las oportunidades que genera el desarrollo
económico. Sin embargo, la inversión en capital humano dista mucho de ser
una estrategia pasiva frente al desarrollo económico. Por el contrario, es
una de las fuentes básicas de acumulación de "capital social" y por lo
tanto de crecimiento económico. Así las cosas, estas dos estrategias se
retroalimentan, permitiendo un mayor ritmo de crecimiento económico y una
mejor distribución de sus frutos.
La estrategia social incluye, además, dos tipos de acciones que inciden
decisivamente en la generación de empleo. En primer término, una estrategia
para elevar el nivel educativo de toda la población, condición esencial
para mejorar la calidad del empleo y para garantizar el acceso de los
colombianos, especialmente de los más pobres, a las oportunidades que
genera el proceso de desarrollo. En segundo lugar, incorpora una agresiva
política de fomento a la economía solidaria y a la pequeña propiedad, que
permita que una y otra se conviertan en una poderosa palanca de generación
de empleo productivo y de democratización de la propiedad.
Más allá de ello, la estrategia social es un programa integral orientado a
mejorar las condiciones de vida de la población, que incluye las
condiciones de educación, salud, cultura, deporte, vivienda, justicia,
derechos humanos y seguridad ciudadana. Esta estrategia debe contribuir, en
su conjunto, a crear una fuerza de trabajo más productiva. Pero sus
objetivos van más allá que su contribución al crecimiento económico. Por el
contrario, las metas de desarrollo económico están subordinadas, en última
instancia, al objetivo esencial de construir un nuevo ciudadano como base
de la nueva sociedad a la cual aspiramos todos los colombianos.
La educación, el segundo elemento articulador del plan, establece también
estrechas relaciones entre lo económico y lo social, y entre estas
dimensiones y la ambiental. Gracias a la educación, la cultura se vuelve
parte de la vida cotidiana, se desarrollan las capacidades creativas, se
aprenden los patrones de comportamiento necesarios para una mejor vida en
sociedad y se difunden los valores de respeto a la naturaleza. La educación
transmite y produce conocimiento que, a su vez, genera ventajas especiales
a los pueblos y posibilidades permanentes de desarrollos sólidos y
versátiles. Por ello, las diferentes propuestas de "El Salto Social"
contemplan la educación como componente fundamental, no sólo en su
dimensión escolar, sino en los logros planteados en temas como el ambiente,
el empleo, el desarrollo productivo, científico y tecnológico, la
participación ciudadana, la equidad entre hombres y mujeres, la protección
y desarrollo infantil y la paz.
Estos principios permean la elaboración del Plan de Desarrollo. El Capítulo
2 presenta un breve diagnóstico sobre las condiciones de nuestro desarrollo
económico, social y ambiental, que sirven de punto de partida al diseño de
las estrategias que se elaboran en capítulos posteriores. Los Capítulos 3 y
4 desarrollan respectivamente la estrategia macroeconómica y de gasto
público y la coherencia entre una y otra. Los Capítulos 5, 6 y 7 detallan
las políticas orientadas a mejorar la calidad de vida de la población, la
competitividad del aparato productivo doméstico y el desarrollo sostenible,
los tres pilares del Plan de Desarrollo. El Capítulo 8 presenta la política
de empleo y los efectos esperados del plan sobre generación de empleo. Por
último, los Capítulos 9 y 10 resumen la estrategia de fortalecimiento
institucional interno y la agenda internacional del Gobierno.
CAPITULO 2
UN BREVE DIAGNOSTICO DE LAS CONDICIONES DE NUESTRO DESARROLLO ECONOMICO,
SOCIAL Y AMBIENTAL
I. LA EVOLUCION ECONOMICA
La apertura económica transformó profundamente la orientación del
desarrollo del país y la articuló a las transformaciones que ha venido
experimentando la economía mundial en décadas recientes. La nueva fase del
desarrollo económico se ha beneficiado de un legado histórico favorable.
Este hecho explica, sin duda, la forma poco traumática con la cual la
economía nacional asimiló la rápida reorientación del modelo de desarrollo.
Dicho legado incluye, en primer término, una tradición de manejo ordenado
de nuestra moneda y de nuestras finanzas públicas. En segundo lugar,
comprende una estructura productiva relativamente sólida, una fuerza de
trabajo capaz y un empresariado dinámico construidos durante las fases
anteriores del proceso de desarrollo. Incluye, además, una estructura
exportadora que ya había alcanzado una gran diversificación antes de las
medidas de apertura, gracias a la aplicación de un modelo mixto de
desarrollo (que combinaba la protección a la producción nacional con el
fomento de nuevas exportaciones) entre 1967 y 1974 y posteriormente, entre
1985 y 1990, y al vuelco que experimentó la política minera a mediados de
la década de los setenta. Por último, comprende una estructura regional
diversificada, que ha impedido que el proceso de desarrollo se concentre en
unos pocos núcleos y más aún, que tenga sesgos sectoriales muy
pronunciados.
Los resultados de la primera fase de la apertura son favorables en varios
frentes. El resultado más positivo ha sido el fuerte incremento que ha
experimentado la inversión privada a partir de 1992. Como resultado de
ello, la tasa real de inversión del sector privado y del conjunto de la
economía que se alcanzarán en 1994 (17.7 y 24.3% del PIB, medidos a precios
de 1975) son las más altas del último cuarto de siglo (Cuadro 2.1). El
abaratamiento de los bienes de capital generado por la reducción de los
aranceles y la revaluación real del peso, sumado a las buenas expectativas
de los empresarios, son las causas fundamentales de este comportamiento de
la inversión privada.
Por otra parte, la apertura, la revaluación y las medidas monetarias
restrictivas adoptadas en 1991 quebraron la tendencia ascendente que venía
experimentando la inflación hasta fines de 1990. Sin embargo, la indexación
arraigada e incluso creciente que caracteriza a la economía colombiana ha
generado una fuerte inercia que se refleja en la renuencia de la inflación
a bajar a ritmos acordes con las metas periódicamente fijadas por las
autoridades monetarias. La presión sobre los precios de los bienes y
servicios que no se comercializan internacionalmente, asociada al rápido
crecimiento de la demanda en los últimos años, ha contribuido igualmente a
este resultado. Como consecuencia de ello, las metas de inflación se han
incumplido, generando una falta de credibilidad en los anuncios
correspondientes por parte del Banco de la República y el Gobierno.
En los últimos años se ha hecho, además, un gran esfuerzo por modernizar
diversas entidades públicas para adecuarlas a la nueva fase de desarrollo
del país. Se han desarrollado igualmente nuevos mecanismos de participación
del sector privado en la inversión en infraestructura y se diseñaron nuevos
esquemas que permiten que agentes estatales, privados y mixtos coexistan y
compitan en el suministro de servicios tradicionalmente monopolizados por
el Estado.
El rápido crecimiento del sistema financiero en un ambiente más
competitivo, pero sujeto a regulaciones prudenciales adecuadas, la creación
y despegue de los inversionistas institucionales (sociedades fiduciarias y
fondos de pensiones y cesantías), el establecimiento de mecanismos para
canalizar inversión extranjera de portafolio, el rediseño de la banca de
inversión y la introducción de innovaciones financieras se han reflejado en
una importante profundización financiera. Adecuadamente utilizados, estos
desarrollos pueden convertirse en mecanismos para apalancar un mayor
esfuerzo de ahorro privado y aumentar la eficiencia con la cual dicho
ahorro se transfiere a la inversión productiva.
El empleo urbano ha mostrado también una tendencia favorable. Hasta 1993 se
mantuvieron las tendencias ascendente de la tasa de ocupación y descendente
de la tasa de desempleo que se habían iniciado en el segundo lustro de los
años ochenta. La economía pudo absorber, por lo tanto, un crecimiento
rápido de fuerza laboral urbana, generado por el aumento simultáneo en la
población en edad de trabajar y en la participación laboral, reduciendo al
mismo tiempo los niveles de desempleo. Este proceso coincidió con una
disminución en los niveles de informalidad en las grandes ciudades y con
una ligera mejoría en la estabilidad laboral entre 1988 y 1992. En efecto,
entre 1988 y 1992 perdieron importancia relativa el empleo público (que se
redujo del 9.8 al 8.8% del empleo total en las cuatro grandes ciudades) y
el informal (que disminuyó del 49.9 al 47.7%); el empleo asalariado en
empresas privadas medianas y grandes (más de 10 trabajadores) creció, por
el contrario, dinámicamente, aumentando su participación en la generación
de empleo total del 31.8 al 35.5%.
No obstante, algunas tendencias en materia de empleo no son favorables.
Según el DANE, la crisis agropecuaria se manifestó en una pérdida de cerca
de 230.000 puestos de trabajo en las zonas rurales del país entre 1991 y
1993. Este proceso coincidió, además, con una caída de los ingresos reales,
un aumento en los niveles de pobreza y una proporción dramática de
población rural en condiciones de indigencia, 37% en 1992.
En 1994, aunque la tasa de desempleo se mantuvo en niveles bajos para los
patronos del país, se frenó la tendencia al aumento en la tasa de
ocupación, en medio de una fuerte elevación de los ingresos reales de los
trabajadores más calificados. La coincidencia de estas dos últimas
tendencias parecen estar indicando que el mercado laboral ha comenzado a
enfrentar desequilibrios estructurales. Mientras el desempleo sigue siendo
alto en algunos sectores específicos (principalmente mujeres y jóvenes con
algún grado de educación secundaria, pertenecientes a los estratos más
pobres), la oferta de trabajadores con mayores grados de calificación está
escaseando y amenaza con convertirse en una restricción al crecimiento de
la economía. De hecho, la resistencia de la tasa de desempleo en Colombia a
bajar por debajo de un nivel relativamente alto fue identificada hace
algunos años por la Misión Chenery como el reflejo de un importante
componente de "desempleo estructural", que explica en parte por qué, pese a
su buen desempeño económico, Colombia ha tenido tradicionalmente uno de los
niveles más altos de desempleo de América Latina.
Aunque el ritmo de crecimiento económico ha sido muy satisfactorio en los
dos últimos años, la tasa de crecimiento del período 1991_1994 fue
inferior, en medio punto porcentual, a la del período 1986_1990, pese al
crecimiento mucho más rápido de la demanda agregada, tanto pública como
privada (ver al respecto, Cuadro 2.1). Una característica particular de
este crecimiento ha sido su dependencia de la producción de bienes no
comercializables internacionalmente (construcción y servicios). Por el
contrario, el ritmo de expansión de la producción de bienes
comercializables internacionalmente (agricultura, minería e industria) se
desaceleró en forma marcada. La fuerte crisis que han experimentado el
sector agropecuario y varios sectores de la industria tradicional
colombiana son los reflejos más claros de este desempeño insatisfactorio de
los sectores comercializables.
Las exportaciones menores o no tradicionales han sido uno de los renglones
más golpeados en los últimos años. En 1991 terminó la gran expansión de
dichas exportaciones que se habían iniciado en 1985. Durante este período
las exportaciones menores se triplicaron, creciendo a un ritmo anual del
20.3%. Por el contrario, pese a la apertura de mercados, especialmente del
venezolano y ecuatoriano en el marco de la integración andina, y a las
preferencias otorgadas por los Estados Unidos y la Unión Europea, dicho
ritmo se redujo al 5.4% entre 1991 y 1993 (1.9% si se excluyen las piedras
preciosas). En los diez primeros meses de 1994, dicho crecimiento se
aceleró ligeramente, pese a los efectos adversos de la crisis venezolana:
en efecto, las exportaciones menores crecieron 8.6% en relación con los
mismos meses de 1993 (10.5% si se excluyen las piedras preciosas).
Este giro es atribuible, ante todo, a la evolución de la tasa de cambio.
Indica, por lo tanto, que dicha variable ha incidido en forma mucho más
marcada sobre la evolución de la estructura productiva del país que los
giros de la política comercial. Medida a través del indicador empleado por
el Banco de la República, la tasa de cambio real se ha revaluado un 13%
entre 1990 y 1994 y se encontraba en este último año un 3% por debajo del
nivel alcanzado en 1986_1990. El deterioro de la competitividad de los
productos exportados o sustitutos de importaciones ha sido, sin embargo,
mucho mayor, ya que esta medida no tiene en cuenta la disminución que
experimentaron en los últimos años los incentivos a las exportaciones
menores y la protección arancelaria y paraarancelaria. La evolución de las
tasas de cambio reales efectivas, que incluyen dichos incentivos, indican
que la tasa de cambio para las exportaciones menores se encontraba en 1994
un 12% por debajo de aquella alcanzada en 1986_1990 y que la protección
conjunta que ofrecen frente a las importaciones, la tasa de cambio y el
régimen arancelario y paraarancelario se había reducido un 24% en relación
con dicho período. (Cuadro 2.1).
La productividad total de los factores ha mostrado un crecimiento lento en
las últimas décadas: sólo 0.8% anual entre 1966 y 1994. Sin embargo, entre
1966 y 1974, su crecimiento fue alto y sostenido, destacándose
principalmente el período 1971_1974, durante el cual tuvo un aumento anual
del 2.3%. De 1974 a 1989, la productividad experimentó una desaceleración y
fuertes altibajos: una caída fuerte a mediados de los setenta y nuevamente
durante el primer lustro de los ochenta y una recuperación durante el
segundo lustro de esta misma década. En lo corrido de los noventa, el ritmo
de crecimiento de la productividad total de los factores ha sido inferior
al observado en 1986 - 1990 y obviamente a los registros de los países en
desarrollo más exitosos. Sin embargo, a partir de 1992 se ha recuperado,
alcanzando registros cercanos al 2% en los dos últimos años.
Factores básicos que inciden sobre la productividad muestran atrasos
considerables. La meta de una educación básica universal, establecida en la
Constitución de 1991, está todavía muy distante, al tiempo que la calidad
del sistema educativo se ha deteriorado. La inversión en desarrollo
científico y tecnológico ha estado estancada en niveles relativamente
bajos. Por otra parte, según se verá en la sección siguiente, el inadecuado
estado de la infraestructura, especialmente vial, genera fuertes
sobrecostos al sistema productivo.
La tendencia que ha experimentado el ahorro privado ha sido
insatisfactoria. Al tiempo que el ahorro público se ha mantenido en niveles
altos e incluso crecientes, la tasa de ahorro privado se ha reducido en
forma marcada durante el proceso de apertura. En 1994, la tasa de ahorro
del sector privado alcanzó sólo un 7.3% del PIB, que se compara muy
desfavorablemente con los promedios de las dos últimas décadas (entre 13 y
14%). Esta evolución, mucho más que la recuperación de la tasa de
inversión, es responsable del fuerte déficit que ha experimentado el sector
privado en los últimos años, equivalente al 5.2% del PIB en 1994. El
reflejo de ello ha sido el fuerte crecimiento en el endeudamiento externo
del sector privado: así, mientras la deuda pública externa ha tenido una
ligera tendencia a la baja, la deuda externa del sector privado ha
aumentado rápidamente: de US$3.261 millones a fines de 1992 a más de
US$8.300 millones en la actualidad.
Esta situación no es sostenible. Aunque flujos significativos y estables de
ahorro externo contribuyen decisivamente al desarrollo del país, el ahorro
privado doméstico debe tener una participación sustancial. La participación
privada en el desarrollo de la infraestructura del país que prevé el Plan
de Desarrollo requerirá una contribución adicional de la inversión privada,
doméstica e internacional, equivalente a cerca del 3% del PIB. Si dicha
inversión descansa excesivamente sobre el crédito, la vulnerabilidad
financiera del sector privado tenderá a aumentar. Para acelerar el
crecimiento económico y conjurar a tiempo las tendencias adversas de la
estructura financiera de las empresas, es necesario, por lo tanto,
recuperar el ahorro privado doméstico.
II. EL ESTADO DE LA INFRAESTRUCTURA
La infraestructura y sus servicios relacionados contribuyen al desarrollo
de un país al incrementar la productividad de los factores económicos,
permitir la diversificación de la producción y la comercialización,
aumentar la calidad de vida de los habitantes y responder a las necesidades
de una población en crecimiento.
En las dos últimas décadas el país ha experimentado grandes avances en el
desarrollo y cubrimiento de su infraestructura. Se han construido alrededor
de 5.800 kms. de nuevas carreteras, duplicando la longitud de la red
troncal nacional; se ha cuadruplicado la capacidad instalada de energía
eléctrica y se han instalado 2.2 millones de nuevas líneas, multiplicando
por cinco la oferta telefónica. De esta forma, entre 1970 y 1994, se
incrementó la cobertura de los servicios de electricidad del 47 al 87% y se
triplicó la densidad telefónica, que alcanzó en 1994 doce líneas por cada
100 habitantes.
Sin embargo, ni el acervo ni la calidad de la infraestructura existentes
están acordes con la demanda generada por el crecimiento de la economía, ni
son los adecuados para que el país pueda enfrentar los retos de la apertura
y de la competencia mundial, en un contexto de internacionalización.
Existen, en efecto, ineficiencias en la prestación de los servicios, que
han ocasionado sobrecostos importantes al sector productivo y a la Nación.
En el sector transporte, los principales sobrecostos han sido generados por
el mal estado de las vías, las bajas especificaciones de diseño, que
aumentan los costos operativos y causan problemas de accidentalidad, y la
ineficiencia del Estado para ejecutar obras a cortos y plazos mínimos.
Según estimativos del Departamento Nacional de Planeación, los sobrecostos
anuales del sector vial ascienden a $1.4 billones. Adicionalmente, existen
sobrecostos por un inadecuado uso del transporte multimodal, equivalente a
$200.000 millones, ya que el uso de los modos fluvial y férreo es muy
reducido. De otro lado, en todos los medios de transporte (incluido aéreo,
fluvial y férreo), la falta de una política de mantenimiento ha generado
tal grado de deterioro y atraso, que se requieren más de $400.000 millones
para su rehabilitación y modernización.
Los sobrecostos generados por el sector eléctrico se deben principalmente a
distorsiones generadas por la estructura tarifaria, a racionamientos
severos durante algunos períodos y a una gestión ineficiente que se refleja
en altos niveles de pérdidas y en ausencia de programas de ahorro de
energía. Estos sobrecostos ascienden al año a $550.000 millones. En el
sector comunicaciones, los principales sobrecostos corresponden a problemas
de disponibilidad del servicio, su calidad y distorsiones en tarifas.
Anualmente ascienden a $189.000 millones.
De otro lado, los indicadores del acervo de la infraestructura colombiana
son bajos si se comparan con los de países latinoamericanos de similar
grado de desarrollo. Así, por ejemplo, la capacidad de generación eléctrica
era en 1990 de 273 Megavatios por cada millón de habitantes, por debajo del
promedio latinoamericano de 346. Los indicadores de disponibilidad de vías,
sitúan también a Colombia en un lugar poco destacado: 9 kms. pavimentados
por cada mil kilómetros cuadrados y 96 de vías totales por igual
superficie, por debajo de los promedios latinoamericanos de 19 y 118 kms.
respectivamente. La disponibilidad de líneas férreas es también baja: sólo
100 kilómetros por cada millón de habitantes, comparado con 250 kilómetros
para el promedio de América Latina. Por el contrario, la densidad
telefónica es relativamente alta en relación con otros países
latinoamericanos. En 1990 Colombia tenía una densidad de 8.8 líneas por
cada 100 habitantes, mientras que Venezuela presentaba una densidad de 7.7
y México y Chile de 6.5 (Cuadro 2.2).
En lo que respecta a la calidad del servicio, Colombia debe realizar
importantes mejoras para lograr niveles similares a los de otros países
latinoamericanos. En el campo energético, las pérdidas en 1990 eran del
22%, casi el doble del promedio latinoamericano de 14%. En el área vial, la
red pavimentada de Colombia es sólo el 9% de su red total, frente a un
promedio de 16%. Del total de la red pavimentada colombiana, el 42% se
encontraba en buen estado, frente a 38% para el promedio de América Latina.
En telefonía, el desempeño colombiano es bastante mejor que el del resto de
América Latina: sólo 6 fallas por cada 100 líneas, frente a un promedio
latinoamericano de 36.
En el Reporte de Competitividad Mundial de 1994, tras la evaluación de ocho
factores de competitividad que determinan la viabilidad de las empresas en
un determinado país, Colombia fue incluida por primera vez dentro del grupo
de 44 naciones, seis de las cuales son latinoamericanas. El país ocupó el
puesto 30, cuarto lugar en latinoamérica, por encima de países como
Venezuela, Brasil, Italia, Hungría, Indonesia y Polonia. Sin embargo, en la
clasificación del factor infraestructura, el país ocupó el puesto 36,
ubicándose de último entre los países latinoamericanos. Si bien Colombia se
situó entre los primeros quince países en producción de carbón y crudo,
generación eléctrica, importaciones netas de crudo y derivados e
inversiones públicas en telecomunicaciones, obtuvo los lugares más bajos en
encuestas a los empresarios en indicadores de gestión tales como
reinversión en infraestructura, estado de las vías, transporte aéreo,
servicio férreo, accesibilidad a los puertos, servicio de
telecomunicaciones, costo del servicio de larga distancia internacional y
distribución de energía eléctrica.
El país debe asignar, por lo tanto, una buena parte de su inversión pública
y privada tanto a ampliar su infraestructura, como a mejorar la calidad de
prestación de servicios en la existente. Sólo así podrá enfrentar en forma
exitosa los retos de la apertura económica y la internacionalización de la
economía, en un mercado mundial cada vez más integrado y competitivo.
III. LA SITUACION SOCIAL
La información sumistrada por los censos de población de 1973 y 1985 y la
encuesta de caracterización socio_económica de 1993 indican que, a lo largo
de las dos últimas décadas, el país ha experimentado una disminución
sustancial de la pobreza, medida a través del indicador de necesidades
básicas insatisfechas. Aunque tanto las áreas urbanas como rurales se han
beneficiado de esta tendencia, ella ha sido mucho más notoria en las
primeras, con lo cual se ha ampliado la brecha rural_urbana. Así, la
proporción de familias con alguna necesidad básica insatisfecha se redujo
del 58.9 al 20.6% entre 1973 y 1993 en las cabeceras municipales, en tanto
que en las rurales cayó del 87.9 al 58.9% entre estos dos años. La
diferencia es más notoria cuando se consideran los hogares en miseria (más
de una necesidad básica insatisfecha): en las zonas urbanas la proporción
de dichos hogares disminuyó del 13 a 6% entre 1985 y 1993, en tanto que en
las zonas rurales sólo se redujo del 44 al 31% (Cuadro 2.3). Ello evidencia
no sólo la dificultad para dotar de infraestructura y de servicios, áreas
extensas con bajas densidades de población, sino también una mayor
orientación del gasto público y de los servicios del Estado hacia las zonas
urbanas del país.
La disminución persistente y marcada de la pobreza medida a través de las
necesidades básicas insatisfechas contrasta con la escasa mejoría e incluso
el deterioro que presenta el país, si la pobreza se mide con base en los
ingresos y las posibilidades de gasto de la familias. En efecto, la
proporción de la población urbana con ingresos inferiores a la línea de
pobreza se redujo del 48.6 al 44.0% entre 1978 y 1988, pero se incrementó
al 46.4% en 1992. En el sector rural, la pobreza, así medida, se redujo del
70.0 al 68.2% entre los primeros dos años señalados, pero aumentó
nuevamente al 69.5% en 1992. La brecha entre áreas urbanas y rurales es
nuevamente mayor cuando se analizan los índices de indigencia o extrema
pobreza. En 1992, mientras 3.7 de cada 10 habitantes rurales eran
indigentes, en las áreas urbanas esta relación era de 1.3 a 10.
El incremento en los niveles de pobreza, medidos a través de este
indicador, está asociado con tres hechos. En primer término, con la fuerte
crisis que experimentó el sector rural a comienzos de la década de los
noventa, que se reflejó en una disminución del empleo y de los ingresos
reales de los hogares. En segundo lugar, está relacionado con una caída de
los ingresos reales de los hogares urbanos, del 6.8% entre 1984 y 1992,
pese al aumento de la participación laboral. Finalmente, está asociada con
la interrupción, en el segundo lustro de la década de los ochenta, de la
tendencia a la mejoría que había experimentado la distribución del ingreso
durante la década de los setenta, sin que exista consenso sobre la
existencia de tendencias claras de dicha variable desde entonces.
La mejoría de los indicadores de necesidades básicas insatisfechas es
consistente con la evidencia disponible sobre la evolución de otros
indicadores sociales, la cual indica que desde los años cincuenta el país
ha experimentado una mejora continua en las condiciones promedio de
educación, salud y vivienda. Este proceso no ha sido, sin embargo,
homogéneo a lo largo del tiempo, del territorio nacional o de los
diferentes grupos socioeconómicos (Cuadro 2.4).
En el caso de la educación, el número promedio de años de estudio de la
población con 24 años o más, aumentó de 3.5 a 5.9 entre 1973 y 1993. Sin
embargo, en el caso de la población pobre, dicho indicador sólo alcanzó, en
1993, 3.2 años: 4.3 en las áreas urbanas y 2.3 en las rurales. Este factor
es una de las restricciones más severas para el ascenso social de amplios
sectores de la población colombiana. Por otra parte, aunque la cobertura
del sistema escolar ha aumentado, los excesivos niveles de repitencia y
deserción son síntomas de la incapacidad de retención del sistema escolar y
la baja calidad de la educación que reciben la mayoría de los niños y
jóvenes colombianos. Además, si bien el gasto público en educación ha
tenido en Colombia una tendencia levemente ascendente, ha estado sujeto a
fluctuaciones cíclicas y a una asignación que en algunos casos no beneficia
a los sectores más pobres, en particular aquélla destinada a la educación
superior. Su nivel (3.07% en 1993) es inferior al de muchos países
latinoamericanos con niveles similares de desarrollo.
En el caso de la salud, los indicadores tradicionales (esperanza de vida al
nacer y mortalidad infantil) muestran igualmente una mejoría sistemática
desde los años cincuenta. Los cambios en el perfil epidemiológico
evidencian igualmente la pérdida de la importancia relativa de las
enfermedades típicas del subdesarrollo. Más aún, tanto los indicadores
tradicionales como los más modernos de carga global de enfermedad se
encuentran por encima del promedio latinoamericano, pero acusan grandes
diferencias por regiones y grupos socieconómicos y un preocupante aumento
de la carga de enfermedad por traumas y violencia. No obstante, el acceso a
los servicios de salud sigue siendo limitado e inequitativo: en 1993, el
19% de la población con necesidades de atención médica no tuvo acceso a
servicios de salud; en las áreas rurales, la proporción correspondiente
alcanzó un 29% y en el sector más pobre de la población un 32%. La
cobertura de los sistemas de seguridad social sigue siendo baja para un
país como el nuestro (20% de la población) e irrisoria en las áreas rurales
y en los estratos más pobres de la población. Si bien el gasto público en
salud ha venido incrementándose desde 1990, los bajos niveles históricos de
ejecución, indican una inadecuada gestión de muchas de las instituciones
del sector.
Por otra parte, durante las últimas décadas han mejorado las condiciones de
las viviendas de los colombianos, según se refleja en la ampliación de la
cobertura de los servicios de energía, acueducto y alcantarillado, y en la
disminución simultánea de la proporción de las viviendas con piso de tierra
o paredes de material precario. No obstante, en términos absolutos, los
hogares con problemas habitacionales han aumentando de 1.7 a más de 1.9
millones entre 1985 y 1993. La falta de conexión a los servicios públicos
sigue siendo la mayor deficiencia, seguida por el hacinamiento. A su vez,
las diferencias en la calidad y servicios de la vivienda entre el sector
urbano y rural, si bien han disminuido, siguen siendo considerables.
Una fotografía del perfil de la pobreza en 1993 indica la diferencia
marcada que existe en algunos atributos importantes entre los hogares
pobres y no pobres (Cuadro 2.5). Los hogares pobres tienen un mayor número
de niños menores de 11 años y de miembros por familia. La incidencia de la
jefatura femenina es también mayor en ellos.
Las desigualdades en los niveles de escolaridad son considerables. Mientras
en las familias pobres, la escolaridad del jefe y la de su cónyuge no
supera los tres años, en los no pobres es mayor de siete años. Ello tiene
una incidencia decisiva sobre la capacidad para generar ingresos, dados los
diferenciales significativos de remuneraciones asociados a mayor educación:
el ingreso laboral promedio de los trabajadores con primaria incompleta
equivale al 69% de aquél de las personas con primaria completa, y al 42 y
18% del ingreso promedio de las que terminaron la educación secundaria y
universitaria, respectivamente. Los programas de capacitación también
discriminan en contra de los hogares pobres. Esta situación tiende a
perpetuarse, en la medida en que los niños de las familias pobres reciben
menos educación que en el resto de los hogares.
Las diferencias en las características laborales son igualmente marcadas.
El número de personas del hogar por trabajador es mayor en las familias
pobres, lo mismo que el porcentaje de jefes y especialmente, de cónyuges
inactivos; esto último está asociado, sin duda, a la elevada carga de
crianza, característica de estos hogares. A su vez, los jefes y cónyuges
ocupados son en mayor proporción trabajadores por cuenta propia, ayudantes
familiares y servicio doméstico, mientras que los no pobres tienden a ser
empleados particulares o del Gobierno. El tamaño de las empresas donde
trabajan es también diferente: el 84% de los jefes de los hogares pobres
trabajan solos o en empresas de hasta cinco trabajadores.
Las condiciones descritas generan diferencias importantes en las fuentes de
ingresos, monto de los mismos y afiliación a la seguridad social. Así,
mientras la fuente de ingresos más importante de los hogares no pobres son
los salarios, en las pobres son los ingresos independientes. El ingreso
familiar promedio de las familias no pobres en las áreas urbanas es tres
veces el de las pobres y en el área rural dos veces. Así mismo, mientras el
39% de los jefes de hogar no pobres están afiliados a la seguridad social,
en los hogares pobres esta proporción es apenas del 4%.
Las condiciones de las viviendas y el acceso a los servicios públicos son
también inferiores en las familias pobres, lo cual deteriora la calidad de
vida y eleva la carga de las labores domésticas. Por su parte, en las áreas
rurales, las familias pobres tienden a vincularse más como productores
agropecuarios que las no pobres. Sin embargo, las formas de tenencia y
propiedad de la tierra llevan a que únicamente un 37% sean propietarios o
tengan derechos de propiedad contra 50% en el caso de los hogares no
pobres.
Un reciente estudio del Banco Mundialha analizado qué factores contribuyen
a aumentar o a disminuir la probabilidad de ser pobres. Dicha probabilidad
aumenta un 9.7% en el área urbana y 4.6% en la rural por cada hijo
adicional, y en 10.5 y 4.0%, respectivamente, si la jefatura del hogar es
femenina. Por el contrario, la probabilidad de ser pobres se reduce
significativamente con la educación: decrece del 39.6% cuando el jefe de un
hogar rural no tiene educación a 7.9% cuando ha cursado 12 años de estudio,
y del 21.2 a 3.9% en las áreas urbanas. Así mismo, disminuye, en el sector
rural, del 35.9% cuando el cónyuge es analfabeta al 14.5% cuando ha cursado
secundaria, y en las urbanas del 16.9 al 6.7%. Por regiones, la Costa
Atlántica tiene una incidencia de la pobreza mayor a la esperada, debido
fundamentalmente a un mayor número de hijos y una menor educación de los
jefes de hogar y de sus cónyuges, en comparación con otras regiones del
país.
Este estudio y aquellos realizados por la Misión Social del DNP, han
mostrado la diferencia muy marcada que tienen distintos subsidios otorgados
por el Estado sobre la distribución del ingreso. Estos análisis indican que
hay algunos programas estatales que llegan en una alta proporción a los
pobres: los programas de desarrollo rural (los del Incora, PNR, DRI y Caja
Agraria), de educación primaria y los del ICBF. En todos ellos, más del 60%
del gasto público se destina al 40% de los hogares más pobres. En otros
casos, entre el 40 y el 60% del gasto lo reciben estos hogares: es el caso
de los programas de educación secundaria y salud pública, de los subsidios
cruzados del sistema de seguridad social y de aquellos que se otorgan a
través de las tarifas de acueducto, alcantarillado y energía eléctrica. Por
último, el gasto público en educación superior es regresivo: sólo un 14%
del gasto llega al 40% de hogares pobres. Esta incidencia distributiva es
decisiva para analizar la asignación de recursos públicos a los distintos
programas.
IV. VIOLENCIAS Y JUSTICIA
Una de las grandes paradojas del país es la coexistencia de un desempeño
económico satisfactorio, con altísimos niveles de violencia. En efecto,
mientras Colombia ha alcanzado importantes transformaciones en el campo del
desarrollo económico, aún no ha podido construir una sociedad moderna,
basada en el fortalecimiento y la participación de la sociedad civil. Este
contraste ha llevado a una profunda crisis social y política, que ha
contribuido a la violencia y a la criminalidad que sufre hoy el país.
Las manifestaciones de esta violencia y criminalidad son variadas en
términos de actores y expresiones regionales y se entrelazan entre sí de
manera compleja, de tal forma que es difícil delimitarlas con precisión. En
este proceso inciden, además, otras causas que la instigan: las fuertes
desigualdades económicas y sociales, la presencia de grupos gestores de
violencia, la proliferación del porte de armas y el abuso en el consumo de
bebidas embriagantes, entre otros factores.
No es fácil establecer la identidad de los agentes promotores de la
violencia y la criminalidad y menos aun si éstos se encuentran organizados
o dispersos. De los 28.173 homicidios cometidos en el país en 1993,
únicamente el 6% es atribuible a la guerrilla, al narcotráfico o a los
grupos paramilitares, mientras el 94% es el resultado de la acción de
agentes difusos. Estos últimos corresponden a diversos tipos de violencias,
enraizadas en la vida cotidiana, que se despliegan tanto en ámbitos
privados como públicos.
De otro lado, los grandes esfuerzos que han llevado a cabo las fuerzas
armadas en los últimos años, han permitido desarticular en buena medida los
aparatos armados del narcotráfico, de los grupos de justicia privada y de
los paramilitares. En alguna medida, sin embargo, ello ha resultado en una
atomización de estos actores en pequeños grupos que continúan siendo
responsables de los altos niveles de criminalidad del país.
La búsqueda de soluciones políticas al conflicto armado guerrillero que han
llevado a cabo las últimas administraciones ha permitido la desmovilización
de cinco organizaciones alzadas en armas y la reincorporación de casi 4.000
personas a la vida civil, acelerando el aislamiento político y social de la
lucha armada en el país. No obstante, esto condujo a nuevos focos de
violencia en algunas ciudades a partir de la conformación de milicias
populares, en una intención de la guerrilla por encontrar arraigo en
asentamientos subnormales de varias ciudades.
El crecimiento de la criminalidad urbana ha significado un aumento en la
sensación de inseguridad por parte del ciudadano común. Esta incertidumbre
se ha visto reforzada por la desconfianza producida ante la degradación de
algunos miembros de las instituciones creadas para proteger la sociedad y
por el distanciamiento del ciudadano frente a algunas instituciones y
procedimientos destinados a dirimir los conflictos, lo que crea en la
población un sentimiento de indefensión que inhibe la colaboración
ciudadana con las autoridades.
En las zonas rurales, la población civil sufre cotidianamente los efectos
de los conflictos armados entre la guerrilla, el narcotráfico, los
paramilitares y la fuerza pública. La débil presencia del Estado en estas
regiones, ha hecho más difícil el eficiente tratamiento de las fuentes de
la violencia.
Paralelamente con el nuevo panorama que ofrecen las violencias en el país,
muchas se asocian con una muy definida racionalidad económica, que ha
encontrado en el delito una importante fuente de ingresos. El enorme
poderío económico de sus actores les permite, además, corroer la justicia e
incrementar la impunidad. También las organizaciones guerrilleras que hoy
operan, manejan una clara mentalidad empresarial, que las convierte en
agentes económicos que han tendido a realizar acuerdos de convivencia con
otros actores de violencia para proteger sus ganancias.
Entre 1990 y 1993 en promedio se denunciaron al año en el país 208.000
delitos, 49% contra el patrimonio económico, 43% contra la vida y la
integridad personal, 7% contra la seguridad pública y 1% contra la libertad
individual y otras garantías. Estas cifras de criminalidad, a pesar de sólo
tener en cuenta los delitos denunciados, muestran la alta inseguridad a la
que se ve sometida la ciudadanía.
Los delitos contra la vida y la integridad personal son la primera causa de
la pérdida de los años de vida saludables de la población colombiana (26%),
por encima del de las enfermedades transmisibles (22%). Estas lesiones
intencionales, en unión con las accidentales, son responsables del 39% de
los años de vida saludables perdidos para toda la población y de un 85%
para la comprendida entre los 15 y los 44 años. Los homicidios (la mayoría
cometidos con arma de fuego), han aumentado de manera preocupante: pasaron
de representar el 12% de los delitos contra la integridad personal en
1958_1963 al 28% de los mismos entre 1988_1993, mientras las lesiones
personales disminuyeron del 63 al 45%. La letalidad de las agresiones se ha
intensificado. Hoy, de cada cien mil colombianos, 77.5 son asesinados al
año, cifra de las más altas en el mundo y muy por encima de la observada
para el promedio de 12 países latinoamericanos, 19.8.
En las acciones contra el patrimonio económico, el atraco y el hurto
agravado (que requieren altos niveles de organización) han aumentado su
participación entre 1958_1963 y 1988_1993, pasando, respectivamente, del
3.7 al 14% y del 4.3 al 13% del total de delitos contra el patrimonio
económico.
Estos altos niveles de violencia están acompañados, además, de una alta
impunidad. Se estima que sólo una quinta parte de los delitos cometidos se
denuncian. La administración de justicia presenta, por su parte, altos
niveles de congestión, lo cual se evidencia en el número de procesos
acumulados, que para 1993 era superior a los 4 millones en todas las
jurisdicciones, siendo la justicia penal la que presenta la situación más
grave.
En el campo penal, sólo 20 de cada 100 delitos se denuncian y de éstos 14
prescriben. De los seis restantes, sólo tres terminan en sentencia. La
acumulación anual en este campo, es decir, el número de procesos pendientes
al finalizar el año frente a los que ingresan es del 41%. Se observan,
además, problemas de organización, coordinación, comunicación y aplicación
de criterios y procedimientos por parte de los organismos que apoyan la
labor de investigación criminal, lo cual afecta los niveles de eficiencia.
La jurisdicción contencioso_administrativa, inicialmente considerada como
la de mayor rendimiento, ha venido sufriendo congestión, especialmente en
los asuntos laborales y contractuales. La duración promedio de un proceso
en esta jurisdicción es de tres años.
La congestión y el atraso tienen más su origen en problemas de organización
y gestión, y no necesariamente en el número de juzgados, materiales,
equipos o recursos, si se tiene en cuenta que los resultados obtenidos no
han mejorado, pese al aumento de recursos humanos y financieros. Las
principales causas administrativas de la sobrecarga de procesos, podrían
estar relacionadas con la existencia de zonas grises en materia de
competencias, la debilidad en los mecanismos de planeación y gerencia
sectoriales, la carencia de medios tecnológicos y la inadecuada
distribución regional de los recursos. Además, las instancias no judiciales
de resolución de conflictos no funcionan en forma adecuada por la carencia
de una reglamentación específica y de un conocimiento del ciudadano común
sobre el funcionamiento de dichas instancias.
V. LA CRISIS AMBIENTAL
Colombia tiene una gran riqueza de recursos naturales: 10% de la fauna y
flora mundiales, 19% de las especies de aves del planeta, más de 56.000
especies de plantas fanerógamas y más de 1.000 ríos permanentes. Sin
embargo, el uso irracional de estos recursos ha conducido a su creciente
deterioro, al aniquilamiento de la biodiversidad, la deforestación, la
degradación del suelo, el desecamiento de las fuentes de agua, la
destrucción de manglares y la contaminación del agua y el aire. En fin, un
deterioro ambiental que afecta el bienestar actual y futuro de la
población.
Las causas de los procesos de deterioro ambiental en el país son numerosas,
pero entre ellas vale la pena destacar: 1 las condiciones de libre acceso a
buena parte de los recursos naturales, lo que ha llevado a tasas de
extracción muy superiores a las que serían socialmente deseables; 2 la
ausencia de mecanismos que permitan cobrar por el deterioro ambiental (es
decir, por las externalidades negativas) que generan muchas actividades
productivas; 3 la pobreza y los bajos niveles educativos de gran parte de
la población colombiana, que la lleva a consumir intensamente los recursos
naturales y no le permite acceder fácilmente a tecnologías con las que
podrían mejorar su ingreso sin deteriorar el medio natural; a su vez, los
grupos más pobres son los más vulnerables a la contaminación, la
degradación del entorno y los desastres causados por el inadecuado manejo
de los recursos naturales; 4 los patrones de consumo, particularmente de
los grupos más ricos de la población, que se caracterizan por el uso
ineficiente de los recursos naturales renovables; 5 múltiples factores de
carácter internacional, tales como los términos inequitativos de
intercambio de productos básicos, la demanda de recursos de la fauna y la
flora silvestres, el consumo de drogas ilícitas, que contribuye a la
deforestación de valiosos bosques, y los daños ocasionados a los recursos
naturales comunes, como son el agotamiento de la capa de ozono o el
sobrecalentamiento de la atmósfera; 6 la reducida investigación en recursos
naturales renovables y en el manejo de la contaminación, que ha redundado
en una base científica y en un sistema de información inadecuados para
sustentar las propuestas de manejo de los recursos naturales, y 7 la
ineficacia de la administración pública para afrontar y orientar soluciones
concretas a los problemas ambientales.
A la fecha, más del 30% de la cobertura forestal nativa ha sido destruida.
Este proceso continúa, ya que se siguen desforestando entre 300.000 y
800.000 hectáreas por año, con un número probable de 600.000 has./año. A
pesar de ello, en los últimos seis años sólo se plantaron 94.000 has. y el
total reforestado en las dos últimas décadas no supera las 300.000 has. De
los 48 millones de hectáreas de bosques que aún quedan en pie, el 82%
constituyen zona de reserva forestal. De éstas, un 60% son poco
susceptibles de deforestación por estar localizado en el ecosistema
amazónico, pero cerca de 6 millones de hectáreas en la zona andina y las
regiones costeras Pacífica y Atlántica son accesibles y se encuentran en un
proceso de destrucción.
A pesar de los variados esfuerzos realizados por los Gobiernos para
promover la reforestación, la industria colombiana continúa dependiendo de
los bosques naturales para el abastecimiento de materias primas: al rededor
del 65% del consumo total de productos forestales proviene de bosques
naturales en la Costa Pacífica.
Con el fin de conservar su riqueza natural, el país ha venido desarrollando
un sistema nacional de áreas protegidas. En la actualidad cuenta con 33
parques nacionales, dos reservas naturales, siete santuarios de flora y
fauna y una zona ecológica especial. Este sistema, que cubre una área de 9
millones de has., presenta restricciones para su manejo eficiente, en razón
de problemas de tenencia de tierra, presiones colonizadoras, una
administración centralizada de los mismos, la subvalorización de los
servicios que prestan, la falta de recursos humanos calificados, la escasez
de recursos financieros, la poca participación ciudadana en su
conservación, la producción y transporte de narcóticos en los mismos, y los
problemas de violencia y conflicto social.
Colombia es un país rico en recursos hídricos, pero su uso es deficiente.
El rendimiento hídrico promedio es de 58 lts./s./km², que presenta notables
variaciones interregionales e intertemporales como resultado de los ciclos
hidrológicos. Así, existen zonas donde estos rendimientos superan los 140
lts./s./km² y 5 millones de hectáreas están sometidas a inundaciones
periódicas, pero en el 14% del territorio nacional hay déficit de agua. Así
mismo, el agua subterránea es una fuente potencial importante para el
abastecimiento, ya que 31% del agua dulce del país está contenida en los
acuíferos. Además, el territorio nacional cuenta con más de 2.5 millones de
hectáreas de humedales con una alta productividad de biomasa, que contienen
el 87% del volumen de los cuerpos de agua de corriente. Estas áreas
inundables, asociadas con las ciénagas, están localizadas principalmente en
la región Caribe y en las planicies aluviales y altillanuras de la
Orinoquía. Por último, el país cuenta con los océanos Pacífico y Atlántico,
ecosistemas vitales para el desarrollo sostenible.
No obstante la riqueza en recursos hídricos, las alteraciones en los
ecosistemas que regulan el agua han generado problemas de escasez. Las
cuencas en los páramos, 2.6% del territorio colombiano, que retienen
grandes cantidades de agua que al dosificarse garantizan un caudal contínuo
a las corrientes, son inadecuadamente utilizadas y afectan áreas
estratégicas para la sostenibilidad de la red hídrica nacional. Además, se
presenta una sobreexplotación y contaminación del agua y graves indicios de
desertificación en diversas regiones del territorio nacional. A su vez, el
23% de la población no dispone del suministro de agua para uso doméstico y
ciudades como Santa Marta, Pasto y Tunja han sufrido severos racionamientos
del servicio de agua por agotamiento de sus fuentes abastecedoras. De otro
lado, el uso de aguas subterráneas se hace de manera poco eficiente, con
sobreexplotación en algunos acuíferos de zonas como la Sabana de Bogotá, la
Guajira y Córdoba. Se desconoce también la importancia de los humedales,
vitales para la regulación ecológica. Una parte importante de ellos han
sido desecados y otros tantos sufren contaminación de origen industrial,
agrícola, pecuaria o doméstica. Igualmente se han degradado ecosistemas de
alta productividad ictiológica como ciénagas, manglares y arrecifes de
coral. En las zonas costeras se presentan altos niveles de contaminación en
los puertos.
Por sus características geológicas, topográficas y climáticas, Colombia es
un país propenso a sufrir desastres naturales como terremotos, maremotos,
erupciones volcánicas, inundaciones, deslizamientos, avalanchas y
huracanes, entre otros. Los eventos que más afectaron el territorio
nacional en 1993 fueron: inundaciones (76.5%), vendavales (14.1%),
deslizamientos (4%), sismos (2.9%), erupciones volcánicas y otros (2.5%). A
pesar de que los sismos se presentan en un porcentaje menor, su capacidad
de destrucción es grande. La región Pacífica es de alta vulnerabilidad
sísmica y tsumagénica (maremotos), situación que conlleva riesgos de
inundación y destrucción.
Por otra parte, unido a la deforestación y al mal uso de los recursos
hídricos, se presenta una degradación permanente del suelo. El 49.5% de los
suelos presenta algún grado de erosión, de la cual un 23.4% es catalogada
como severa, particularmente en la zona andina. Se estima que anualmente
entre 170.000 y 200.000 hectáreas de terreno quedan sujetos a erosión.
La diversidad de los recursos edáficos, hídricos y climáticos, determinada
por las características de la cadena montañosa de los Andes, otorga
ventajas comparativas para la producción agropecuaria. Ello exige un uso
apropiado del suelo y la utilización de tecnologías y prácticas de cultivo
adecuadas a las condiciones locales. No obstante, la deforestación, los
conflictos por la propiedad de la tierra, un uso inconveniente del suelo y
de tecnologías, perpetúan el desarrollo de sistemas de producción agrícola
en zonas sin esa vocación y la utilización de tecnologías inadecuadas en
áreas potencialmente útiles para la agricultura, lo cual ha conducido a
procesos de erosión y pérdida de la capacidad productiva de los suelos.
El deterioro ambiental, el inadecuado manejo de los recursos naturales y la
deficiente prevención de riesgos, son responsables de múltiples desastres.
Las poblaciones más pobres son las más vulnerables a ellos, ya que se
localizan en zonas de alto riesgo de inundación o en sitios inestables en
los límites de las ciudades.
La calidad del medio ambiente de los principales centros urbanos del país
se ha deteriorado significativamente en las últimas décadas. Los
principales problemas de calidad de aguas originados por fuentes puntuales
de contaminación pueden agruparse de la siguiente manera: 1 descargas de
materia orgánica de fuentes residenciales e industriales, que reducen o
eliminan completamente el oxígeno disuelto de las corrientes, causando
impactos sobre la vida acuática y su calidad estética; 2 presencia de
organismos patógenos por descargas de origen residencial y de algunos tipos
de industrias, que representan riesgos severos para la salud de
consumidores de agua de las fuentes receptoras o de productos agrícolas
regados con ellas, y 3 presencia de sustancias peligrosas descargadas por
las industrias, las cuales pueden causar efectos acumulativos y/o
persistentes de consecuencias aún más graves para la salud.
Menos del 5% de los 1.044 municipios del país tratan sus aguas residuales
antes de disponerlas y entre las ciudades de mayor tamaño, tan sólo
Bucaramanga cuenta con planta de tratamiento de aguas residuales. Además,
los problemas de calidad de aguas originados por fuentes no puntuales han
sido estudiados inadecuadamente en el país. Estimativos preliminares
sugieren que la aplicación de pesticidas en 1.2 millones de hectáreas, que
se dedican a los ocho cultivos con mayores consumos, es del orden de 9 a 13
Kg./ ha._año, en tanto que la aplicación de fertilizantes en las 4.5
millones de hectáreas de zona agrícola oscila entre 230 y 290 Kg./ha._año.
Estas cifras sugieren que en algunas zonas del país pueden existir
problemas importantes de contaminación por escorrentía y percolación
agrícola.
El manejo de aproximadamente 14.000 toneladas de residuos sólidos
domésticos producidos diariamente en el país es aún muy deficiente. Algunas
ciudades como Santafé de Bogotá, Medellín, Cartagena o Manizales cuentan
con rellenos sanitarios, pero sus especificaciones y manejo son
inapropiados. Las labores de almacenamiento, transporte, tratamiento y
disposición de las aproximadamente 700 toneladas de residuos peligrosos
producidas diariamente ocasionan problemas ambientales críticos.
Los niveles de contaminación del aire en algunas de las principales
ciudades del país como Barranquilla, Bogotá, Cali, Medellín y Sogamoso
superan las normas existentes. Estas concentraciones se elevan en los
períodos de inversión térmica, frecuentes particularmente en los primeros
meses del año. A nivel nacional, las fuentes móviles contribuyen
aproximadamente con el 61% del volumen total generado de monóxido de
carbono, hidrocarburos, óxidos de nitrógeno, partículas en suspensión y
óxidos de azufre y las fuentes fijas aportan el 39% restante. En el sector
industrial, se han identificado cerca de 5.600 fuentes importantes de
contaminación, de las cuales un 80% se concentra en los siete corredores
industriales: Bogotá-Soacha, Cali_Yumbo, Medellín_Valle de Aburrá, Valle
del Sogamoso, Barranquilla_Soledad, Barrancabermeja y Cartagena_Mamonal.
En las últimas décadas se han identificado amenazas al medio ambiente cuya
naturaleza es de carácter global, y que para su solución requieren de
acciones concertadas a nivel mundial. Dentro de estas amenazas, las
principales son: 1 la creciente emisión de gases, tales como el metano y
dióxido de carbono, que pueden tener como efecto el calentamiento de la
superficie de la tierra y los cambios subsecuentes en el clima; 2 la
producción de sustancias que destruyen la capa de ozono, tales como los
fluorocarbonados, que tienen como efecto la penetración de rayos
ultravioleta a la superficie de la Tierra, con graves consecuencias para la
vida en el planeta, y en particular para la salud humana; 3 la destrucción
masiva de los bosques, en particular de los tropicales, con el consecuente
declive de la biodiversidad y posibles desequilibrios ecológicos; 4 la
sobrepesca, las prácticas inadecuadas de aprovechamiento de los recursos
del mar y costeros, y la contaminación de los océanos, que ponen en peligro
la existencia de ecosistemas críticos para la vida marina.
Adicionalmente, es necesario subrayar una amenaza que se cierne sobre los
países en desarrollo en su camino hacia el desarrollo sostenible: la
tendencia que se observa en el comercio internacional de utilizar lo
ambiental como una barrera para impedir el acceso de los productos de los
países en desarrollo a los mercados de los países industrializados. Así lo
confirma la reciente experiencia de Colombia con atún y las diversas
situaciones presentadas con la exportación de pieles de los zoocriaderos,
las flores y el carbón, para mencionar los casos más significativos.
De otro lado, la carencia de una política explícita de población que
oriente y articule acciones en la búsqueda de metas de crecimiento,
estructura y distribución poblacional, así como de la relación entre
pobreza y medio ambiente, se traduce en la inexistencia de instancias de
articulación y coordinación de acciones entre población y medio ambiente.
La Constitución de 1991 estableció la función ecológica de la propiedad,
señaló los deberes y derechos ambientales a cargo del Estado y de los
ciudadanos, ordenó la formulación de políticas ambientales como parte del
Plan Nacional de Desarrollo e introdujo la noción de desarrollo sostenible
como meta para la sociedad. Acorde con este mandato, se expidió la Ley 99
de 1993, se creó el Ministerio del Medio Ambiente y el Sistema Nacional
Ambiental. Se fijaron así los principios de una política ambiental
coherente, con unas bases jurídicas, institucionales, técnicas y
financieras para garantizar una gestión ambiental verdadera, efectiva y
eficiente. Estas reformas ya iniciadas, deben continuar en este cuatrienio
con la organización y puesta en marcha del Sistema Nacional Ambiental y la
inclusión de lo ambiental como un factor de desarrollo en las políticas y
programas que adelante el Estado.
VI. ESTRUCTURA Y TAMAÑO DEL ESTADO COLOMBIANO
La Constitución de 1991 incorporó y amplió el principio de intervención
estatal que las reformas de 1936 y 1968 le habían incluido a la vieja
Constitución de 1886. Así, se establecen como parte de los objetivos de la
intervención estatal, "conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de
los habitantes"; "distribuir en forma equitativa las oportunidades y los
beneficios del desarrollo" y "la preservación de un ambiente sano". Crea,
además, un complejo sistema de planeación nacional y regional, articulado
en torno a un sistema nacional de planificación, donde están representadas
las entidades territoriales y los sectores económicos, sociales,
ecológicos, comunitarios y culturales.
Así mismo, la nueva Carta Política incluyó la noción de "democracia
participativa", instrumento que permitió la creación de nuevos espacios de
interacción entre el Estado y la sociedad civil. Fortaleció, además, el
proceso de descentralización, amplió los espacios de concertación económica
y abrió nuevas posibilidades de participación del sector privado en la
prestación de servicios públicos y sociales.
Si bien en la década de los noventa el gasto público se incrementó en forma
notable, en parte como respuesta a los cambios institucionales y a las
nuevas responsabilidades consagradas en la Constitución de 1991, el Estado
colombiano es pequeño en comparación con países de similar nivel de
desarrollo.
Medido por el tamaño del gasto público, el Estado colombiano ha mostrado un
ritmo de crecimiento escalonado a lo largo de las últimas décadas: de
representar 12.6% en la primera mitad de los años sesenta, 20.0% en igual
período de los setenta y 25.5 % durante el primer lustro de los ochenta,
alcanzó un nivel de 30.2% en promedio entre 1990 y 1994. Tanto en los años
setenta como en la década actual, el principal impulsor del gasto fue la
Administración Pública, mientras que en los años ochenta este papel
correspondió a las empresas industriales y comerciales del Estado (Cuadro
2.6) Creado en el texto original.
No obstante lo anterior, el Estado colombiano medido a través del gasto del
gobierno central, sigue teniendo un tamaño normal o es incluso
relativamente pequeño. En efecto, en 1992 los gastos del gobierno central
colombiano como proporción del PNB eran muy inferiores a los de los países
desarrollados. Eran, igualmente más bajos que los de los países asiáticos
de rápido crecimiento (NICs), y se encontraban entre los más bajos de
América Latina. Aun, si se tienen en cuenta los aumentos más recientes,
estas afirmaciones siguen siendo válidas.
En términos estructurales, el Estado colombiano ha experimentado dos
cambios importantes en los últimos años. El primero es la apertura a la
actividad privada de sectores tradicionalmente reservados al sector
público, tanto en infraestructura, como en servicios sociales (seguridad
social). Este proceso ha estado acompañado, en forma todavía incipiente,
por el desarrollo de marcos regulatorios apropiados, que garanticen la
competencia en la prestación de los servicios hasta donde esto sea posible,
y la defensa de los consumidores. No obstante, algunos de los ensayos
iniciados de apertura de la infraestructura a agentes privados, ha
implicado riesgos elevados para el Estado en forma de garantías de
rentabilidad de diferente tipo, que en algunas ocasiones pueden resultar
onerosas. El avance de este proceso requiere, por lo tanto, de la
consolidación y desarrollo de regulaciones apropiadas y de mecanismos de
participación en los cuales el sector privado asuma efectivamente los
riesgos que implica toda actividad de inversión.
El segundo cambio importante que viene experimentando el Estado colombiano
es la transferencia de responsabilidades políticas, fiscales y de gasto
público a los niveles subnacionales de gobierno. Las transferencias de
recursos y responsabilidades fueron consagradas en los artículos 356 y 357
de la Constitución Nacional y en sus desarrollos posteriores,
fundamentalmente en la Ley 60 de 1993 de Competencias y Recursos. Este
proceso no ha estado acompañado, sin embargo, de un fortalecimiento
institucional de la débil estructura fiscal de las entidades territoriales,
sobre todo de los departamentos. Como resultado de ello, las finanzas de
las entidades territoriales han mostrado una dependencia cada vez mayor de
transferencias del nivel central.
El cuadro 2.7 (creado en el texto original) presenta la evolución de los
ingresos y gastos del sector público por niveles de gobierno. Allí se
observa que mientras en 1981 los ingresos propios de los departamentos
constituían el 19.5% de los ingresos totales del sector público y 3.2% del
PIB, en 1994 representaban tan sólo 8.8% de los ingresos totales del sector
público y 2.9% del PIB. En el mismo período, el gasto total de los
departamentos como proporción del PIB se incrementó de 4.3 a 5.1%. Como
consecuencia de estas tendencias, el grado de dependencia fiscal de los
departamentos aumentó en forma considerable.
Así, mientras en 1981 la relación de ingresos propios a gastos era del
0.74%, para 1994 había disminuido a 0.56%.
La estructura fiscal de los municipios ha sido más dinámica. Sus ingresos
propios crecieron en términos reales entre 1981 y 1994 a una tasa de 9.3%
anual, superior al crecimiento del PIB, aunque inferior al crecimiento de
los ingresos del nivel central (11% anual). Por este motivo, aunque los
ingresos propios de los municipios aumentaron como proporción del PIB, del
2.1 a 4.2%, su participación en los ingresos totales del sector público
disminuyó del 12.9 al 12.7%. Por su parte, los gastos de los municipios se
incrementaron en forma más dinámica, del 3.7 a 6.8% del PIB; por este
motivo, el grado de dependencia fiscal cayó, a diferencia de lo sucedido
con los departamentos: del 0.57 a 0.62 entre 1981 y 1994.
Esta excesiva y creciente dependencia fiscal, así como la lentitud del
proceso efectivo de transferencia de responsabilidades y competencias
podrían convertirse, si no se corrigen a tiempo, en una seria amenaza para
las finanzas públicas consolidadas. Al tiempo que se consolide en los
próximos años la transferencia de competencias y recursos, es necesario
fortalecer institucional y fiscalmente a las entidades territoriales, para
evitar que el proceso de descentralización reduzca la eficacia de la acción
pública o termine por perjudicar la estabilidad macroeconómica.
CAPITULO 3
LA ESTRATEGIA MACROECONOMICA
La estrategia macroeconómica del Gobierno garantizará el mantenimiento de
los equilibrios macroeconómicos básicos, el manejo adecuado de las bonanzas
cafetera y petrolera y la apertura de la economía, fomentando activamente
la creación de empleo y corrigiendo al mismo tiempo las tendencias adversas
que han experimentado en los últimos años las tasas de cambio real y de
ahorro privado. Dada la arraigada indización de la economía, asociada a dos
décadas de inflación relativamente estable, el mantenimiento de equilibrios
macroeconómicos básicos, aunque indispensable, no es una condición
suficiente para garantizar el descenso de las tasas de inflación. Por este
motivo, el Gobierno ha propuesto la realización de un Pacto de
Productividad, Precios y Salarios que complemente los esfuerzos que en
materia macroeconómica acuerdan el Gobierno y el Banco de la República. Por
otra parte, frente a los efectos nocivos que ha generado el contrabando e
importaciones masivas realizadas en condiciones distorsionadas de precios,
el proceso de apertura exige algunos ajustes orientados a fortalecer la
función aduanera y los mecanismos de salvaguardia y defensa frente a la
competencia desleal.
Esta política macroeconómica, unida a las estrategias social y de
competitividad, permitirán mantener un ritmo de crecimiento promedio del
producto interno bruto del 5.7% anual entre 1994 y 1998 (Capítulo 4). El
crecimiento del PIB per cápita, del 3.8% anual, será uno de los más altos
de la historia económica del país; de hecho, sólo es comparable a aquellos
que alcanzó el país durante el segundo lustro de los años veinte y entre
1967 y 1974. Este patrón de crecimiento, complementado por una política
activa de generación de empleo, permitirá crear más de 1.5 millones de
nuevos puestos de trabajo durante el período de ejecución del plan; la
dinámica de generación de empleo se detalla en el capítulo 8 del plan.
I. DEFENSA DE LA TASA DE CAMBIO
La justificación básica de la apertura económica descansa sobre las
ventajas de una mayor especialización de la economía, que permite explotar
las economías de escala y orientar los recursos productivos hacia aquellos
sectores en los cuales el país tiene ventajas competitivas. Las virtudes de
la especialización son obviamente mayores en economías pequeñas, como la
nuestra, cuyas posibilidades de profundización productiva a través de la
sustitución de importaciones están virtualmente agotadas. De lograrse este
propósito, el dinamismo del sector exportador tiende a generar un "círculo
virtuoso" de mayor inversión e incrementos en productividad que se traduce
en mayores ritmos de crecimiento económico.
La experiencia de los últimos años indica, sin embargo, que este proceso
dinámico de crecimiento exportador no es un producto automático de la
liberación comercial. Requiere como contrapartida esfuerzos por garantizar
el capital humano y la infraestructura necesaria para un mayor crecimiento
económico y políticas sectoriales activas, orientadas a mejorar las
condiciones de competitividad. Igualmente importante, esta experiencia
indica que el objetivo de acelerar el desarrollo exportador no se alcanzará
si no se logra quebrar la tendencia adversa que ha experimentado la tasa de
cambio real en los últimos años. En efecto, la revaluación real del peso ha
frenado a partir de 1991 el crecimiento del sector exportador y ha hecho
que la expansión global de la economía recaiga excesivamente sobre los
sectores productores de bienes no comercializables internacionalmente. La
defensa de la tasa de cambio real y la reversión gradual del proceso de
apreciación del peso observado entre 1991 y 1994 son, por lo tanto, uno de
los requisitos esenciales para que tenga éxito el proceso de
internacionalización de la economía.
En los dos últimos años, la fuente fundamental de presión sobre el mercado
cambiario, que se reflejó en la tendencia a la revaluación del tipo de
cambio, ha provenido de los flujos de capital del sector privado. En
efecto, pese a la bonanza cafetera, en 1994 el déficit en cuenta corriente
de la balanza de pagos se acercó a los US$3.000 millones. Esto indica que,
salvo por condiciones coyunturales en el mercado cafetero, que vienen
siendo manejadas mediante un mecanismo específico de estabilización, las
operaciones corrientes no son las que están generando presiones sobre el
mercado cambiario. Las proyecciones de la balanza de pagos corroboran esta
apreciación, ya que indican que, con los niveles actuales del tipo de
cambio real, la economía arrojaría déficit corrientes significativos aun
cuando se inicie la bonanza petrolera en 1997 y 1998. Como, además, el
endeudamiento externo del sector público ha tenido una tendencia a la baja
en los últimos años, el exceso de oferta de divisas ha provenido
fundamentalmente de los flujos privados de capital, particularmente
aquellos que han llegado al país en forma de crédito.
El comportamiento de estos flujos ha introducido elementos
desestabilizadores en el mercado de divisas. En efecto, las expectativas de
abundancia de divisas y, por ende, de apreciación del tipo de cambio, han
generado incentivos a contratar mayores montos de endeudamiento externo.
Sin embargo, según hemos visto, estos últimos son la fuente fundamental de
la abundancia de divisas que actualmente experimenta el país. Así las
cosas, el endeudamiento privado, la abundancia de divisas y la revaluación
se retroalimentan, generando un "círculo vicioso" que contribuye a acentuar
las tendencias adversas que ha venido experimentando el mercado cambiario.
Las entradas de capitales tienen como contrapartida el fuerte
debilitamiento que ha experimentado el ahorro privado. Ambos procesos están
interrelacionados: el déficit privado genera unas necesidades globales de
financiamiento que sólo se pueden satisfacer mediante flujos provenientes
del resto del mundo, pero el fácil acceso al financiamiento externo permite
que a los agentes privados reduzcan sus esfuerzos de ahorro interno. Por
este, motivo, los encajes sobre pasivos en moneda extranjera de las
entidades financieras, así como los sobrecostos que se impusieron al
endeudamiento externo a plazos menores a cinco años, entre ellos las
medidas acordadas entre el Gobierno Nacional y el Banco de la República,
buscan contrarrestar tanto la presión sobre el mercado de divisas como el
debilitamiento del ahorro privado. El Conpes determinó complementariamente
el pasado mes de agosto una separación estricta de los flujos de inversión
extranjera directa de los de endeudamiento, dejando los primeros totalmente
libresy los últimos sujetos a las regulaciones sobre flujos de corto plazo
que expida la Junta Directiva del Banco de la República.
Otra causa de la revaluación real ha sido el excesivo crecimiento de la
demanda agregada interna en los últimos años, que ha sido presionado el
mercado de los bienes y servicios que no se comercializan
internacionalmente (construcción y servicios). Este fenómeno ha conducido a
que, pese a la menor devaluación nominal, la inflación haya continuado
relativamente alta. El establecimiento de metas fiscales consistentes, la
restricción al endeudamiento externo de corto plazo del sector privado y al
crecimiento excesivo de la cartera del sistema financiero doméstico son,
por lo tanto, elementos esenciales e interrelacionados de la estrategia de
reversión de la tendencia a la apreciación del tipo de cambio real
observada en los últimos años.
Estas determinaciones indican que en los próximos años será necesario
mantener ciertas restricciones a la apertura financiera para que la
apertura comercial tenga éxito. Así lo ha reconocido, por lo demás, una
extensa literatura sobre la apertura en países en vía de desarrollo. El
Gobierno mantendrá, por lo tanto, este principio a lo largo de la
Administración. Conjuntamente con el Banco de la República, acordará,
además, metas macro_económicas en materia fiscal y de crecimiento de la
cartera del sistema financiero doméstico que sean consistentes con un
proceso gradual de devaluación de la tasa de cambio real en un marco de
reducción persistente de la inflación.
II. FORTALECIMIENTO DEL AHORRO DOMESTICO
La política de ahorro juega un doble papel en la estrategia macroeconómica
del Gobierno. En primer término, como lo ha aprendido el país con el manejo
de sus marcados ciclos cafeteros, el ahorró de los excedentes coyunturales
de divisas del sector exportador es esencial para evitar los traumatismos
que genera el exceso de divisas durante los períodos de buenos precios
internacionales, traumatismos que se conocen internacionalmente con el
nombre de "enfermedad holandesa" (aceleración de la inflación, revaluación
real y debilitamiento de los sectores productores de bienes
comercializables internacionalmente). Por otra parte, el ahorro doméstico
es esencial para mantener y elevar los niveles de inversión, sin los cuales
el país no podrá alcanzar mayores tasas de crecimiento económico.
A. Manejo de las bonanzas cafetera y petrolera.
A lo largo de su historia, Colombia ha acumulado una excelente experiencia
en el manejo de sus bonanzas cafeteras. Esta experiencia indica que una
parte importante de las bonanzas debe ahorrarse en el Fondo Nacional del
Café. Este ahorro permite evitar los traumatismos macroeconómicos
característicos de los períodos de bonanza, pero también acumular un
importante patrimonio que permite mantener unos mejores precios internos y,
por ende, unas mejores condiciones de vida en las zonas cafeteras durante
los períodos posteriores, relativamente largos, de bajas cotizaciones
internacionales.
La experiencia con el manejo de los ciclos cafeteros llevó, por lo tanto, a
los Gobiernos saliente y entrante a negociar con el gremio cafetero, el
pasado mes de julio, un mecanismo que permite ahorrar una proporción
importante de los ingresos adicionales generados por las altas cotizaciones
internacionales del grano. El mecanismo diseñado contiene varias
innovaciones importantes. Por primera vez en la historia del país, no se
acordó ningún uso fiscal de los ingresos generados por la bonanza; más que
nunca, por lo tanto, la bonanza en curso será de los cafeteros. Por otra
parte, también por primera vez, se acordó que los mayores ingresos se
ahorrarían directamente en el exterior; este mecanismo es congruente con el
nuevo régimen y con los objetivos cambiarios. Por último, el acuerdo
establece un mecanismo automático de ajuste de los precios internos en
función de las cotizaciones internacionales. Un mecanismo de este tipo es
esencial para regular un producto sujeto a fuertes inestabilidades en sus
cotizaciones.
La bonanza petrolera que experimentará el país una vez comiencen a
explotarsen a plena capacidad los campos de Cusiana y Cupiagua, llevó al
Gobierno a proponer al Congreso de la República la creación de un mecanismo
similar de ahorro de los excedentes de divisas: un Fondo de Estabilización
Petrolera. Como la fuente principal de presión sobre el mercado cambiario y
la demanda doméstica proviene, en el caso del petróleo, de los ingresos
fiscales asociados a dicha actividad, el mecanismo propuesto busca ahorrar
en el exterior una parte de los mayores ingresos fiscales que reciben la
Nación (Ecopetrol), el Fondo Nacional de Regalías y los departamentos y
municipios petroleros (incluidos los puertos petroleros). El ahorro se hará
directamente en divisas y será manejado por el Banco de la República bajo
las orientaciones que trace un Comité Directivo en el cual tendrán
participación todas las entidades que contribuyen al Fondo. La propiedad de
los ahorros se mantendrá en todo momento en poder de las entidades públicas
correspondientes.
A través de esta iniciativa se busca, además, aumentar la eficiencia de la
inversión pública. La experiencia colombiana e internacional indica que,
cuando una entidad pública recibe ingresos extraordinarios que gasta
rápidamente, una parte de ellos termina consumiéndose o invirtiéndose en
proyectos de baja rentabilidad social, ya que éstos no son estudiados con
el rigor deseable, ni se hacen las provisiones necesarias para minimizar
sus costos. Al repartir recursos fiscales que se concentrarían en unos
cinco años en un período tres veces mayor, se mejora la asignación de los
recursos públicos y, por ende, se incrementan los efectos sobre el
desarrollo regional y nacional de la bonanza petrolera.
B. Ahorro y crecimiento económico.
Según vimos en el Capítulo 2, el ahorro privado ha experimentado un
deterioro sustancial en los últimos años. Mientras el ahorro público se ha
mantenido en niveles superiores al 8% del PIB, el ahorro privado disminuyó
del 14.1 al 7.3% del PIB durante la década actual. Como resultado de ello,
en 1994, el ahorro nacional, equivalente al 15.5% del PIB, es uno de los
más bajos de la historia del país y muy reducido en relación con aquellos
países que han mantenido altos ritmos de crecimiento económico.
Gracias al complemento generado por el ahorro externo (equivalente en la
actualidad al 5_6% del PIB, un nivel excepcional para los patrones del
país) y al abaratamiento que han experimentado los bienes de capital en los
últimos años, la tasa de inversión real podrá mantenerse en niveles altos,
superiores al 24% del PIB, con lo cual el país podrá crecer a los ritmos
previsibles en los próximos años (5.7% anual). No obstante, la tasa de
inversión puede ser insuficiente en vista de las necesidades excepcionales
de modernización del aparato productivo y de la infraestructura del país y
es, en cualquier caso, baja en relación con los países en desarrollo de
mayor crecimiento. La excesiva dependencia del endeudamiento podría,
además, aumentar la vulnerabilidad financiera de las empresas privadas.
Las tasas de interés deberán ser también uno de los factores que estimulen
la recuperación del ahorro privado sin que se conviertan en un obstáculo
para el crecimiento de la inversión. El proceso de apertura de la economía
colombiana junto con el desarrollo del sector financiero y el mercado de
capitales permitirá que las tasas de interés domésticas converjan a los
niveles internacionales, ya que los diferenciales de rentabilidades interna
y externa no pueden mantenerse por plazos largos. La tasa de interés es un
poderoso instrumento de estabilización de corto plazo, pero ésta no debe
alcanzar niveles que la conviertan en un factor de desestabilización e
incertidumbre macroeconómicas, además de estímulo a la especulación
financiera o en elemento de presión revaluacionista del tipo de cambio.
El mantenimiento de altas tasas de ahorro del sector público y la
recuperación del ahorro privado son, por lo tanto, esenciales para mantener
un rápido crecimiento económico con estabilidad en los próximos años. A
ello contribuirá la restricción al endeudamiento externo. Serán
indispensables, además, desarrollos paralelos de grandes dimensiones en el
sector financiero y los mercados de capitales domésticos. El
fortalecimiento de la sociedad anónima abierta y del mercado accionario, el
desarrollo de los Fondos de Pensiones Privados y, en general, de los nuevos
inversionistas institucionales, los avances de la banca de inversión y la
extensión de nuevos instrumentos de intermediación y cobertura de riesgo,
son esenciales para acrecentar y canalizar más eficientemente el ahorro
doméstico. En particular, es necesario fomentar el desarrollo de nuevos
instrumentos que encaucen el ahorro privado hacia títulos de propiedad y de
deuda de largo plazo, aumentando la liquidez y reduciendo el riesgo de
dichas inversiones, y aminorar, así, el sesgo histórico hacia la inversión
en títulos de deuda de corto plazo. Por otra parte, la apertura de
posibilidades e incentivos para que los colombianos realicen inversiones de
riesgo y de portafolio en el exterior contribuirá también a estimular el
ahorro y el desarrollo de los mercados de capitales.
En este contexto, el Gobierno Nacional creó una Misión para el Desarrollo
del Mercado de Capitales que permitirá identificar las limitaciones,
institucionales, regulatorias o de otro tipo, que dificultan el desarrollo
del mercado doméstico de capitales; analizará la conveniencia de introducir
esquemas desarrollados en otros países; propondrá estrategias para
incrementar la oferta de valores por parte de los sectores público y
privado, incluidos los nuevos mecanismos financieros que hacen posible la
participación del sector privado en el desarrollo de la infraestructura y
formulará recomendaciones para desarrollar en Colombia instrumentos de
cobertura de riesgo (futuros, opciones, etc.) e implantar la valoración de
portafolios a precios de mercado. Por otra parte, vinculado al mismo
propósito de desarrollo y aprovechamiento del mercado de capitales, el
Gobierno, en desarrollo de la Ley de Servicios Públicos, convertirá las
empresas de servicios públicos en sociedades por acciones, permitirá la
participación de accionistas privados en el capital accionario de ellas y
las hará partícipes de los nuevos mecanismos de ahorro y financiamiento que
se vienen desarrollando en el país.
III. REDUCCION DE LA INFLACION: PACTO SOCIAL DE PRODUCTIVIDAD, PRECIOS Y
SALARIOS
El crecimiento generalizado de los precios constituye a todas luces un
elemento de ineficiencia que reduce la capacidad de crecimiento económico y
el bienestar de la población. Por ello, el Gobierno tiene entre sus
principales prioridades la de reducción persistente de los ritmos de
inflación. Con este propósito, trabajará conjuntamente con la Junta
Directiva del Banco de la República para la definición de políticas
macroeconómicas consistentes que permita, simultáneamente, bajar
paulatinamente el ritmo de crecimiento de los precios y defender la tasa de
cambio real.
La fuerte indización característica de la economía colombiana exige que los
esfuerzos macroeconómicos para reducir la inflación estén complementados
con iniciativas orientadas a desmontar la práctica de fijar los reajustes
de precios y salarios en función de la inflación pasada. De lo contrario,
los primeros pueden resultar muy costosos en términos de actividad
productiva o de desarrollo exportador (si la política antiinflacionaria
recae excesivamente sobre el manejo del tipo de cambios o,
alternativamente, las metas de inflación se incumplirán en forma reiterada,
generando una falta de credibilidad en los anuncios correspondientes del
Banco de la República o del Gobierno.
El Pacto Social de Productividad, Precios y Salarios ha sido concebido,
así, como un mecanismo para desmontar gradual y concertadamente la
indización de la economía, complementando los esfuerzos que en el frente
macroeconómico llevan a cabo el Gobierno y el Banco de la República para
reducir la inflación. Sin embargo, avanza un paso más allá en relación con
los esquemas tradicionales de negociación tripartita de ingresos y
salarios, al incluir en las negociaciones un tercer elemento: la
productividad. Con ello no sólo se reconoce que la productividad es la
clave para el aumento de los ingresos reales del conjunto de la población,
sino también el papel que juega esta variable en una economía abierta, como
fuente fundamental de la competitividad global del país.
El Pacto Social fomenta, además, los mecanismos de consenso y cohesión
social que son esenciales para superar la cultura de conflicto y violencia
que ha caracterizado a la sociedad colombiana en las últimas décadas. La
inflación permanente se caracteriza, en efecto, por un estéril conflicto
distributivo, en el cual cada agente económico, al fijar su precio o
demandar aumentos en su remuneración, cree poder ganar sobre el resto si
logra colocarse unos puntos por encima del promedio, o se cree engañado por
los otros agentes económicos que derrotan sus esfuerzos por aumentar su
nivel de vida. El Pacto busca, por lo tanto, reemplazar este conflicto,
cuyo resultado global es que la inflación se mantiene sin que nadie gane o
se beneficie de la pugna distributiva, por un consenso que permite reducir
la inflación. Permite, además, enfocar el consenso hacia la única variable
que en términos económicos permite el mejoramiento del nivel de vida de
todos: la productividad.
El Pacto tiene, así, tres aspectos fundamentales. En primer término, no
reemplaza sino que complementa los esfuerzos de estabilización en el frente
macroeconómico. En segundo lugar, se basa en el compromiso que asumen todos
los agentes involucrados (Gobiernos Nacional y locales, empresarios y
trabajadores) de fijar sus precios y remuneraciones en función de un
objetivo común: reducir gradualmente la indización de la economía.
Finalmente, introduce el concepto de productividad en la fijación de
ingresos y salarios y concentra, así, la atención de todos los agentes
económicos sobre la única variable que permite elevar simultáneamente el
nivel de vida de toda la población. Como todos los agentes, el Gobierno
Nacional asume un doble compromiso: fijar los precios de los bienes y
servicios que produce (servicios públicos y gasolina) o controla (avalúos
catastrales, arrendamientos, medicamentos) en función del objetivo de
inflación y aumentar la productividad de las empresas públicas.
Para reducir el efecto de fenómenos contrarios a los objetivos del Pacto
Social que alteren el bienestar de la comunidad y menoscaben la capacidad
adquisitiva de los consumidores, el Gobierno garantizará el respeto de sus
derechos a la protección, la representación, la información, la educación,
la indemnización, la libre elección de los bienes y servicios que requieren
para su subsistencia y a ser oídos por los poderes públicos. Para tales
fines, la Administración apoyará la creación y el fortalecimiento de las
asociaciones y ligas de consumidores.
IV. UNA POLITICA ACTIVA DE EMPLEO
Los positivos ritmos de expansión de la actividad productiva que se esperan
en los próximos años deben traducirse en una mejora en las condiciones de
empleo. Sin embargo, como lo evidencia la experiencia de Colombia y de
otros países, el crecimiento económico y el libre funcionamiento del
mercado no solucionan automáticamente los desajustes en el mercado de
trabajo. La apertura económica ha alterado, además, el patrón de desarrollo
del país, generando nuevas exigencias sobre el mercado de trabajo.
Según lo indica el análisis del Capítulo 2, el mercado laboral del país
parece estar enfrentando recientemente las fuertes presiones que reflejan
la presencia de desequilibrios estructurales que, de no atacarse
directamente, impedirían que la tasa de desempleo bajara de un nivel
relativamente alto.
El Gobierno pondrá en marcha, por lo tanto, una política activa de empleo,
orientada a garantizar que el mayor crecimiento y la apertura de la
economía se traduzcan efectivamente en una generación dinámica de puestos
de trabajo, a los que puedan acceder en igualdad de condiciones tanto
hombres como mujeres. Elementos esenciales de esta política serán el
fomento al Sistema de Formación Profesional, a sistemas modernos de
información sobre ofertas y demandas de mano de obra y la reestructuración
del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para fortalecer su capacidad
de diseñar y ejecutar las políticas de empleo. También hacen parte de esta
estrategia el diseño de programas de emergencia para grupos sociales y
regiones vulnerables: un subsidio al desempleo asociado, al reentrenamiento
de mano de obra y una política orientada a corregir problemas críticos de
desempleo en algunas zonas rurales y urbanas del país. El Gobierno pondrá,
finalmente, en marcha, en el marco de su política social, una agresiva
política de fomento a la economía solidaria y a la pequeña propiedad, cuyas
potencialidades en la generación de empleo son ampliamente conocidas. El
contenido concreto de estos programas se detalla en los Capítulos 5 y 8 del
plan.
V. CONSOLIDACION DE LA APERTURA ECONOMICA
La apertura económica ha insertado al país en el dinámico proceso de
globalización que viene experimentando la economía mundial en las últimas
décadas. La participación en este proceso es una gran oportunidad para
aprovechar las ventajas de la especialización productiva, de la
transferencia de tecnología y de los flujos de capital. El Gobierno no sólo
mantendrá el proceso de apertura sino que lo consolidará a través de una
más agresiva estrategia de internacionalización, que busque generar las
bases de una competitividad estable a través de una política de ciencia y
tecnología, de políticas sectoriales activas, y de inversiones en capital
humano e infraestructura.
La finalización, en 1993, de la Ronda Uruguay del GATT fue un paso
importante en la historia de la economía mundial. En esta negociación, la
más ambiciosa de las distintas rondas del GATT, se creó la Organización
Mundial de Comercio, OMC, se redujeron las barreras al comercio de bienes,
se integró por primera vez (aunque tímidamente) la agricultura a las
disciplinas multilaterales, se renegociaron los códigos de salvaguardias y
competencia desleal, se rediseñaron varios códigos nuevos en materia de
comercio (como el de medidas de comercio relacionadas con la inversión, el
de uso de restricciones para la defensa de la balanza de pagos y otros) y
se incorporaron al Acuerdo General nuevos instrumentos en materia de
propiedad intelectual y comercio de servicios. Estos acuerdos fueron
ratificados mediante la Ley 170 del 15 de diciembre de 1994. Con base en
esta ley el país debe avanzar hacia la adecuación de nuestras normas
internas de comercio exterior al nuevo marco normativo internacional. El
Gobierno colombiano será un defensor de estos acuerdos contra las
tendencias neoproteccionistas que tienden a hacerlos nugatorios y, hará,
por lo tanto, uso activo de los mecanismos de solución de diferencias que
se diseñaron en la Ronda.
La Administración ha puesto, igualmente, en marcha, los nuevos acuerdos de
integración (G_3 y Caricom) y mantendrá la dinámica de negociaciones
internacionales, especialmente con aquellas orientadas a consolidar los
vínculos de integración con otros países latinoamericanos y del Caribe.
Pondrá en marcha, además, un proceso de discusión nacional sobre la
integración hemisférica acordada en la cumbre de las Américas y la adhesión
al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y estudiará mecanismos
que permitan una mayor integración con la Cuenca del Pacífico. Algunas de
estas acciones se detallan en el Capítulo 10 del plan.
En materia de política arancelaria, el país propició el diseño de un
arancel externo común del Grupo Andino, aprobado en diciembre de 1994, lo
cual no excluye la posiblidad de que, en conjunto con los otros países
signatarios del Acuerdo de Cartagena, se efectúen los ajustes requeridos
para hacer más efectivo el sistema de aranceles escalonados, corrigiendo
distorsiones puntuales que existen en los mecanismos de protección.
El Gobierno mantendrá, además, la libertad de la inversión extranjera en
Colombia y de la inversión de empresas colombianas en el exterior. La libre
movilidad de la inversión directa en ambas vías, es en efecto, un elemento
esencial del proceso de internacionalización e incluso requisito básico del
éxito de la apertura comercial. La Administración reconoce que la inversión
extranjera directa es un instrumento decisivo para apuntalar el crecimiento
económico y para acelerar la transferencia de tecnología y la modernización
del aparato productivo. Espera, además, contar con el concurso activo de
empresas extranjeras en el desarrollo de los programas de infraestructura
del Plan de Desarrollo. Para estos propósitos, el Gobierno continuará las
negociaciones internacionales de acuerdos sobre protección mutua a la
inversión, manteniendo en cualquier caso, el respeto por los principios
constitucionales vigentes sobre expropiación.
En el frente interno, el proceso de apertura requiere ajustes para evitar
algunos efectos adversos que se han hecho evidentes en los últimos años. La
reforma más importante es el fortalecimiento de la función aduanera,
mediante el reforzamiento de las medidas policivas y la formalización del
proceso aduanero; con este último propósito, el Gobierno creó la figura de
las Sociedades de Intermediación Aduanera, establecerá un registro de
importadores tradicionales y utilizará en forma selectiva las compañías
certificadoras internacionales. Por otra parte, rediseñará el estatuto de
salvaguardias para adecuarlo a las normas de la OMC y lo utilizará como
mecanismo de defensa de aquellos sectores que vienen siendo severamente
afectados por importaciones masivas. Rediseñó, igualmente, y continuará
mejorando los procedimientos contra la competencia desleal para hacerlos
más ágiles y operativos.
CAPITULO 4
ESTRATEGIA DE INVERSION PUBLICA Y
EFECTOS MACROECONOMICOS DEL PLAN
Las decisiones en materia de composición del gasto público son la expresión
más concreta de la voluntad política del Plan de Desarrollo. Este capítulo
resume la estrategia de gasto a partir de los principales programas de
Gobierno, sus efectos sobre las finanzas públicas consolidadas y sus
fuentes de financiamiento. Se muestra, en particular, la decisión de hacer
un gran esfuerzo para incrementar la inversión social en Colombia,
elevándola de un promedio de 8.0% del PIB durante la década de los ochenta
y alrededor del 12.0% del PIB en 1994 aun 14.6% en 1998. El plan contempla
inversiones públicas adicionales importantes en infraestructura vial,
ciencia y tecnología, desarrollo agropecuario y medio ambiente. Los
fundamentos de las estrategias que subyacen detrás de estas propuestas de
gasto se analizan en los siguientes capítulos del plan.
Para incrementar el gasto público en estas áreas estratégicas, el Gobierno
reducirá los gastos en otros sectores, hará uso de los recursos que
contempla la política de concesiones y privatizaciones, contará con
aumentos previstos en los recaudos tributarios y hará mejoras sustanciales
en la administración tributaria. No obstante, para garantizar la
estabilidad y cumplir las metas de reducción de la inflación y defensa de
la tasa de cambio, es necesario mantener las tasas tributarias establecidas
por la Ley 6a. de 1992 y hacer un esfuerzo de racionalización de los
tributos existentes que generen mayores ingresos al Gobierno Nacional. El
Gobierno presentará un proyecto de ley al Congreso que contempla estas
reformas.
Cabe anotar que a diferencia de los demás capítulos del plan, las cifras
analizadas en este capítulo se refieren en su mayoría a operaciones
efectivas de caja y no a apropiaciones, con el fin de mantener la
consistencia con los escenarios fiscal y macroeconómico que se presentan en
las Secciones II y III.
I. LA RECOMPOSICION DEL GASTO PUBLICO
El Plan de Desarrollo identifica tres áreas críticas para la inversión
pública en el país en los próximos años. La primera es la inversión social.
El Salto Social que propone la Administración es esencial, no sólo como
base para la construcción de una sociedad más solidaria, sino como un
poderoso motor de desarrollo, ya que invierte en el recurso productivo más
importante de una nación: el capital humano. La segunda es la estrategia de
competitividad para la internacionalización. Esta estrategia exige
incrementar el gasto público en tres áreas: desarrollo vial, desarrollo
científico y tecnológico e inversión rural. Por último, como punto de
partida para el largo camino que debe recorrer el país para revertir el
deterioro ambiental que ha acumulado en las últimas décadas, el Gobierno
Nacional debe aumentar las inversiones en la recuperación y defensa del
medio ambiente.
A. La inversión social
En las dos últimas décadas, la inversión social en Colombia ha fluctuado
entre el 7 y el 9% del PIB. Durante este gobierno, los mayores aumentos del
gasto público se destinarán al sector social (gráfico 4.1) creado en el
texto original.
Para el sector público en su conjunto, la inversión en capital fijo y
transferencias regionales destinada al sector social se incrementará del
3.5% del PIB como promedio entre 1991_1994 al 6.3% del PIB en este
cuatrienio y el total de la inversión social del 9.3 al 14.1% (Cuadros 4.1
y 4.2) creado en el texto original. En el contexto del proceso de
descentralización, gran parte del gasto adicional, en especial en
educación, salud y agua potable y saneamiento básico, será realizado por
los departamentos y municipios, con transferencias de la Nación y aquellas
asignadas en el Plan de Inversiones al Sistema de Cofinanciación.
Los mayores recursos se destinarán a una variedad de programas. En términos
cuantitativos, los más importantes serán aquellos asociados al desarrollo
de la educación básica, al sistema de salud y a la Red de Solidaridad
Social. Esta última incluye programas de vivienda social rural y urbana,
empleo, nutrición y apoyo para mujeres jefes de hogar, entre otros.
Aunque cuantitativamente menos importantes en términos de recursos
fiscales, conviene resaltar los aumentos destinados a los programas de
democratización de la propiedad, en especial los de desarrollo campesino
(reforma agraria y desarrollo rural integrado) y microempresas. Igualmente,
la inversión social incluye los programas creados por la Ley 100 de 1993
destinados al pago de pensiones de ancianos indigentes. El impulso a la
política cultural, que tendrá como puntal el futuro Ministerio de la
Cultura, también recibirá un aumento importante de recursos.
B. La política de competitividad.
El significativo atraso que presentan el desarrollo científico y
tecnológico y la infraestructura, constituyen obstáculos para el
mejoramiento de la competitividad de la economía colombiana. Así mismo, la
crisis del sector rural exige un esfuerzo dirigido a capitalizar el sector
a través de un importante incremento en la inversión pública y privada.
La política de ciencia y tecnología del Gobierno ha establecido el objetivo
de elevar del 0.5 al 1.0% del PIB la inversión total del país en desarrollo
científico y tecnológico entre 1995 y 1998. Con ello se alcanzarán niveles
aceptables en comparación con los patrones internacionales. Para lograr
este objetivo, el Gobierno debe incrementar los recursos destinados a
investigación y difusión de tecnología del 0.18 al 0.44% del PIB durante el
cuatrienio, lo que significa que financiará cerca de la mitad de la
inversión total prevista en ciencia y tecnología (Cuadro 4.3) creado en el
texto original.
En cuanto a infraestructura, el doble efecto de la actualización del país
en materia de transporte, energía y telecomunicaciones, y los nuevos
desarrollos petroleros, exigirán recursos cuantiosos en los próximos cuatro
años. Según lo indica el capítulo 6, el Plan de Desarrollo prevé que las
inversiones en estos sectores se incrementarán en un 115% en relación con
los cuatro años precedentes. Sin embargo, la mayor parte de este
crecimiento recaerá sobre el sector privado, lo cual refleja la política de
vincular mayores recursos de este sector como elemento esencial para
reducir las deficiencias de la infraestructura del país, desarrollar
esquemas de inversión y prestación de servicios más eficientes, y
concentrar los recursos del Estado en aquellos campos con mayor impacto
social o donde las fallas de mercado son más evidentes.
No obstante el énfasis otorgado a las inversiones privadas en estos
sectores, las urgentes necesidades en el frente vial y la participación del
Estado en los desarrollos eléctricos y petroleros, exigirán que la
inversión pública aumente del 3.4% del PIB en el período 1991_1994 a 4.4%
en promedio durante la actual Administración (Cuadro 4.1) creado en el
texto original.
Por su parte, las mayores inversiones públicas en el sector agropecuario se
elevarán del 0.7 al 1.1% del PIB entre 1994 y 1998 (Cuadro 4.3) creado en
el texto original. Estas sumas representan los costos de los programas que
ha diseñado la Administración en materia de adecuación de tierras,
incentivo a la capitalización rural, comercialización y sanidad
agropecuaria, así como los mayores montos destinados a desarrollo rural
campesino y desarrollo tecnológico agropecuario, que forman parte de los
programas sociales y del plan nacional de ciencia y tecnología,
respectivamente. Adicionalmente, una parte significativa de los mayores
recursos asignados a educación, salud, la Red de Solidaridad Social y otros
programas sociales se destinará al sector rural, donde los índices de
pobreza y la baja cobertura de los servicios del Estado exigen una atención
preferencial.
C. Desarrollo sostenible.
Las inversiones en desarrollo sostenible, incluyendo los recursos que la
Ley 99 de 1993 destinó al sector (fundamentalmente una participación o
sobretasa al impuesto predial) y aquellos asignados por la Ley de Regalías,
se elevarán del 0.4% en 1995 al 0.5% del PIB en 1998. Por su parte, los
recursos destinados por el Presupuesto Nacional a este sector pasarán de
representar en promedio 0.09% del PIB en 1994 al 0.27% en 1998.
D. Cambios globales en la composición de la inversión pública.
Las prioridades establecidas en el plan implican cambios importantes en la
composición de la inversión pública. La participación sectorial en la
inversión total en los promedios de este plan frente al cuatrienio
anterior, indica que el sector social aumentará su participación del 48.5
al 57.3%, al igual que la participación de las inversiones en desarrollo
vial, medio ambiente y ciencia y tecnología. En la perspectiva histórica,
se puede apreciar que el mayor esfuerzo en justicia, defensa y seguridad ya
ha culminado. El leve descenso en la participación de infraestructura
energética y de telecomunicaciones en la inversión total es el resultado
del aumento sustancial de la participación del sector privado en la
financiación de dichos sectores.
II. RESULTADOS FISCALES GLOBALES Y FINANCIAMIENTO DEL PLAN
Siguiendo las metodologías tradicionales, los escenarios fiscales globales
que sirven de base para el Plan de Inversiones se expresan en términos de
operaciones efectivas del Gobierno central y del sector público
consolidado. Este análisis incluye, por lo tanto, los rezagos esperados en
la ejecución de los presupuestos asignados, previendo una reducción gradual
de dichos rezagos en relación con los patrones de los últimos años. Estos
escenarios se han realizado con base en los siguientes supuestos:
1. Los gastos de funcionamiento del Gobierno Central, excluyendo
transferencias, se proyectaron con base en el crecimiento de la inflación y
en el comportamiento previsto de la planta, salarios reales y la compra de
bienes y servicios de cada sector. De acuerdo con el resumen que se
presenta en el Cuadro 4.4, creado en el texto original, dichos gastos se
reducen gradualmente del 4.2% del PIB al 3.9% del PIB durante el
cuatrienio.
2. Las transferencias a los departamentos y municipios se distribuyen de
acuerdo con las leyes vigentes y evolucionan, por lo tanto, en función de
los ingresos corrientes y de las participaciones previstas.
3. La inversión del Gobierno Central se eleva del 2.6% en 1994 al 4.8% del
PIB durante el cuatrienio, teniendo en cuenta una mejora gradual en los
índices de ejecución.
4. Los ingresos del sector descentralizado se proyectaron de acuerdo con
los supuestos de bases volumétricas y precios de los escenarios
macroeconómicos, y los gastos de funcionamiento con base en los datos
históricos.
El Cuadro 4.4 creado en el texto original, presenta el escenario de
ingresos totales del Gobierno Central con base en los siguientes supuestos:
a. Se mantienen las tasas impositivas de la Ley 6a. de 1992. Bajo este
supuesto y las mejoras previstas en la gestión tributaria, los ingresos
tributarios se elevan ligeramente a lo largo del período de ejecución del
Plan.
b. Se mantiene durante los cuatro años una activa política de
privatizaciones y se otorgan concesiones en telecomunicaciones que, en
conjunto, generan ingresos adicionales para el Gobierno Central de un 0.7%
del PIB en promedio durante el cuatrienio.
c. Para garantizar, sin embargo, un balance fiscal global positivo durante
todo el cuatrienio, objetivo que se considera esencial para cumplir con las
metas macroeconómicas en materia de inflación y defensa del tipo de cambio
real, es necesario realizar un esfuerzo tributario adicional. Cabe anotar,
que cualquier reforma tributaria puede aumentar las tasas impositivas en
forma general, o bien aumentar los recaudos racionalizando la estructura
tributaria, reduciendo o eliminando exenciones o descuentos. Es esta última
alternativa la que favorece la actual Administración. La racionalización de
la estructura tributaria propuesta representa recaudos que se elevan
gradualmente hasta alcanzar el 1.4% del PIB en 1998 que, teniendo en cuenta
las transferencias a las entidades territoriales, representa un ingreso
neto para el Gobierno Central del 0.8% del PIB.
Con los anteriores supuestos, el sector público consolidado alcanza un
superávit promedio del 0.2% del PIB durante el cuatrenio y las finanzas
públicas se encuentran equilibradas durante los cuatro años del Gobierno
(Cuadro 4.5) creado en el texto original. El balance público superavitario
es el resultado de un sector central deficitario y un sector
descentralizado con excedentes financieros. En efecto, el déficit del
Gobierno Central alcanza en promedio 3.5% del PIB durante el cuatrienio,
resultado que se explica en gran parte por el incremento sustancial de las
transferencias a municipios y departamentos, sin las cuales el Gobierno
Central estaría presentando un ahorro sustancial. Lo anterior exige, por lo
tanto, una continua transferencia de recursos desde el sector
descentralizado hacia el Gobierno Nacional a través de inversiones forzosas
de las entidades estatales, incluido el ISS, en títulos de deuda del
Gobierno.
Adicionalmente, el gasto real del sector público consolidado, se
incrementará a una tasa anual promedio del 8.8% durante la Administración.
Dicho gasto, neto de transferencias intragubernamentales, se elevará del
30.3 al 34% del PIB entre 1994 y 1998, manteniéndose dentro de patrones
normales para países como el nuestro. Este incremento es compatible con los
objetivos macroeconómicos señalados en el Capítulo anterior y con un
crecimiento del PIB del 5.7% real anual en promedio durante el cuatrienio,
lo que representa una tasa de crecimiento por habitante superior a la que
alcanzó el país durante la fase de mayor crecimiento económico en el último
medio siglo, el período 1967_1974.
En cuanto al financiamiento, el Plan prevé que el saldo de la deuda externa
del Gobierno Central se mantendrá constante en términos del PIB, lo cual
equivale a un endeudamiento nuevo de aproximadamente US$1.233 millones por
año a partir de 1996. Estos recursos se obtendrán tanto de la banca
multilateral como de la banca comercial y la emisión de bonos en el mercado
internacional. El resto de las necesidades del Gobierno Central se
obtendrán en el mercado nacional, como inversiones de los fondos de
pensiones privados u otros agentes. En cualquier caso, la ausencia de un
déficit público consolidado implica que las necesidades netas de
financiamiento del Gobierno Nacional se verán contrarrestadas por
disminuciones en dichas necesidades en el caso del resto de entidades
públicas, con lo cual no se presenta una presión global sobre el mercado de
capitales.
III. IMPACTO MACROECONOMICO DEL PLAN DE DESARROLLO
A. Crecimiento de la actividad productiva.
Para analizar los efectos potenciales del Plan de Desarrollo sobre el
comportamiento sectorial y agregado de la economía colombiana se ha
utilizado como herramienta el modelo de equilibrio general computable del
DNP. Con este instrumento, se simulan, en particular, los efectos del plan
de inversión en infraestructura y la inversión social.
Las ventajas de la inversión en infraestructura han sido ampliamente
estudiadas a nivel internacionaly empíricamente verificadas para economías
como la colombiana. En efecto, los estudios demuestran que un aumento del
capital en infraestructura de 1% incrementa la productividad multifactorial
en 0.14%, elevando la rentabilidad privada y estimulando la inversión.
Con respecto a la inversión social, la nueva teoría del crecimiento enseña
que aumentos en los niveles de educación y salud de la población, además de
mejorar la distribución del ingreso y reducir los niveles de pobreza,
incrementan la productividad laboral y generan las condiciones para la
innovación tecnológica. La evidencia empírica para Colombia apoya estas
hipótesis. En efecto, estimaciones recientes muestran que la productividad
laboral tiene una elasticidad de 0.09 con respecto al gasto público en
educación y del 0.06 con respecto al gasto público en salud.
Con base en estas premisas y tratando de cuantificar los efectos del Plan
de Desarrollo, se realizaron cuatro simulaciones: la primera supone que ni
la inversión en infraestructura ni la inversión social se incrementan
durante el próximo cuatrienio (como tampoco la productividad) con respecto
al cuatrienio anterior; la segunda supone que la inversión social permanece
constante y la inversión en infraestructura crece según lo previsto en el
plan; en la tercera la inversión en infraestructura es constante y la
inversión social crece según lo previsto en el plan, y en la última
simulación se conjugan ambos tipos de inversiones.
Los resultados de las simulaciones, que se resumen en el Cuadro 4.6, creado
en el texto original, indican lo siguiente:
1. En ausencia de inversión social y en infraestructura (escenario 1), el
crecimiento promedio de la economía colombiana en el próximo cuatrienio
sería cercano al 3.8 o 3.2% si se excluye petróleo. Los sectores
productores de bienes comercializables internacionalmente diferentes a café
y petróleo tendrían un desempeño poco dinámico, 2.5%, por debajo de las
tasas de crecimiento del período 1990_1994. Por tanto, seguiría
disminuyendo el tamaño relativo de los sectores agropecuario e industrial.
2. Como se observa en el escenario 2, la inversión programada en
infraestructura física tiene un efecto importante sobre la economía
colombiana, al elevar el promedio de crecimiento al 4.6% anual, 0.8 puntos
porcentuales por encima de los registros alcanzados en el escenario 1. A
nivel sectorial, se aprecia una recuperación de las ramas productoras de
bienes comercializables. Así, la agricultura no cafetera presenta un
crecimiento promedio cercano al 1.6% anual y la industria al 4.8% anual,
0.6 y 1.1 puntos, respectivamente, por encima del escenario 1. La inversión
en infraestructura permitirá, por lo tanto, elevar el ritmo de crecimiento,
suavizar los efectos nocivos de la bonanza petrolera sobre los sectores
internacionalmente comercializables y sentar las bases para un crecimiento
más dinámico en el futuro.
3. El escenario 3 incorpora el efecto aislado de la inversión social sobre
la economía colombiana en el próximo cuatrienio. En este escenario el
crecimiento sería 4.8% anual en promedio, superior en 1.0 puntos al que se
presentaría en el escenario 1. Al igual que en el caso anterior, se aprecia
una recuperación de la producción agropecuaria no cafetera e industrial,
que crecen 1.8 y 0.3 puntos porcentuales por encima del escenario base.
4. El escenario 4 incorpora el efecto conjunto de la inversión social y la
inversión en infraestructura. En este escenario el crecimiento alcanzaría
5.7% anual en promedio durante los cuatro años, superior en 1.9 puntos al
que se presentaría en el escenario 1. Se nota una fuerte recuperación de la
producción de bienes internacionalmente comercializables: la agricultura no
cafetera presenta un crecimiento promedio cercano al 3.7%, 2.7 puntos más
alto que en el escenario 1, y la industria crece al 5.9%, 2.2 puntos por
encima del escenario 1.
Como se aprecia, el efecto conjunto de las políticas del plan trae como
resultado un mejor desempeño macroeconómico, lo cual es, por supuesto,
coherente con la existencia de importantes relaciones de complementariedad
entre los gastos en infraestructura física y social con la producción de
bienes y servicios. La mejoría resultante en el incremento del capital
humano y en la productividad permite ampliar las posibilidades de
crecimiento de la economía en el mediano y largo plazo.
B. Comportamiento de la balanza de pagos.
Las proyecciones macroeconómicas indican que el país presentará para el
período 1995_98 una sólida balanza de pagos. Si bien se registrará un
déficit en cuenta corriente de 4.5% del PIB en promedio, éste se financiará
con movimientos autónomos de capital y endeudamiento externo que no
comprometen la exposición financiera del país. Como se observa en el cuadro
4.6 creado en el texto original, el déficit en cuenta corriente neto de
inversión extranjera es en promedio 1.2% del PIB, que es compatible con una
reversión del proceso de revaluación del peso y, con las necesidades de
ahorro externo de una economía con altas tasas de crecimiento. Se observa,
además, crecimiento dinámico de las exportaciones, que crecen a una tasa
real promedio de 10.3%, por encima del crecimiento del PIB. Esta dinámica
permitirá que las exportaciones no tradicionales incrementen su
participación en el PIB de 6.6 a 7.9%, situación que refleja tanto los
aumentos en la productividad del sector de exportaciones no tradicionales
como la reversión gradual del proceso de revaluación del peso. Por su
parte, la balanza de servicios mantendrá el déficit relativo histórico
causado por el pago e intereses de la deuda externa y la remisión de
utilidades.
La cuenta de capital presentará un aumento significativo en los montos de
inversión extranjera, que tendrá en 1995 su mayor relación con el PIB,
4.1%, y alcanzará en promedio 3.3%. Finalmente, la relación deuda externa
total/PIB se mantendrá estable en 0.29 en el cuatrienio.
C. Consistencia financiera.
El ejercicio de consistencia financiera radica básicamente en observar si
las metas macroeconómicas no se ven afectadas por el tamaño del déficit o
superávit fiscal y su financiamiento. En otras palabras, un déficit
determinado debe ser financiado con una composición balanceada de recursos
internos y externos, pues un exceso de endeudamiento externo pone en
peligro las metas de inflación (a través del aumento de oferta de moneda
doméstica) o de tasa de cambio real (a través del aumento de oferta de
divisas); a su vez, un exceso de endeudamiento interno puede elevar las
tasas de interés y/o dejar al sector privado sin recursos para financiar la
inversión, deprimiendo el crecimiento.
Dado un determinado comportamiento de la balanza de pagos, las variables
claves que determinan el espacio fiscal son el ahorro financiero del sector
privado (crecimiento del ahorro y de su portafolio financiero) y sus
necesidades de crédito. Un mayor nivel de ahorro financiero amplía los
recursos disponibles para financiar tanto la inversión privada como el
endeudamiento neto del sector público; igual resultado tiene una reducción
de las necesidades de crédito del sector privado.
El ahorro financiero del sector privado está compuesto en términos
generales por dinero (M 1), cuasidineros y otros papeles del sistema
financiero sin incluir el Emisor; y papeles oficiales (bonos del Banco de
la República y de la Tesorería). Este agregado, como proporción del PIB,
mostró un crecimiento promedio (por encima del crecimiento nominal del PIB)
de 1.5% anual para el período 1981_1990, acelerándose en el cuatrienio
pasado hasta alcanzar 9% por año, fenómeno explicado en buena parte por la
afluencia de capitales externos. Dado que esta tasa de crecimiento se ha
desacelerado en el último año, se ha proyectado, para el ejercicio de
consistencia macroeconómica, un crecimiento anual promedio de dicha
relación de 2.6% para el período 1995_1998, cerca de un punto porcentual
por encima de su promedio histórico.
Dada la evolución del portafolio descrita, se estimó un crecimiento anual
promedio de la cartera de 35% en 1995, que equivale a un incremento de 6%
de la relación cartera PIB. Para 1998 el crecimiento de esta relación se
situará en 6.2%. El crecimiento proyectado es similar al de los últimos
cuatro años (6.6%) y muy por encima del promedio 1976_1994 que fue de 3.3%.
La consistencia macrofinanciera del plan prevé, pues, que habrá suficiente
espacio para el crecimiento del crédito al sector privado.
Durante el período 1991_94 se observó un superávit promedio de 0.5% del PIB
frente a un déficit estimado promedio de 0.22% del PIB. Esto permitió
disminuir el endeudamiento público externo (pasó de 30.5 a 21.9% del PIB) y
aumentar moderadamente el endeudamiento interno (de 2.9 a 6.7% del PIB). Lo
anterior fue acompañado de un crecimiento muy pronunciado de la cartera
privada (25 a 35% del PIB), fenómeno que fue facilitado por la gran
afluencia de crédito externo al sector privado. Ante una acumulación de
reservas internacionales mayor que la esperada, el superávit promedio
observado no fue suficiente y se comprometieron las metas inflacionarias y
cambiarias.
El Cuadro 4.6 creado en el texto original, presenta el déficit fiscal y el
crecimiento de la cartera y del ahorro financiero consistente con aquél. Se
observa claramente que el esfuerzo fiscal del Gobierno permitirá un
crecimiento importante de la cartera (8 puntos por encima del PIB nominal,
lo cual equivale a un crecimiento real anual cercano al 13%), que permitirá
financiar la inversión privada, sin poner en peligro las metas
inflacionarias, de tasa de cambio y la estabilidad macroeconómica.
CAPITULO 5
EL TIEMPO DE LA GENTE
Colombia ha logrado durante las décadas pasadas importantes avances
económicos y sociales, pero subsisten severas restricciones en el campo del
desarrollo social. Además del rezago acumulado en algunas áreas, el
progreso del país plantea nuevos retos y demandas en materia de bienestar y
desarrollo humano. Por estas razones, el país debe construir nuevos
acuerdos sociales y proponerse metas más ambiciosas en los campos
específicos del desarrollo social.
El desarrollo social y el crecimiento económico están interrelacionados.
Los logros económicos hacen factible el mejoramiento del ingreso y el
bienestar de los ciudadanos y, a su vez, el desarrollo humano es condición
para aumentar la oferta productiva, la competitividad internacional y la
productividad de la economía. No obstante, la interrelación entre el
desarrollo social y el crecimiento económico no se logra espontáneamente:
debe ser conscientemente construida.
Colombia inició desde finales de la pasada década el proceso de
internacionalización de su economía y creó así nuevas bases para avanzar en
la búsqueda de la eficiencia económica. Este modelo ofrece ventajas
innegables. No obstante, este desarrollo, sin una política social definida
y explícita, podría llegar a tener un alto costo social, ya que no asegura,
en sí mismo, mejorías en la situación de los pobres. Por otra parte, las
actividades económicas experimentan ya limitaciones debidas a la calidad de
los recursos humanos nacionales disponibles, que impiden a la economía ser
más productiva y más competitiva. Por las anteriores razones estratégicas,
y por la convicción profunda de que el fin del desarrollo es la gente, el
desarrollo social no puede seguir siendo residual en términos de prioridad
política y de asignación de recursos.
El interés gubernamental en el área social se concentró en años recientes
en aspectos organizativos y en el desarrollo de los derechos
constitucionales que, si bien recogen aspiraciones legítimas de
mejoramiento y modernización, no se han traducido en el fortalecimiento de
los servicios sociales ni en el incremento sistemático de su calidad y
cobertura. Simultáneamente, se pretendió extender los instrumentos del
mercado y la libre competencia para el acceso y la prestación de dichos
servicios, pero no se prestó igual atención al mejoramiento de la calidad
de la oferta pública, de la cual dependen casi invariablemente los sectores
sociales más necesitados, ni se mejoró la ejecución presupuestal en las
entidades responsables del sector.
La debilidad tradicional de la política social se ha expresado también en
la carencia de un consenso social básico sobre las prioridades de largo
plazo en materia de desarrollo social. Por esta razón, hoy son igualmente
legítimas ante la opinión pública todas las demandas de servicios sociales
y de subsidios estatales, independientemente de la condición social del
demandante y de la naturaleza de su exigencia. En la práctica, los mayores
beneficios han sido obtenidos por quienes tienen mayor fuerza y capacidad
para imponer sus reclamos, que no son necesariamente los más necesitados.
El Gobierno se ha propuesto, entonces, un viraje sustancial en la política
social, para lograr que el desarrollo económico sea de los colombianos y
que los ciudadanos sean el principal capital de la sociedad. El bienestar
colectivo y la capacidad humana son el mayor activo de la sociedad y la
base fundamental de nuestra ventaja competitiva.
La política social se integrare con la política económica. Para el
Gobierno, las decisiones de política económica y de política social son
estrictamente inseparables y las decisiones de ambos frentes deben ser
simultáneas e interrelacionadas. Las decisiones económicas deberán
considerar siempre su impacto social y consultar a los voceros sectoriales.
De esta manera, las decisiones de política serán, a la vez, de índole
social y económica. La integración entre lo social y lo económico se deberá
lograr por la vía privilegiada de los mayores y mejores empleos y de un
aumento en los niveles de educación del conjunto de la población.
En este marco, el eje fundamental de las decisiones de política económica y
social será el crecimiento con equidad. El Gobierno reconoce su capacidad
de influir en la distribución de los recursos y con ello lograr impactos
significativos en la asignación, composición y uso de los activos de la
sociedad, tanto físicos como humanos. En consecuencia, se compromete a
garantizar que el crecimiento económico genere efectos redistributivos y a
sostener las metas de desarrollo social, aun en el caso de eventuales
medidas de ajuste económico y restricción del gasto público. Al reinvertir
en el desarrollo humano la mayor parte de las ganancias producidas por el
avance económico, el Gobierno asegura simultáneamente el bienestar
ciudadano y el mejoramiento en la capacidad productiva de la Nación.
El impulso a la equidad exige promover la disminución de las diferencias de
riqueza y de ingresos, de capacidad creativa y productiva, de calidad de
vida y de posibilidades de disfrute. También exige reducir la desigualdad
entre las comunidades y los géneros. La política social del Gobierno
reconoce las diferencias individuales y colectivas de la población y, al
mismo tiempo, busca construir condiciones mínimas igualitarias en las
condiciones de vida y de participación. De allí la idea de construir un
conjunto de bienes y servicios meritorios a los cuales tendrán acceso todos
los colombianos, con el apoyo financiero público cuando sus recursos no
garanticen el acceso a ellos. Así, el Gobierno, a través de su política
social, asumirá su responsabilidad frente a los derechos sociales de todos
los ciudadanos y no concentrará la atención de sus políticas en unos
cuantos sectores sociales ni limitará su función a la compensación de las
víctimas de la competencia.
Los beneficiarios del desarrollo social serán, por lo tanto, todos los
colombianos. Es obligación del Estado atender las necesidades de todos los
asociados. Este principio de universalidad es básico para la construcción
de una nueva sociedad, y de un nuevo ciudadano con mayores capacidades de
dominio sobre su vida, sus recursos, su hábitat y sus relaciones con el
Estado. Acorde con este principio, el Gobierno avanzará significativamente
en la universalización de las coberturas de los servicios sociales básicos
y de la seguridad social, y en el mejoramiento de la calidad de vida de
todos los colombianos. No obstante, será necesario prestar atención
especial a quienes tienen menos posibilidades de ejercer sus derechos; por
este motivo, el mayor énfasis del gasto público se dirigirá a los más
pobres, para proveer las condiciones mínimas de bienestar y participación.
El compromiso gubernamental con el desarrollo social equitativo es
enfático. Implica la modernización de los sistemas de prestación de
servicios, la ampliación de sus coberturas y el mejoramiento de su calidad.
Los servicios podrán ser prestados por entidades gubernamentales o
privadas, pero el control y la regulación serán siempre públicos, al igual
que la financiación, cuando sea indispensable para asegurar el acceso de
los pobres a los activos productivos, a los servicios y a la protección
social. El mejoramiento de la calidad de los servicios sociales será
mecanismo indispensable para garantizar la equidad, de modo que no se
reproduzca el esquema tradicional de instituciones y servicios pobres para
la población pobre.
Para este efecto, la competencia y la dinámica propiciada por el mercado
son alicientes útiles. Sin embargo, es preciso reconocer que las
desigualdades económicas y sociales no permiten que el mercado sea un
asignador eficiente y equitativo de los recursos. La eficiencia no puede
ser antagónica con la equidad. Por tanto, en las determinaciones públicas
primarán siempre consideraciones para que el juego de mercado no comprometa
la equidad ni restrinja el acceso y la participación equitativa de los más
pobres.
Es indispensable aumentar la inversión social e incrementar su calidad y
eficiencia. El Gobierno incrementará en tres puntos la participación del
gasto social en el PIB, simultáneamente con la adopción de criterios,
programas y mecanismos de evaluación y control para garantizar su óptimo
aprovechamiento, mediante el mejoramiento de la capacidad de ejecución de
las instituciones y la promoción de la participación ciudadana, elementos
indispensables del buen Gobierno.
El Gobierno no tiene dudas sobre la bondad de la descentralización de las
responsabilidades de ejecución de las acciones de desarrollo social, pero
es consciente también de los traumatismos inherentes al proceso de
transición hacia la organización descentralizada de los servicios sociales.
La descentralización ha encontrado restricciones en la capacidad
institucional de los entes territoriales, en la renuencia de entidades
nacionales para transferir algunas competencias y en la inercia de los
sectores sociales. Se reconoce que los resultados de este proceso no son
automáticos ni inmediatos. Por ello, el Gobierno Nacional promoverá
decididamente la descentralización de los sectores sociales, conjuntamente
con el fortalecimiento y coordinación de los programas de asistencia
técnica y apoyo al desarrollo institucional territorial y con la
profundización de los instrumentos destinados a favorecer la equidad
interterritorial. El Sistema Nacional de Cofinanciación, a través del cual
se canalizarán la mayoría de los recursos nacionales de inversión social
diferentes a las transferencias, será fortalecido mediante actividades de
capacitación, la reorganización de sus procedimientos y la modernización
institucional.
El Gobierno está convencido de la necesidad de adelantar las acciones de
desarrollo social bajo un enfoque de apoyo integral a las personas y a las
comunidades. La gestión dispersa de los diferentes sectores sociales reduce
el impacto y fracciona la participación ciudadana. La integralidad de la
acción gubernamental en el ámbito social estará asegurada mediante la
coordinación entre los diferentes sectores en todos los niveles del
Gobierno, desde el campo de las decisiones generales de política, la
asignación de recursos y la definición de prioridades hasta la gestión
local. En lo fundamental será, mediante un gran compromiso mutuo entre los
niveles nacional, regional y local, donde la construcción del nuevo
ciudadano encuentra su máxima expresión. Bajo estos principios, la gestión
social deberá ser integral, en el marco de una sólida especialización
sectorial, indispensable para maximizar la eficiencia y el impacto de las
acciones.
Bajo los principios antes expuestos, el propósito esencial del Gobierno en
materia de desarrollo social es convocar al país a la construcción de un
nuevo ciudadano y una nueva sociedad. Para lograrlo, estimulará y promoverá
la participación activa de la comunidad en todos los ámbitos de la gestión
social, desde la definición de la política de largo plazo hasta el control
de los proyectos en el ámbito local. Con participación y control de la
comunidad, el desarrollo social será más legítimo, racional, eficiente y
eficaz, y producirá mayor beneficio a todos los ciudadanos. Esta es la base
del buen Gobierno.
Las políticas públicas en materia social se concentran en ocho estrategias,
que se analizan en el resto de este capítulo: el desarrollo humano, que
integra las acciones en educación, cultura y recreación; la seguridad
social integral; el mejoramiento del hábitat; la política de equidad y
participación de la mujer; el apoyo al desarrollo de la juventud; la
atención a las minorías étnicas; el apoyo al desarrollo económico de los
pequeños propietarios y a la economía solidaria; y el acceso a la justicia,
los derechos humanos y la seguridad ciudadana.
A través de la Red de Solidaridad Social se logrará el propósito de apoyar
en sus condiciones de vida a grupos de la población especialmente
vulnerables y con altísimas restricciones para acceder a los programas
sociales públicos; se generarán nuevos mecanismos de fortalecimiento de la
generación y transferencia de ingresos. En la Red de Solidaridad Social se
articularán los programas de empleo, nutrición, atención materno_infantil,
vivienda y entorno, apoyo a madres jefes de hogar y recreación dirigidos al
30% más pobre y vulnerable de la población. Dicha estrategia prevé
mecanismos de fácil acceso y de acción integral para las comunidades
urbanas y rurales más pobres, ejecutados por entidades nacionales y
territoriales, bajo la coordinación de una gerencia adscrita a la
Presidencia de la República.
Los programas que integran la estrategia de la Red de Solidaridad Social
utilizarán y reforzarán las estructuras institucionales y financieras
existentes para la gestión de los programas sociales: la articulación con
los planes de desarrollo municipales, el compromiso del apoyo departamental
y el apoyo a las comunidades y municipios para la preparación y
presentación de los proyectos, la promoción de la participación de la
sociedad civil en la formulación, aprobación, ejecución y seguimiento de
los proyectos. Los programas específicos de la Red de Solidaridad Social se
describen en las secciones correspondientes de este capítulo y, en materia
de empleo, en el Capítulo 8 del Plan.
I. EL SALTO EDUCATIVO Y CULTURAL
A. La Educación: eje del desarrollo del país.
La Educación debe ser el eje fundamental del desarrollo económico, político
y social de la Colombia de hoy y del futuro. Además del valor intrínseco
que tiene una sociedad más educada, por medio de la educación se apropia,
crea y difunde el progreso científico y tecnológico, y se construye y
transmite una ética de convivencia y equidad que es sustento del desarrollo
integral de una Nación.
El manejo adecuado del conocimiento, el desarrollo científico y
tecnológico, y el aumento de la productividad constituyen la base del
crecimiento moderno y de la competitividad. El desarrollo de las sociedades
depende cada vez más del conocimiento de los recursos naturales y de la
disponibilidad de mano de obra. La educación, en tanto transmisión,
creación y reproducción del conocimiento, es pieza fundamental del
desarrollo humano sostenible. Los programas de ciencia, tecnología y
educación deben evolucionar paralelamente a mediano y a largo plazo para
que, debidamente orientados, se traduzcan en desarrollo y bienestar social.
La educación debe contribuir al propósito nacional de formar un nuevo
ciudadano, participativo y tolerante, capaz de interpretar los códigos de
la modernidad. El concepto de educación debe extenderse más allá de las
aulas, a oportunidades diversas para el desarrollo integral de las personas
y la construcción de una ética civil que permita superar todas las
inequidades, discriminaciones y autoritarismos en las relaciones sociales.
Debe promover valores y actitudes que reconozcan la importancia del enfoque
de género en la transmisión y producción del conocimiento, mediante
prácticas curriculares y pedagógicas que eliminen los estereotipos de
género, y vincularse intrínsecamente con el concepto de cultura, pues la
educación es esencial en la conservación y la renovación cultural. La
cultura y la recreación son factores que enriquecen las relaciones sociales
y permiten la expresión y reafirmación de la identidad nacional.
Para lograr lo anterior, se requiere de un cambio en la actitud de la
sociedad ante el tema educativo, a través de una movilización nacional en
torno a la importancia de la educación y su potencial como generadora de
cambio. Esta movilización debe darse alrededor del derecho a la educación
como bien público, derecho fundamental y factor esencial del desarrollo.
Con el fin de lograr las metas, se invertirán en el cuatrienio $12,6
billones, lo que representará en 1998 una participación de 5.51% del gasto
educativo y cultural en el PIB. El 72% de este gasto se orientará a la
educación preescolar, básica y media (Cuadro 5.1) creado en el texto
original.
1. La Educación Básica.
La universalización de la Educación Básica y el mejoramiento de la calidad
de la educación constituyen los retos principales del sector en los
próximos años. Este propósito sólo se alcanzará mediante esfuerzos
sostenidos encaminados a transformar las instituciones educativas, el
modelo pedagógico y los procesos de planeación, administración y
evaluación.
Con las estrategias y programas del plan educativo se busca ampliar el
promedio de escolaridad de los colombianos de 5.5 a 6.9 años, mediante
esfuerzos encaminados a mejorar las condiciones de las instituciones para
que todos los estudiantes que ingresen a la educación permanezcan en el
sistema por lo menos hasta el noveno grado. Se mejorará significativamente
la retención y la promoción de los estudiantes y se abrirá la frontera de
la educación secundaria a miles de jóvenes.
Durante los próximos cuatro años se crearán 300.000 nuevos cupos en
preescolar y 600.000 en básica. Como resultado, se espera que en 1998
ingresen al noveno grado 483.000 estudiantes, esto es, 132.000 adicionales
a los que habrían ingresado, de mantenerse las tendencias actuales de
retención y promoción.
El mejoramiento de la calidad de la Educación Básica es condición
indispensable para alcanzar esta meta. Para ello se ampliará gradualmente
la jornada real escolar de 3.5 horas diarias, se mejorarán las condiciones
laborales de los docentes y, con la participación de los municipios y del
nivel central, se dotará con textos escolares a todos los estudiantes de
establecimientos oficiales. Además, se pondrán en funcionamiento
aproximadamente 2.100 bibliotecas y centros de recursos educativos.
El acceso y permanencia de estudiantes de escasos recursos en la Educación
Básica permitirán una mayor equidad del sistema educativo. Con este fin se
otorgarán subsidios a más de 500.000 estudiantes pobres por año y se
apoyará, a través de la Red de Solidaridad Social, a madres jefes de hogar
en el pago de los costos educativos.
Para el logro de estas metas se pondrán en marcha estrategias para promover
un modelo pedagógico centrado en el aprendizaje, una organización educativa
centrada en la institución escolar, un modelo de asignación de recursos de
acuerdo con los resultados y una nueva manera de combatir la inequidad.
La innovación de los modelos pedagógicos, el aprendizaje y la creación de
un ambiente propicio para el desarrollo personal, ético y social de los
educandos, serán metas prioritarias del Proyecto Educativo Institucional
(PEI) que elaborará cada establecimiento con la participación de la
comunidad educativa, constituida por los educadores, los alumnos, los
administradores, los padres de familia y representantes de la comunidad.
Los PEI serán el principal instrumento para la planeación y la evaluación
de cada institución y harán posible la participación y el control social de
la educación. El Ministerio de Educación dará las orientaciones para la
elaboración del PEI y apoyará a los departamentos en su responsabilidad de
dar asistencia técnica a los municipios para que en 1997 todas las
instituciones escolares cuenten con su Proyecto Educativo Institucional.
El mejoramiento de la calidad de la educación implica la mejor formación
inicial y continuada de los docentes. El Ministerio de Educación promoverá
acciones orientadas a la adecuación de los programas de las facultades de
educación a los requerimientos del sistema educativo. Por su parte, la
capacitación a los docentes en servicio estará asociada a los
requerimientos del PEI y se orientará, prioritariamente, al mejoramiento
del desempeño del maestro en el aula.
Con el fin de mejorar las condiciones de entrada de los niños al sistema
educativo, se pondrán en marcha acciones interinstitucionales que permitan
mejorar la atención educativa de los niños beneficiarios de los Hogares
Comunitarios de Bienestar Familiar y de otros programas de atención a los
menores de cinco años. De la misma manera, se ampliará la capacidad del
sistema educativo para proporcionar a los niños un grado de educación
preescolar.
Además de aumentar el tiempo dedicado al aprendizaje, se pondrán a
disposición de los planteles públicos las dotaciones básicas que apoyen el
proceso educativo. Se dará especial prioridad al dominio, por parte de los
estudiantes, de la lectura, la expresión escrita, el razonamiento lógico y
la solución de problemas. La enseñanza de las ciencias se orientará a
estimular en los niños el interés y la curiosidad científica y a la
comprensión de la manera como la ciencia y la tecnología afectan la vida
social. Colciencias y el Ministerio de Educación promoverán la creación de
corporaciones mixtas orientadas a la investigación y desarrollo de procesos
y productos pedagógicos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de la
educación.
Con el fin de identificar los problemas e introducir oportunamente los
correctivos necesarios, se realizarán evaluaciones periódicas del
rendimiento de los estudiantes en las áreas básicas del currículo.
Los contenidos curriculares tendrán en cuenta la diversidad cultural del
país. Los programas de etno educación, los cuales rescatan valores y
conocimientos ancestrales y fortalecen la identidad cultural de los pueblos
indígenas, serán apoyados a través de la dotación de material bilingüe, la
investigación y la profesionalización de sus docentes. De igual manera, se
tendrán en cuenta las especificidades culturales de las comunidades
afrocolombianas y raizales.
Como complemento a las actividades escolares se prevé la utilización
intensiva de los medios de comunicación, en particular del canal de
televisión educativa y cultural del Estado, mediante el cual se apoyarán
los procesos educativos escolares y extraescolares, la difusión de la
cultura y la educación permanente.
La descentralización y la autonomía escolar, contempladas en la Ley 60 de
1993 y en la Ley 115 de 1994, son el marco de una nueva organización que
tendrá como centro y razón de ser la institución educativa. Se fomentará la
creación de instituciones escolares autónomas que ofrezcan, por sí mismas o
mediante convenios, por lo menos un grado de preescolar y nueve de básica y
se dará impulso al mejoramiento de los procesos de administración escolar.
Para ello será necesario promover la transformación de la cultura
organizacional de las instituciones escolares, que las convierta en
organizaciones capaces de aprender, de buscar y de procesar la información
requerida para lograr el máximo aprovechamiento de los recursos
disponibles.
El municipio apoyará a las instituciones en el diseño y dotación de los
espacios físicos, el suministro de los equipos y la adquisición de textos y
materiales. Así mismo, proveerá, directamente o a través de terceros,
servicios comunes a planteles públicos o privados que no estén en capacidad
de hacerlo.
Por su parte, el departamento prestará asistencia técnica al municipio para
el desarrollo pedagógico y de recursos humanos, el soporte administrativo
para el manejo de los recursos financieros y evaluará la gestión municipal.
Las entidades territoriales recibirán el apoyo necesario de la Nación,
responsable de la dirección, planificación, diseño, normatización,
evaluación y seguimiento de los programas educativos.
Se creará el Fondo Educativo de Compensación, que tendrá como objetivo
ofrecer nuevos recursos a los departamentos, con el fin de lograr una mayor
equidad en la distribución de las asignaciones regionales y compensar
aumentos en los costos de la educación asociados a la profesionalización
del personal docente. Se tendrá prioridad en la asignación a los
departamentos y distritos que demuestren mejoras en la eficiencia, la
calidad de la educación y la distribución territorial del personal.
Los subsidios estatales se orientarán de acuerdo con un nuevo modelo de
asignación de recursos, dirigido a premiar la eficiencia, así como los
logros en cobertura y calidad. Se identificarán, fortalecerán y difundirán
las experiencias administrativas y pedagógicas que hayan demostrado ser
exitosas y cuyos costos estén al alcance de las instituciones escolares.
Estas innovaciones se divulgarán, preferentemente, entre las instituciones
que hayan alcanzado menores logros, mediante mecanismos especiales de
asistencia técnica, con prioridad en aquellas regiones de menor desarrollo
relativo en el campo de la educación.
Los subsidios estatales dedicados a promover la expansión de cobertura y la
calidad se distribuirán entre las instituciones escolares de acuerdo con
los resultados obtenidos, medidos a través de tres tipos de indicadores: la
información suministrada por las pruebas de logro, la ampliación de la
cobertura asociada a aumentos en eficiencia, y el número de estudiantes
promovidos.
La Educación Básica, como servicio público de carácter universal, debe
buscar equidad, tanto en las oportunidades de acceso como en la calidad.
Dadas las diferencias que aún persisten en el acceso a la educación, se
pondrán en marcha programas para mejorar la situación de los más pobres.
Para ampliar las oportunidades de acceso a la Educación Básica, se mejorará
la eficiencia de los planteles oficiales, ampliando la infraestructura
donde sea necesario, y se contratará según el número de estudiantes
atendidos, con instituciones privadas, solidarias o mixtas, que estén
constituidas como organizaciones sin ánimo de lucro. A través de la Red de
Solidaridad Social se otorgarán subsidios a madres jefes de hogar cuyos
hijos pequeños estén cursando primaria; la orientación de estos subsidios
obedecerá a criterios que garanticen la transparencia en su asignación.
El salto educativo apoyará también programas especiales dirigidos a los
adultos, en particular los encaminados a disminuir la tasa de analfabetismo
y facilitar su acceso a la educación básica de acuerdo con las
características específicas de esta población.
En este marco se conformará una red de educadores populares voluntarios con
la vinculación del sector público, los gremios, la iglesia, las O.N.G. y la
sociedad civil en general, con el fin de adelantar programas específicos
contra el analfabetismo.
2. Educación Media.
La Educación Media estará orientada a consolidar los conocimientos,
habilidades y aptitudes desarrollados en la Educación Básica, permitiendo
al estudiante, al mismo tiempo, profundizar en un campo del conocimiento o
en una actividad específica, de acuerdo con sus intereses y capacidades. El
aumento de la eficiencia y la expansión de la Educación Básica durante los
próximos años, se traducirán en un aumento de cobertura de la Educación
Media a partir de 1998.
Las instituciones educativas orientarán al egresado de la Educación Básica
en lo relacionado con las oportunidades para continuación de estudios de
Educación Media o en el sistema de educación laboral.
El Ministerio de Educación establecerá y divulgará los criterios que sirvan
como base para que los establecimientos educativos organicen las distintas
modalidades de Educación Media, evitando la dispersión de recursos y la
proliferación de áreas de diversificación.
3. Educación Superior.
La Universidad juega un papel fundamental en las sociedades modernas como
responsable de la formación del capital humano necesario para responder a
los nuevos retos de los campos económico, político y social. En razón de
sus características, el incremento del potencial científico y tecnológico
del país es tarea que corresponde en buena parte a la Educación Superior.
Para ello, el país requiere de una Educación Superior con vocación
investigativa y de comunidades docentes estables.
Corresponde a la Universidad, como institución donde convergen y se
difunden las distintas disciplinas, la producción y transmisión de
conocimientos, así como la proyección de su trabajo y de sus saberes a la
sociedad. La generación de mayores conocimientos sobre la realidad social
del país, y las investigaciones dirigidas a dinamizar procesos de cambio en
las estructuras sociales, son aportes que debe hacer la universidad
colombiana. El fortalecimiento de la ciencia y la tecnología depende en
gran parte de la capacidad de las instituciones de Educación Superior para
apropiar y generar conocimiento en las distintas áreas del saber y para
lograr su transferencia crítica a otros campos de la actividad social. La
relación entre el Sistema de Ciencia y Tecnología y la educación se
concreta en la formación de recursos humanos, en la generación de
conocimiento sobre la realidad social del país, en los proyectos de
investigación realizados conjuntamente con el sector productivo y en el
desarrollo de respuestas científicas y tecnológicas acordes con los
requerimientos del desarrollo sostenible.
Al igual que los otros niveles educativos, la formación superior presenta
serias deficiencias de calidad. Además, el acceso a la educación superior
es aún insuficiente (la cobertura es de 11.5%) y la distribución de la
matrícula es inequitativa, puesto que el 83% de ésta pertenece al 40% de la
población de mayores ingresos.
La política de Educación Superior se articulará alrededor del mejoramiento
de la calidad de los programas, el acceso equitativo y el fortalecimiento
de las instituciones, en el marco de la autonomía universitaria.
La acreditación constituye el instrumento fundamental para mejorar la
calidad de los programas de Educación Superior. El Gobierno Nacional
conjuntamente con el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), dará
las pautas para que la acreditación responda a necesidades sociales y
académicas propias de cada disciplina, siempre en la búsqueda de la
excelencia. Los programas acreditados tendrán prioridad en la asignación de
recursos estatales para investigación científica y tecnológica, así como de
los provenientes del programa de crédito educativo.
El ICFES se consolidará como la institución técnica de apoyo y fomento a la
Educación Superior, conjuntamente con el CESU. Además de mantener
actualizado el sistema de indicadores de la Educación Superior y divulgar
la información sobre la calidad de los programas, promoverá las
investigaciones que conduzcan al mejoramiento de la calidad y a la
eficiencia de las instituciones en este nivel. Igualmente, apoyará la labor
periódica de seguimiento y evaluación de los programas de las diferentes
instituciones y facilitará, a instancias del CESU, el trabajo de los pares
en la acreditación de los programas e instituciones.
Una ampliación adecuada de la oferta educativa y un acceso más equitativo a
los cupos se conseguirán con el programa de crédito educativo mediante el
cual se otorgarán 66.000 créditos nuevos para préstamos destinados al pago
de los gastos educativos y de sostenimiento de estudiantes meritorios de
escasos recursos en todas las regiones del país. Por otra parte, las
universidades estatales introducirán medidas que aseguren mayor eficiencia
y promuevan que los costos educativos se distribuyan entre los alumnos de
acuerdo con su capacidad económica y la de sus familias.
Las instituciones estatales de Educación Superior deberán enfrentar los
retos que la modernización del país les plantea, adecuando sus sistemas
financiero y administrativo. Merecerá especial atención la constitución de
un Sistema Universitario Estatal que permita que las universidades
aprovechen las ventajas comparativas de otras instituciones dentro de una
red de recursos y servicios. Las instituciones que ingresen al Sistema,
mediante la realización de proyectos conjuntos, tendrán prioridad en la
asignación de recursos.
Para hacer efectivas las alianzas con diversos sectores, se desarrollarán,
en cada una de las regiones, programas interactivos entre las instituciones
de educación superior, las empresas y las entidades territoriales,
orientados a fomentar la investigación, la asesoría y la formación y
actualización de los recursos humanos.
El Estado garantizará el cubrimiento de los costos de funcionamiento de las
universidades estatales, conforme a los presupuestos de rentas y gastos
vigentes a partir de 1993, pero corregirá la asignación inercial de
recursos, de manera que responda a criterios de calidad, cobertura y
desarrollo institucional. Además, estimulará financieramente a las
instituciones que generen sus propios recursos. Se consolidarán líneas de
crédito para financiar infraestructura y dotación de instituciones de
educación superior oficiales y privadas, a través de Findeter y del Fondo
para el Desarrollo de la Educación Superior, Fodesep. En las universidades
estatales se fortalecerá el Servicio de Bienestar Universitario para
impulsar los servicios de prevención en salud, librería, actividades
deportivas, recreativas y culturales.
B. La cultura, fundamento de la nacionalidad.
Colombia es un escenario donde interactúan diversas culturas. Esta riqueza
se ve amenazada por múltiples formas de intolerancia y violencia, así como
por el desarraigo social de amplios sectores de la población. Al mismo
tiempo, el país vive un proceso social y político participativo cada vez
más sólido, que permite un papel protagónico a las fuerzas sociales que
representan un sentimiento nacional de renovación, tolerancia y cambio.
La cultura es fundamento de la nacionalidad. Está, además, estrechamente
vinculada a la capacidad humana de innovar, de mejorar su manera de
comprender el mundo y de actuar sobre él. Las manifestaciones artísticas y
recreativas, los avances de la ciencia y la tecnología, así como los
aspectos organizacionales que caracterizan a la sociedad colombiana son
todos factores determinantes de la cultura colombiana. La investigación y
reflexión sobre la realidad del país son la principal fuente para
consolidar la nacionalidad y la cultura colombianas y para buscar el
desarrollo de una sociedad más participativa y equitativa.
El Salto Social requiere de un salto cultural como fundamento de una nueva
concepción de la convivencia, del respeto a la diversidad y de la paz. El
tiempo de la gente es también el del tránsito hacia una civilización que no
es solamente consumidora, sino creadora de cultura. Para lograr los
objetivos de la política cultural, los programas se orientarán hacia la
reforma institucional y la descentralización de la gestión cultural, el
fomento y el estímulo a la creación y la investigación, el acceso a los
servicios y bienes culturales y la protección y difusión del patrimonio
cultural colombiano.
La política cultural debe promover la autonomía y el fortalecimiento de la
personalidad de todas y cada una de las regiones, etnias y comunidades,
como reflejo nítido y enriquecedor de la diversidad cultural. Para ello se
fortalecerán la organización y gestión del sector en sus diferentes
niveles. La institucionalización del Sistema Nacional de Cultura se logrará
por medio de los Consejos Nacional y Departamentales, de los Fondos Mixtos
y demás mecanismos para la promoción de la cultura y las artes, de los
planes departamentales de desarrollo cultural y de los sistemas de
información y de conservación.
Con este propósito se conformarán, durante el cuatrienio, 36 Consejos
Departamentales y Distritales y se consolidarán redes regionales de
servicios culturales que integren museos, bibliotecas, archivos, casas de
cultura, radios comunitarios y centros de documentación.
La creación del Ministerio de Cultura, contemplada en el Proyecto de Ley
General de la Cultura, se considera como un mecanismo que evitará la
dispersión de entidades y de recursos oficiales y que dará al tema de la
cultura la relevancia que merece en el desarrollo del país.
Es tarea primordial apoyar la cultura sin intervenir en ella. Por lo tanto,
el fomento será asumido como una actitud por medio de la cual se protege,
alimenta y difunde la creatividad en la diferencia. El Estado establecerá
estímulos y promocionará la creación, la investigación y la divulgación de
carácter cultural. Para tal efecto establecerá becas y premios anuales y
otorgará créditos para artistas sobresalientes en el campo de la creación,
la experimentación, la formación y la investigación individual o colectiva;
en las artes plásticas, musicales, escénicas; en las expresiones culturales
tradicionales; y en las artes audiovisuales, la literatura y otras que
surjan de la evolución social cultural. Se ejecutarán planes de educación
artística y cultural, haciendo énfasis en la población infantil.
Durante el cuatrienio se otorgarán alrededor de 800 becas y 120 premios de
creación e investigación, y se llevarán a cabo planes especiales de fomento
a la lectura y democratización del libro. A través del programa de Talentos
de la Red de Solidaridad Social, se sufragarán los costos de instrucción y
práctica de actividades artísticas de jóvenes que hayan demostrado
capacidades especiales en alguno de los campos del arte.
Por otra parte, el Estado facilitará el acceso del ciudadano a las
diferentes manifestaciones artísticas y culturales, mediante programas
institucionales o a través de la concertación con el sector privado en
actividades de promoción y desarrollo cultural. Con tal fin, se crearán las
condiciones para la circulación efectiva de los productos artísticos y se
acordarán medidas conducentes a la utilización de los medios de
comunicación públicos y privados para fortalecer y difundir en forma masiva
la programación cultural. De la misma manera, se promoverá la
popularización de la ciencia y la tecnología, con especial énfasis en los
niños y jóvenes, a través de actividades como clubes escolares de ciencias,
ferias de la creatividad y conferencias de divulgación, con el fin de
integrarlas firmemente en la cultura nacional.
Ante la evidente carencia de espacios para la actividad cultural, se hace
imperiosa la adopción de mecanismos para la recuperación, construcción y
mantenimiento de la infraestructura propia del sector a nivel institucional
y privado. Merecerá especial atención la restauración y ampliación del
Museo Nacional, como patrimonio histórico y artístico representativo de los
diversos valores culturales del país, para lo cual el Gobierno Nacional
destinará los recursos necesarios durante el cuatrienio.
Se apoyará la actividad musical a través del fomento a las orquestas,
bandas y coros; la realización de festivales, congresos y salones de
artistas; el trabajo de los grupos estables de artes escénicas; la
realización de ediciones y publicaciones culturales y la dotación de al
menos el 50% de las bibliotecas públicas existentes. Igualmente, se creará
el Centro de Documentación e Información Artística y Cultural.
Además, se dará especial atención al cine, por su doble carácter de
expresión artística e industrial, fomentando y propiciando la difusión de
la producción y de la coproducción cinematográfica colombiana.
El patrimonio es la cultura como pasado, como memoria colectiva y como
herencia. La política de protección y difusión del patrimonio fomentará la
investigación en las áreas antropológica, bibliográfica, mueble, inmueble e
intangible. Se dará especial atención a la conservación de los monumentos
nacionales, a la restauración de obras patrimoniales que amenacen ruina, a
la capacitación del recurso humano especializado para este fin y a la
divulgación de dicho patrimonio. Se apoyará igualmente la labor de las
Academias Nacionales que constituyen actualmente el Colegio Máximo de las
Academias Colombianas conformado por las siguientes entidades: Academia
Colombiana de la Lengua, Sociedad Colombiana de Ingenieros, Academia
Nacional de Medicina, Academia Colombiana de Jurisprudencia, Academia
Colombiana de Historia, Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, Sociedad Geográfica de Colombia, Sociedad Colombiana de
Arquitectos, Instituto Caro y Cuervo y Academia Colombiana de Ciencias
Económicas. Dichas Academias conservarán su carácter de organismos
consultores y asesores del Gobierno y podrán celebrar contratos de
prestación de servicios con organismos del Estado.
C. Recreación y deporte.
El acceso a las actividades deportivas, recreativas y culturales es
determinante de la calidad de vida y del desarrollo integral de las
personas. La adecuada y provechosa utilización del tiempo libre encuentra
sus espacios de desarrollo en el ejercicio de estas manifestaciones de la
cultura contemporánea que nutren y enriquecen las relaciones sociales y
permiten una sana afirmación de la identidad del individuo.
La limitada participación de los jóvenes, especialmente de las mujeres en
actividades deportivas y recreativas es particularmente preocupante. No
existen suficientes oportunidades para que la comunidad acceda masivamente
a dichas prácticas o para que quienes cuenten con mejores condiciones y
talento puedan desarrollarlas en esferas como el deporte competitivo y de
alto rendimiento.
La ausencia de alternativas de recreación contrasta con la baja utilización
de los espacios y recursos físicos existentes y disponibles en los
establecimientos educativos, desaprovechados parte del día, durante los
fines de semana y en períodos de vacación. Debe señalarse que Colombia
tiene un déficit de 9.10 m² de espacio deportivo y recreativo por habitante
con respecto a estándares internacionales.
Los recursos financieros con los cuales se ha soportado la actividad lúdica
en el país han sido concentrados en proyectos de bajo impacto. A este hecho
se añade la precaria vinculación de la comunidad en la toma de decisiones
sobre la utilización de los espacios, los programas a realizar y la
aplicación de dichos recursos. La inversión se ha orientado,
prioritariamente, hacia programas que privilegian la élite de alta
competición, en tanto que el marco institucional no ha favorecido la
integración efectiva de la población a actividades deportivas y
recreativas.
La reciente expedición de la Ley del Deporte crea el Sistema Nacional del
Deporte y garantiza el compromiso de la Nación y de las entidades
territoriales en cuanto a la financiación y cofinanciación de las
actividades deportivas contenidas en los planes de recreación y deporte.
Así mismo, establece las funciones y responsabilidades de los distintos
niveles territoriales en materia de planeación, fomento y ejecución de
programas deportivos y recreativos.
Con los programas de recreación y deporte se busca una amplia participación
de la población en actividades recreativas y deportivas, mediante formas
organizativas que favorezcan primordialmente el deporte comunitario y el
formativo. Con el fin de mejorar la educación física y deportiva de los
niños y jóvenes, se promoverá la inclusión de objetivos y estrategias
relacionadas con estas materias en los Proyectos Educativos
Institucionales. Se apoyarán, además, los festivales escolares y los Juegos
Intercolegiados Nacionales y Universitarios. Será misión de Coldeportes
crear las condiciones y promover la utilización intensiva de los espacios
existentes, organizados como Centros de Servicios Deportivos, para
incrementar la práctica del deporte, la educación física y la recreación,
con el propósito de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los
colombianos. Para ello dará prioridad a programas y proyectos en los
sectores escolar, juvenil y comunitario. Durante el cuatrienio, las
inversiones destinadas al deporte comunitario y formativo se incrementarán
hasta llegar al 50% de la inversión total del sector.
Coldeportes adelantará acciones encaminadas a mejorar las 900 Escuelas de
Formación Deportiva existentes en 300 municipios del país, mediante
actividades que permitan elevar la calidad de la enseñanza de los
fundamentos básicos de las distintas disciplinas deportivas, y promover la
incorporación de talentos al deporte organizado. Todo esto irá acompañado
de un proceso de capacitación de licenciados y entrenadores deportivos,
liderado por la Escuela Nacional del Deporte.
Entre las acciones que desarrollará el Comité Olímpico Colombiano, se
destaca el programa 100 de Oro, el cual, al finalizar el cuatrienio,
ofrecerá asesoría técnica y científica, apoyo económico y orientación
didáctica a 300 deportistas sin posibilidad de patrocinio. Igualmente, en
el deporte asociado, se creará un sistema de estímulos especiales en
educación, seguridad social, subsidios económicos y oportunidades laborales
para aquellos deportistas que se hayan destacado con sus actuaciones en
eventos internacionales oficiales y en los correspondientes al ciclo
olímpico.
Para aumentar la cobertura del deporte comunitario y de la recreación, se
realizarán campañas educativas y de información pública que logren un alto
grado de motivación para la práctica de la recreación y el deporte.
Igualmente, se promoverá la conformación de clubes o núcleos para el
ejercicio y práctica de estas expresiones.
Se fomentará la recreación y la práctica del deporte en los municipios. Con
este fin, el Gobierno Nacional, a través del Fondo de Inversión Social y de
los Programas de la Red de Solidaridad Social, cofinanciará la
rehabilitación, construcción y dotación de las áreas recreativas y
deportivas. Coldeportes brindará la asesoría técnica, desarrollará
programas de capacitación técnica e investigación, y propiciará los
mecanismos de participación de las comunidades en la gestión local y
regional, procurando que los municipios formulen y ejecuten su propio Plan
de Desarrollo acorde con el Plan Nacional del sector.
II. SEGURIDAD SOCIAL INTEGRAL
Como un instrumento para garantizar la integración y mejorar la equidad, se
desarrollará un Sistema de Seguridad Social integral, eficiente, universal
y solidario, que incluye la ampliación de la cobertura de servicios de
salud, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, así como
el mejoramiento de la calidad y eficiencia de los servicios de atención
curativa. También se desarrollarán programas de protección social para los
grupos más vulnerables, especialmente la infancia, los jóvenes, las
mujeres, la tercera edad y los discapacitados.
A. Seguridad Social en Salud.
La situación de salud de los colombianos se encuentra en una transición
caracterizada por un mejoramiento progresivo pero desigual del estado de
salud y por la concurrencia de enfermedades transmisibles, crónicas y
degenerativas, que afectan, con mayor severidad, a la población más pobre.
Además, el trauma y el homicidio han tomado una inusitada preponderancia en
el marco epidemiológico general.
El acceso de la población al sistema de salud es limitado e inequitativo:
sólo el 20% está cubierto por el régimen contributivo; 42% de la población
no cubierta se encuentra en situación de pobreza. El 20% de la población no
logra ser atendido por el sistema, principalmente por razones de costosy el
26% de los servicios provistos por el sistema público de salud,
particularmente los de cirugía, se dirige a los grupos de mayores ingresos.
Las Leyes 60 y 100 de 1993 crearon un nuevo marco operativo, financiero e
institucional para el sector, estableciendo las bases para su organización
descentralizada y creando el Sistema General de Seguridad Social en Salud,
con el objetivo de pasar del modelo asistencialista al de seguridad social.
La nueva organización deberá asegurar la cobertura y protección universal
en salud en el año 2001. Las condiciones de la transición al nuevo sistema
exigen una gran transformación de la oferta pública, que representa el 81%
del total, así como la expansión de la oferta privada.
Las instituciones estatales de salud se caracterizan por una marcada
obsolescencia en la gestión y con grandes limitaciones en su capacidad
resolutiva. Además, no existe suficiente oferta de personal en ciertas
áreas y su distribución favorece más que proporcionalmente a las grandes
ciudades; las oportunidades para la actualización son limitadas y los
incentivos para el mejoramiento son insuficientes.
Los objetivos del Plan son: a) mejorar las condiciones de salud de la
población; b) ampliar la cobertura de la Seguridad Social; c) asegurar,
durante el período de transición, el acceso de los colombianos a los
servicios integrales de salud a través del Sistema General de Seguridad
Social; d) promover el desarrollo científico y tecnológico del sector,
orientado a mejorar la prevención, el diagnóstico y la atención en salud,
así como al desarrollo de tecnología adecuada; e) crear las condiciones
para que la oferta institucional de salud se desarrolle técnica,
administrativa y financieramente, y se ajuste a las nuevas exigencias; f)
avanzar en el manejo descentralizado de los servicios de salud en el marco
del Sistema de Seguridad Social, y g) mejorar la calidad de los servicios.
Las acciones para mejorar las condiciones de salud de la población, deberán
contribuir a la disminución, en un 20%, de los años de vida saludables
perdidos, así como a la reducción de la mortalidad infantil en un 15% y de
la tasa actual de mortalidad materna en un 50%.
Durante el cuatrienio, se destinarán a programas de salud $12.4 billones,
que se financiarán con recursos provenientes de las transferencias a las
entidades territoriales, el situado fiscal, el Presupuesto General de la
Nación, y las cotizaciones al Régimen Contributivo. El gasto en salud se
duplicará entre 1994 y 1998 y representará al final del período un 5.3% del
PIB, lo que significa un crecimiento real cercano al 100% (Cuadro 5.2)
creado en el texto original.
1. Acceso universal y equitativo a servicios de salud preventivos y
curativos.
El Gobierno impulsará la afiliación progresiva de la población a la
Seguridad Social y ofrecerá servicios a toda la población a través del Plan
de Atención Básica (PAB), garantizando una atención integral de salud, que
dará prioridad a la prevención y la promoción de ambientes sanos.
El Régimen Subsidiado requiere, para su pleno funcionamiento, la
conformación de Empresas Promotoras de Salud (EPS) que administren los
recursos destinados a subsidiar la afiliación de la población pobre.
Mientras se conforman estas empresas, las direcciones seccionales de salud
desempeñarán esta función y contratarán con las instituciones de salud
públicas y privadas la prestación de los servicios del Plan Obligatorio de
Salud (POS) y las intervenciones complementarias que se contemplen en los
convenios con las entidades hospitalarias.
Para 1998 el Régimen Subsidiado deberá haber afiliado como mínimo a 12
millones de pobres. Tendrán acceso al sistema, en condiciones equitativas,
los grupos de población más pobre y vulnerable y, entre ellos,
especialmente las mujeres, las jefes de hogar, las madres comunitarias, las
madres gestantes y lactantes y los niños, así como los discapacitados, los
beneficiarios del programa de auxilios para ancianos indigentes, las
comunidades indígenas y los habitantes pobres de las zonas rurales. Para
impulsar el acceso al sistema se promoverán formas alternativas de
asociación de usuarios. Durante el período de transición se garantizará la
prestación de los servicios no asegurados a la población de bajos ingresos
y se sustituirán gradualmente los subsidios a la oferta por los subsidios a
la demanda.
A través del Programa de Atención Materno_Infantil (PAMI) de la Red de
Solidaridad Social, se brindarán servicios de Salud y complemento
nutricional a 400.000 madres gestantes y lactantes y a sus hijos menores de
un año. Este programa y otras acciones del sector reducirán el número de
niños nacidos sin atención.
El Régimen Contributivo, por su dinámica y por la cobertura familiar,
aumentará en por lo menos 20% el número de cotizantes, y su población
beneficiaria pasará de 7.5 millones a 15 millones de personas. Este
desarrollo requiere la conformación de EPS, el fortalecimiento de las
instituciones estatales que hacen parte del sistema y la organización y
ampliación de la oferta de Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud
(IPS).
El Gobierno Nacional brindará apoyo técnico para la conformación de EPS
públicas territoriales y el Instituto de Seguros Sociales, como principal
EPS pública del Régimen Contributivo, hará los ajustes necesarios para
atender eficientemente a sus afiliados y beneficiarios a través de la red
propia y contratada de prestación de servicios de salud. La creación de IPS
privadas, particularmente del primer nivel, se promoverá a través de la
línea de crédito IPS del IFI, que funcionará por el sistema de redescuento
o banca de segundo piso, en modalidad subsidiada y no subsidiada, dando
prioridad a aquellas que se conformen a partir de la asociación de
profesionales de la salud.
Adicionalmente, el Ministerio de Salud, en coordinación con las entidades
territoriales y las EPS, diseñará y pondrá en marcha el Plan de Atención
Básica (PAB), que contempla acciones dirigidas a la prevención de
enfermedades transmisibles y perinatales, al control de enfermedades
crónicas y a la prevención del trauma. Especial atención se dará a las
campañas de prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y al
SIDA. Estas acciones se apoyarán, además, con recursos que las EPS y el
Fondo de Solidaridad y Garantía destinen a estas actividades. El Ministerio
de Salud y las entidades territoriales, así como las distintas
instituciones del Sistema de Seguridad Social participarán activamente en
las campañas preventivas contra la violencia y los accidentes.
2. Mejoramiento de la calidad de la oferta pública de servicios.
Con este programa se busca mejorar la capacidad resolutiva de las
instituciones públicas de salud y ponerlas en condiciones de competir con
las IPS privadas en el Sistema de Seguridad Social. El Ministerio de Salud,
en coordinación con las Direcciones Seccionales de Salud, elaborará durante
1995 el catastro de los hospitales públicos del país y el mapa sanitario,
instrumentos que permitirán orientar las inversiones según las principales
necesidades en infraestructura y dotación, así como la organización y
funcionamiento de las redes de servicios. En la financiación de este
programa concurrirán recursos nacionales de cofinanciación y recursos de
las transferencias de inversión social.
Durante el período de transición también se dará prioridad al mejoramiento
de la gestión de la totalidad de las IPS públicas en todos los niveles de
atención y a su transformación en Empresas Sociales del Estado, mediante la
implantación en cada una de ellas de sistemas que permitan la utilización
eficiente de los presupuestos asignados y de los recursos que obtengan por
la contratación de servicios.
Complementariamente, el Gobierno Nacional establecerá los estímulos e
incentivos que permitan atraer y retener personal profesional en los
niveles prioritarios de atención y en las zonas apartadas y mejorar su
desempeño. Las IPS públicas, transformadas en Empresas Sociales del Estado,
aplicarán los incentivos al desempeño de su personal, con cargo a los
recursos obtenidos por la venta de servicios. Conjuntamente con
instituciones especializadas, se pondrá en marcha un Plan Nacional de
Educación y Evaluación Continua.
Con el fin de impulsar la transformación de los hospitales públicos en
Empresas Sociales del Estado, el Gobierno Nacional dispondrá de los
mecanismos y recursos necesarios para sanear el pasivo prestacional del
personal vinculado.
3. Gestión descentralizada y capacidad técnica del sector.
Este programa se orientará hacia el fortalecimiento de la capacidad de las
entidades territoriales para manejar los recursos y desempeñar
adecuadamente las competencias que la ley les asigna, con énfasis en la
administración del Sistema de Seguridad Social. Particular atención se dará
a las acciones de apoyo a la gestión, la planeación y la descentralización
institucional, así como al desarrollo de sistemas de información y
monitoreo que permitan el seguimiento permanente de la gestión de las
instituciones del Sistema.
Al finalizar el período la totalidad de los departamentos y distritos, así
como el 80% de los municipios, habrá obtenido la certificación para el
manejo autónomo de los recursos del situado fiscal. De la misma manera, la
totalidad de las instituciones hospitalarias públicas se habrá constituido
como Empresas Sociales del Estado.
El Ministerio de Salud implantará un modelo integral de evaluación, que
permita establecer el grado de avance de la descentralización y la
capacidad técnico_administrativa de las Empresas Sociales del Estado. De la
misma manera, se pondrá en marcha un sistema que permita el monitoreo de
los avances de la reforma a la Seguridad Social en Salud, el seguimiento
financiero de la subcuenta de compensación, el valor de la Unidad de Pago
por Capitación (UPC), el contenido del Plan Obligatorio, entre otros, con
el fin de identificar las dificultades e introducir los correctivos
necesarios de manera oportuna.
4. Garantía de calidad de los servicios.
La calidad de los servicios de salud se promoverá a través de la puesta en
marcha de instrumentos de análisis del estado sanitario y evaluación de la
prestación de los servicios y de mecanismos que contribuyan a la mejor
formación de los recursos humanos y a elevar la capacidad de innovación e
investigación del sector.
Cada una de las instituciones del sistema deberá contar con comités
internos de garantía de calidad como herramienta fundamental para su
continuo mejoramiento, así como con sistemas permanentes de capacitación de
su personal, todo ello encaminado a fomentar una cultura de la calidad
basada en el compromiso de todos los actores con el mejoramiento continuo
de los servicios a las personas. También se implantará un sistema de
acreditación para las IPS del Sistema de Seguridad Social.
El control de calidad de los medicamentos será parte fundamental del
sistema de garantía de calidad y corresponderá su aplicación al Instituto
de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima). Por su parte, el
Ministerio de Salud y el Instituto Colombiano de Normas Técnicas (Icontec)
establecerán normas de calidad para los equipos e instrumentos
médico_quirúrgicos que se utilicen en el país.
La Superintendencia Nacional de Salud creará el Sistema de Garantía de
Calidad y vigilará el cumplimiento de las normas establecidas para las
instituciones del Sistema de Seguridad Social: Empresas Promotoras de Salud
e Instituciones Prestadoras de Servicios. Para esto diseñará y aplicará los
mecanismos de vigilancia y control que garanticen la financiación y la
correcta aplicación de los recursos del sistema, así como la calidad de la
prestación de los servicios. Con base en indicadores de control de gestión,
calidad de los servicios y satisfacción del usuario, establecerá controles
objetivos que aseguren la calidad de la atención.
El Ministerio de Salud desarrollará un modelo mínimo de auditoría médica
cuyo objetivo sea la evaluación sistemática y objetiva de la atención
clínica y los protocolos mínimos, o guías de atención integral, que hagan
posible el análisis del cumplimiento de los procedimientos normatizados.
El Gobierno Nacional conformará una Misión para la evaluación del estado de
la educación en las profesiones de la salud y la correspondencia entre el
perfil profesional y las realidades epidemiológicas del país. Esta Misión
formulará recomendaciones que sirvan como base para las modificaciones
curriculares, así como de los requerimientos para la acreditación de los
distintos programas. De la misma manera, el Ministerio de Salud diseñará y
difundirá instrumentos que permitan una mejor selección de los
profesionales que se vinculen a las instituciones prestadoras de servicios,
así como su permanente evaluación y la formulación de planes de
mejoramiento de los recursos humanos.
5. Ciencia y tecnología para la salud.
Conjuntamente con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, el
Ministerio de Salud promoverá y apoyará la investigación básica y aplicada
en áreas que permitan mejorar el diagnóstico y la atención en salud y el
desarrollo de la tecnología adecuada para el sector, y su articulación con
los avances y aplicaciones del conocimiento a nivel internacional. De igual
manera se desarrollarán programas de investigación y recopilación de la
medicina tradicional.
A través del Sistema de Ciencia y Tecnología, y con el apoyo del Ministerio
de Salud, se incentivará con becas y créditos educativos a profesionales
sobresalientes en el campo de la investigación básica y aplicada en el
sector de la salud. El Icetex apoyará la formación de postgrado en el país
y en el exterior mediante créditos condonables.
B. Programas para la niñez.
El bienestar de la niñez constituye una de las metas fundamentales del
desarrollo nacional. La Carta Política reconoce los derechos de los niños y
establece que éstos prevalecen sobre los derechos de los demás; sin
embargo, aún miles de ellos carecen de las oportunidades para hacerlos
efectivos: no disponen del conjunto de bienes y garantías fundamentales que
son necesarios para vivir dignamente, están marginados de los procesos de
participación social y no cuentan con referentes sociales e institucionales
que los desafíen a utilizar su creatividad en proyectos colectivos que
beneficien a la sociedad.
Teniendo en cuenta que los niños y niñas de hoy serán los ciudadanos
colombianos del mañana, y que en ellos se fundamenta el verdadero cambio de
la sociedad, el Gobierno Nacional se propone crear una cultura en favor de
la niñez que, reconociendo las diferencias y la diversidad de la población
más joven, comprometa a las instituciones y a los diferentes sectores de la
sociedad con su supervivencia, desarrollo, protección y participación, para
satisfacer sus necesidades humanas básicas, lograr su desarrollo armónico e
integral y aprovechar al máximo su potencial. Este objetivo se logrará a
través de: a) movilización en torno a la niñez; b) programas de protección,
desarrollo y bienestar; c) programas especiales para menores en situación
irregular; y d) desarrollo institucional. El conjunto de acciones para la
niñez durante el cuatrienio, tiene un costo total de $2 billones (Cuadro
5.3) creado en el texto original.
1. Movilización en torno a la niñez.
El Gobierno Nacional y las administraciones territoriales promoverán la
creación de una conciencia social y comunitaria que beneficie a los niños,
generando actitudes y comportamientos de respeto, igualdad y equidad de
género, valoración y protección de los menores en la familia y la
comunidad, dando especial importancia a la participación de los niños y
jóvenes como actores del desarrollo social.
A través de los medios masivos y alternativos de comunicación, se informará
y motivará a la ciudadanía para que se comprometa con el mejoramiento de
los procesos de socialización y con el logro de niveles de bienestar más
elevados para la niñez, a la vez que prevenga la existencia de menores en
situación irregular. Se convocará la participación de la comunidad, en
especial de los padres de familia, para el ejercicio de la veeduría
ciudadana como control de la gestión pública en favor de la infancia.
El Gobierno también promoverá el desarrollo del conocimiento científico y
colectivo sobre la niñez, a través del Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología. Mejorará los registros institucionales, con especial atención
en las estadísticas de nacimientos, los registros de morbimortalidad
infantil, la información sobre el acceso y permanencia en el sistema
educativo, y la información relacionada con los derechos cívicos de los
niños y niñas. Incluirá, además, módulos sobre el tema en las encuestas
socio_económicas y, a través de las entidades del Sistema de Bienestar
Familiar, impulsará la realización de estudios sobre los niños en situación
irregular, así como la identificación de modelos para su óptima
intervención.
2. Protección, desarrollo y bienestar de la niñez.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, entregará complemento
nutricional a mujeres gestantes y lactantes, y a sus hijos entre los 6 y 24
meses. Se fortalecerán las acciones de educación en salud orientadas a
disminuir la morbimortalidad materna, perinatal e infantil, regular la
fecundidad, prevenir el embarazo precoz e impulsar la lactancia materna y
la participación del padre en la crianza. Estas acciones cubrirán a 630.000
personas y se complementarán con las del Programa de Atención Materno
Infantil, PAMI.
Para mejorar la calidad de la atención en los Hogares Comunitarios de
Bienestar, que atienden 890.000 niños, se aumentará, como parte de los
programas de la Red de Solidaridad Social, la ración alimenticia hasta
satisfacer, en los próximos cuatro años, el 100% de sus necesidades
nutricionales. Las instituciones de salud y el ICBF evaluarán
periódicamente el estado de salud de los niños, así como su crecimiento y
desarrollo, remitiéndolos en caso necesario a las entidades competentes.
Con el sector educativo se adelantarán acciones para estimular el
desarrollo psicoafectivo y social de los menores, vinculando estudiantes de
carreras relacionadas con el desarrollo infantil y vigías de la salud de
los colegios. Para mejorar las condiciones sanitarias y evitar el
hacinamiento en los Hogares Comunitarios, se adecuará la infraestructura
física de 2.844 Hogares Comunitarios Múltiples, que funcionarán en
instalaciones comunitarias, preferencialmente con parques o espacios libres
para la recreación de los niños. Adicionalmente, a 140.000 niños, en edad
preescolar del área rural, no atendidos en Hogares Comunitarios, se les
brindará un subsidio alimentario.
El estado nutricional de un millón de escolares se intervendrá
suministrando un refrigerio reforzado, como complemento alimentario que
aporte el 20% de sus requerimientos nutricionales.
3. Programas especiales para menores en situación irregular.
El ICBF, el Ministerio de Salud y las demás instituciones responsables de
la prevención y protección de menores maltratados o abusados sexualmente,
que ascienden en la actualidad a cerca de 850.000, integrarán una red de
servicios con el fin de identificarlos y darles atención oportuna. El ICBF
ampliará sus servicios de recepción de menores en emergencia, conformará
equipos interdisciplinarios de apoyo para los Defensores de Familia e
impulsará a los municipios para la creación y fortalecimiento de las
Comisarías de Familia.
Para desestimular el trabajo de 500.000 menores de 14 años, el sector
educativo promoverá su escolarización; esta acción se reforzará con el
otorgamiento de subsidios a mujeres jefes de hogar con hijos en la
educación básica. El Ministerio de Trabajo y el ICBF efectuarán una
búsqueda activa de menores que realizan trabajos de alto riesgo, y
vigilarán el cumplimiento de la legislación; con los entes territoriales,
impulsarán planes alternativos para modificar su actividad laboral.
El ICBF atenderá integralmente a 15.000 menores de la calle, fortaleciendo
los programas de medio abierto y medio institucional, promocionando la
adopción y crianza en hogares sustitutos, e impulsando su reinserción al
medio familiar y comunitario.
Para la rehabilitación de 14.500 jóvenes infractores, el ICBF coordinará la
realización de acciones educativas, de capacitación laboral y de
seguimiento, y promoverá la cofinanciación para cubrir temporalmente los
gastos de los jóvenes recién rehabilitados que no tengan recursos para
vivir autónomamente. El Ministerio de Justicia reforzará los equipos
interdisciplinarios de los despachos judiciales, impulsará la atención
judicial permanente al menor infractor, notificará su detención a la
Defensoría del Pueblo y evitará su institucionalización innecesaria.
El Programa Nacional de Protección y Asistencia Integral a las personas
víctimas y desplazadas por la violencia dará prioridad a la atención de los
menores de edad.
La legislación relacionada con todas las categorías de menores en situación
irregular será revisada por el Ministerio Público y el ICBF, quienes
promoverán los ajustes necesarios y velarán por su estricto cumplimiento.
4. Desarrollo Institucional.
Se redefinirán las competencias del Sistema Nacional de Bienestar Familiar,
comprometiendo política, técnica y financieramente a las administraciones
territoriales en la planeación y ejecución de los programas dirigidos a
esta población, y promoviendo su inclusión en los planes territoriales de
desarrollo. Por otra parte, el ICBF impulsará los ajustes institucionales
requeridos para cumplir con sus funciones a nivel territorial;
especialmente realizará modificaciones administrativas, mejorará su
capacidad de dirección, evaluación y asistencia técnica a los municipios, y
desarrollará instrumentos para elevar el nivel de recaudo y las fuentes de
financiación.
C. Tercera edad.
Las personas de la tercera edad, especialmente aquellas que se encuentran
en condiciones de pobreza, constituyen uno de los grupos más vulnerables de
la población. Para mejorar sus condiciones de vida, serán beneficiadas con
acciones que les permitan el acceso a servicios en salud, protección,
vivienda y pensiones. El desarrollo de estas acciones deberá ser una
responsabilidad compartida del Estado, la sociedad civil y la comunidad.
Los programas para la tercera edad estarán encaminados a vincular esta
población al Sistema de Seguridad Social, promover la generación de una
oferta local de servicios y crear una actitud de reconocimiento positivo de
la vejez.
A través del Programa "Revivir" de la Red de Solidaridad Social, se
apoyarán 240.000 ancianos indigentes. Este programa será complementado con
planes de atención que pondrán en marcha los municipios. Serán
beneficiarios los ancianos que, cumpliendo los requisitos definidos en la
Ley 100 de 1993, se encuentren en condiciones de pobreza o indigencia. La
administración y ejecución del programa será responsabilidad de los
municipios y distritos, que podrán llevar a cabo la administración
directamente o a través de una entidad promotora (organizaciones no
gubernamentales o entidades especializadas).
Como complemento a "Revivir", se desarrollarán acciones que permitan
mejorar las condiciones de salud, nutrición, protección y vivienda de los
beneficiarios del programa. Los municipios prestarán servicios diurnos de
atención a los ancianos indigentes, a través de los cuales se garantizará
soporte nutricional, actividades educativas, recreativas, culturales y
ocupacionales. El programa se desarrollará en las viviendas o en espacios
comunitarios existentes en los barrios. Será apoyado por el ICBF y el
Programa de Empleo Urbano de Emergencia, así como con recursos del sistema
de cofinanciación. Se podrán contratar actividades con organizaciones no
gubernamentales y comunitarias.
Los ancianos pobres serán beneficiarios del Régimen Subsidiado de Seguridad
Social en Salud. Los hogares en los cuales residan estos ancianos tendrán
preferencia para acceder a los subsidios de los programas que hacen parte
de la política de vivienda social.
Para mejorar el bienestar de los pensionados, el Ministerio de Trabajo
expedirá las normas necesarias para hacer efectiva su afiliación a las
Cajas de Compensación. Los pensionados se afiliarán voluntariamente con el
2% de su mesada a la Caja que escojan. La afiliación se hará a través de
las entidades pagadoras de pensiones o de las Asociaciones de Pensionados,
y los ancianos tendrán derecho a todos los servicios de las Cajas con
excepción del subsidio monetario.
Se continuará apoyando el cambio hacia una nueva perspectiva del
envejecimiento, con proyectos que fomenten y fortalezcan nuevas relaciones
del viejo con la familia, y promuevan en la comunidad y en la sociedad una
imagen positiva del envejecimiento. Así mismo, se desarrollarán estrategias
de tipo masivo que apoyen el cambio de imagen del viejo.
Con el fin de garantizar que la población más pobre y con dificultades de
inserción en el mercado de trabajo cuente con una pensión cuando llegue a
la tercera edad, se pondrá en marcha el Fondo de Solidaridad Pensional. Se
otorgarán subsidios a más de 350.000 trabajadores del sector informal,
tanto urbanos como rurales, los trabajadores discapacitados y las madres
comunitarias, que estén afiliados al régimen general de seguridad social en
salud y demuestren un nivel de ingreso máximo de un salario mínimo.
Entre 1995 y 1998 el Fondo de Solidaridad Pensional contará con cerca de
$190.000 millones (Cuadro 5.4) creado en el texto original. Será financiado
con el 1% de la nómina de los trabajadores que devengan más de cuatro
salarios mínimos, una contrapartida al menos igual por parte del
presupuesto nacional, los recursos que aporten las entidades territoriales
para planes de extensión de cobertura en sus respectivos territorios o los
recursos que aporten agremiaciones o federaciones para beneficio de sus
afiliados, y las apropiaciones del presupuesto nacional para el subsidio a
los aportes de los trabajadores del servicio doméstico.
El subsidio se otorgará por un período máximo, continuo o discontinuo, de 5
años para los trabajadores urbanos y de 10 años para los trabajadores
rurales, los discapacitados y para las madres comunitarias mientras ellas
ejerzan esta actividad.
D. Prevención y atención a la discapacidad.
La política de prevención y atención a la población discapacitada tiene
como objetivos fundamentales el mejoramiento de la calidad de vida de esta
población y el logro de su integración social y económica. Para ello, se
pondrán en marcha acciones en educación, salud y trabajo.
Los programas educativos son el mecanismo más efectivo para la integración
de las personas discapacitadas. El Gobierno Nacional promoverá la
integración de la población discapacitada a las aulas regulares en
establecimientos educativos que organicen, directamente o por convenio con
entidades gubernamentales y no gubernamentales, las acciones pedagógicas
necesarias para integrar académica y socialmente a los discapacitados, en
el marco de su Proyecto Educativo Institucional (PEI). Además, cofinanciará
los costos educativos de las personas de cinco a quince años discapacitadas
pobres que asistan a instituciones educativas especializadas de carácter
privado.
El Ministerio de Educación, a través del Instituto Nacional para Ciegos
(INCI) y el Instituto Nacional para Sordos (INSOR), orientarán sus recursos
de inversión, prioritariamente al desarrollo de metodologías y mecanismos
de asistencia técnica y capacitación, en sus respectivos campos de
especialización, dirigidos al mejoramiento de la atención educativa de la
población discapacitada. De otro lado, conjuntamente con el ICFES,
facilitará a los discapacitados la presentación de exámenes de estado y,
con el Icetex, promoverá el acceso a créditos educativos y becas para las
personas discapacitadas.
En el área de recreación, Coldeportes promoverá y dará apoyo financiero a
las entidades territoriales para el desarrollo de programas de recreación y
deporte dirigidos a la población discapacitada.
Muchas de las discapacidades pueden evitarse. Para ello el Ministerio de
Salud, en los programas de promoción de la salud y prevención de la
enfermedad, dará especial atención a la disminución de la discapacidad o a
la probabilidad de su ocurrencia. Dichos programas se realizarán a través
del Plan de Atención Básica y el Plan de Atención Materno_Infantil de la
Red de Solidaridad Social.
De otro lado, los discapacitados pobres serán beneficiarios del Régimen
Subsidiado de Seguridad Social en Salud y el Gobierno Nacional buscará la
ampliación de los beneficios incluidos en los Planes Obligatorios de Salud,
para que los discapacitados tengan acceso a tratamiento y rehabilitación.
Así mismo, los trabajadores discapacitados en situación de pobreza que se
encuentren afiliados a la Seguridad Social en Salud, tendrán acceso durante
un período máximo de 10 años a un subsidio del 70% de su cotización al
Régimen General de Pensiones, a través del Fondo de Solidaridad Pensional,
y los discapacitados que se encuentren en situación de indigencia y sean
mayores de 50 años tendrán acceso al Programa de Auxilio para Ancianos
Indigentes "Revivir", de la Red de Solidaridad Social.
El Gobierno Nacional apoyará iniciativas legislativas que incentiven la
vinculación laboral de personas con limitaciones, y a través del SENA
realizará acciones de promoción de sus cursos de formación profesional
entre ellos. Así mismo, los discapacitados pobres que se encuentren
desempleados serán beneficiarios del Programa de Capacitación para el
Trabajo con Subsidio al Desempleo.
Con el fin de motivar a las entidades territoriales al desarrollo de
proyectos urbanísticos que faciliten el transporte y el acceso de los
discapacitados a los espacios físicos e instalaciones públicas, el
Ministerio de Transporte y el Viceministerio de Vivienda, Agua Potable y
Saneamiento Ambiental del Ministerio de Desarrollo, con el apoyo de la
Vicepresidencia de la República, promoverán la divulgación de las normas
vigentes sobre diseño urbano y transporte, y el desarrollo de proyectos
locales de vivienda y diseño urbano que beneficien a la población
discapacitada.
Como complemento a estas acciones se apoyará la investigación conducente al
desarrollo, adaptación y difusión de tecnologías apropiadas; se
desarrollarán sistemas de información que permitan contar con diagnósticos
actualizados e indicadores para el seguimiento de los programas en
beneficio de los discapacitados, y se realizarán campañas masivas que
contribuyan a crear una cultura de respeto y apoyo a las personas con
discapacidad.
La atención a la población discapacitada se desarrollará en el marco de la
estructura institucional vigente, bajo la coordinación de la
Vicepresidencia de la República, y contará con el apoyo del Comité
Consultivo Nacional de la Discapacidad y grupos de enlace sectorial.
E. Cajas de Compensación.
En Colombia funcionan 67 Cajas de Compensación Familiar que constituyen un
instrumento esencial de protección y solidaridad para los trabajadores más
pobres del sector formal de la economía nacional. Ellas desarrollan
programas de salud, vivienda social, nutrición, educación, recreación,
apoyo a microempresas y subsidio monetario.
La política nacional en este sector se orientará hacia el fortalecimiento
de los mecanismos redistributivos del sistema, la mayor integración de las
acciones de las Cajas con los programas nacionales de desarrollo social, la
ampliación de la cobertura y el logro de la mayor eficiencia en la
operación de las Cajas, especialmente en los servicios orientados a los
trabajadores de menor ingreso y sus familias.
Con el fin de fortalecer los mecanismos redistributivos, se regularán los
subsidios aplicados a las tarifas de los programas que desarrollan las
Cajas de Compensación, con el fin que otorguen mayores beneficios a los
trabajadores de bajos ingresos y sus familias.
Se fomentará una mayor integración de las Cajas con las políticas
nacionales de desarrollo, especialmente fortaleciendo sus programas de
salud, apoyo a la microempresa, vivienda social y capacitación. Además,
como parte del Sistema Integral de Seguridad Social, las Cajas de
Compensación podrán ofrecer el Plan Obligatorio de Salud y planes
complementarios que cubran tanto al afiliado como a su familia.
La cobertura de las Cajas se ampliará en número de afiliados y se evaluarán
esquemas y propuestas para extenderlas a un mayor número de municipios.
Para ello, se impulsarán los mecanismos para que los trabajadores del
sector informal, microempresarios y pensionados se afilien al sistema con
cotizaciones y beneficios parciales, y se ampliarán gradualmente los
servicios y la cobertura de la Caja de Compensación Familiar Campesina.
Por último, la Superintendencia de Subsidio Familiar fortalecerá su acción
de vigilancia, para que las Cajas ejecuten oportuna y efectivamente sus
recursos.
III. HABITAT, DESARROLLO URBANO, PREVENCION Y ATENCION DE DESASTRES
El mejoramiento del nivel de vida de la población está estrechamente
relacionado con las condiciones del hábitat en que se desenvuelven sus
actividades cotidianas. Para mejorar el hábitat de las mujeres y los
hombres más pobres, caracterizado por la subnormalidad de los barrios donde
residen, se emprenderán, de manera simultánea e integral, cuatro
estrategias que enfrentarán directamente las principales expresiones de la
subnormalidad: hacinamiento y deplorable condición física de las viviendas,
precario equipamiento social e insuficiente cobertura de los servicios
públicos. Estas estrategias se desarrollarán articuladamente con el
esfuerzo conjunto de la Nación, las entidades territoriales y el sector
privado.
La política de vivienda social urbana, más allá de la simple construcción
aislada de nuevas viviendas, propende por el mejoramiento integral del
barrio, garantizando que sean de buena calidad, cuenten con los servicios
públicos básicos y tengan el equipamiento social y la infraestructura
física adecuados. El plan de agua, a su vez, está orientado a incrementar
de manera significativa el número de viviendas con acueducto y
alcantarillado, mejorando la calidad del agua suministrada y haciendo uso
eficiente y racional del recurso hídrico. Por su parte, la política de
apoyo al desarrollo de las ciudades tiene el propósito de obtener un mayor
impacto de las acciones del Estado, contribuyendo al mejoramiento de la
gestión y la planificación, para que el crecimiento de los asentamientos y
su equipamiento se realice de acuerdo con las particularidades y
necesidades de cada ciudad. Por último, para garantizar que las anteriores
acciones redunden en el mejoramiento de la calidad de vida de la población,
se prestará especial atención a la prevención y atención de desastres y la
rehabilitación de zonas subnormales.
A. Política de vivienda social urbana.
La Política de Vivienda Social Urbana focaliza el subsidio familiar de
vivienda en los estratos más pobres y vulnerables de la población, lo
integra a la Red de Solidaridad Social y lo articula a programas
complementarios de mejoramiento del espacio y de la infraestructura de
servicios comunitarios, con el fin de promover un desarrollo urbano
integral y ordenado y mejorar las condiciones de vida de los colombianos
más pobres.
Los objetivos de la nueva política son: a) realizar 606.000 soluciones de
vivienda social urbana entre 1994 y 1998, el 72% de las cuales estará
destinada a familias con ingresos inferiores a dos salarios mínimos;
500.000 de estas soluciones contarán con subsidios directos y el resto con
programas especiales de crédito; con este programa, se estima que el
déficit de vivienda social urbana se reducirá en cerca del 43; b) debido a
los programas complementarios de entorno, el número de familias
beneficiadas será de 1.123.000; c) impulsar la participación municipal y
comunitaria en la ejecución del programa, y d) promover procesos de reforma
urbana que permitan habilitar tierras aptas para vivienda social,
utilizando los instrumentos definidos por la Ley 9a. de 1989.
1. Componente Integrado en la Red de Solidaridad Social.
El Programa de mejoramiento de la vivienda y el entorno se focaliza en
asentamientos subnormales de alta concentración de pobreza, donde el
problema central es la calidad de la vivienda. Se apoya en el subsidio
otorgado por el Inurbe y se complementa con recursos de los municipios, de
los Fondos de Cofinanciación y de la Red de Solidaridad Social. Se
adjudicarán 258.500 subsidios y el municipio, con el apoyo de los Fondos,
tendrá a su cargo las obras de acceso al asentamiento, las redes de
servicios públicos, grandes obras de mitigación de riesgos y proyectos
dirigidos a la adecuación de zonas verdes y demás elementos del espacio
público.
El Programa de vivienda nueva incluye viviendas mínimas o unidades básicas.
Para lotes con servicios, la Nación sólo apoyará proyectos que contemplen
los instrumentos de la Reforma Urbana. Se realizarán 158.000 soluciones de
vivienda nueva, apoyadas con subsidio para familias de menos de dos
salarios mínimos de ingreso.
2. Componente no cubierto por la Red de Solidaridad Social.
Las acciones previstas se dirigen a atender el déficit cuantitativo de
vivienda de los hogares con ingresos entre dos y cuatro salarios mínimos
legales mensuales. Con el apoyo del crédito, se realizarán 190.000
soluciones, de las cuales 84.000 se financiarán parcialmente con el
subsidio familiar de vivienda.
3. Gestión de proyectos y asignación de recursos.
El municipio es la instancia que promueve la iniciativa del proceso,
identifica y formula los proyectos de mejoramiento, con la participación de
la comunidad. El Ministerio de Desarrollo Económico estimulará la acción de
los municipios y comunidades, y promoverá la gestión de las ONG y de
entidades particulares de reconocida experiencia en programas de este tipo.
Con el objeto de simplificar el procedimiento de asignación de recursos, se
hará un convenio entre los fondos de cofinanciación e Inurbe para que se
realice el estudio conjunto de los proyectos que prevean participación de
los primeros, dando prioridad a los Proyectos de Mejoramiento de la
Vivienda y del Entorno.
4. Recursos para el programa y esquema institucional.
Los recursos para el Programa de Vivienda Social Urbana provendrán del
Inurbe, la Caja de Vivienda Militar, las Cajas de Compensación y los
municipios. Los fondos de cofinanciación y la Red de Solidaridad Social
aportarán recursos para el programa de mejoramiento del entorno. Además, se
contará con los créditos dirigidos a la población con ingresos inferiores a
4 salarios mínimos, otorgados a través del Fondo Nacional de Ahorro, las
corporaciones de ahorro y vivienda y los sectores bancario y cooperativo.
Entre 1994 y 1998 se invertirán $2.5 billones: $1 billón no reembolsables,
del cual el 82% se destinará a la población con ingresos inferiores a 2
salarios mínimos. El 61% de los recursos no reembolsables provendrán de la
Nación, el 11% de las Cajas de Compensación, el 16% de los municipios y el
12% de crédito de la Findeter. (Cuadro 5.5) creado en el texto original.
El programa de subsidios se adelantará en el marco de la Red de Solidaridad
Social. Para profundizar el proceso de descentralización y lograr mayor
eficiencia y economía en el gasto social, el Inurbe hará parte integral del
Sistema Nacional de Cofinanciación, apoyándose en los departamentos y las
unidades departamentales de cofinanciación para la realización de las
operaciones que involucran a las entidades territoriales.
Para que el Inurbe pueda cumplir eficientemente las funciones en el marco
de la nueva política de vivienda social urbana, es necesario que esté
separado definitivamente de las operaciones que heredó del Instituto de
Crédito Territorial. Con tal propósito el Gobierno Nacional presentará al
Congreso un proyecto de ley para liquidar definitivamente el ICT,
trasladando las funciones de recaudo de cartera a entidades privadas.
B. Plan de Agua.
El Plan de Agua se ejecutará bajo el esquema de la responsabilidad local en
la gestión de los servicios, fortaleciendo el papel de la Nación en la
planeación, regulación y vigilancia. En este marco, el Plan busca: a)
alcanzar coberturas totales promedio de 90% en acueducto y 77% en
alcantarillado en 1998, beneficiando adicionalmente a 6.8 millones de
habitantes con agua potable y 6.7 millones con sistemas de disposición de
aguas residuales; b) elevar la calidad del agua suministrada para la
totalidad de los habitantes con servicio y disminuir la vulnerabilidad de
los sistemas, y c) consolidar el proceso de modernización institucional del
sector.
1. Ampliación de coberturas y mejoramiento de la calidad.
La ampliación y mejoramiento de la calidad del servicio de acueducto y
alcantarillado es responsabilidad de los municipios. Para el logro de las
metas, la Nación promoverá la formulación y ejecución de más y mejores
proyectos que se ajusten al marco técnico e institucional de las políticas
sectoriales, para lo cual apoyará a las administraciones locales a través
de: a) programas de preinversión para la identificación, evaluación y
preparación de proyectos acordes con la política nacional, a través de
crédito y cofinanciación de Findeter y Fonade, y aportes de los Corpes; b)
asistencia técnica y capacitación a los prestadores del servicio a nivel
local en la preparación y ejecución de proyectos, con la coordinación del
Ministerio de Desarrollo, la participación de las entidades territoriales y
la vinculación del sector privado, para lo cual se conformará el Sistema de
Apoyo Interinstitucional a los Servicios de Agua Potable y Saneamiento
Básico (SAS), y c) financiación de más y mejores proyectos de
infraestructura, con el aumento de los recursos de crédito de Findeter y no
reembolsables a través de los Fondos de Infraestructura Urbana y DRI.
Como complemento al aumento de coberturas, se realizarán inversiones que
mejoren la calidad integral del servicio, garantizando un servicio pleno,
eficiente y confiable de agua potable y de disposición de aguas residuales.
Para ello se impulsarán los siguientes programas: a) mejoramiento de la
calidad del agua, para que en 1998 el 100% de los usuarios de las zonas
urbanas y el 70% en área rural, con servicio de acueducto, reciban agua
apta para el consumo humano; b) confiabilidad y control de pérdidas de
agua, mediante la rehabilitación y optimización de los sistemas, reduciendo
el agua no contabilizada del 50% en 1994 al 33% en 1998; para esto, la
asignación de recursos de crédito y cofinanciación se condicionará a que
los proyectos incluyan la macro y micromedición, control de conexiones
clandestinas masivas y de fugas, y optimización y renovación de redes; c)
protección de cuencas y uso racional del agua, para garantizar la
recuperación y mantenimiento de la productividad de los sistemas hídricos
con acciones desarrolladas en el marco del programa Mejor Agua de la
Política Nacional Ambiental; así mismo, para promover el uso racional del
agua, este programa será complementado con el fomento al uso de utensilios
de bajo consumo, y d) saneamiento ambiental, para reducir la generación de
efectos negativos en los cuerpos de agua receptores, a través del apoyo
técnico y financiero de la Nación a proyectos en grandes ciudades.
En el marco del programa de ampliación de coberturas y mejoramiento de la
calidad se promoverá la Investigación y Desarrollo Tecnológico en el sector
de agua potable y saneamiento básico, a través de las siguientes acciones:
a) uso de tecnologías apropiadas, a través del apoyo a la investigación
orientada a garantizar la optimización y el uso de tecnologías adecuadas
para la prestación de servicios de acueducto y alcantarillado en zonas
dispersas, en el tratamiento de agua para consumo humano y la optimización
de procesos de tratamiento de aguas residuales, y b) aprovechamiento y
manejo integrado de las aguas subterráneas, a través de la exploración y
cuantificación de las fuentes en 70.000 km²; este programa será coordinado
por Ingeominas y contará con la participación de las universidades y del
Ministerio del Medio Ambiente.
2. Modernización institucional.
La ejecución del Plan exige la consolidación institucional y modernización
del sector, basado en la descentralización, especialización funcional,
promoción de la competencia y participación del sector privado en la
gestión de los servicios. Con este fin, el Gobierno Nacional creará un
marco tarifario que refleje el costo de los servicios y focalice los
subsidios en la población más pobre; definirá los criterios de evaluación
de las empresas que prestan el servicio para el seguimiento estricto de sus
planes de gestión; dará asistencia técnica a los prestadores del servicio
para su modernización, definiendo reglas que permitan la vinculación del
sector privado; y diseñará el plan estratégico del sector para orientar su
desarrollo integral en el largo plazo.
Las funciones de planificación y normatización serán obligación del
Ministerio de Desarrollo; la regulación y promoción de la competencia serán
responsabilidad de la Comisión de Regulación de Agua Potable; y las
actividades de vigilancia y control estarán a cargo de la Superintendencia
de Servicios Públicos Domiciliarios.
3. Esquema financiero.
Los requerimientos financieros para la ejecución del Plan ascienden a $1.83
billones de 1994, de los cuales 97% se dedicará a los programas de
ampliación de cobertura y mejoramiento de la calidad de los servicios. La
Nación asignará $443.000 millones como recursos no reembolsables de los
Fondos de Cofinanciación para la Infraestructura Urbana y DRI y aportes del
Presupuesto Nacional al Ministerio de Desarrollo Económico, y $322.000
millones como crédito a través de Findeter y Fonade. Las transferencias de
la Ley 60 de 1993 con destinación exclusiva al sector de agua potable
representarán $347.000 millones. Además $405.000 millones provendrán de
generación interna de las empresas y $227.000 millones de crédito externo
directo a las grandes ciudades. Por último, $76.000 millones corresponden a
la participación del sector privado en inversiones de planes específicos,
principalmente en Bogotá y Cartagena. (Cuadro 5.6) creado en el texto
original.
Para lograr un desarrollo adecuado de los proyectos y garantizar su
financiación, el Sistema Nacional de Cofinanciación podrá requerir la
contratación de créditos con Findeter como requisito para la asignación de
recursos de cofinanciación, cuando lo estime necesario. Así mismo, para
lograr que el crédito a los municipios sea realmente un apoyo financiero
acorde con los períodos de maduración de las inversiones de acueducto y
alcantarillado, se diseñarán mecanismos de financiación de largo plazo.
C. Política de apoyo al desarrollo urbano.
La iniciativa y decidida participación de las ciudades son indispensables
para integrar las políticas, complementar los recursos y esfuerzos
nacionales y mejorar la calidad de vida de la población. Por ello, el
Gobierno Nacional desarrollará estrategias para coordinar las políticas
nacionales con las ciudades, fortalecer sus administraciones y lograr un
ordenado desarrollo urbano, respetando la autonomía local.
En primer lugar, se fortalecerá la capacidad administrativa de las
ciudades, para que cuenten con mecanismos que les permita definir sus
prioridades de desarrollo y articular las estrategias nacionales a las
particularidades locales. Para ello, el Ministerio de Desarrollo apoyará
las ciudades en el diseño de instrumentos de regulación y normatividad
urbana, manejo del suelo, planificación territorial, desarrollo de
proyectos de vivienda y entorno, y gestión de servicios públicos,
transporte y equipamiento.
Por otra parte, se proveerá a las ciudades de un marco legal e
institucional que oriente la acción de la administración local: planes de
ordenamiento, descentralización al interior de las ciudades, manejo del
suelo, marco tributario local, prestación de servicios públicos,
transporte, medio ambiente, normas mínimas de construcción, conservación y
recuperación de zonas históricas y patrimonio. Esta tarea la coordinará el
Ministerio de Desarrollo, con el esquema de Talleres de Consulta Urbana,
para aplicar los principios de concertación y participación regional y
local.
Para la planificación urbana y el manejo del suelo se desarrollarán los
principales instrumentos establecidos en las leyes de Reforma Urbana y
Orgánica del Plan de Desarrollo, con énfasis en el ordenamiento de la
ciudad. El Ministerio de Desarrollo, con apoyo de la cooperación
internacional, y en asocio con los municipios, impulsará el desarrollo de
proyectos que contemplen la utilización de nuevas modalidades de planeación
y gestión del suelo y mejoramiento urbano, que se denominarán
macroproyectos urbanos estratégicos.
Se promoverá la investigación para identificar, analizar y adelantar
acciones para el manejo específico de los problemas de las ciudades. Como
complemento, se diseñará y pondrá en operación un sistema de información
que permita disponer de estadísticas sectoriales, indicadores sobre la
planificación urbana y de un banco de experiencias sobre administración de
las ciudades, con el propósito de generar los instrumentos para orientar,
coordinar y evaluar las políticas aplicadas a nivel urbano.
Por último, un requisito fundamental para la ejecución de las políticas en
las ciudades es la consolidación de sus finanzas, de manera que puedan
complementar las acciones nacionales y orientar el desarrollo local. Los
Ministerios de Desarrollo y Hacienda y el Departamento Nacional de
Planeación elaborarán programas para apoyar técnicamente a las municipios
en aspectos como actualización de bases gravables, nivel adecuado de
tarifas, utilización de fuentes de ingreso de gran potencial y mejor nivel
de eficiencia en el recaudo y administración de tributos.
Para adelantar la ejecución de la Política de Apoyo al Desarrollo Urbano,
se consolidarán tres niveles de coordinación: a nivel interministerial,
mediante el cual se articularán las políticas nacionales con el desarrollo
urbano; a nivel del Ministerio de Desarrollo, que se responsabilizará de
coordinar la ejecución de las acciones de política y realizar la
interlocución con las administraciones locales; y a nivel de las ciudades,
en la medida en que las acciones descritas requieren de la participación
activa y directa de los gobiernos locales.
D. Prevención y atención de desastres y rehabilitación de zonas afectadas.
Las características geológicas, topográficas e hidrometeorológicas, el
inadecuado manejo ambiental, unido a la localización de asentamientos en
zonas de riesgo, hacen que el país sea propenso a ser afectado por
inundaciones, deslizamientos, avalanchas y otras catástrofes de origen
natural y antrópico. Por consiguiente, es necesario consolidar una
estrategia para reducir la vulnerabilidad, mejorar la capacidad de
respuesta institucional y tomar las medidas preventivas frente a desastres
naturales.
En consecuencia, las acciones del Gobierno buscan garantizar un manejo
oportuno de los recursos técnicos, administrativos y financieros para la
prevención, atención de desastres y rehabilitación de zonas afectadas, así
como establecer responsabilidades institucionales que permitan cumplir con
los objetivos de las políticas.
Para mejorar las acciones de prevención, es indispensable profundizar en el
conocimiento de las amenazas naturales y artificiales, determinar las zonas
de riesgo, su grado de vulnerabilidad y formular las medidas para prevenir
o mitigar los efectos. Para ello, se adelantarán programas de investigación
y evaluación de amenazas naturales en sus diferentes aspectos, se elaborará
el mapa de riesgos y se impulsará la aplicación de medidas de control,
protección y ordenamiento físico, promoviendo la incorporación de estos
componentes en los planes de desarrollo territorial y ordenamiento urbano,
de acuerdo con lo estipulado en la Ley 9a. de 1989. De manera
complementaria se ampliarán y mejorarán los sistemas de vigilancia y alerta
que monitorean el comportamiento de fenómenos sísmicos, volcánicos,
tsunamigénicos e hidrometeorológico. Esta tarea será apoyada por los
Ministerios de Gobierno y Medio Ambiente y por las entidades del Sistema
Nacional Ambiental.
Para garantizar una respuesta oportuna a la población afectada se aumentará
la eficiencia de la capacidad operativa de los organismos de atención de
emergencias, mediante la dotación de equipos, mejoramiento de las redes de
comunicación y de centros de reservas de provisiones y suministros. Se
incrementará la capacidad de acción de los comités regionales y locales
para la prevención y atención de desastres con programas de capacitación y
articulación con las entidades nacionales y territoriales responsables. El
Fondo Nacional de Calamidades contará con la solvencia financiera que
asegure la disponibilidad de recursos para complementar la atención ágil y
eficaz de la población afectada por un desastre.
Con el fin de superar las situaciones de desastre, se dará especial énfasis
a la rehabilitación de las zonas afectadas. En estos eventos, se agilizarán
los procesos de formulación de proyectos que involucrarán, con
participación de la comunidad y las entidades territoriales, la
reconstrucción de vivienda, infraestructura física y equipamiento social,
acompañados de programas productivos que aseguren la sostenibilidad de las
familias afectadas.
La Dirección Nacional para la Prevención y Atención de Desastres es la
instancia coordinadora de las actividades anteriores. La investigación y
evaluación de amenazas y vulnerabilidad, y la elaboración de mapas de
riesgo, contarán con la participación del Ingeominas, Ideam, Igac y las
corporaciones regionales. El Ministerio de Educación y el Sena
desarrollarán programas de educación, capacitación e información pública,
en coordinación con las entidades territoriales. La Dirección Nacional
coordinará, realizará el seguimiento y evaluará, con las entidades
responsables, los programas de rehabilitación.
IV. POLITICA DE EQUIDAD Y PARTICIPACION DE LA MUJER.
La Política de Equidad y Participación de la Mujer busca superar el, hasta
ahora, subgestimado papel de la mujer y el desconocimiento que ha jugado en
el desarrollo del país. Los logros alcanzados en educación, salud y
participación laboral, no han permitido resolver las desigualdades de
género, lo cual les hace más vulnerables, obstaculiza su pleno desempeño y
propicia que no se reconozca ni valoren su trabajo. Dicha subordinación
lleva implícita una relación social que en la práctica se traduce en que a
la mujer no les son reconocidos ni respetados plenamente sus derechos, lo
que se presenta en forma más aguda a medida que se desciende en la
estratificación social.
La sociedad colombiana empezará a pagar la deuda social con la mujer. Los
programas prioritarios estarán orientados a crear una cultura de equidad
entre mujeres y hombres, y a brindar atención oportuna a las mujeres más
necesitadas. La perspectiva de género estará integrada en las estrategias
económicas, sociales y ambientales de El Salto Social, para garantizar que
la mujer se beneficie de los grandes programas de desarrollo.
La equidad tiene como uno de sus requisitos la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres, en los espacios formales de la ley y en la vida
cotidiana. Por ello, la equidad y participación de la mujer deberá permear
todos los sectores y espacios de la sociedad, destacando su papel activo en
el proceso de desarrollo integral del país y superando el sentido puntual y
asistencial de las acciones tradicionales.
Para animar el cambio estructural en el largo plazo, el Estado promoverá
una nueva cultura de equidad de género y desarrollará un plan que
contribuya a una nueva ética ciudadana, basada en la igualdad de
oportunidades respetando la especificidad de los hombres y las mujeres, y
en el respeto a la diferencia. Se adelantarán campañas de sensibilización
de funcionarios públicos, y a la comunidad en general, sobre la planeación
y ejecución de acciones con perspectiva de género.
La mujer trabajadora es sometida a discriminación salarial y su acceso a
cargos de poder y decisión es reducido. Por esto, el Gobierno promoverá
mecanismos e incentivos encaminados a eliminar las diferencias salariales
frente a la mujer en igualdad de condiciones. Ninguna mujer podrá ser
sometida a acciones discriminatorias en el lugar de trabajo por su
condición de género. Se adelantarán acciones para promover una visión
integral del trabajo y de su relación con la vida familiar.
El Gobierno promoverá la discusión, creación y aplicación de los
instrumentos legales, jurídicos y culturales necesarios para prevenir y
sancionar la violencia intrafamiliar, así como la violencia y el acoso
sexuales contra la mujer. Así mismo, impulsará la modificación del régimen
de la sociedad conyugal para que se exija la doble firma en la venta de
bienes inmuebles y el fortalecimiento de la estructura institucional para
la atención de los problemas de violencia contra la mujer, a través de las
Comisarías de Familia y los Jueces de Paz.
Los programas, especialmente dirigidos a mujeres pobres, contemplan la
creación y oferta de un paquete integral de servicios, mediante el acceso
equitativo al sistema de Seguridad Social en Salud y la atención
prioritaria a 153.000 mujeres jefes de hogares pobres, en los programas de
la Red de Solidaridad Social; las mujeres se vincularán a los programas de
empleo de emergencia; se apoyará a la mujer trabajadora con mayores
coberturas y mejor calidad de los servicios de atención a los niños en edad
preescolar y escolar. También se impulsarán reformas a la normatividad
laboral, haciéndola más compatible con el cuidado y la crianza de los
niños.
El Presidente, asesorado por la Comisión Presidencial Asesora para la
Equidad de la Mujer, promoverá la institucionalización y sensibilización de
la perspectiva de género, mediante la formación de unidades asesoras en los
Ministerios, las entidades públicas y la sociedad civil.
V. POLITICAS PARA LA JUVENTUD
Los jóvenes representan un gran potencial para el desarrollo presente y
futuro del país, por lo cual el Estado asumirá compromisos que hagan
posible su efectiva integración a la sociedad.
En general, la población juvenil carece de suficientes oportunidades para
su desarrollo. Una gran mayoría de jóvenes está marginada de los procesos
educativos y la sociedad no les brinda alternativas para el uso creativo
del tiempo libre. La promoción cultural, la recreación y el deporte aún no
logran convertirse en instrumentos para su formación integral. Por otra
parte, los jóvenes tienen dificultades para insertarse al mercado laboral,
lo que se refleja en altas tasas de desempleo, que afectan especialmente a
aquellos que pertenecen a hogares de bajos ingresos.
Los problemas de salud más frecuentes en la población juvenil están
asociados a la violencia y el trauma, especialmente entre los hombres. Las
mujeres son afectadas primordialmente por problemas relacionados con su
función reproductiva, en particular las complicaciones del embarazo, el
parto y el aborto.
Pese a los esfuerzos realizados desde el nivel nacional para diseñar
políticas encaminadas a ayudar a los jóvenes en su proceso de integración a
la sociedad, los municipios carecen de programas específicos dirigidos a
esta población.
Con el fin de atender las necesidades específicas de los jóvenes, el
Gobierno Nacional y las entidades territoriales, con el apoyo de las ONG,
adelantarán acciones intersectoriales encaminadas a ampliar su
participación en los programas sociales y a ofrecer oportunidades para su
desarrollo educativo, laboral, cultural y recreativo.
La coordinación de la política para la juventud será responsabilidad del
recién creado Viceministerio de la Juventud del Ministerio de Educación
Nacional. Este Viceministerio fomentará la conformación de instancias
territoriales que se encarguen de la planeación de las acciones hacia la
juventud en su respectivo territorio, del diseño de estrategias y criterios
de intervención, así como de la coordinación, ejecución y seguimiento de
los programas.
A través de estas instancias se deberán fortalecer los mecanismos de
participación y ampliar los espacios reales de actividad de los jóvenes
(casas de la juventud, clubes, polideportivos, parques y otros sitios de
actividad), teniendo en cuenta en el diseño de estas acciones la
perspectiva de género. En coordinación con las entidades respectivas, se
ampliará la oferta de servicios para los jóvenes, especialmente en lo
relacionado con oportunidades de recreación, turismo y deportes, impulsando
iniciativas como los albergues juveniles y el campesino. Se fomentará,
además, su vinculación a actividades de interés social, a través del
servicio cívico en diversos campos.
Los jóvenes escolarizados encontrarán espacios de participación en el
Gobierno Escolar, cuya conformación es obligatoria en todos los
establecimientos educativos del país. Se espera, así, impulsar la
participación de los jóvenes para que se integren efectivamente a la
comunidad educativa.
Los programas de educación sexual y los que se orienten a la prevención de
la drogadicción harán parte de los Proyectos Educativos Institucionales. A
través del Plan de Atención Básica se adelantarán campañas de promoción de
la salud, con énfasis en la salud reproductiva, la prevención de
enfermedades de transmisión sexual y el SIDA, así como en la generación de
hábitos de vida saludables.
Por otra parte, se incentivará a los jóvenes no escolarizados para que
ingresen a estructuras educativas no formales que les permitan continuar
enriqueciendo y diversificando los conocimientos adquiridos previamente.
Con el fin de motivar a los desertores del sistema educativo para que
concluyan la Educación Básica, se reorientarán los actuales programas de
educación de jóvenes y adultos, fomentando el estudio independiente y en
grupo, mediante estrategias flexibles y con el apoyo de los medios de
comunicación. Para aquéllos que opten por la capacitación laboral, se prevé
un incremento de la cobertura de los programas de capacitación del Sena a
150.000 jóvenes, en horarios diurnos.
VI. PUEBLOS INDIGENAS Y COMUNIDADES AFROCOLOMBIANAS Y RAIZALES
La diversidad étnica y cultural es una de las grandes riquezas de la
sociedad colombiana. Por ello, el Gobierno Nacional prestará atención al
desarrollo y consolidación de los derechos de los pueblos indígenas y
comunidades afrocolombianas y raizales. En este contexto, se garantizará su
participación en la vida nacional, articulando las instituciones y los
espacios de coordinación existentes y creando los que sean necesarios para
lograr el respeto de sus particularidades sociales y culturales y sus
propias formas organizativas.
Las estrategias nacionales para el logro de estos fines, involucran
programas sectoriales y territoriales que incluirán desarrollo humano
sostenible, legalización de tierras y territorios y vinculación a los
grandes proyectos de desarrollo social y económico.
A. Pueblos Indígenas
La política estará orientada a consolidar los derechos de estos pueblos,
reconocidos en la Constitución Política, relativos a su participación en la
vida nacional y en la adopción de decisiones que los afecten.
Para este efecto, se impulsarán: la diversificación cultural e
institucional, a nivel nacional, regional y local; los desarrollos legales
referidos a sus derechos; el reconocimiento a sus sistemas de control y
regulación social propios, que incluyan el establecimiento de las formas de
coordinación de la jurisdicción especial indígena con el sistema judicial
nacional; el apoyo a sus propios sistemas sociales, culturales y
económicos; la conformación de las Entidades Territoriales Indígenas; la
continuación de la legalización de tierras y el saneamiento de los
resguardos indígenas; y la participación y articulación de las comunidades
en los programas económicos y sociales que los afecten, incluyendo el
ordenamiento ambiental nacional.
Para iniciar el proceso de diversificación cultural e institucional, se
promoverá la creación de las instancias necesarias de asuntos étnicos en el
Ministerio de Gobierno, las cuales coordinarán las relaciones sectoriales y
territoriales particulares existentes entre el Estado y estos pueblos.
En los desarrollos legales sobre los derechos de los pueblos indígenas, se
apoyarán iniciativas sobre principales temas sectoriales y territoriales
concertados con dichos pueblos.
Para el apoyo a sus propios sistemas sociales, culturales y económicos, se
definirán programas sectoriales y especiales referidos al fortalecimiento
de sus sistemas de identidad, a la recuperación y fortalecimiento de sus
economías tradicionales, al cuidado de los ecosistemas y el medio ambiente
de sus territorios, y al establecimiento de espacios y sistemas de relación
intercultural con la sociedad nacional, regional y local.
Para avanzar en el proceso de conformación de las Entidades Territoriales
Indígenas, se reglamentará lo concerniente a esta nueva división político-
administrativa, en el marco de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial.
Así mismo, se formularán el régimen de organización y funcionamiento de
dichas entidades y los mecanismos para el fortalecimiento de su gestión y
su articulación con otras entidades territoriales y niveles de Gobierno y
administración, sobre la base de sus propias formas de Gobierno. En este
contexto, se trabajará en acciones de desarrollo institucional para la
mutua capacitación intercultural de las autoridades y la definición y
desarrollo de la diversidad cultural de la gestión pública.
Para la continuación del proceso de legalización de tierras y saneamiento
de resguardos indígenas, se reglamentará la Ley 160 de 1994, con los
propósitos de concluir las acciones de titulación a las comunidades
indígenas sobre sus territorios, baldíos y tierras del Fondo Nacional
Agrario. Además, se continuará con el saneamiento de los resguardos
mediante la adquisición de mejoras situadas dentro de ellos; y se
adquirirán otras tierras para constitución o reestructuración de los
resguardos indígenas.
Para lograr la participación de los pueblos indígenas en los programas
económicos y sociales que los afecten, se fortalecerán mecanismos de
protección y defensa de sus derechos humanos, se consolidarán los espacios
legales de participación existentes y se avanzará en los programas de
diversificación cultural y desarrollo institucional. De igual modo, se
estudiarán y aplicarán las tecnologías, conocimientos de gestión ambiental
y de regulación social de desarrollados por las poblaciones indígenas, y se
impulsarán sus iniciativas de preservación, aprovechamiento y manejo
sostenible de los recursos naturales en sus territorios.
Se sentarán las bases para un mejoramiento en las condiciones de vida de
los pueblos indígenas, en el marco de sus planes integrales de vida; se
pondrán en marcha programas de apoyo a sus propios sistemas de educación y
medicina tradicional, y se diseñarán metodologías para que accedan,
mediante proyectos prioritarios definidos por las propias comunidades, a
recursos del Sistema Nacional de Cofinanciación.
En el marco general de la política de fronteras, se apoyarán programas
binacionales para atender los problemas sociales y económicos de los
pueblos y las comunidades que habitan en zonas fronterizas.
Por otra parte, se atenderá a las comunidades afectadas por la presencia de
cultivos ilícitos, de acuerdo con su diversidad cultural, mediante acciones
que permitan prevenir su siembra y reducirlos progresivamente.
Como instrumento fundamental para el impulso de estas acciones se
actualizará y consolidará la información demográfica sobre los pueblos
indígenas. De igual manera, se adelantará un programa especial de
cedulación en las comunidades.
B. Comunidades afrocolombianas y raizales.
Las comunidades afrocolombianas y raizales históricamente han realizado
aportes sustantivos al desarrollo del país a través de su cultura, que se
caracteriza por la riqueza y diversidad, la contribución a la producción
nacional y la protección del medio ambiente. Estos grupos han dado claro
ejemplo de convivencia pacífica, de relaciones armónicas con la naturaleza,
de solidaridad ciudadana y de conocimiento profundo de los recursos
naturales, aspectos que El Salto Social pretende inculcar en el nuevo
ciudadano colombiano.
El Gobierno Nacional, en coordinación con las entidades territoriales y con
las comunidades organizadas, pondrá en marcha políticas orientadas al
desarrollo social, conservación de la biodiversidad y aprovechamiento
sustentable de los recursos naturales, y titulación colectiva de tierras.
Los beneficiarios de esta política serán las comunidades de ascendencia
afrocolombiana del andén del Pacífico, San Andrés y Providencia, el Caribe
y los valles del Patía y Cauca.
Para su desarrollo social, se promoverá una educación más eficiente y
pertinente. El Ministerio de Educación, con las entidades territoriales y
el Gobierno escolar de los planteles educativos, mejorará la calidad de la
educación básica y media de estas comunidades, incorporando, en los planes
de estudios, la capacitación de los educadores, textos y conocimientos
propios de su patrimonio cultural, y apoyando el diseño y adopción de
innovaciones pedagógicas. Para esto, con la participación del Instituto
Colombiano de Antropología, se estimulará la participación de las
comunidades en la elaboración de Proyectos Educativos Institucionales y se
asesorará a las secretarías de educación para su diseño y puesta en marcha.
Se espera, así, aumentar la escolaridad de estas comunidades y ampliar
gradualmente la jornada escolar. A través de la Red de Solidaridad Social,
se otorgarán subsidio a madres jefes de hogar pobres cuyos hijos estén
cursando primaria.
En educación superior, la estrategia operará en el marco del Sistema
Universitario Estatal para racionalizar los recursos humanos y físicos, y
facilitar el intercambio de docentes y la creación de programas académicos
y de investigación de alta calidad. Como complemento, en desarrollo de la
Ley 70 de 1993, el Icetex otorgará créditos subsidiados para estudios de
pregrado y postgrado a estudiantes destacados de ascendencia
afrocolombiana, y también se apoyará el trabajo de la Comisión Pedagógica
de Comunidades Negras.
La estrategia de salud se orientará a garantizar la afiliación de la
población al régimen subsidiado. El Ministerio de Salud, con las
gobernaciones y alcaldías, prestará especial apoyo a las comunidades
afrocolombianas y raizales para la organización de los servicios contenidos
en los Planes de Atención Básica -PAB- y Obligatorio de Salud -POS-. Se
cofinanciarán las acciones del PAB con énfasis en la población dispersa y
pequeños poblados.
Como parte integral de las condiciones de salud, se dará especial atención
al saneamiento básico de las comunidades a través de acciones articuladas
en el marco del Plan de Agua, el Plan Pacífico y el Plan Cólera, para
elevar de manera significativa las coberturas de acueducto y
alcantarillado. El Plan Cólera, que incluye 23 municipios del litoral
pacífico, aumentará las coberturas de agua potable y alcantarillado al 100%
en las localidades de alto riesgo y donde técnicamente sea factible
hacerlo. En San Andrés y Providencia, el Gobierno Nacional asignará los
recursos que sean necesarios para garantizar coberturas del 100% en
acueducto y alcantarillado en 1998, así como una solución adecuada a la
disposición final de residuos.
Para elevar la capacidad de gestión de las instituciones públicas,
especialmente de las administraciones locales y los concejos municipales,
se ejecutará durante el cuatrienio un amplio programa de desarrollo
institucional, que incluirá el apoyo a los pequeños gremios privados como
formas organizativas de la sociedad civil. A través de este programa se
ofrecerá asesoría permanente a los Gobiernos locales en gestión,
administración, planificación, gerencia estratégica, formulación y bancos
de proyectos. Su ejecución se hará a través de las oficinas de planeación
departamental, con el apoyo de la Consejería para el Desarrollo
Institucional, las universidades regionales y, en el caso del Pacífico, a
través del Plan Pacífico.
La política ambiental para las comunidades afrocolombianas y raizales está
basada, en primer lugar, en la protección y conservación de la
biodiversidad, con especial atención en los bosques tropicales del
Pacífico. A través del Programa de Protección de Ecosistemas Estratégicos
se adelantarán investigaciones para su identificación, conservación y
adecuado manejo, y el Programa de Mares y Costas Limpios promoverá la
protección y uso sostenible de los recursos marinos y costeros. Estas
acciones se adelantarán a través del Ministerio del Ambiente, Codechocó,
CVC, CRC, Corponariño y Coralina, y se fortalecerán las acciones del
Proyecto Biopacífico.
El Gobierno Nacional garantizará la participación real y efectiva de las
comunidades organizadas en la discusión de la política forestal que se
ejecutará a través del Programa Ambiental y de Manejo de Recursos
Naturales, contemplando nuevos esquemas de concesiones y permisos para el
aprovechamiento sostenible de estos recursos. Además, se incorporará el
estudio y fomento del uso múltiple del bosque, con formas de
aprovechamiento sostenible distintas a las madereras. Se promoverá el uso
de tecnologías limpias e integrales en las actividades productivas con el
fin de mantener la calidad del ambiente, y se apoyará el empleo productivo
en la perspectiva de recuperar áreas degradadas por las prácticas
forestales, mineras y agrícolas.
Especial atención merecerá la pequeña y mediana minería, para lo cual las
Corporaciones Autónomas, con el apoyo de los Ministerios del Medio Ambiente
y de Minas y Energía, desarrollarán mecanismos de asistencia técnica con el
fin de evitar la contaminación de cuencas y apoyar el uso de maquinaria
adecuada.
Por último, el Incora con el apoyo del Igac, el Ministerio de Gobierno y el
Programa Ambiental y de Recursos Naturales, pondrá en marcha un programa
masivo de titulación colectiva de tierras baldías, mediante un trabajo
conjunto con las comunidades. La titulación se complementará con acciones
en desarrollo rural que adelantará el DRI, el Servicio de Asistencia
Técnica prestado por las Umata y recursos de crédito con el respaldo del
Fondo Agropecuario de Garantías, que se orientarán a financiar proyectos de
inversión para el desarrollo agrícola y pesquero de los pequeños
productores.
El Gobierno Nacional promoverá, con especial énfasis, la protección de la
identidad cultural y la preservación del ambiente y los recursos naturales
del grupo étnico raizal de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y
apoyará los esfuerzos para no aumentar inadecuadamente la densidad
poblacional del archipiélago, de acuerdo con el Decreto 2762 de 1991.
Asimismo, fomentará las acciones que permitan que la comunidad raizal
participe plenamente de la vida económica y social del departamento y en la
toma de decisiones en los planes de desarrollo de sus respectivas islas,
especialmente los relacionados con el uso del suelo y la preservación de
sus tradiciones culturales.
Para garantizar acciones coordinadas y de impacto para las comunidades
afrocolombianas y raizales, se fortalecerá el Plan Pacífico, mediante el
aumento de sus recursos, con lo cual las inversiones de dicho plan llegarán
a $110.000 millones en el período 1995_1999. Así mismo, se fortalecerán el
Proyecto Biopacífico y el Programa Ambiental de Manejo de los Recursos
Naturales, para lo cual se crearán instancias de coordinación nacional y
regionales. Para la población raizal del archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina, el Gobierno Nacional dará solución a los
problemas más importantes a través de apropiaciones presupuestales, que en
el cuatrienio llegarán a $130.000 millones, sin incluir el situado fiscal y
las transferencias municipales; estos recursos equivalen, en términos
reales, a más del doble de aquellos apropiados históricamente a este
departamento.
Por medio de la Comisión Consultiva de Alto Nivel y las Consultivas
Departamentales se concertarán proyectos previamente discutidos con las
comunidades. Se fortalecerá la Subdirección de Comunidades Negras del
Ministerio de Gobierno para que sea la instancia gubernamental que promueva
la defensa de los derechos y garantías de las comunidades afrocolombianas y
raizales.
VII. PEQUEÑA PROPIEDAD Y ECONOMIA SOLIDARIA
La pobreza rural y urbana está asociada en forma directa con el precario
acceso de los pobres a los recursos productivos y a los servicios y
protección sociales. El acceso a la cantidad y calidad suficiente de los
recursos de producción, financiación, tecnología, comercialización,
información y capacidad técnica y empresarial, es indispensable para que
los pequeños productores participen activa y productivamente en la sociedad
y la economía, puedan cubrir sus necesidades y sean actores de un
desarrollo sostenible. El insuficiente acceso a los recursos productivos y
sociales conduce a una situación redundante de pobreza y deterioro de la
capacidad de producción, con consecuencias perversas sobre las comunidades
y la economía nacional.
El Plan apoyará a los pequeños productores, para hacer viable el acceso a
los recursos productivos y los servicios sociales. Por ello propone el
desarrollo de programas que beneficiarán ampliamente a los microempresarios
y campesinos, tanto hombres como mujeres. Igualmente, apoyará las
iniciativas de la economía solidaria, como reconocimiento a su papel
integrador de pequeños propietarios y productores, a su capacidad de unir
voluntades e intereses económicos y sociales, y a su potencial de
participar con criterios equitativos en procesos que conducen a mejorar la
calidad de vida.
A. Plan Nacional para la Microempresa.
Las microempresas ocupan el 26% de los trabajadores asalariados, el 93% de
los trabajadores independientes y el 33% de los patrones; en ellas se
concentra el 51% del empleo nacional.
El Plan Nacional para la Microempresa hace parte de las estrategias de
apoyo y desarrollo de los pequeños productores para la democratización de
la propiedad, la generación de empleo productivo, el crecimiento y la
consolidación de estas unidades y el fomento de su competitividad. Los
programas para la ejecución de este Plan incluyen un sistema integral de
crédito, programas de servicios tecnológicos y fortalecimiento de la
organización institucional.
1. Finurbano: un Sistema Integral de Crédito.
A través del Finurbano se garantizarán amplias disponibilidades de recursos
y el acceso ágil y oportuno de las microempresas de todas las actividades
económicas urbanas y rurales, exceptuando las actividades de producción
agropecuaria, a recursos de crédito y servicios financieros (tarjeta de
crédito, factoring y leasing), por medio de un esquema centralizado de
redescuento al cual tendrá acceso el sector financiero institucional
(bancos, corporaciones financieras, cooperativas financieras de segundo
grado y otras entidades) y otros agentes, como las cooperativas de ahorro y
crédito y las ONG que apoyan al sector microempresarial.
El IFI contará en Finurbano con recursos de redescuento por $600.000
millones para la microempresa durante el cuatrienio. Con estos recursos, se
otorgarán cerca de 700.000 créditos y se generarán más de 350.000 nuevos
empleos. El Instituto dispondrá de otros $600.000 millones para crédito a
la pequeña y mediana empresa a través de su programa Propyme.
Adicionalmente, se asignarán $23.894 millones para la recapitalización del
Fondo Nacional de Garantías, de tal forma que éste actúe como garante de
segundo piso. Todos los programas de microempresas que se desarrollen por
el Gobierno Central serán incorporados al Finurbano y se regirán por los
parámetros establecidos en éste.
2. Programa Nacional de Servicios Tecnológicos.
Este programa apoyará a las microempresas en el proceso de gestión
administrativa y tecnológica. Consta de los servicios de información
empresarial, formación técnica, Centros de Desarrollo Productivo,
comercialización e información.
El Servicio de Formación Empresarial, con participación del Sena y las ONG,
desarrollará contenidos, métodos y medios de formación gerencial. Su costo
asciende a $79.484 millones, de los cuales el 50% será financiado con
recursos de presupuesto nacional. El SENA ofrecerá capacitación técnica
para los trabajadores de la microempresa, facilitará el acceso a los
servicios tecnológicos a los microempresarios y brindará asesoría técnico-
pedagógica a las entidades de capacitación que hacen parte del Plan
Nacional para la Microempresa. Así mismo el Plan fortalecerá el proceso de
organización económica y gremial de los empresarios de las microempresas.
Con participación de entidades privadas y el SENA, se promoverán 31 Centros
de Desarrollo Productivo y se fortalecerán los nueve Centros existentes,
para ampliar la formación técnica a la nueva mano de obra y a los
trabajadores actuales, brindar asistencia técnica puntual, alquilar
maquinaria y brindar orientación en materias tecnológicas, de diseño de
prototipos, desarrollo de productos y auditoría ambiental, entre otros
servicios. Se invertirán recursos por $21.094 millones, el 77% proveniente
de aportes del presupuesto nacional. En estos Centros se podrán atender
28.000 usuarios por año.
Se fortalecerán las comercializadoras existentes y se promoverán 26
agencias promotoras de comercialización. El costo de este programa asciende
a $15.290 millones, el 83% financiado con recursos del presupuesto nacional
y el resto con aportes privados y regionales. Las comercializadoras y las
agencias promotoras podrán atender 48.000 microempresas por año.
Finalmente, se implantará el Sistema de Información Comercial para la
Microempresa y el Sistema de Orientación Tecnológica en todas las capitales
de departamento. Estos dos Servicios de Información atenderán 63.000
usuarios en los cuatro años. El costo de este programa será de $3.595
millones, 83% aportado por el presupuesto nacional.
En todos los programas que ofrece el Plan Nacional para la Microempresa se
dará especial énfasis a los tenderos y pequeños comerciantes, los cuales
cumplen una labor importante de intermediación, con un significativo
beneficio para un grupo importante de colombianos.
3. Organización Institucional.
La coordinación general del programa estará a cargo del Ministerio de
Desarrollo Económico. El Gobierno promovió la creación de una Corporación
Mixta, que actuará como instancia de concertación y coordinación del
Programa de Servicios Tecnológicos, será promotora de las acciones a nivel
regional e interactuará con Finurbano. El Estado contratará con la
Corporación la ejecución cofinanciada de los programas de apoyo que hacen
parte del Programa de Servicios Tecnológicos. La Corporación contratará con
entidades públicas y privadas el desarrollo de los proyectos.
B. DESARROLLO RURAL CAMPESINO E INDIGENA
El principal problema que afecta a los campesinos e indígenas colombianos
es la falta de acceso a servicios sociales y a recursos productivos
suficientes para obtener el ingreso que les permita satisfacer sus
necesidades y retener excedentes para ampliar la producción. A pesar del
desarrollo alcanzado en algunas zonas y de los aumentos de producción y
productividad que se han obtenido en diversas actividades productivas, esos
logros no se han traducido en desarrollo del espacio rural y de la
población campesina e indígena. Como consecuencia de lo anterior, los
campesinos han visto deterioradas sus condiciones de vida y se enfrentan a
la falta de oportunidades económicas y de servicios, facilitándose las
circunstancias que propician la violencia política y la delincuencia que
impide establecer el clima de convivencia y tolerancia indispensable para
la construcción del progreso de la sociedad colombiana.
En consecuencia, la política de desarrollo rural ofrecerá a los campesinos
e indígenas los medios y condiciones que les permitan ampliar sus
oportunidades económicas y facilitar su acceso a los servicios básicos,
para ubicarse en procesos autosostenidos de cambio social y progreso
económico, mediante programas para dotar a los campesinos de recursos
productivos suficientes, fortalecer su capacidad técnica y empresarial y
elevar su nivel de vida.
1. Reforma Agraria.
La política de Reforma Agraria, consignada en la Ley 160 de 1994, pretende
dinamizar el mercado de tierras, transfiriendo la decisión de compra a los
beneficiarios, para lograr una distribución más equitativa y una
utilización más eficiente de este recurso como factor de producción. El
Estado otorgará a los beneficiarios del programa un subsidio del 70% del
valor de la tierra y asesorará su compra; el 30% restante se financiará con
créditos de largo plazo redescontables en Finagro. En los cuatro años del
Gobierno se redistribuirán un millón de hectáreas a 70.000 familias.
Para ello se fomentarán inmobiliarias rurales privadas que ejecuten
proyectos de compra, parcelación y adecuación de tierras con fines de
Reforma Agraria, para lo cual el Incora y Finagro definirán los mecanismos
de operación de los créditos, de modo que, si los beneficiarios son sujetos
de reforma agraria, la inmobiliaria transfiera el subsidio y subrogue la
deuda con Finagro.
Como medida para dinamizar el mercado de tierras y eliminar una causa
permanente de conflictos en el medio rural, así como para facilitar el
acceso a la financiación, se ejecutará un programa masivo de titulación de
la propiedad rural con una meta de 5 millones de hectáreas en 178.400
predios, se procederá a la titulación colectiva de los territorios de
comunidades negras y se continuará con la ampliación y saneamiento de
resguardos indígenas.
Para complementar los programas de dotación de tierras, se adjudicarán
créditos de producción garantizados por el Fondo Agropecuario de Garantías.
Además, la Caja Agraria otorgará préstamos para pequeños productores por
$600.000 millones durante el cuatrienio, respaldados por el mismo Fondo.
Adicionalmente, destinará $30.000 millones para la financiación de
actividades rurales no agropecuarias, beneficiando a 10.000 familias.
2. Servicios productivos.
Los mecanismos diseñados para lograr la modernización agropecuaria,
mediante la creación de ventajas competitivas en el sector rural,
beneficiarán de manera prioritaria a los pequeños productores. Tales
políticas incluyen adecuación de tierras, desarrollo tecnológico,
financiamiento, capitalización, comercialización y servicios
complementarios. Al final del cuatrienio se logrará una cobertura anual de
cerca de 510.000 usuarios de asistencia técnica agropecuaria; 18.500
beneficiarios de proyectos de pesca y agricultura y 12.300 mujeres
campesinas atendidas con proyectos específicos. En riego para pequeños
productores, se habrán adecuado 6.580 hectáreas, adicionales a aquellas que
se beneficien del Plan Nacional de Adecuación de Tierras y del Incentivo a
la Capitalización Rural.
3. Servicios sociales.
Los campesinos contarán con acceso creciente a los servicios sociales de
educación, salud, seguridad social, vivienda, agua potable y saneamiento
básico con el fin de elevar sus posibilidades de progreso, integración
social y participación. Los principales instrumentos de esta estrategia son
el fortalecimiento municipal, la consolidación de espacios de participación
y el acceso al Sistema Nacional de Cofinanciación. Para tal efecto se
fortalecerá la participación de los pequeños productores en los Consejos
Municipales de Desarrollo Rural, como la instancia directa de participación
de la comunidad, para que cumplan con los objetivos de coordinar las
acciones, racionalizar el uso de los recursos destinados al desarrollo
rural, y priorizar los proyectos que sean objeto de cofinanciación.
Además de los componentes productivos _asistencia técnica agropecuaria,
pequeña irrigación, apoyo a la comercialización y desarrollo ambiental_ el
Gobierno Nacional, a través del Fondo DRI, destinará $633.870 millones
(pesos de 1994) entre 1995 y 1998 para cofinanciar programas de
electrificación y vivienda rural, acueductos, saneamiento básico y vías
veredales.
Por otra parte, la Red de Solidaridad Social contempla subsidios
alimentarios para niños en edad preescolar no atendidos por el ICBF,
auxilios para ancianos indigentes y programas de empleo de emergencia
rural. Finalmente, la acción de la Caja de Compensación Familiar Campesina
se orientará a la divulgación de las políticas nacionales en esta materia y
al fortalecimiento de la prestación de sus servicios para extender el
cubrimiento de los programas. Así mismo, ampliará y adecuará sus servicios
de salud y de seguridad social y, complementariamente, desarrollará
programas de salud comunitaria, salud ocupacional, capacitación,
recreación, asesoría, asistencia técnica, planes de vivienda de interés
social, capacitación de la comunidad y proyectos de comercialización de
bienes básicos.
4. Programa de Vivienda en Zonas Rurales.
La política de vivienda rural de la Red de Solidaridad Social busca mejorar
las condiciones de habitación de las familias que viven en las zonas
rurales, las cuales presentan los índices de pobreza más altos del país,
mediante la instalación de servicios públicos de acueducto y alcantarillado
o soluciones alternas de suministro de agua potable, evacuación de residuos
líquidos y el mejoramiento estructural de las viviendas. En menor medida,
se asignarán recursos para vivienda nueva y lotes con servicios. Este
programa, que comprende el otorgamiento de 300.000 subsidios durante el
cuatrienio, será ejecutado por el Fondo DRI y la Caja Agraria, en
cofinanciación con los municipios y las comunidades. (Cuadro 5.7) creado en
el texto original.
5. Programa de Desarrollo Alternativo.
Con el fin de eliminar y prevenir el cultivo de productos ilícitos en zonas
de economía campesina e indígenas, el Programa de Desarrollo Alternativo,
bajo el liderazgo de la Presidencia de la República, hará la coordinación
interinstitucional para establecer las condiciones que faciliten a los
campesinos e indígenas, afectados directa o indirectamente por el problema,
encontrar opciones lícitas de generación de ingresos en condiciones
económicas competitivas y ambientalmente sostenibles. Con este fin, el
Gobierno Nacional se ha propuesto la meta de comprometer inversiones por
US$300 millones en los próximos cuatro años, las cuales se cofinanciarían
por mitades con aportes de la comunidad internacional.
6. Colonización.
La política de colonización se basa en la búsqueda de pautas de desarrollo
sostenible, que armonicen las metas de bienestar de la gente con las de
conservación y promoción del medio ambiente y el respeto por los
territorios de los pueblos indígenas y las comunidades afrocolombianas y
raizales. En este sentido, en las zonas de frontera agrícola, el Gobierno
constituirá Zonas de Reserva Campesina, en los términos de la Ley 160 de
1994, para consolidar y estabilizar económicamente a los colonos, a fin de
detener el ciclo rutinario de colonización. También buscará desarrollar
opciones de producción que, partiendo de la base actual de recursos del
colono, propicien el cambio gradual de los sistemas degradantes por
sistemas de uso y aprovechamiento ecológica y económicamente sostenibles.
C. La Producción Artesanal.
La producción artesanal utiliza tecnología tradicional en unidades
familiares de producción, con costos de capital de inversión inferiores a
los de cualquier otro sector. La actividad artesanal constituye para las
familias una opción de ingresos complementaria a las labores domésticas,
agropecuarias y asalariadas. Alrededor del 5% de la población trabajadora
nacional está dedicada a la actividad artesanal, de la cual el 74% es
femenina y el 80% está localizada en el sector rural, donde representa la
segunda ocupación laboral después de la agropecuaria. La producción
artesanal representa cerca del 0.4% del PIB.
El gran vacío del sector artesanal colombiano es la falta de organización
empresarial, aspecto que no ha permitido la reducción de costos y el
desarrollo de productos susceptibles de ser comercializados en escala
apreciable en mercados externos. La ausencia de organización empresarial
para la comercialización, no hace posible que el valor generado sea
retenido localmente. Además, el inadecuado uso de los recursos naturales
del país y la presión que se está ejerciendo sobre algunas especies
vegetales empleadas en la producción artesanal, constituyen un factor
negativo de importancia en el impacto ambiental de los ecosistemas donde se
asientan los núcleos artesanales. La capacitación, asistencia técnica y
asesoría se dificultan igualmente por la débil organización.
Se incursionará en el fortalecimiento de la organización empresarial de la
producción artesanal, para lo cual se aplicarán metodologías que contemplen
la planeación participativa, con el fin de aunar esfuerzos e inversiones al
rededor de gestiones empresariales integradas que conduzcan a la
intervención del productor artesanal en los diversos momentos del ciclo de
producción. Artesanías de Colombia, mediante convenios con el Sena,
alcaldías, gobernaciones y el sector privado, brindará asistencia técnica
para adecuar el producto artesanal a las tendencias del mercado
internacional mediante programas de diseño, materias primas, calidad,
costeo, gestión empresarial y comercialización; fomentará la creación de
centros de desarrollo tecnológico para mejorar los procesos productivos que
faciliten la penetración de mercados nacionales o internacionales con
demandas cualificadas que favorezcan la diferenciación del producto; y
promoverá, en conjunto con el Sistema Nacional Ambiental (SINA), la
recuperación de especies vegetales utilizadas como materia prima que están
en vías de extinción.
Artesanías de Colombia apoyará la creación de la Escuela de Artes y Oficios
en la ciudad de Bogotá, para perfeccionamiento y actualización de los
artesanos, mediante esfuerzo con el sector privado.
Se continuarán impulsando las campañas de divulgación sobre las artesanías,
así como el fomento e intercambio de experiencias de artesanos en el país y
en el exterior, mediante la financiación de estudios técnicos y pasantías.
Artesanías de Colombia creará un sistema permanente de información al
artesano y contribuirá en la consolidación y manejo estadístico de
información sobre el sector. Igualmente, se seguirán realizando las Ferias
Internacionales de Expoartesanías.
Artesanías de Colombia, conjuntamente con la Red de Solidaridad Social y el
Fondo DRI, ejecutará programas para la mujer artesana en zonas de conflicto
armado para mejorar sus condiciones de vida.
Además, los artesanos contarán con acceso a todos los programas del Plan
Nacional de la Microempresa y, en cuanto a las características propias de
tecnología y comercialización, se contará con contenidos particulares.
Artesanías de Colombia impulsará los proyectos especiales en
infraestructura de servicios técnicos y comerciales, organización gerencial
y productiva. Las acciones contempladas podrán ser ejecutadas con la
participación del sector privado, a través de las ONG. De esta manera, el
apoyo al desarrollo integral del sector artesanal, permitirá mantener las
raíces ancestrales, precolombina y colonial, así como resaltar la
diversidad étnica y cultural de las distintas regiones del país.
D. Pequeña Minería.
La pequeña y mediana minería genera más de 50.000 empleos directos,
contribuye al abastecimiento de los mercados locales y provee gran parte de
las necesidades industriales en materia de carbón, materiales de
construcción, oro y esmeraldas. A pesar de su importancia, su desarrollo es
antitécnico, de alto deterioro ambiental, grandes problemas sociales,
serios problemas de orden público y escaso control y apoyo por parte del
Estado.
Para atender esta situación y lograr el adecuado desarrollo de esta
actividad, se promoverá la legalización y conformación de organizaciones
solidarias para la pequeña minería. A través de éstas se emprenderán
programas de reconversión tecnológica, titularización de explotaciones,
seguridad, higiene y salvamento minero, manejo y conservación del medio
ambiente, divulgación y capacitación tecnológica y ambiental. Especial
énfasis tendrá el desarrollo de actividades que agreguen valor a los
recursos mineros, tales como la joyería del oro y el tallado de esmeraldas.
La gestión ambiental se dirigirá a disminuir los impactos ambientales
actuales de la minería localizada en las áreas más críticas y especialmente
en explotaciones de minerales como el oro, carbón, calizas y piedras
preciosas. Con la participación del Ministerio de Minas y Energía, el
Ministerio del Medio Ambiente y las entidades del Sistema Nacional
Ambiental _SINA_, se formulará un diagnóstico ambiental y un plan de
ordenamiento de la actividad minera, que tendrá en cuenta las condiciones y
alternativas socioeconómicas de la población comprometida.
Así mismo, el Ministerio del Medio Ambiente, conjuntamente con el
Ministerio de Minas y Energía y la Corporación Autónoma Regional de
Cundinamarca, adelantará los estudios necesarios para identificar áreas
compatibles con la actividad minera en la Sabana de Bogotá y para formular
su Plan de Ordenamiento Minero.
La realización de estos programas demandará recursos superiores a los
$20.000 millones durante el cuatrienio, los cuales se ejecutarán a través
del Ministerio de Minas y Energía, Ecocarbón, Mineralco y las entidades del
SINA. Estos recursos se complementarán con las líneas de crédito que el
fondo de metales preciosos ofrece para el oro y el platino y, la FEN y el
IFI para la pequeña y mediana minería del carbón.
E. Sector Solidario.
El sector solidario es una opción estratégica especialmente para los grupos
sociales que no han tenido acceso a los recursos productivos y a quienes es
necesario incorporar a los procesos de democratización de la propiedad y
redistribución de la riqueza. En dicho sector se combinan la eficiencia y
eficacia de la empresa privada con el interés social. Tal opción facilitará
las diversas expresiones de participación ciudadana y comunitaria;
dinamizará la articulación del sector privado para el logro de los
objetivos de política social y permitirá hacer más eficiente el gasto
social.
El sector solidario se integrará a la ejecución de los programas
prioritarios de política social, económica y de desarrollo ambiental. Para
ello las organizaciones del sector tendrán acceso a proyectos de
cofinanciación de vivienda y desarrollo rural, podrán ser intermediarias de
crédito para las microempresas y desarrollar proyectos de capacitación para
microempresarios; participarán en la formación de empresas para actividades
de mantenimiento vial y podrán ser contratadas para la ejecución de
proyectos sociales.
Las políticas para el sector solidario buscan, en primer lugar, un
reordenamiento institucional que incluya al Departamento Administrativo
Nacional de Cooperativas, Dancoop, y que responda a la integralidad y ni
necesidades del sector, mejorando al mismo tiempo las acciones de control y
vigilancia. En este proceso se contará con el concepto de los diversos
sectores interesados.
En segundo lugar, se fomentarán las empresas asociativas, como expresión de
la democratización de la pequeña propiedad, con el propósito de fortalecer
la participación de nuevos actores en los mercados, en condiciones
competitivas.
Finalmente, y para contribuir a mejorar sus condiciones de incorporación al
mercado y al Plan Nacional de Desarrollo, se establecerá el Programa de
Desarrollo Empresarial Participativo, con el cual se promocionará la
articulación de pequeños productores en empresas asociativas y el acceso de
éstas a los diversos momentos del ciclo productivo. La integración, sobre
todo en el nivel local, permitirá que se rompan los efectos perversos de
procesos de transferencia permanente de valor a otras áreas de la economía,
sin beneficio alguno para el pequeño productor.
Con el apoyo al sector solidario se facilitarán los procesos de
consolidación de la sociedad civil y se construirán estrategias
alternativas para enfrentar el mercado, elevar la calidad de vida de
amplios sectores de la población y propiciar manejos comunitarios de
desarrollo sostenido.
VIII. JUSTICIA, DERECHOS HUMANOS Y SEGURIDAD CIUDADANA
La Constitución Política le señala al Estado la responsabilidad de
garantizar, además de la prosperidad general, el ejercicio pleno de los
derechos y deberes, la participación ciudadana, la convivencia pacífica y
la vigencia de un orden justo. El desafío consiste en la ejecución de una
política que facilite el desarrollo del nuevo ciudadano, colocándolo en pie
de igualdad, independientemente de su sexo, raza o sector social, frente a
las instituciones, instancias y procesos básicos para el funcionamiento del
país.
La modernización de la justicia y la vigencia plena de los derechos son,
para el Gobierno Nacional, los fundamentos mismos de la construcción de una
paz verdadera y duradera.
La justicia y la seguridad, por su calidad de bienes colectivos esenciales,
son responsabilidad directa y exclusiva del Estado. Por esa razón, el Plan
de Justicia y Seguridad Ciudadana será dinamizado armónicamente por las
tres ramas del poder público a fin de garantizar la efectividad del sistema
de derechos y libertades, y ofrecer las condiciones para obtener, al menor
costo posible, una pronta y cumplida justicia. En breve, el fortalecimiento
de la Rama Judicial, la vigencia plena de los derechos humanos, la
participación y la seguridad ciudadana concretan la política del Estado
para el desarrollo de la ciudadanía.
A. Justicia para Todos.
El sistema judicial se ha distanciado de las realidades del país;
consecuentemente, ha perdido capacidad para tutelar en forma eficaz el
cumplimiento de las obligaciones formales en la sociedad. Esta situación es
causa de múltiples perturbaciones, incluyendo la prolongación de los
conflictos y la postergación de su solución, así como la pérdida de
adhesión a las normas y procedimientos y, en ocasiones, la indiferencia e
insolidaridad de la ciudadanía con la administración de justicia.
Como consecuencia, se incrementan los hechos punibles, las conductas
violentas y la impunidad con todas sus secuelas. Igualmente origina, por la
inseguridad en el cumplimiento de las obligaciones, un incremento
importante en los costos de la actividad económica por los requerimientos
adicionales de información y garantías de cumplimiento.
De la autonomía de la Rama Judicial del Poder Público surgen las
estrategias y programas para remover los obstáculos que enfrenta la
Justicia, tales como la lentitud, la congestión y la necesidad de ajustar
la normatividad sustantiva y procedimental a las relaciones del nuevo
contexto del desarrollo y la ciudadanía.
La Administración de Justicia será más dinámica y eficiente de modo que, a
mediano plazo, esté en capacidad de resolver, sin recursos ni
procedimientos extraordinarios, y dentro de los términos legales
establecidos, los procesos que le sean encomendados. Para alcanzar este
objetivo, es necesario concentrar la acción del Estado en el apoyo técnico
y humano al Sistema Judicial, la ampliación del acceso a los servicios
judiciales, la prevención del delito, la atención de las víctimas y el
desarrollo de una política carcelaria humanista y eficaz. (Cuadro 5.8)
creado en el texto original.
1. Apoyo Técnico y Humano al Sistema Judicial.
Se creará una estructura gerencial que le permita a la Rama Judicial
incrementar la efectividad del sistema mediante instrumentos técnicos de
organización, planeación, control y evaluación de gestión, manejo de
información y racionalización de archivos. En forma complementaria, se
desarrollará la tecnología judicial para el cumplimiento de diferentes
labores, particularmente en los servicios auxiliares de apoyo. Igualmente,
se hará énfasis en la formación y profesionalización del recurso humano a
todo nivel.
Para tal efecto, se desarrollará la capacidad para convertir las políticas
y objetivos en metas alcanzables; se identificarán, evaluarán y, si es del
caso, redistribuirán los recursos que actualmente se asignan para la
administración de justicia; se facilitará la organización tendiente a
agilizar la operación de los despachos judiciales en el país mediante la
provisión de los recursos humanos, físicos y tecnológicos requeridos; y se
conformará un procedimiento para el seguimiento y evaluación de la gestión
del sistema judicial.
2. Acceso a los Servicios Judiciales, Administración de Justicia y Derecho.
El Estado facilitará el acceso a la vía judicial y promoverá diferentes
alternativas para el tratamiento de los conflictos. Instituciones populares
como la participación ciudadana, o individuales como las acciones de
cumplimiento, son vías complementarias para la protección de los derechos,
las cuales se fortalecerán mediante un sistema de orientación a los
ciudadanos, tanto hombres como mujeres, sobre el conocimiento y ejercicio
de sus derechos. Un mayor acceso también implica reducir el excesivo
distanciamiento entre las normas legales y lo cotidiano, atenuar el
ritualismo y la casuística e introducir un sistema referencial que haga
fácil consultar las normas y la jurisprudencia.
Un mayor acceso a la justicia conlleva plantear una concepción de la
justicia acorde con los nuevos órdenes jurídico, político, social y
económico; e incorporar al sistema aquellas instancias alternativas a la
vía judicial que la Constitución señala para administrar justicia en forma
plena o restringida: las autoridades indígenas y administrativas, los
jueces de paz, y los notarios, entre otros.
3. Prevención del Delito y Atención a las Víctimas.
La prevención del delito constituirá el eje de la política criminal,
haciendo énfasis en la investigación de las causas del delito, sus
soluciones, la atención de los menores infractores y la resocialización del
delincuente.
Se diseñarán y desarrollarán estrategias que ofrezcan a las víctimas de
acciones delictivas formas ágiles para atender la emergencia que se produce
como consecuencia de la lesión sufrida en cuanto a asistencia médica, legal
y sicológica. Se dispondrá de asistencia legal por parte de la Defensoría
del Pueblo de modo que, sin que se pierdan elementos indispensables para la
investigación, no se agrave la situación de la víctima. Especial atención
tendrán los casos en los que resulten víctimas los menores de edad.
Este programa permitirá disminuir la impunidad, el atraso judicial y
desarrollar una acción enérgica, amplia y coordinada para la investigación
del delito; profundizar la investigación socio-jurídica con particular
énfasis en los fenómenos relacionados con el delito; y prevenir y disuadir
las conductas punibles en razón al riesgo creciente de identificación,
detención y procesamiento de los autores, mediante la formulación de una
política criminal.
4. Detención, Cumplimiento de Pena y Rehabilitación.
El objetivo de la política carcelaria y penitenciaria será la prevención
del delito a través de la rehabilitación y resocialización del individuo
que ha delinquido. Para ello se diseñará y pondrá en marcha el Sistema de
Tratamiento Progresivo y se desarrollarán, en cooperación con el sector
privado, modos alternativos de reinserción de los reclusos a la sociedad.
Para atender el hacinamiento y sobrecupo de cárceles y penitenciarías, se
actualizará el censo carcelario, se redistribuirá la población reclusa y se
acelerará la decisión judicial sobre la situación de los sindicados.
Finalmente, se adelantará un programa de construcción y remodelación de
centros de reclusión.
5. Evaluación y Seguimiento.
El Gobierno Nacional asegurará el crecimiento real de los recursos
asignados a la Rama Judicial para el cumplimiento de los programas
enunciados en este Plan. Por su parte, es necesario que la Administración
de Justicia disponga de mecanismos para desarrollarse y diagnosticarse,
escuche los reclamos del ciudadano e informe a todo el país los resultados
de su gestión.
B. Derechos Humanos.
Los derechos humanos conforman una integralidad que comprende ámbitos
políticos, económicos, sociales y culturales. Uno de los aspectos
relevantes del desarrollo nacional es la reducción de los altos niveles de
violencia. La violencia no es compatible con una visión del desarrollo que
centra su atención en la promoción de las posibilidades culturales y
productivas del ser humano en el seno de una sociedad de solidaridad y
convivencia.
La gravedad de la violencia política no radica en su peso cuantitativo sino
en el nocivo mensaje que difunde sobre la supuesta legitimidad de la
violencia para imponer valores o intereses propios. La violencia
guerrillera, en particular, causa graves daños a la infraestructura
productiva nacional, desestimula la inversión en el agro e incauta
cuantiosos recursos a través del secuestro y la extorsión, para
convertirlos en medios de guerra contra el Estado. Cuando se ejerce por
fuera de la ley, la actividad de los agentes y servidores públicos
disminuye la legitimidad del Estado y le acarrea al país efectos adversos,
económicos y políticos, en los escenarios internacionales.
Para superar la situación de violencia política y la violación de los
derechos humanos, el Gobierno pondrá en práctica una política que permitirá
avanzar en la regularización del conflicto armado interior mediante la
aplicación de las normas del derecho internacional humanitario; en la
superación de la impunidad en las violaciones contra los derechos
fundamentales; en la erradicación del paramilitarismo; en la atención a los
desplazados por la violencia política; en la educación en derechos humanos
a la población en general y a la fuerza pública en particular; en la
promoción de una actitud ciudadana de respeto por los mencionados derechos;
y en el establecimiento de relaciones constructivas con los organismos
nacionales e internacionales que trabajan sobre el tema.
El Gobierno Nacional se propone, en consecuencia, desarrollar instrumentos
legales y programas de protección y promoción. El desarrollo de esta
política se basará en un seguimiento sistemático de la evolución de la
situación de derechos humanos en el país. Se procurará avanzar en la
aplicación de la Carta de Derechos contenida en la Constitución Política y
se procurará completar el proceso de incorporación al ordenamiento jurídico
colombiano de las disposiciones del derecho internacional de los derechos
humanos y del derecho humanitario.
En materia de protección a las violaciones de los derechos humanos, se
creará a nivel nacional una red informática de transmisión de datos entre
entidades con competencia para la investigación y control de dichas
violaciones, que permita una eficaz atención y trámite de quejas. Esta red
facilitará el diagnóstico y el análisis de la situación, a partir de la
consolidación de información estadística.
Se procurará dar agilidad a los procesos judiciales y disciplinarios
relacionados con hechos especialmente atroces de violación de derechos
humanos, mediante propuestas legislativas y de reforma institucional, y se
atenderá con diligencia la marcha de los procesos que se ventilan ante los
organismos intergubernamentales con jurisdicción sobre Colombia, buscando
que el desarrollo de los mismos tenga un impacto interno en la lucha contra
la impunidad. Se identificarán y enfrentarán con políticas específicas las
dinámicas especialmente graves de violación de los derechos fundamentales
que correspondan a patrones sistemáticos de agresión, a nivel nacional o
regional, particularmente contra las mujeres y niños desplazados por la
violencia.
Por otra parte, se adoptarán o fortalecerán programas y medidas
institucionales para la protección de testigos en procesos de violación de
los derechos humanos y de personas en situación de riesgo o amenazadas en
su vida o integridad personal por causas ideológicas o políticas. Se
impulsarán programas para la centralización de información sobre personas
desaparecidas y cadáveres NN, y se adelantarán acciones sistemáticas de
búsqueda de desaparecidos por móviles políticos. Se impulsará la
consolidación de instituciones locales de protección como las Personerías
Municipales, las Oficinas Locales Permanentes y los Comités Municipales de
Derechos Humanos; se fortalecerán las instancias de control interno en los
organismos de seguridad del Estado y se crearán Oficinas de Derechos
Humanos en todas las guarniciones militares y de policía; y se apoyarán las
labores del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia para la
recepción de información sobre detenciones y capturas, visita a los centros
de detención y constatación de las violaciones al derecho internacional
humanitario.
Se dará especial atención a los procesos de concertación y movilización
social para el desmantelamiento de panoramas regionales y sociales
específicos de violencia y violación de los derechos humanos.
El desplazamiento forzado por razones asociadas con la violencia, en
particular la de carácter político, deja múltiples y complejas
consecuencias sociales, culturales, económicas y sicológicas en la
población afectada. La población desplazada y víctima de la violencia,
caracterizada por su estado de indefensión, aislamiento y marginalidad
social demanda, en el marco de una política de paz y rehabilitación, una
acertada combinación de estrategias integrales de asistencia, prevención y
protección. Para tal fin se diseñará, dentro de los mecanismos de
desarrollo social y productivo contemplados en el presente Plan, un
programa nacional de protección y asistencia integral que comprenda la
prevención del desplazamiento, la atención humanitaria de emergencia a las
poblaciones desplazadas, estrategias para la satisfacción de las
necesidades básicas insatisfechas y la generación de empleo. En aquellos
casos en donde el retorno de la población desplazada sea imposible, se
diseñarán alternativas de reubicación y reinserción social y laboral en
otras zonas agrarias o urbanas. Este programa tendrá como criterio la
participación de la comunidad, el tratamiento descentralizado, la
perspectiva de género y generacional y la coordinación del trabajo de
planeación y ejecución entre el Estado, las ONG y los organismos
internacionales.
En el compromiso por garantizar el bienestar general de la población más
vulnerable, el Gobierno emprenderá acciones y programas orientados a
proteger a los menores trabajadores y maltratados. Se otorgará prioridad a
la lucha por la vigencia de los derechos de los niños y las niñas y la
inversión en el desarrollo de la niñez.
En materia de promoción y difusión, el Gobierno promoverá a todo nivel la
formación y movilización de los colombianos en torno a una ética para la
vida, la convivencia y el respeto de los derechos humanos. Se diseñará y
promoverá la aplicación de modelos de escuela, currículo y proyectos
pedagógicos complementarios orientados a realizar tales propósitos. Se
fortalecerá la educación de los miembros de la fuerza pública en relación
con los derechos humanos y con el derecho internacional humanitario. Se
desarrollarán programas de pedagogía no formal sobre esos temas a través de
instrumentos de comunicación masiva y, en zonas de conflicto político y
social, a través de esquemas educativos, descentralizados y participativos,
dirigidos a las autoridades locales y a las comunidades.
Los programas a que se ha hecho referencia se desarrollarán a través de
diversas entidades estatales, coordinadas por la Consejería Presidencial
para los Derechos Humanos.
C. Seguridad Ciudadana.
El Plan de Seguridad Ciudadana compromete la concurrencia de la ciudadanía
y las autoridades nacionales, departamentales y municipales en el trámite
pacífico de los conflictos, en las acciones preventivas para combatir el
delito, y en la protección, promoción y defensa de los derechos humanos.
El homicidio afecta fundamentalmente a la juventud y esto erosiona la
esperanza del país para lograr un futuro mejor. Por lo demás, la enorme
incertidumbre social sobre los derechos, los bienes y las personas se
manifiesta en el deterioro colectivo de la calidad de vida. El Plan para la
Seguridad Ciudadana reconoce que existen múltiples estrategias a través de
las cuales puede actuar el Estado para combatir la inseguridad. En este
aparte se desarrolla lo pertinente a la Policía Nacional.
La modernización de la Policía Nacional, a partir de la Ley 62 de 1993,
está dirigida a disminuir los índices de delitos y a armonizar las
relaciones entre ésta y la sociedad. Esta reforma formaliza su carácter
civil, introduce estrictos mecanismos de control a través del Comisionado
Nacional para la Policía y busca proveer un servicio transparente, eficaz y
efectivo.
La Policía, en el marco de su modernización, desarrollará programas para
acercarse a la comunidad, fortalecerse institucionalmente y profesionalizar
a sus miembros. De forma complementaria, desarrollará un programa de
bienestar de sus miembros en torno a la salud, vivienda y educación.
1. Acercamiento a la Comunidad.
El acercamiento a la comunidad tendrá como fin reestablecer la confianza
ciudadana principalmente sobre la integridad física, el patrimonio y la
convivencia pacífica. De forma complementaria, se establecerán mecanismos
de participación activa de la ciudadanía, los cuales incluyen, entre otros,
veedurías y los servicios prestados por los auxiliares bachilleres.
El Sistema de Participación Ciudadana y la Red Nacional de Quejas tienen
como meta incorporar a la comunidad a una cultura de solidaridad basada en
la educación y la prevención. Este proceso requiere del asocio decisivo de
la ciudadanía y de las autoridades departamentales y municipales para
maximizar los esfuerzos que garanticen la seguridad de todos.
2. Fortalecimiento Institucional de la Policía Nacional.
La función policial estará encaminada a disminuir la delincuencia común,
los delitos económicos y el contrabando. Así mismo, en un marco
internacional, se continuará la lucha contra el narcotráfico, se
desarrollará la vigilancia ambiental y se hará énfasis en la prevención de
los delitos contra los derechos humanos.
Para cumplir estos objetivos se consolidará la modernización de la Policía,
aumentando su cobertura y capacidad de respuesta con el fin de hacer
accesibles los servicios de vigilancia a todos los ciudadanos. La Policía
incrementará en 20.000 el número de efectivos profesionales, así como el
cubrimiento de las estaciones para las zonas rurales y urbanas; así mismo,
aumentará la inversión en transporte y comunicaciones.
Las nuevas áreas de acción policial y la modernización de la entidad
requieren de la actualización de la Policía. Con este fin, se brindará
formación y capacitación por áreas específicas de la organización. El plan
de capacitación y los programas de estudio de la entidad incluirán, entre
otros, el análisis de los espacios, procesos y mecanismos de participación,
los derechos humanos y los asuntos ambientales.
De forma complementaria, se introducirán indicadores de gestión y
resultados para las diferentes especialidades con el fin de aumentar su
efectividad. Las acciones de cambio institucional estarán dirigidas a
fortalecer la planeación, el control interno, la administración financiera,
la desconcentración regional, y a darle eficacia y celeridad a los procesos
operativos y administrativos.
3. Profesionalización.
El Gobierno Nacional impulsará el desarrollo de la estructura interna de la
Policía Nacional conforme a lo dispuesto en la Ley 62 de 1993. Para ello,
adelantará las gestiones necesarias para poner a tono los Estatutos de
Carrera y Disciplinarios, de forma que aseguren la profesionalización y la
promoción del personal. Este proceso requiere del diseño de indicadores de
gestión y resultados, que incluyan la evaluación del desempeño individual
respecto a las metas de la institución, lo cual significa una tecnificación
en el proceso de selección y ascenso.
4. Bienestar y Seguridad Social.
El programa para mejorar el bienestar del personal de la Policía estará
dirigido principalmente a la vivienda propia y fiscal. Los servicios de
salud se presentarán a través de los organismos de salud para la Fuerza
Pública, y los de educación y recreación por medio del Instituto para la
Seguridad Social y Bienestar de la Policía.
CAPITULO 6
COMPETITIVIDAD PARA LA INTERNACIONALIZACION
El proceso de apertura ha hecho evidente las fortalezas y debilidades de la
estructura productiva colombiana. Para superar estas últimas y consolidar
dicho proceso, el Gobierno pondrá en marcha una ambiciosa estrategia de
competitividad para la internacionalización, que sea el producto de un
esfuerzo concertado entre los sectores público y privado, orientado a
diseñar estrategias tecnológicas, productivas, comerciales y de
infraestructura conjuntas, que permitan aumentar y utilizar eficientemente
los recursos productivos y generar ventajas comparativas sostenibles. Esta
estrategia deberá dinamizar la generación y calificación de puestos de
trabajo, contribuyendo decisivamente al objetivo central del Plan de
Desarrollo de mejorar las condiciones de empleo de la mayoría de la
población.
Esta estrategia concibe la competitividad en forma amplia, como la
capacidad de una sociedad para hacer frente al desafío de la economía
global y, al tiempo, incrementar sus niveles de bienestar. Esta concepción
se expresa en cuatro criterios generales. En primer lugar, reconoce que, en
el mundo moderno, las ventajas competitivas, especialmente aquellas que más
contribuyen a dinamizar las exportaciones agroindustriales, manufactureras
y de servicios, son en gran medida creadas. Es decir, no surgen en mayor
medida de la disponibilidad de recursos naturales o de mano de obra no
calificada, sino de factores que son el resultado del propio proceso de
desarrollo y pueden ser, por lo tanto, moldeados por agentes públicos y
privados.
En segundo término, esta visión reconoce que el esfuerzo por crear una
economía más competitiva debe abocarse en forma integral. En efecto, la
competividad no es sólo el producto de las acciones que lleva a cabo cada
empresa a nivel individual; es también el resultado del entorno sectorial y
global en el cual se desenvuelve. Las ventajas competitivas dependen de la
capacidad de captar, adaptar y generar tecnología; mejorar constantemente
el capital humano; de diseñar estructuras y estrategias empresariales
dinámicas; de explotar las complementariedades entre empresas que hacen
parte de cadenas productivas, y entre dichas empresas y aquellas que les
prestan servicios; de desarrollar una infraestructura eficiente; y de
diseñar un contexto regulatorio apropiado para las acciones de las
empresas.
En tercer lugar, esta concepción indica que los esfuerzos por promover la
competencia en los mercados de bienes y servicios y superar las
restricciones a la libre movilidad de factores productivos deben estar
complementadas con políticas sectoriales activas, orientadas a superar los
obstáculos que los agentes privados encuentran en cada sector para lograr
mayores niveles de productividad. La construcción de ventajas competitivas
estables no es, así, un resultado automático de la política comercial y de
la liberación de los mercados internos; requiere también de acciones
sectoriales orientadas a facilitar a los distintos sectores su integración
al nuevo modelo de desarrollo. Estas acciones deben reflejarse en planes
estratégicos orientados a superar restricciones institucionales o
regulatorias que afecten la actividad sectorial; a redefinir el alcance de
políticas crediticias o de fomento de las exportaciones en función de
objetivos sectoriales; a diseñar estrategias de reconversión productiva; a
generar procesos dinámicos de transferencia tecnológica e innovación; y a
generar procesos de integración de cadenas productivas e intersectoriales
que eleven los niveles de productividad de los distintos sectores
involucrados.
Por último, esta visión exige un esfuerzo especial por conjugar acciones
públicas y privadas y, por ende, debe ser el resultado de una activa
concertación, tanto a nivel nacional como regional. Este es el único medio
para acopiar la información necesaria para la toma de decisiones y para
definir los objetivos, las estrategias y los compromisos precisos entre los
actores públicos y privados que se traducen en acuerdos para mejorar la
competitividad.
Esta concepción tiene en cuenta las lecciones de aquellos países que han
logrado insertarse con éxito en la economía global. Su expresión más clara
han sido los Consejos de Productividad de los países asiáticos de rápido
desarrollo, donde la planeación sectorial conjunta entre los sectores
público y privado, especialmente de las ramas industriales, ha sido un
elemento esencial de sus exitosos procesos de inserción a la economía
internacional. En Colombia este esquema de trabajo entre sector público y
privado buscará ser la norma para el trabajo en todos los sectores de la
economía.
Estas concepciones son la base de la estrategia de competitividad que
garantizará el tránsito de la apertura a una verdadera internacionalización
de la economía colombiana. Esta política será coordinada por el Consejo
Nacional de Competitividad y tiene cinco programas especiales: la Política
Nacional de Ciencia y Tecnología, el Plan Estratégico Exportador, la
Política de Modernización Agropecuaria y Rural, la Política de
Modernización Industrial y la Estrategia de Infraestructura para la
Competitividad. El desarrollo del capital humano permea también varios
elementos de esta política; sin embargo, sus elementos fundamentales se
desarrollan en los Capítulos 5 y 8 del Plan.
I. EL CONSEJO NACIONAL DE COMPETITIVIDAD
El Consejo Nacional de Competitividad es el instrumento institucional que
orientará esta estrategia. El Consejo está presidido por el Presidente de
la República y tiene una amplia participación del alto Gobierno y los
sectores empresarial, laboral y académico. La Coordinación Ejecutiva la
ejerce la Consejería Económica y de Competitividad de la Presidencia de la
República y la Secretaría Técnica está a cargo de la Unidad de Desarrollo
Empresarial del Departamento Nacional de Planeación con el apoyo del
Consejo Gremial Nacional y las Corporaciones Calidad, Coinvertir y Colombia
Internacional. El Consejo desarrollará tres frentes de trabajo.
1. El diagnóstico de la situación del país y la identificación de
iniciativas de particular interés para el desarrollo de una economía más
competitiva. Esta tarea se realizará a través de Comités Asesores en cinco
áreas críticas: (a) cultura de la competitividad, gestión, productividad y
calidad; (b) tecnología; (c) formación de recursos humanos; (d)
infraestructura; y (e) desarrollo de un marco institucional, legal y
regulatorio propicio.
2. La promoción de Acuerdos Sectoriales de Competitividad. Estos acuerdos
estratégicos son el instrumento sectorial fundamental de la estrategia de
competitividad. Serán negociados en el marco de los Planes Estratégico
Exportador, de Modernización Agropecuaria y Rural y de Modernización
Industrial con la participación de empresarios, trabajadores y el Gobierno.
Contemplarán acciones conjuntas y compromisos específicos de las partes en
una o varias de las siguientes áreas:
a. Definición de una estrategia de generación y difusión de tecnología para
el sector, que incluya tanto tecnologías duras como procesos
organizacionales, informáticos y comerciales.
b. Formación de recursos humanos especializados.
c. Promoción de las exportaciones del sector, incluido el desarrollo de
canales apropiados de comercialización en los distintos mercados objetivo.
d. Superación de problemas crediticios que pueda enfrentar el sector o de
obstáculos para hacer mejor uso del mercado de capitales, incluido el
diseño de programas crediticios especiales de reconversión y
relocalización.
e. Solución de problemas asociados a la integración inadecuada de cadenas
productivas o de éstas con cadenas de comercialización y de provisión de
servicios.
f. Superación de restricciones institucionales o regulatorias que afecten
la actividad sectorial.
g. Solución a problemas específicos de infraestructura.
h. Análisis de problemas de contrabando o competencia desleal que enfrente
el sector.
Este instrumento realza el carácter de socios que tienen los sectores
público y privado en el contexto de la apertura económica. En el marco de
estos Acuerdos se especificará la forma como los sectores productivos harán
uso de los instrumentos generales de carácter transversal que diseñe el
Gobierno Nacional, entre ellos tres que incorporarán un claro componente de
apoyo: al desarrollo tecnológico, la formación de recursos humanos y la
promoción de exportaciones.
3. El diseño de una Estrategia Nacional de Competitividad, con un claro
objetivo de largo plazo (Visión 2025), que permita articular el proceso de
crecimiento y articulación de la economía al mercado mundial en el marco
del desarrollo humano y del desarrollo sostenible.
El Consejo Nacional de Competitividad pondrá en marcha instancias
regionales a través de las cuales los sectores productivos de distintas
regiones del país puedan articularse con los programas que a nivel nacional
promueva el Consejo.
II. LA POLITICA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
Esta política desarrollará y ampliará el Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología con el propósito de integrar firmemente la ciencia y tecnología
a los diversos sectores productivos, comerciales y de servicios, buscando
incrementarles su competitividad y mejorar el bienestar y la calidad de
vida de la población. Esta política contiene cinco estrategias básicas:
A. Desarrollo y fortalecimiento de la capacidad nacional en ciencia y
tecnología.
El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, es el instrumento básico de
planeación estratégica, programación y asignación de recursos a través de
sus Consejos Nacionales y Regionales. Para su fortalecimiento se ampliará
su capacidad de asignación de recursos, tanto a nivel global como
sectorial. Se busca, así, romper la fragmentación en la asignación de
recursos que caracteriza el esquema actual y que impide que se orienten
hacia las instituciones de mayor calidad y dinámica. Ello exige un
fortalecimiento de las Secretarías Técnicas de los respectivos Consejos que
hacen parte de los Ministerios y de COLCIENCIAS. Se desarrollará, además,
la legislación de ciencia y tecnología, con el fin de promover las
corporaciones mixtas de derecho privado y otros mecanismos de asociación
entre el Gobierno y el sector productivo.
Esta estrategia comprende tres programas adicionales. El primero de ellos
es el de formación de recursos humanos para la investigación y el
desarrollo tecnológico, que involucra la formación de 2.000 investigadores
y científicos a nivel doctorado en las distintas áreas de las ciencias
naturales y sociales y las ingenierías; la creación y consolidación de
programas nacionales de doctorado; becas para pasantías en el exterior; y
el fortalecimiento del programa de estímulos a los investigadores. El
segundo programa es el de creación y consolidación de centros de
investigación, que busca crear 25 nuevos centros académicos y 250 nuevos
grupos de investigación en las Universidades; desarrollar redes de
investigación; apoyar la creación de centros regionales; utilizar
crecientemente la modalidad financiamiento por programa, para dar mayor
estabilidad a los equipos de investigadores; y apoyar la creación de fondos
de capital de los centros de investigación ("endowments"). El tercero es el
programa de integración a las redes y programas internacionales de
investigación y desarrollo tecnológico, mediante la financiación de la
participación de centros colombianos en redes internacionales, la
ampliación de la cobertura de la Red Caldas que hace partícipes a
científicos colombianos residenciados en el exterior en la investigación
nacional, el apoyo a iniciativas como el programa Bolívar que busca
promover iniciativas de internacionalización del sector productivo teniendo
como eje la innovación y la conexión de los centros de investigación y de
desarrollo tecnológico a INTERNET.
B. Innovación, competitividad y desarrollo tecnológico.
El propósito esencial de esta estrategia es desarrollar "redes de
innovación" que le brinden apoyo a las empresas a través de la
investigación, información y servicios tecnológicos, y promuevan su
interacción con Universidades y otras entidades generadoras de
conocimiento, o alianzas estratégicas con empresas innovadoras.
El sistema descansa sobre el apoyo a las instituciones de desarrollo
tecnológico a través de un sistema integral de financiamiento. El
instrumento institucional fundamental son los Centros de Productividad y
Desarrollo Tecnológico, ya sea de naturaleza sectorial o regional. Se
aspira a que dichos centros cubran una o varias de las tres funciones
tecnológicas básicas: investigación, capacitación y servicios tecnológicos
(consultoría en temas tecnológicos, manejo de redes de información,
metrología y certificación de calidad, etc). Cuando sea posible, se
fomentarán los "centros_red", que permiten utilizar capacidades de
investigación y servicios tecnológicos ya existentes. Otros instrumentos
importantes son los Sistemas de Diseño Industrial, las Incubadoras de
Empresas, los Centros de Información Tecnológica, las entidades de
intermediación de la oferta y la demanda de tecnología, y los programas de
capacitación y asistencia técnica en gestión tecnológica.
El apoyo integral a los centros tecnológicos se brindará mediante cinco
instrumentos diferentes: (1) la contribución de capital semilla a
corporaciones mixtas que correspondan a cualquiera de las instituciones
tecnológicas mencionadas, por parte de COLCIENCIAS, los Ministerios y las
Universidades y empresas públicas; (2) el Fondo de Cofinanciación para la
Innovación y el Cambio Técnico, que cofinanciará, a fondo perdido, el 50%
de los proyectos de investigación tecnológica de los Centros de
Productividad y Desarrollo Tecnológico, las Universidades y los centros
académicos de investigación que contrate el sector productivo; (3) los
incentivos tributarios de la Ley 6a. de 1992, que serán revisados con el
fin de incrementar su cobertura y agilizar su trámite; (4) las líneas de
crédito para desarrollo tecnológico de COLCIENCIAS, el IFI y otras
entidades; y (5) los convenios que realice el SENA para financiar el
componente de capacitación de las instituciones mencionadas. También se
impulsará el proceso de descentralización de la capacidad de generación y
uso de conocimiento, a través de Programas Regionales de Desarrollo
Científico y Tecnológico que articulen las infraestructuras existentes y
respondan a las necesidades de cada región. Para este propósito se
conformarán Centros Regionales de Capacitación e Investigación Científica y
Tecnológica (INNOVAR). Estos centros deberán articularse con la estrategia
educativa, apoyando fundamentalmente la educación post básica.
Como instrumentos complementarios, se pondrá plenamente en operación el
Sistema Nacional de Normalización, Certificación y Metrología y se
consolidará la legislación sobre los derechos de propiedad intelectual,
asegurando que dicha legislación no se convierta, a través del mayor costo
de la tecnología para las empresas colombianas, en obstáculo para el
progreso científico, tecnológico y socioeconómico del país.
C. Fortalecimiento de la capacidad para mejorar los servicios sociales y
generar conocimiento sobre la realidad del país.
Esta estrategia contiene dos programas básicos. El primero está orientado a
mejorar la prestación de servicios sociales, tanto por parte del sector
público como del privado, mediante mejores técnicas de diagnóstico de los
problemas existentes, la investigación en métodos de gestión y técnicas de
prestación de servicios, y el estudio de mecanismos de participación
ciudadana. El segundo está dirigido a mejorar la investigación sobre la
sociedad colombiana orientada a dinamizar procesos de cambio social,
desarrollar una cultura política participativa y consolidar una capacidad
de convivencia y consenso social.
D. Generación de conocimiento para el desarrollo sostenible.
Esta estrategia involucra dos programas. El primero se orienta a
desarrollar y fortalecer la capacidad científica nacional para el
conocimiento de los ecosistemas, con las siguientes acciones: puesta en
marcha de los centros de investigación adscritos al Ministerio del Medio
Ambiente; fomento de la investigación en éstos y otros institutos de
investigación sobre ecosistemas y biodiversidad; financiación de programas
de investigación en ciencias básicas complementarias, tales como la
biotecnología y bioseguridad; impulso al desarrollo de tecnologías y
sistemas de producción sostenibles; recuperación y aplicación del
conocimiento de las comunidades tradicionales; y desarrollo de normas de
propiedad intelectual apropiadas para el sector, que protejan entre otros
aspectos los derechos nacionales y de las comunidades tradicionales
consagrados en la Cumbre de la Tierra de 1992. El segundo es un programa de
estudios ambientales urbanos, orientado a desarrollar patrones de
urbanización y prestación de servicios urbanos sostenibles a largo plazo.
E. Integración de la ciencia y la tecnología a la sociedad y la cultura
colombiana.
A través de esta estrategia se busca mejorar los sistemas de enseñanza de
las ciencias básicas; poner en marcha programas de popularización de la
ciencia y la tecnología (museos interactivos y material de divulgación) y
de actividades científicas juveniles; fomentar el uso de la informática con
fines educativos y articular el país a redes de información. Se buscará,
así, incorporar firmemente la ciencia y la tecnología a la cultura y
fomentar procesos generalizados de innovación en el conjunto de la
población.
En los primeros años de la década actual, el gasto total en investigación
científica y tecnológica ha oscilado en torno al 0.5% del PIB, de los
cuales O.2% del PIB corresponden a aportes del presupuesto nacional para
inversión en ciencia y tecnología; el resto está constituido por los
programas de transferencia de tecnología, la cooperación técnica
internacional, la inversión privada en desarrollo tecnológico y los costos
de funcionamiento del sistema. El Plan propone elevar el gasto total en
ciencia y tecnología al 1% del PIB a finales de la Administración, para lo
cual prevé un aumento en los aportes del presupuesto para inversión al 0.2%
del PIB en 1995 y 0.5% en 1998.
III. EL PLAN ESTRATEGICO EXPORTADOR
El eje de la política de internacionalización es el desarrollo exportador.
Una apertura sin dinamismo exportador puede justificarse como una medida de
estabilización macroeconómica pero nunca como una estrategia de desarrollo.
Por este motivo, el retorno a tasas mayores de crecimiento exportador es
prioridad básica de la política de internacionalización.
Algunos de los factores que han afectado adversamente la actividad
exportadora en los últimos años (el lento crecimiento de algunos mercados
internacionales o el neoproteccionismo) están por fuera del alcance de la
política económica colombiana. Otros son analizados en secciones diferentes
del Plan: la política cambiaria ha sido considerada en el capítulo relativo
a la política macroeconómica (Capítulo 3); la política de capital humano se
desarrolla en los Capítulos 5 y 8 y aquella relativa a la infraestructura
se analiza más adelante en este Capítulo. En esta sección se detallan las
cinco estrategias básicas que hacen parte del Plan Estratégico Exportador.
A. Acuerdos sectoriales de competitividad.
Los Acuerdos Sectoriales de Competitividad serán el marco institucional
para analizar y concertar conjuntamente, en cada sector, acciones
integrales para el desarrollo exportador. Estos Acuerdos contemplarán el
tipo de políticas internas a las cuales hemos hecho alusión en la sección
relativa al Consejo de Competitividad (programas de desarrollo tecnológico,
capacitación de mano de obra, etc.), así como acciones particulares en el
frente exportador: readecuación de los instrumentos de apoyo a la actividad
exportadora, programas de promoción y comercialización internacional,
defensa contra el neoproteccionismo y superación de cuellos de botella de
infraestructura específicos (cuartos fríos, bodegas especiales), entre
otros. En el marco de las estrategias del Consejo de Competitividad, el
Ministerio de Comercio Exterior tendrá a su cargo la negociación de
acuerdos para sectores netamente exportadores productores de bienes y
servicios, con la participación de los Ministerios sectoriales respectivos.
En otros sectores, participará en los acuerdos que promuevan los
Ministerios de Desarrollo Económico y de Agricultura y Desarrollo Rural.
B. Impulso a las negociaciones internacionales.
Los acuerdos comerciales son una herramienta poderosa para garantizar la
permanencia de las exportaciones colombianas en el mercado internacional,
ya que disminuyen el riesgo de la actividad exportadora y permiten avanzar
mas rápidamente en la armonización de gran cantidad de materias que afectan
el comercio internacional (normas técnicas, políticas agrícolas e
inestabilidad de tipos de cambio cruzados, entre otros). Por este motivo,
siguiendo claros principios de reciprocidad y cumpliendo los compromisos
adquiridos, el Gobierno profundizará los acuerdos existentes y adelantará
nuevas negociaciones que permitan ampliar los mercados para las
exportaciones colombianas. Estas negociaciones se llevarán a cabo en
estrecha coordinación con el sector privado, con el fin de evaluar las
sensibilidades del país frente a cada acuerdo y diseñar los mecanismos que
permitan a los sectores afectados adaptarse a ellos.
En este marco, se llevarán a cabo las siguientes acciones: (1) se seguirán
adelantando negociaciones con Venezuela para superar la coyuntura adversa
que enfrenta el comercio binacional; (2) se continuarán aquellas orientadas
a consolidar la integración andina; (3) se pondrán en marcha los acuerdos
del Grupo de los Tres y con el CARICOM; (4) se concluirán las negociaciones
con Centro_américa; y (5) se iniciará el proceso de evaluación y análisis
de las negociaciones con MERCOSUR. PROEXPORT, en coordinación con el
Ministerio de Comercio Exterior, pondrá en marcha una campaña para difundir
estos acuerdos, sus ventajas y alcances.
La integración hemisférica es, obviamente, la fase final del dinámico
proceso de acuerdos subregionales que viene experimentando el continente.
El Gobierno apoyará, por lo tanto, un proceso de discusión nacional en
torno a la integración hemisférica, convenida en la Cumbre de las Américas
de 1994, y la adhesión al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Por su parte, el Ministerio de Comercio Exterior y PROEXPORT fortalecerán
la difusión y utilización de las preferencias otorgadas por los Estados
Unidos y la Unión Europea (ATPA y PEC). El Ministerio de Comercio Exterior,
en coordinación con PROEXPORT y las representaciones diplomáticas de
Colombia en la región de la Cuenca del Pacífico, diseñará y pondrá en
marcha una estrategia para dinamizar los flujos comerciales y financieros
con los países de esa zona económica.
C. La unidad especial contra el Neoproteccionismo.
Muchos sectores de exportación del país vienen experimentando con rigor
creciente los efectos del neoproteccionismo, que se ha reflejado en el
establecimiento de cuotas, derechos antidumping y restricciones técnicas,
sanitarias y ecológicas, muchas de ellas injustificadas. El Ministerio de
Comercio Exterior creará, a partir de recursos humanos ya existentes, una
Unidad Especial contra el Neoproteccionismo, que tendrá las siguientes
funciones: (1) generar y difundir internamente información sobre prácticas
restrictivas en mercados internacionales (incluidos los países vecinos);
(2) estudiar las opciones más adecuadas de defensa de los intereses de los
exportadores colombianos afectados por dichas prácticas; (3) coordinar con
la Embajada de Colombia ante la Organización Multilateral del Comercio y
otras embajadas la defensa de dichos intereses; (4) coordinar con otras
entidades (Superintendencia de Industria y Comercio, ICONTEC, ICA, INPA, y
el Ministerio del Medio Ambiente) las negociaciones orientadas a superar
las barreras técnicas, sanitarias y ecológicas; y (5) cofinanciar la
defensa de los exportadores afectados por dichas prácticas, según criterios
definidos por la Junta Directiva de PROEXPORT.
D. Ampliación de los esquemas de fomento a las exportaciones.
1. CERT y devolución de impuestos indirectos (draw back).
El país adquirió en el marco de la Ronda Uruguay del GATT el compromiso de
desmontar los subsidios a la exportación de productos manufacturados, en un
plazo amplio (hasta el año 2003). Aunque el nivel promedio del CERT no
excede por un margen importante el monto justificable como devolución de
impuestos indirectos, en varios sectores los incentivos actuales tienen un
componente de subsidio. El Gobierno analizará, por lo tanto, la
conveniencia de iniciar la aproximación a un sistema de devolución de
impuestos indirectos. Los recursos fiscales que se liberen serán
reasignados, en cualquier caso, al sector exportador para financiar otras
labores de fomento. El Gobierno también mantendrá el CERT como un mecanismo
temporal de apoyo a productos en crisis, como se hizo recientemente en el
caso del banano.
2. Crédito.
El Banco de Comercio Exterior, BANCOLDEX, mantendrá la dinámica de sus
líneas tradicionales y seguirá diversificando los productos financieros que
ofrece. En particular, ampliará las líneas de crédito para compradores en
el exterior (crédito directo, fondeo de cartas de crédito y descuento de
documentos) y diseñará nuevas líneas en las siguientes áreas: a)
financiamiento de la participación de la industria nacional de bienes de
capital en licitaciones nacionales e internacionales, en condiciones
competitivas con las de los patrones internacionales, para lo cual se
destinará un monto anual de $5.000 millones del Presupuesto Nacional; b)
crédito para la constitución de redes de comercialización internacional y
para la adquisición de las ya existentes; c) financiación de la exportación
de servicios; d) apoyo a inversiones colombianas en el exterior que tengan
efectos sobre las exportaciones colombianas; y e) cofinanciación de obras
de infraestructura con claros efectos sobre la actividad exportadora
(adecuación de puertos de embarque y bodegas en los aeropuertos, redes de
frío).
3. Seguro de exportación.
SEGUREXPO consolidará y ampliará sus líneas existentes sobre riesgos
comerciales, políticos y extraordinarios, y hará una amplia difusión de sus
servicios.
4. Promoción.
PROEXPORT consolidará el exitoso modelo de apoyo al mercadeo internacional
a través de las "Unidades de Exportación"; con el fin de dar una solución
más integral a los problemas de los exportadores, éstas harán parte de los
Acuerdos Sectoriales de Competitividad. Para ampliar la cobertura de los
servicios que se prestan a través de los Centros de Atención al Exportador
(CAE) únicamente en Bogotá, PROEXPORT diseñará un sistema similar de
servicios en otras ciudades apoyado en los gremios y las Cámaras de
Comercio; a través de este servicio, se suministrará información sobre
aquellos que ofrecen otras entidades, como BANCOLDEX y SEGUREXPO. Por otra
parte, en estrecha colaboración con los agregados comerciales y con las
Embajadas de Colombia, deberá ampliar sus servicios a los exportadores en
materia de información sobre nichos de mercado, oportunidades comerciales,
licitaciones internacionales, preferencias unilaterales y normas técnicas
exigidas en los países de destino. PROEXPORT continuará cofinanciando, con
sus propios recursos, estas labores; el Gobierno Nacional aportará, a
partir de 1996, $14.775 millones anuales del Presupuesto Nacional para que
PROEXPORT pueda apoyar las actividades de promoción y la ampliación de sus
servicios.
5. Información.
El Ministerio de Comercio Exterior, a través de PROEXPORT y de entidades
privadas interesadas, promoverá el desarrollo de redes de información sobre
mercados internacionales, preferencias arancelarias, otros requisitos a la
importación en los mercados de destino y servicios al sector exportador,
incluyendo el acceso a redes internacionales existentes. Adicionalmente se
estudiará la posibilidad de que los Trade Points asuman funciones
operativas.
6. Servicios de certificación.
Se incentivará la creación de entidades especializadas en la difusión y
certificación de normas internacionales de calidad o de normas nacionales
de excelencia, incluidas aquellas de carácter ambiental.
7. Zonas Francas.
El Gobierno mantendrá el esquema de las zonas francas privadas establecido
por la Administración anterior. Vigilará el cumplimiento de las normas
vigentes, pondrá en funcionamiento un sistema de información sobre sus
operaciones de comercio exterior y apoyará las tareas de mercadeo y
promoción de las zonas en el exterior. Conjuntamente con la Unidad
Administrativa Especial que se encarga del seguimiento y control eficaz de
las zonas, se crearán dos comités, uno para las Zonas Francas Industriales
y de Servicios y otro para las de Servicios Turísticos, que servirán de
foro de discusión de las políticas de funcionamiento, control y promoción
de ellas. El régimen de Zona Franca Comercial se mantendrá únicamente para
los usuarios que tienen contratos vigentes, hasta el vencimiento de los
mismos.
8. Plan Vallejo.
Se harán esfuerzos adicionales para mejorar la operatividad del Plan
Vallejo y para ampliar su cobertura en los pequeños y medianos exportadores
y su aplicación al sector servicios. Para los primeros, se promoverá el
llamado "Plan Vallejo Cooperativo", actualmente en experimentación,
mediante el cual los exportadores pequeños y medianos se asocian para
beneficiarse del programa con menores costos operativos.
9. Comercializadoras internacionales.
Con el propósito de buscar una activa participación de los comerciantes en
los procesos de exportación, se mantendrá la política de agilización,
simplificación de trámites y requisitos para la autorización y registro de
las nuevas comercializadoras, que ha permitido que el número de ellas se
quintuplique desde 1991, contando ahora con 102 organizaciones de esta
naturaleza.
E. Exportación de servicios.
La inclusión del sector servicios a la política de exportaciones es una de
las prioridades de la Administración. Con este propósito, el Gobierno
extenderá paulatinamente al comercio de servicios los mecanismos de
promoción tradicionalmente aplicados al comercio de bienes se extiendan al
de servicios, revisará los vacíos que tengan las normas vigentes sobre la
materia y diseñará nuevos instrumentos específicos para el sector. En tal
sentido, pondrán en marcha las siguientes acciones: 1 adopción de una
nomenclatura y una metodología que permitan desarrollar un sistema de
información adecuado sobre la exportación de servicios; 2 creación de un
registro de exportadores de servicios y establecimiento de mecanismos de
control, para que los exportadores registrados se puedan beneficiar de una
menor retención en la fuente sobre el reintegro de divisas, que actualmente
es de 10%; 3 instrumentación del Plan Vallejo Servicios, impulso de las
Zonas Francas Turísticas y análisis de la factibilidad de otorgar el CERT
para exportadores de servicios debidamente registrados; 4 fortalecimiento
del régimen de Zonas Francas Industriales de Servicios Tecnológicos, como
mecanismo de promoción de las exportaciones de servicios tecnológicos; 5
adecuación de los instrumentos de crédito de BANCOLDEX e IFI para apoyar la
exportación de servicios; 6 utilización de los esquemas desarrollados por
PROEXPORT o mecanismos específicos para el sector de servicios, tales como
los Fondos de Promoción Turística; 7 difusión de las oportunidades y
ventajas de los acuerdos internacionales en el sector servicios; y 8
concertación con las organizaciones médicas, de consultores e ingenieros de
mecanismos especiales de fomento a las exportaciones de servicios
profesionales especializados.
En la política de promoción de las exportaciones de servicios se dará
prioridad especial al turismo. En tal sentido, los Ministerios de Comercio
Exterior y de Desarrollo Económico formularán planes específicos para
estimular el turismo receptivo en el marco de un Acuerdo Sectorial de
Competitividad del Turismo, que se concerte con los empresarios del sector.
Adicionalmente, con el propósito de garantizar el marco propicio para el
desarrollo del sector, el Gobierno presentará al Congreso un proyecto de
ley marco de la actividad turística.
IV. POLITICA DE MODERNIZACION AGROPECUARIA Y RURAL
No obstante el crecimiento y la tecnificación que ha registrado la
producción agropecuaria en las décadas pasadas, en la sociedad rural
colombiana continúan prevaleciendo el empleo precario, los bajos ingresos,
la violencia y la inseguridad. El Gobierno fortalecerá las políticas y los
instrumentos de apoyo económico a la producción y pondrá en marcha al mismo
tiempo una ambiciosa política social dirigida a generar cambios
significativos en las condiciones sociales en las cuales se desenvuelve la
actividad agropecuaria y en el nivel de vida que predomina en las áreas
rurales del país.
En lo político, en buena parte del territorio rural colombiano imperan
condiciones de violencia. En lo social, los indicadores disponibles,
referidos a condiciones de educación, salud, calidad de vivienda e
ingresos, muestran que la brecha rural_urbana es significativa e incluso
creciente, con el agravante de que la mitad de los pobres del país y más de
las dos terceras partes de los indigentes se localizan en las áreas
rurales. En lo económico, las características principales de la actividad
agropecuaria son la escasa movilidad de los factores de la producción, y
las imperfecciones en los mercados de dichos factores y de los productos
agropecuarios. No menos importante, el estilo de desarrollo agrícola ha
tenido efectos que degradan la base de recursos naturales y generan
tensiones ambientales que desbordan el ámbito de la producción
agropecuaria. A ello se une el que las actividades agropecuarias se
caracterizan por mayores niveles de riesgo debido a factores
meteorológicos, biológicos o de mercado que producen grandes fluctuaciones
de precios e ingresos, no asociados a factores económicos.
Finalmente, como se ha hecho evidente en los últimos años, el sector
agrícola y ganadero es muy sensible a las políticas macroeconómicas, en
especial a la evolución del tipo de cambio.
Las observaciones anteriores se resumen en falta de equidad en la
distribución social de los beneficios y costos del desarrollo, baja
competitividad de la estructura productiva y amenazas a la sostenibilidad a
largo plazo de los procesos de crecimiento y desarrollo del sector
agropecuario y pesquero.
En consecuencia, los objetivos de la política agropecuaria y pesquera se
encaminan a hacer frente a la interdependencia de los fenómenos políticos,
sociales y económicos señalados anteriormente, buscando promover
condiciones de equidad social, competitividad económica y sostenibilidad
del desarrollo. En este orden de ideas, la estrategia consiste en promover
la modernización de la sociedad rural y de la actividad agropecuaria y
pesquera, bajo un marco de internacionalización de la economía y de
perfeccionamiento de las herramientas de defensa de la producción nacional
frente a mercados internacionales altamente distorsionados. Para el logro
de estos objetivos, el Gobierno promoverá la concertación con el sector
privado (Acuerdos Sectoriales de Competitividad) y un contexto
institucional de descentralización y participación comunitaria para la
ejecución de la política.
Lograr y afianzar la competitividad a mediano y largo plazo de la
estructura agraria constituye un objetivo fundamental de la política
sectorial. Con esta perspectiva, sus estrategias proporcionan las
condiciones y los incentivos para, en primer lugar, desarrollar una
estructura económica basada en la producción de bienes comercializables de
alta elasticidad_ingreso de demanda, orientados a mercados dinámicos y de
alto poder adquisitivo y para los cuales el país posea condiciones
naturales favorables; en segundo lugar, proteger las actividades
productivas agrarias en el mercado interno y en el internacional cuando la
producción nacional sea eficiente pero su competitividad se encuentre
amenazada por distorsiones del mercado; y, en tercer lugar, reconvertir en
forma gradual las producciones en las cuales el país no posee ventajas
comparativas y tienen que enfrentar, además, mercados internacionales
distorsionados por los subsidios y el proteccionismo que practican las
naciones más industrializadas.
Esa estrategia implica incorporar en los criterios para el desarrollo y
aplicación de los instrumentos de la política los siguientes principios,
hasta ahora no usuales en nuestro medio: 1 la producción debe estar
orientada por el mercado, antes que por la vocación natural del suelo; 2
debe favorecerse la especialización regional de la producción, con el fin
de facilitar el logro de economías de especialización y de escala; 3 las
actividades agropecuarias deben ser concebidas como parte integral del
sistema agroindustrial que conforma sus cadenas de agregación de valor; 4
debe impulsarse una estructura agroempresarial cada vez más integrada
vertical y horizontalmente, dando prioridad a la integración de los
agricultores hacia adelante en las cadenas de valor, para estar en mejores
condiciones de aumentar la eficiencia y controlar los procesos de mercado.
A. Desarrollo tecnológico agropecuario y pesquero.
El Gobierno ampliará la capacidad de generación, transferencia y adopción
de tecnologías que promuevan la modernización del sector, fortalezcan sus
ventajas competitivas y contribuyan al logro de la sostenibilidad en la
producción.
Para lograrlo, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural retomará el
liderazgo en el diseño de las políticas de investigación y desarrollo
tecnológico del sector. Para ello se fortalecerá el Consejo Nacional de
Investigación y Desarrollo Tecnológico Agropecuario y Pesquero, presidido
por el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, y se ampliarán
sustancialmente los recursos presupuestales destinados a la investigación y
difusión de tecnologías en el sector.
Se impulsará el sistema de Centros de Productividad y Desarrollo
Tecnológico en las áreas prioritarias de producción, poscosecha y
comercialización, incluidas las actividades pesqueras y agrícolas. En
particular se fortalecerá y consolidará a CORPOICA, como instrumento
fundamental de la política y del sistema nacional de investigación y
desarrollo tecnológico agropecuario. Así mismo, se consolidará el Sistema
Nacional de Transferencia de Tecnología Agropecuaria, SINTAP, mediante el
fortalecimiento de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica
Agropecuaria, UMATAS, y la ejecución del Programa Nacional de Transferencia
de Tecnología Agropecuaria (PRONATTA).
En este marco, el Gobierno impulsará programas de investigación y
desarrollo en tecnologías para la mecanización de sus labores agrícolas y
de poscosecha, especialmente en zonas de ladera, donde se localiza la mayor
parte de la agricultura y los agricultores del país. Dará también especial
atención a actividades promisorias para la reconversión productiva, como la
piscicultura y la acuicultura en general, para lo cual se apoyará la
consolidación institucional del Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura,
INPA, y se fortalecerá al Centro Nacional de Investigación en Acuicultura,
CENIACUA.
Una condición para mantener la competitividad en el largo plazo es la
sostenibilidad de los procesos de producción. La política agraria
fortalecerá la capacidad nacional para ejercer un manejo sostenible de los
recursos disponibles en el medio rural. Para esto se fortalecerá la
capacidad nacional para caracterizar y evaluar la potencialidad económica
de sus recursos naturales y para realizar una labor permanente de
identificación, evaluación y monitoreo, con el fin de descubrir nuevas
oportunidades económicas y prevenir los riesgos de degradación. Se
promoverá el ordenamiento del uso de los recursos sectoriales, en el marco
del proceso más amplio de ordenamiento ambiental del territorio.
Se incentivará igualmente el desarrollo y adopción de prácticas sostenibles
(manejo integrado de plagas, fertilización orgánica, variedades y razas
resistentes a plagas, etc.) y la realización de acciones de protección y
recuperación de recursos. Por último, se propiciará el desarrollo de
mercados para productos agrícolas y pesqueros producidos en forma
sostenible, acción que será complementada por el mejoramiento de la
capacidad institucional para el montaje y operación de esquemas ágiles de
certificación y verificación de sanidad y calidad, según normas
internacionales.
Por último, se buscará una mayor integración al sistema internacional de
investigación y desarrollo tecnológico y el apoyo a iniciativas de
financiamiento regional. Colombia consolidará su vinculación al Grupo
Consultivo Internacional de Tecnología Agropecuaria, a través de convenios
con el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, con el fin de
multiplicar la capacidad del sistema nacional de investigación tecnológica
e influir en la agenda internacional de investigaciones agropecuarias.
B. Adecuación de tierras.
Con miras a superar los obstáculos que no han permitido avanzar con la
agilidad y eficiencia requeridas en la educación de tierras del país, se ha
redefinido la acción del Estado en esta materia, facilitando una mayor
intervención e ingerencia del sector privado en los proyectos.
La política de adecuación de tierras se llevará a cabo con la participación
activa de los usuarios desde la identificación del proyecto hasta la
administración del mismo. El sistema de recuperación de las inversiones en
los distritos incorporará un elemento de subsidio en las obras principales
y secundarias. Este apoyo será mayor para los usuarios medianos y pequeños,
los cuales podrán contar, además, con un subsidio para las obras prediales.
La ejecución de la inversión estará a cargo de los organismos públicos y
privados que autorice el Consejo Superior de Adecuación de Tierras, los
cuales podrán ejecutar directamente, por concesión, autoconstrucción o
contratando firmas especializadas.
Por otra parte, para fomentar la adecuación predial en proyectos
individuales, los productores contarán con acceso al Incentivo a la
Capitalización Rural que maneja FINAGRO y que otorga subsidios
proporcionales al valor de las inversiones.
Durante el cuatrienio, se espera adecuar unas 200.000 hectáreas, de las
cuales 40.000 corresponden a pequeño riego, 110.000 a proyectos de mediana
y gran irrigación y 50.000 a rehabilitación de distritos ya existentes. En
pesos de 1994, la inversión en este programa asciende a 448.175 millones.
C. Capitalización y financiamiento.
Los lineamientos en materia crediticia están orientados a garantizar
recursos suficientes para la financiación de las actividades agropecuarias
y pesqueras, mejorar las condiciones de acceso a financiación para los
pequeños productores y fortalecer el crédito como herramienta para la
capitalización del campo. En este contexto, se diseñarán mecanismos que
faciliten y aseguren el acceso de las pequeñas productoras campesinas al
crédito.
La Caja Agraria continuará siendo un instrumento esencial de la política
sectorial, como banco de desarrollo agrícola, industrial y minero, con
claros objetivos sociales, políticos y económicos, orientado al campesino y
al pequeño empresario. La entidad podrá desconcentrar y descentralizar sus
servicios y actividades de banca, seguros, fiducia, telecomunicaciones,
inmobiliarios, procesamiento de datos, sistematización y arrendamiento
financiero, que podrán ser prestados directa o indirectamente. Para lo
anterior, la Caja Agraria podrá crear empresas filiales, de su total
propiedad o en asocio con otras empresas públicas y privadas. El Gobierno
Nacional estudiará el mecanismo institucional apropiado para que la actual
Unidad de Seguros pueda, mediante reservas adecuadas, asumir total o
parcialmente los riesgos de sus propias operaciones, bienes e intereses de
la entidad.
De otro lado, el Gobierno garantizará, mediante aportes de capital o el
otorgamiento temporal de capital garantía, el patrimonio técnico mínimo
requerido para el funcionamiento de la Caja Agraria, acorde con las
necesidades de desarrollo del sector. Así mismo, gestionará ante las
autoridades competentes la reducción del encaje de depósitos oficiales
hasta nivelarlos con el vigente para los depósitos privados. Igualmente,
analizará la conveniencia de sectorizar los sistemas de calificación,
evaluación y provisión de cartera, para adecuarlos a las especiales
condiciones en las cuales se desarrollan las actividades agropecuarias en
Colombia. Las cantidades de dinero que, de conformidad con las
disposiciones legales vigentes, deben consignarse a órdenes de los
despachos de la Rama Judicial, deberán consignarse, a partir de la
privatización del Banco Popular, en la Sucursal de la Caja Agraria de la
localidad del depositante. Por otra parte, el Gobierno estudiará el
mecanismo apropiado para sanear el pasivo pensional acumulado de la
entidad.
La dificultad de acceso al crédito por parte de los pequeños productores ha
sido un problema crónico del sector. El fortalecimiento de la Caja Agraria
estará complementado, por lo tanto, por el diseño de formas alternativas de
crédito, preferencialmente a través del sector solidario. Así mismo, se
descentralizará la operación del Fondo Agropecuario de Garantías y se
adoptarán mecanismos para compensar a la Caja Agraria y demás
intermediarios el mayor costo en la colocación de créditos a pequeños
productores.
A través del uso del crédito para financiar proyectos de inversión que
contribuyan a la capitalización y modernización del agro, se otorgará el
Incentivo a la Capitalización Rural, el cual se hará extensivo a los
proyectos de pesca y acuicultura. Para lograr un uso intenso de este
instrumento, el Gobierno adelantará una amplia campaña de divulgación. Este
incentivo se usará también para impulsar la renovación del parque de
maquinaria agrícola y promover el uso de tecnologías de mecanización
acordes con la conservación del suelo y las características de la
agricultura tropical.
Con el fin de moderar el efecto de las fluctuaciones cíclicas de la
producción ganadera sobre los ingresos de los productores, se utilizará el
crédito como un instrumento para regular la inversión y la extracción en
esta actividad. Mediante la adaptación de las condiciones financieras
(plazo y forma de amortización), se estimulará a los ganaderos a utilizar
el crédito para reducir la extracción cuando los precios tiendan a
disminuir, y a reducir su endeudamiento cuando los precios estén
aumentando.
D. Comercialización y agroindustria.
El sector agropecuario y pesquero recibirá un tratamiento especial en las
negociaciones comerciales internacionales, orientado a garantizar mercados
para los productos del sector y evitar, al tiempo, que se generen
condiciones distorsionadas de competencia. El Gobierno mantendrá, además,
una política de protección selectiva para los productos sensibles del
sector, empleando los mecanismos de salvaguardia, convenios de absorción y
utilizando activamente los instrumentos existentes contra la competencia
desleal. Las medidas de protección se aplicarán con el criterio de
contrarrestar las distorsiones del mercado y no para compensar situaciones
de ineficiencia económica.
Por otra parte, en el marco del Plan Estratégico Exportador, se creará, en
asocio con el sector privado, una Promotora de Empresas Agroexportadoras
que promueva, mediante el aporte de capital de riesgo, proyectos
agroindustriales y pesqueros de gran impacto regional. Con el fin de apoyar
el ingreso de nuestros productos agropecuarios a nuevos mercados externos,
se diseñarán, a través de PROEXPORT, mecanismos para reintegrar y
cofinanciar gastos en que incurran las empresas para promover y consolidar
posiciones en dichos mercados. De otro lado, se emprenderá la promoción de
una cultura de calidad que incluya, entre otros, la certificación de
calidad y la expedición de sellos de viabilidad ecológica de nuestros
productos de exportación, a través de la Corporación Colombia Internacional
y otras entidades. Además, se fortalecerá el sistema nacional de prevención
y control sanitario, mejorando sustancialmente la capacidad técnica y
operativa del ICA.
En el frente interno, el Instituto de Mercadeo Agropecuario, IDEMA, actuará
como comprador de última instancia, preferencialmente en zonas marginales.
Sustituirá gradualmente la intervención en el mercado de físicos por un
sistema de administración de incentivos y subsidios a la comercialización.
Así mismo, se fortalecerá al Fondo EMPRENDER para financiar preinversión y
participar con capital de riesgo en la creación de empresas de
comercialización y transformación que beneficien a pequeños productores.
A través del Fondo EMPRENDER y del Incentivo a la Capitalización Rural, el
Gobierno Nacional fomentará, en asocio con los Gobiernos regionales y los
gremios del sector, el desarrollo de una capacidad adicional de acopio de
leche en frío, de pulverización de leche y de comercialización de carne en
canal.
El Gobierno promoverá, además, la constitución de Fondos de Estabilización
de Precios de Productos Agropecuarios y Pesqueros, especialmente productos
de exportación sujetos a fuertes ciclos internacionales de precios,
aportando el capital semilla a dichos Fondos.
Con el fin de introducir mecanismos de competencia y hacer frente a
estructuras oligopsónicas en el mercado interno, el Gobierno apoyará a la
Bolsa Nacional Agropecuaria y facilitará su incorporación a sistemas de
rueda con enlace internacional. En este marco, mantendrá los incentivos
tributarios a las transacciones realizadas a través de la Bolsa y creará
una línea de redescuento en FINAGRO para financiar el pago de contado a los
agricultores que participen en dichas transacciones.
Adicionalmente, se promoverá el establecimiento de un sistema de
información moderno para el sector. En particular, el DANE generará y
difundirá las estadísticas de producción, precios y volúmenes transados, y
se diseñarán módulos de inteligencia de mercados y de información forestal
y pesquera.
E. Manejo de riesgos.
En el marco de la dinamización de la Bolsa Nacional Agropecuaria, se
crearán mecanismos para la cobertura de riesgos mediante el desarrollo de
mercados de futuros, cámaras arbitrales, opciones y pactos de retroventa,
entre otros. Como una estrategia para la prevención y el manejo de riesgos
y desastres, se pondrá en marcha el seguro agropecuario y se diseñará un
sistema de prevención de riesgos naturales, ambientales y sociales y de
manejo de crisis en el sector.
F. Desarrollo institucional.
En materia institucional, se adelantará una labor de evaluación y
readecuación de las entidades del sector, que permita realizar la política
y lograr los objetivos planteados en cada uno de los programas, profundizar
los procesos de descentralización y participación ciudadana, y fortalecer
la capacidad de gestión sectorial de las entidades territoriales en temas
de su competencia. (Ver cuadro No. 5.7) creado en el texto original.
V. LA POLITICA DE MODERNIZACION INDUSTRIAL.
El desarrollo industrial ha demostrado ser el motor fundamental de
crecimiento de las economías en desarrollo que han basado su expansión en
una inserción dinámica en la economía mundial. Sus virtudes son ampliamente
conocidas: es un canal fundamental de generación y transmisión de cambio
técnico; es un poderoso generador de externalidades hacia otros sectores de
la economía; está sujeto a economías de escala estáticas y dinámicas que se
traducen en aumentos en productividad; y, por último, enfrenta mercados
mundiales amplios y más dinámicos que aquellos característicos de las
materias primas.
En el caso colombiano, la industrialización fue un poderoso motor de
desarrollo económico entre la década del treinta y mediados de los años
setenta. Desde entonces, el sector industrial ha mostrado un
anquilosamiento estructural, que se ha reflejado en el estancamiento del
coeficiente de industrialización. Como resultado de ello, la industria
manufacturera se caracteriza todavía por el predominio de ramas productivas
maduras con tecnologías estandarizadas. El escaso desarrollo que han tenido
las ramas productoras de bienes de capital se ha concentrado en los bienes
menos intensivos en tecnología. La estructura exportadora industrial,
aunque dominada por sectores intensivos en recursos naturales y mano de
obra no calificada, tiene también algunas industrias estandarizadas
intensivas en capital.
El rápido aumento del coeficiente de exportaciones, que sustentó un
importante proceso de recuperación industrial desde mediados de los
ochenta, se interrumpió en 1991. En contra de todas las expectativas que
había generado el proceso de apertura, el desempeño del sector, aunque
positivo, se centró desde entonces en el mercado interno, gracias al fuerte
crecimiento de la demanda generada por el auge de la construcción y, en
menor medida, al espectacular crecimiento de la demanda de vehículos. El
estancamiento de las exportaciones y la competencia de importaciones
masivas en condiciones distorsionadas de precios y el contrabando han
afectado negativamente algunas industrias tradicionales, en muchas de las
cuales el país había demostrado en el pasado ventajas competitivas.
La política industrial del cuatrienio buscará, por lo tanto, sentar las
bases para una nueva etapa de la industrialización en Colombia, basada en
la penetración creciente en los mercados internacionales, la ampliación
progresiva de la demanda interna y la incorporación de mayores contenidos
tecnológicos en los procesos productivos. Esta política tiene como eje las
acciones en materia tecnológica. Involucra también acciones estratégicas
para el desarrollo industrial y una política de promoción de la
competencia. Su instrumento básico de acción serán los Acuerdos Sectoriales
de Competitividad.
A. Programa de apoyo al desarrollo tecnológico industrial.
1. Fomento integral de los Centros de Productividad y Desarrollo
Tecnológico.
Como se señaló al detallar la política de ciencia y tecnología, el Gobierno
promoverá estos centros a través de un sistema de apoyo integral que
incluye contribuciones de capital semilla, cofinanciación de la
investigación, incentivos tributarios y créditos. Estos centros tendrán a
su cargo las funciones de investigación tecnológica, capacitación y
servicios tecnológicos. En la medida de lo posible, se fomentará la
creación de "centros_red", que permitan optimizar la capacidad tecnológica
ya existente. Como apoyo al talento nacional en software e ingeniería, el
Consejo Nacional de Industria y Calidad creará el Premio Nacional a la
Innovación Tecnológica, el cual premiará los proyectos más innovativos y de
mayor logro en incrementos de productividad.
2. Difusión y fortalecimiento del diseño industrial.
Un segundo componente de política tecnológica es el fomento al diseño
industrial. Para ello se propone crear un Sistema Nacional de Diseño, bajo
la coordinación y recursos del Ministerio de Desarrollo Económico y con el
concurso de universidades, gremios y empresarios. Este sistema tendrá a
cargo la realización de campañas en promoción del diseño, el fomento de
consultorías y auditorías en esta materia y la capacitación de recursos
humanos. Como estímulo, se entregarán anualmente Premios al Diseño
Industrial.
3. Servicios de información tecnológica.
El Gobierno creará y fortalecerá Corporaciones de Transferencia de
Tecnología, como organismos de coordinación de los esfuerzos públicos por
desarrollar sistemas modernos de información y transferencia de tecnología.
En este proyecto el Gobierno promoverá una participación activa del sector
privado en su dirección.
4. Normalización, metrología y control de calidad.
Los atrasos en metrología, normalización y control de calidad se subsanarán
mediante la puesta en marcha del Centro de Control de Calidad y Metrología
a cargo de la Superintendencia de Industria y Comercio, y la implantación
del Sistema Nacional de Normalización, Certificación y Metrología, que
reglamenta las Redes Nacionales de Laboratorios de Pruebas y Ensayos y de
Certificación. Ello se complementará con un programa agresivo de adopción
voluntaria de normas técnicas internacionales (como las ISO9000, IEC, ITU,
etc). La capacidad de gestión administrativa y de la calidad de las
empresas colombianas se apoyará mediante el Programa de Gestión por la
Productividad, que continuará desarrollando la Corporación Calidad bajo la
dirección del Consejo Nacional de Industria y Calidad.
5. Plan de sistematización manufacturero.
Como apoyo a los esfuerzos de adopción de tecnología de sistematización, el
Ministerio de Desarrollo llevará a cabo actividades de sensibilizaciónde
las bondades del empleo de estas tecnologías (CAD_CAM, CIM, máquinas de
control numérico). Para el éxito de esta acción, se apoyarán, a través del
Fondo de Cofinanciación para la Innovación y el Cambio Técnico, la
elaboración de planes de sistematización de las empresas que sean
contratados con los Centros de Desarrollo Tecnológico y centros académicos,
y se financiará con las líneas de crédito para el desarrollo tecnológico,
las consultorías tendientes a asesorar a los industriales en la compra de
equipo, instalación, adecuación y distribución de tecnologías de
sistematización.
6. Propiedad intelectual.
En materia de propiedad industrial, se trabajará en la reglamentación de
las normas vigentes, se continuará apoyando el proceso de modernización del
registro de marcas y patentes y se capacitará el personal que labora en
este campo, en particular en la Superintendencia de Industria y Comercio y
entidades conexas. El Gobierno promoverá, además, la creación de un sistema
de información sobre patentes, que incluya aquellas otorgadas por la
Superintendencia.
7. Desarrollo y fortalecimiento de recursos humanos.
Para lograr una mayor interacción entre los programas del SENA y las
necesidades de los sectores del comercio interno y de La industria, es
esencial el adecuado funcionamiento de los Comités Técnicos de Centros
creados por la Ley 119 de 1994, en los cuales tienen participación el
Gobierno, los trabajadores, los empresarios y las universidades. Para ello,
se emplearán los convenios de cooperación entre el SENA y las entidades
privadas, especialmente los Centros de Productividad y Desarrollo
Tecnológico. El sector productivo participará del programa de formación en
el exterior de científicos e ingenieros, incluyendo los programas de
pasantías y cursos de corta duración.
8. Protección Ambiental.
El Gobierno Nacional establecerá instrumentos económicos que promuevan la
adopción de tecnologías ambientalmente sanas y la optimización de prácticas
productivas, con miras a minimizar la contaminación industrial, hacer uso
eficiente de los recursos naturales, modificar patrones de consumo y evitar
que las exportaciones industriales se vean afectadas por regulaciones
ambientales en mercados de destino. En tal sentido, se estimularán las
iniciativas de transferencia de tecnologías limpias y la adopción en el
sector manufacturero de códigos de conducta voluntarios para la protección
ambiental.
Para lograr estos propósitos, el Gobierno promoverá la creación de centros
de transferencia de tecnologías limpias que presten servicios de asistencia
e información técnica. El Ministerio del Medio Ambiente y el Departamento
Nacional de Planeación participarán en los Acuerdos Sectoriales de
Competitividad para la concertación de objetivos y compromisos sectoriales
en materia de protección ambiental.
B. Desarrollos estratégicos.
1. El papel del IFI.
El IFI será el instrumento financiero esencial para el fomento del
desarrollo industrial. Al trasladar al IFI las líneas de redescuento que
actualmente maneja el Banco de la República, el Instituto se convertirá en
la cabeza del sistema de financiamiento industrial. Con tal propósito, se
transformará en un breve plazo en banco de segundo piso. En el ejercicio de
sus funciones como banco de redescuento, dará prelación al otorgamiento de
líneas de crédito de mediano y largo plazo. Tendrá, además, a su cargo los
programas de democratización del crédito dirigido a las micro, pequeñas y
medianas empresas.
En sus inversiones de capital de riesgo, el IFI dará prioridad a
inversiones en empresas industriales y al desarrollo de canales de
comercialización internacional. Las inversiones en empresas manufactureras
estarán orientadas hacia aquellas que tengan ventajas estratégicas para el
desarrollo industrial del país: empresas con contenido tecnológico,
particularmente en el sector de bienes de capital, y aquellas que
contribuyan a consolidar las cadenas productivas existentes, generando
encadenamientos o externalidades especiales que aumenten la competitividad
de las empresas en operación. El IFI sólo invertirá sobre la base de una
participación minoritaria y con una clara estrategia de entrada y retiro,
previamente convenida. La venta de participaciones del Instituto en
empresas se realizará, preferencialmente, a través del mercado de valores.
El IFI deberá así mismo, contribuir a que la pequeña, mediana y gran
industria aprovechen plenamente los beneficios de las innovaciones
financieras, apoyando la emisión de papeles comerciales y la titularización
de activos de estas empresas, invirtiendo en fondos de capital de riesgo y
asumiendo posiciones propias en la compra de acciones de estas compañías.
2. Red nacional de subcontratación.
La subcontratación ha sido un instrumento esencial en el desarrollo del
Sudeste Asiático, como mecanismo de integración de las pequeñas y medianas
con las grandes empresas, y como fuente de aumentos en productividad por la
vía de la especialización. El Ministerio de Desarrollo con el apoyo
financiero de COLCIENCIAS y la participación de entidades regionales,
desarrollará una Red Nacional de Subcontratación, cofinanciando las
iniciativas orientadas a crear Bolsas de Subcontratación en distintas zonas
del país y su integración a la Red.
3. Fomento de nuevas empresas: las incubadoras de empresas de base
tecnológica y los bancos regionales de proyectos.
El Ministerio de Desarrollo, el IFI y COLCIENCIAS participarán en el
fomento de las incubadoras de empresa de base tecnológica, en asocio con
gobiernos regionales y locales, empresas, universidades y fundaciones
interesadas. Por su parte, el Ministerio de Desarrollo con el respaldo
financiero del IFI, fomentará y respaldará con recursos propios la creación
de bancos regionales de proyectos de inversión y promotoras regionales de
proyectos. En estas iniciativas, se trabajará conjuntamente con el sector
privado, se asegurará la articulación de los Bancos Regionales de Proyectos
en una Red Nacional de Bancos de Proyectos de Inversión y se vinculará
activamente a COINVERTIR en la promoción en el exterior de los proyectos
interesados en vincular capital y tecnologías o en realizar alianzas con
empresas del exterior.
4. El desarrollo de la industria de bienes de capital.
El desarrollo de la industria de bienes de capital es elemento central del
cambio estructural que necesita la industria nacional para dar el salto
tecnológico. Los elementos del programa de apoyo al desarrollo tecnológico
expuestos se constituyen en la base de acciones a desarrollar en esta
industria. Sin embargo, se requiere de un apoyo más específico dada la
naturaleza y características de este sector. Por ello, el Gobierno ha
adelantado acciones como la creación de la Comisión Mixta de Bienes de
Capital (Decreto 2784 de 1994), la cual trabajará en el marco del Acuerdo
Sectorial de Competitividad de la cadena siderúrgica,
metalmecánica_automotriz. Así mismo, los Ministerios de Comercio Exterior y
Desarrollo Económico, en coordinación con la Comisión Mixta, desarrollarán
mecanismos para aprovechar las ventajas que ofrecen los acuerdos de
integración y libre comercio en materia de compras oficiales. BANCOLDEX
desarrollará líneas de crédito en condiciones internacionalmente
competitivas para apoyar la participación de empresas nacionales
productoras de bienes de capital en licitaciones nacionales e
internacionales.
C. Promoción de la competencia.
El Gobierno, a través de la Superintendencia de Industria y Comercio,
empleará los mecanismos existentes en la Ley 155 de 1959 y el Decreto 2153
de 1992 para evitar el abuso de posiciones dominantes en el mercado. Se
armonizarán las políticas que en materia de promoción de la competencia
lleva a cabo la Superintendencia con aquellas que desarrollan las
Comisiones Reguladoras de Energía y Gas, Telecomunicaciones y Agua Potable.
Finalmente, el Gobierno analizará la conveniencia de promover una nueva
norma legal que transforme las existentes en un verdadero Estatuto de
Promoción de la Competencia como aquellos que han desarrollado otros
países.
D. Inversión extranjera y comercio exterior.
La inversión extranjera desempeña un papel clave en el desarrollo
industrial. Como se señaló en el Capítulo 3, el Gobierno mantendrá la
apertura a la inversión extranjera y fomentará la suscripción de nuevos
acuerdos de protección a la inversión consistentes con las normas
constitucionales y legales sobre expropiación. Con el fin de fomentar la
inversión extranjera, fuera de las labores de difusión genérica de las
oportunidades de inversión en Colombia, COINVERTIR participará en la
promoción de alianzas estratégicas, franquicias y licenciamiento de
tecnología entre inversionistas extranjeros y nacionales. La promoción de
las zonas francas del país en el exterior deberá constituirse igualmente en
un canal importante de atracción de nuevos inversionistas extranjeros.
Como se señaló en el Capítulo 3, el Gobierno adoptará medidas para evitar
los efectos del contrabando y la competencia desleal sobre los sectores
productivos colombianos. Igualmente, adaptará las normas existentes sobre
salvaguardias para adecuarlas a las normas del GATT sobre la materia y hará
uso de ellas cuando sea necesario para evitar los efectos desfavorables
sobre los sectores productivos nacionales.
E. Los acuerdos sectoriales de competitividad.
El Comité de la Apertura será el instrumento de promoción de los Acuerdos
Sectoriales de Competitividad del sector industrial, en el marco de las
orientaciones del Consejo Nacional de Competitividad. Estos Acuerdos harán
énfasis sobre las acciones de carácter interno en materia de desarrollo
tecnológico, formación de recursos humanos, nuevas inversiones estratégicas
que contribuyan a consolidar cadenas productivas, restricciones crediticias
o de acceso a mercado de capitales, así como regulaciones internas que
obstaculicen la actividad del sector. Con el concurso del Ministerio de
Comercio Exterior, involucrarán, además, una estrategia de promoción de
exportaciones del sector u otras acciones en el frente comercial.
VI. INFRAESTRUCTURA PARA LA COMPETITIVIDAD
La competitividad y el ritmo de expansión de las actividades están
limitados con frecuencia por deficiencias en la infraestructura física del
país en materia de transporte, suministro de energía y comunicaciones.
Según vimos en el Capítulo 2, Colombia presenta un atraso sustancial en
comparación con otros países de similar nivel de desarrollo en cuanto a
densidad, especificaciones y mantenimiento de la red de transporte y
suministro de algunos energéticos como el gas. Registra también un
considerable atraso tecnológico e ineficiencias en el manejo del transporte
por contenedores y a granel, los servicios portuarios, la seguridad aérea,
el desarrollo de la telefonía celular y los servicios de valor agregado en
las comunicaciones, y en el uso educativo y cultural de la radio y la
televisión. Estudios internacionales recientes demuestran que la superación
de estas restricciones es pieza clave de la política de competitividad, ya
que la productividad y rentabilidad de la inversión privada están asociadas
al acervo y calidad de la infraestructura existente y de los servicios que
de ellos se derivan.
El reto de la presente Administración es, por lo tanto, el de aumentar y
modernizar la infraestructura del país, reducir al mismo tiempo las
ineficiencias actuales en la prestación de servicios de transporte, energía
y comunicaciones y garantizar la viabilidad financiera, administrativa y
física del sistema a largo plazo. Este gran esfuerzo exige el concurso del
sector privado, tanto en la realización de nuevas inversiones como en la
provisión de servicios, en un marco de competencia que proteja a los
usuarios. El plan de infraestructura contempla, por lo tanto, acciones
orientadas a: (1) aumentar los recursos de inversión, públicos y privados,
destinados al desarrollo de la infraestructura del país; (2) incrementar la
eficiencia operativa del sistema, mediante una mejor administración de las
entidades estatales que desarrollan la infraestructura y prestan servicios
asociados a ella, la descentralización de responsabilidades y el diseño de
reglas claras para la participación privada, y (3) a consolidar un marco
regulatorio que proteja a los usuarios y garantice un sistema tarifario
eficiente, que refleje, a la vez, los costos de la prestación de los
servicios en todos los sectores. Dichas acciones se realizarán dentro del
marco que garantice la sostenibilidad y el cumplimiento de las normas
ambientales.
A. Sector Transporte.
El principal problema del sector vial colombiano es el avanzado estado de
deterioro de la red actual y de la mayoría de los puentes, que ha sido
causado por la ausencia de una política adecuada de mantenimiento. De la
totalidad de las carreteras pavimentadas del país, únicamente el 37% se
encuentra en buen estado. Esta situación ocasiona sobrecostos a los
usuarios y exige la asignación de recursos públicos cuantiosos para su
rehabilitación. Adicionalmente, los diseños actuales no corresponden a vías
de mínimo costo, sólo permiten velocidades lentas a los vehículos e inducen
una alta accidentalidad.
Por otra parte, el esquema de contratación vigente no incentiva que las
obras se realicen en tiempos y costos mínimos, por lo cual existen
proyectos que han demorado siete años más de lo esperado y han costado
cuatro veces más de lo previsto inicialmente. Lo anterior ha repercutido en
que la capacidad de ejecución real sea bastante baja. La razón de lo
anterior es la imposibilidad del Estado para identificar, valorar y mitigar
los riesgos financieros que resultan de acometer proyectos sin la
preparación y financiación adecuadas. Esta debilidad del esquema de
contratación se ha mantenido para los proyectos de concesiones viales ya
adjudicados, lo cual ha generado riesgos financieros cuantiosos para la
Nación, que podrían comprometer el éxito de este programa de expansión y
rehabilitación vial.
En el sector férreo, el principal problema es el mal estado de la red
actual, el cual fue ocasionado por una ausencia de inversión en
mantenimiento de los antiguos Ferrocarriles Nacionales de Colombia, sumado
a los problemas financieros y operacionales de dicha empresa. Sin embargo,
después de cuatro años de operación del nuevo esquema, en el cual Ferrovías
es el encargado del mantenimiento y rehabilitación de la red y las
sociedades ferroviarias de la operación, el estado de la red continúa en
malas condiciones, que se reflejan en un bajo nivel de confiabilidad. Lo
anterior, en conjunto con un esquema de operación que presenta
ineficiencias y problemas regulatorios, ha llevado a que la carga
movilizada en 1993, 596.000 toneladas, fuera inferior a la movilizada en
1990, 840.000 toneladas, y a una cuarta parte de la movilizada durante
1980.
En el sector aéreo, es necesario modernizar y ampliar la cobertura de los
sistemas de control del espacio aéreo. La infraestructura aeroportuaria
necesita inversiones en mantenimiento y conservación de pistas y de
inversiones que maximicen la seguridad del sistema, tales como los
cerramientos. Adicionalmente, el marco institucional, con un esquema de
planificación y de manejo contable centralizado, no ha permitido que el
esquema tarifario corresponda a un sistema de recuperación de costos de los
diferentes tipos de operaciones.
El país no cuenta con un sistema adecuado de transporte multimodal,
principalmente porque los modos complementarios al vial, tales como el
férreo y el fluvial, no se han desarrollado con la misma velocidad que el
carretero. En el modo fluvial, la falta de mantenimiento y de dragado ha
reducido la navegabilidad en los ríos. Así mismo, según hemos señalado, los
problemas operativos e institucionales del sistema férreo han ocasionado un
bajo grado de movilización de carga.
Por último, el esquema de monopolio estatal de los puertos ocasionaba
ineficiencias administrativas, operativas y de inversión, que se traducían
en altas tarifas para los usuarios y largos tiempos de espera en puertos.
Con las reformas introducidas, bajo las cuales los puertos son
administrados a través de sociedades portuarias regionales, mixtas o
privadas, y operados a través de empresas particulares, estos problemas han
venido disminuyendo. Sin embargo, todavía hace falta consolidar el esquema
regulatorio para incentivar la eficiencia portuaria y la competitividad
tarifaria.
Las políticas del sector incluirán aquellas relacionadas con la mitigación
del impacto ambiental, definidas, para cada uno de los modos, por el
Ministerio de Transporte en coordinación con el Ministerio del Medio
Ambiente. Dichas políticas se aplicarán a la totalidad de los proyectos.
1. Sector Vial
Los altos requerimientos de rehabilitación y desarrollo de la red vial
exigen establecer un agresivo plan de inversiones, a través del cual se
concluirán los proyectos de rehabilitación, pavimentación y construcción de
la red nacional, troncal y transversal, que moviliza altos volúmenes de
tráfico y que integra los centros de producción y consumo entre sí y con
los puertos principales, y las grandes vías de integración nacional.
Además, se garantizará el mantenimiento de la totalidad de dicha red y
recursos adecuados para emergencias y para estudios y diseños de todas las
inversiones. El Plan incluye la asignación de recursos para construir los
tramos y accesos faltantes de la red mencionada, para avanzar en el
desarrollo de proyectos (vías alternas y túneles) que permitan disminuir
los principales cuellos de botella que presenta la red troncal y
transversal actualmente y para mantener, rehabilitar y mejorar la red
secundaria y terciaria. El sector privado participará en la financiación,
construcción, rehabilitación y mantenimiento de la red estratégica de alto
tráfico. Por otra parte, la Nación apoyará a través del sistema de
concesiones mixtas, aquellos proyectos financiados por el sector privado
que, debido a sus altos costos, así lo requerirán. Esto evitará la
necesidad de establecer tarifas de peaje excesivas.
A nivel nacional, para cumplir con los programas propuestos, se
garantizarán los recursos, incluyendo la participación del sector privado a
través del esquema de concesiones, para rehabilitar alrededor de 4.400 kms,
correspondientes al 35% de la red a cargo de la Nación. Así mismo, se dará
mantenimiento a un alto porcentaje de la red troncal y transversal. Por
otro lado, se ampliarán cerca de 880 kms. de red a través de segundas
calzadas de red troncal estratégica y se construirán alrededor de 600
nuevos kilómetros de red de carácter de integración regional. Las metas de
construcción, incluyendo las ya mencionadas, superan los 2.700 kilómetros
durante el cuatrienio.
Los proyectos correspondientes a la red troncal y transversal se detallan
en el Cuadro 6.1 creado en el texto original. La primera parte del cuadro
indica las inversiones en rehabilitación y construcción a cargo de INVIAS,
así como el aporte presupuestal a concesiones mixtas y a algunas variantes
que cruzan algunas ciudades, que en su mayoría serán cofinanciadas con los
municipios respectivos a través del Fondo de Infraestructura Urbana. La
segunda muestra las inversiones privadas previstas en concesiones
nacionales.
La rehabilitación de la red troncal y transversal existente y la
construcción de las vías incluidas en el plan exigen cuantiosos recursos
financieros $3.4 billones, que de por sí excede el presupuesto de INVIAS
del anterior cuatrienio en un 81%. Por este motivo, aun dentro de márgenes
ambiciosos de inversión pública, para garantizar la culminación de un alto
porcentaje de los proyectos, será necesario contar con un mayor cubrimiento
del sistema de peajes y un agresivo plan de recaudo de contribuciones de
valorización de vías construidas en los dos primeros años del plan, con los
cuales el INVIAS recaudaría $250.000 millones. Para garantizar un mayor
avance de las obras, el INVIAS y el Departamento Nacional de Planeación
diseñarán un programa adicional de recaudo de peajes y valorización que
someterán a consideración del CONPES.
Mediante el esquema de cofinanciación, se culminará el proceso de
descentralización de vías. A través del Fondo de Cofinanciación de Vías se
canalizarán recursos para garantizar el mantenimiento del total de la red a
transferir a las entidades territoriales (35.898 kms.) y para ampliar la
cobertura de las redes secundarias y, especialmente, de los caminos
veredales (red terciaria). El Plan de Inversiones incluye $886.500 millones
a través del Instituto Nacional de Vías y del Fondo de Cofinanciación de
Vías que se distribuirán a las entidades Territoriales como cupos
indicativos, de acuerdo con las participaciones que se indican en el Cuadro
6.2 creado en el texto original. Estas participaciones han sido estimadas
con base en la población pobre de los departamentos y distritos, la red
transferida y las necesidades viales asociadas al desarrollo agropecuario.
Los municipios, distritos o departamentos deberán presentar al Fondo de
Cofinanciación de Vías los proyectos respectivos. Los recursos necesarios
para el mantenimiento de la red transferida estarán detallados en rublos
presupuestales diferentes a los de rehabilitación y mejoramiento. Por otra
parte, al menos el 15% de los cupos deberá ser destinado a la red
terciaria. Esta red contará, además, con recursos adicionales de
cofinanciación a través de un Fondo de Cofinanciación a Vías Terciarias y
del DRI.
En su conjunto, el plan contempla una inversión pública en carreteras
cercana a $4.4 billones que duplica la realizada en el período 1991_1994.
Gracias a una inversión privada de poco más de $1.8 billones equivalente al
29% del total de la inversión total prevista durante el cuatrienio, los
recursos destinados a carreteras se incrementarán en un 180%, elevándose
del 1.1 al 2.5% del PIB (Cuadros 6.3 y 6.6) creado en el texto original.
Las metas físicas de este ambicioso plan podrían verse derrotadas por los
sobrecostos que tradicionalmente ha tenido el desarrollo de la
infraestructura vial en Colombia. Por este motivo, es esencial fortalecer
el esquema institucional, de contratación y ejecución, tanto del sector
central como de los entes territoriales. En el marco de este proceso, se
deberán reducir los costos y tiempos de ejecución y se diseñarán sistemas
gerenciales de planificación y ejecución en las entidades del sector. Para
ello, el Instituto Nacional de Vías deberá revisar los contratos
existentes, con el fin de manejar esquemas contractuales que reduzcan el
porcentaje de sobrecostos que asume la Nación, que limiten la extensión de
los plazos en el tiempo y, por lo tanto, que permitan garantizar la
terminación de las obras prioritarias. Adicionalmente, los contratos se
ejecutarán prioritariamente a través de encargos fiduciarios.
Todos los contratos nuevos se realizarán bajo un esquema en el cual los
costos, la duración del contrato y los sobrecostos que asume la Nación,
entre otros parámetros, serán propuestos por el contratista en la
licitación. Así, el contrato incluirá estos parámetros y se regirá por lo
establecido en la Ley 80. Este esquema se consolidará al contar con diseños
de un nivel adecuado que permitan al contratista asumir los riesgos que le
corresponden. Para controlar los niveles de ejecución, se establecerá un
esquema gerencial de seguimiento de proyectos, que evalúe periódicamente el
cumplimiento de las metas físicas y la ejecución de presupuesto.
Se revisará el esquema actual de concesiones, con el fin de evaluar sus
resultados. Se realizarán algunos ajustes en los aspectos técnicos,
financieros, contractuales e institucionales, con el fin de maximizar los
beneficios del esquema. Dichos ajustes se concentrarán en realizar
contratos que minimicen las incertidumbres en los costos y los plazos, para
lo cual se deberá cambiar el esquema de diseños y de las garantías asumidas
por la Nación. Adicionalmente, se deberá definir claramente el esquema de
responsabilidades de cada una de las partes y las acciones que constituyen
incumplimiento del contrato.
Cada proyecto deberá cumplir con las normas ambientales. Por lo tanto,
antes de la apertura de las licitaciones, la entidad encargada deberá
contar con los requisitos ambientales correspondientes al proyecto.
Por último, se consolidará el esquema de descentralización vial,
distribuyendo los recursos de forma equitativa e incentivando la eficiencia
en su asignación. Para ello, se definirá una matriz de cofinanciación según
categorías de departamentos, que respetando la autonomía regional en la
selección de proyectos, incentive el mantenimiento de la red de carácter
territorial (al requerir menores niveles de contrapartida que para obras de
construcción) y la construcción de caminos vecinales de alta prioridad
social.
2. Sector Férreo.
Las actividades del sector férreo buscarán la pronta rehabilitación de la
red actual. Para ello, se buscará instrumentar el sistema de contratación y
ejecución que permita realizar la rehabilitación en los tiempos y plazos
mínimos, a través de un esquema de participación del sector privado en la
rehabilitación, mantenimiento y operación de la totalidad de la red
económicamente viable. A su vez, el concesionario será responsable por el
mantenimiento y operación de dicha red y deberá incluir mecanismos que
incentiven la utilización de la red ferroviaria y que permitan el libre
acceso a los operadores en condiciones fijadas en el contrato de concesión.
Para ello, se definirán cuáles son los tramos de red que son económicamente
viables para la operación privada. El esquema de concesión deberá comenzar
a operar para el primer tramo a comienzos de 1996. Dicho tramo se definirá
con base en las prioridades que se establezcan en los análisis que se
contraten para la implantación del esquema.
Con el esquema anterior, se rehabilitarán 1.900 kilómetros hasta 1998,
permitiendo transportar anualmente por lo menos dos millones de toneladas
de la carga de vocación ferroviaria. Se mejorarán los parámetros de
operación, incrementando las velocidades y llevando al mínimo el número de
descarrilamientos. Las anteriores acciones buscarán igualmente garantizar
la sostenibilidad financiera y operativa del transporte férreo. Se estima
que de las inversiones totales previstas en el período 1995_1998, por
$540.000 millones, el sector privado contribuiría con un 47% (Cuadro 6.3)
creado en el texto original.
Mientras se realiza el proceso de concesión, Ferrovías deberá modificar el
esquema de contratación, reduciendo el número de contratos que maneja. Los
contratos que ya se encuentran en proceso de negociación o ejecución, serán
parte de la contrapartida de la Nación a los concesionarios. Igualmente,
Ferrovías deberá reestructurarse para asumir su nueva función de
administración y seguimiento de contratos de concesión. Lo anterior implica
que deberá suspender contratos de operación de equipos, eliminar todas las
actividades que no sean de carácter ferroviario y entregar a particulares
actividades como la administración de talleres. Mientras se realiza
efectivamente el traslado a los concesionarios, Ferrovías deberá contratar
la atención de descarrilamientos y novedades con un agente externo. La
planta de personal deberá reducirse gradualmente a aquel tamaño necesario
para las labores de seguimiento y control.
3. Sector Aéreo
En el sector aéreo, las acciones se concentrarán en aumentar la cobertura y
modernizar el sistema de ayudas a la navegación y de control del espacio
aéreo. Se espera que la cobertura de radares, radioayudas y ayudas supere
el 80% del territorio nacional en 1998. Igualmente, se emprenderán acciones
para garantizar la seguridad del sistema integrado, mejorando la totalidad
de las pistas que se encuentran en mal estado, dotando de unidades de
rescate a los aeropuertos que lo requieran e instalando cerramientos en el
75% de los aeropuertos a cargo de la Nación. Se construirá la segunda pista
del aeropuerto. El dorado con la participación del sector privado y se
realizarán ampliaciones de las plataformas actuales en los aeropuertos de
Cartagena, Cali y Bogotá. Se realizarán ampliaciones de terminal en los
aeropuertos de Bogotá, Yopal y Mitú. Se estima que no se requerirán nuevos
aeropuertos ni obras adicionales de expansión de pistas.
Parte de los requerimientos de inversión se financiarán a través de las
contraprestaciones que se cobrarán al entrar en operación las nuevas
sociedades aeroportuarias regionales, en las cuales podrá participar el
sector privado, a cambio de la administración y explotación de cinco
aeropuertos de gran potencial comercial que serán ofrecidos en concesión
(Cali, Medellín, Cartagena, Barranquilla y Bogotá). La contraprestación
económica de estas concesiones se compondrá de tres rubros: (a) un derecho
anual por la concesión que alimentará el Fondo de Compensación
Aeroportuaria, fondo a través del cual se canalizarán recursos para
inversión, mantenimiento y gastos operativos en aeropuertos estratégicos
que son deficitarios; (b) un derecho fijo inicial que se destinará a
inversiones prioritarias en control del tráfico aéreo y seguridad, y (c)
unas inversiones que el concesionario deberá realizar en el propio
aeropuerto. El resto de aeropuertos serán entregados para su administración
a las entidades territoriales; dichas entidades contarán con el apoyo
técnico de Aerocivil y los recursos del Fondo de Compensación
Aeroportuaria.
En el sector aéreo se desarrollarán programas de mitigación del impacto
ambiental. Se hará especial énfasis en la mitigación de la contaminación
sonora en las zonas aledañas a los aeropuertos.
Las funciones de la Aerocivil, a partir de la reestructuración y de la
concentración de funciones, serán la regulación y la seguridad del sistema
aeronáutico y aeroportuario, la administración del sistema de control del
espacio aéreo, el apoyo técnico a las entidades territoriales que
administren aeropuertos regionales y la administración del Fondo de
Compensación Aeroportuaria. Para tal efecto, la Aerocivil deberá fortalecer
el componente técnico de sus funciones y adecuar el tamaño, el nivel de
entrenamiento y la estructura de su planta de personal.
Durante los cuatro años se harán inversiones en el sector por poco más de
$310.000 millones, de los cuales cerca de la mitad serán realizadas por el
sector privado.
4. Sector Portuario
En el sector portuario, se buscará continuar con los incrementos de
productividad, a través de inversiones en los puertos y sus accesos viales
y de la implantación de un esquema que permita un constante monitoreo del
funcionamiento del sector. Se adecuará el canal de acceso marítimo al
Puerto de Buenaventura, buscando incrementar sus niveles de profundidad y
se realizarán los dragados de mantenimiento en los Puertos de Barranquilla,
Buenaventura, Cartagena y Tumaco. Para cada uno de estos proyectos se
realizarán estudios de impacto ambiental, siguiendo los parámetros
establecidos por el Ministerio del Medio Ambiente. Igualmente, la Nación
mejorará los accesos viales a los puertos de Buenaventura y Barranquilla.
Además, se adelantará un seguimiento cercano al comportamiento de la
demanda y se continuarán los estudios y acciones necesarias para garantizar
una capacidad portuaria suficiente en los dos litorales, considerando
especialmente las alternativas existentes en la Costa Pacífica.
A través de la Superintendencia General de Puertos, se continuará con los
incentivos para mantener tarifas competitivas, la disminución de tiempos de
espera, el incremento de la competencia de las empresas operadoras y la
modernización de equipos. Igualmente, se realizará un seguimiento del
cumplimiento de los contratos con las Sociedades Portuarias en cuanto a la
modernización de equipos, recuperación y expansión de muelles y demás
instalaciones portuarias.
La Superintendencia adelantará, además, un programa en el que se
establecerán requisitos mínimos de equipos y tecnología a los operadores,
con el fin de alcanzar estándares internacionales de eficiencia en los
servicios portuarios. Adicionalmente, la entidad fomentará la capacitación,
el entrenamiento y la especialización de los recursos humanos en las
diferentes actividades de la administración portuaria.
Las inversiones requeridas durante el cuatrienio se estiman en $144.000
millones, de las cuales el 45% serán realizadas por las sociedades
portuarias privadas y mixtas.
5. Sector Fluvial y Cabotaje Marítimo.
En el sector fluvial, se culminarán las labores de rehabilitación de la
parte navegable del río Magdalena, el cual moviliza cerca del 75% del total
de la carga fluvial. En particular, se garantizará la navegabilidad del río
en el tramo Barrancabermeja_Calamar y los accesos al mar Caribe (376 kms).
Se establecerán las condiciones financieras para realizar los dragados
necesarios en estos tramos, a través de la participación del sector
privado. Se buscará, además, fortalecer la navegabilidad en las arterias
fluviales de los nuevos departamentos (4.510 kms) y del litoral Pacífico,
incluyendo la adecuación de los esteros que permiten el transporte por
cabotaje entre Tumaco y Buenaventura. Durante el período 1995_1998 se
destinarán $ 117.000 millones a este sector, de los cuales $27.000 millones
serán aportados por el sector privado.
Al recuperar los sistemas vial, férreo y fluvial, se crean las bases que
dan viabilidad a los centros de transferencia multimodal. El Gobierno
Nacional promoverá dichos proyectos buscando la participación privada en el
financiamiento y operación de los centros de transferencia.
6. Transporte Urbano.
Las principales ciudades del país presentan graves problemas en el
funcionamiento del sistema de transporte urbano, lo cual se refleja en la
congestión del tráfico, el incremento en los tiempos de viaje y la
creciente contaminación ambiental. Dicho sistema está afectado, además, por
las escasas inversiones en expansióny por el mal estado de las vías, que
genera importantes sobrecostos a los usuarios. En Bogotá, donde se
concentra el 33% del tráfico urbano, se presenta el peor estado de la malla
vial del país, ya que sólo un 8% de ella se encuentra en óptimo estado. Por
último, el nivel de emisiones de tóxicos y partículas es alto y no existe
ningún mecanismo de control a éstas, con el consiguiente perjuicio a la
salud de los ciudadanos.
Para mejorar el estado de la infraestructura vial, la Nación apoyará el
diseño de una política de mantenimiento y la expansión de la malla vial a
través del Fondo de Cofinanciación de Infraestura Urbana. Para optimizar la
operación del sistema integrado de transporte, promoverá la implantación de
diversas tecnologías como las vías exclusivas para buses (Troncales) y la
creación de un sistema de asignación de rutas y de operación de la
totalidad del sistema.
Para el caso de Bogotá, se requiere de acciones conjuntas en los aspectos
de infraestructura, institucional y de política sectorial, entre las cuales
se ha previsto la implantación del sistema de transporte masivo para
Bogotá. Estas acciones se enmarcan en la concepción de un Sistema
Integrado, constituido por las vías exclusivas para buses, el sistema de
buses de servicio público colectivo, los sistemas de vehículos no
motorizados y el Metro, dependiendo de las evaluaciones que al respecto
realice la Administración Distrital. Con este propósito, el Gobierno
Nacional y la Administración Distrital apoyarán técnica y financieramente
los estudios de demanda, factibilidad y diseño del sistema integrado de
transporte. El Gobierno apoyará igualmente los programas de transporte
masivo de Cali.
Por último, se incentivará la utilización de combustibles más apropiados
para el transporte de pasajeros, a través de la adecuación de los vehículos
de transporte para la utilización de Gas Natural Comprimido (GNC), para lo
cual se promoverán líneas de crédito de fomento. Adicionalmente, los
vehículos que se utilicen en las troncales y en las vías exclusivas de
buses deberán contar con la tecnología más apropiada para el transporte de
pasajeros, deberán estar adaptados gradualmente para el consumo de gas como
combustible y deberán estar dotados de convertidores catalíticos para
reducir las emisiones.
B. Energía.
En los últimos años, se lograron avances significativos en el desarrollo
del régimen legal y regulatorio, el saneamiento financiero y el
ordenamiento institucional del sector energético. A pesar de lo anterior,
aún persisten importantes problemas, que se concentran en la inadecuada
composición en la oferta de recursos energéticos, la ineficiencia en su
uso, las distorsiones de sus precios, las limitaciones en la
infraestructura de producción y transporte, y vacíos en los esquemas
institucionales, regulatorios y financieros.
En el subsector eléctrico, es necesario continuar con las acciones
tendientes a corregir la inadecuada concentración de la demanda de energía
eléctrica en el sector residencial, la excesiva dependencia en los recursos
hidroeléctricos, las distorsiones en el esquema tarifario, los altos
niveles de pérdidas de energía, y las deficiencias en la gestión
empresarial, especialmente en las empresas de distribución. Además, se
requiere consolidar el futuro esquema comercial de electricidad, en el cual
la separación de actividades de generación y transmisión en ISA constituye
un aspecto fundamental.
En hidrocarburos, se presentan importantes limitaciones en la
infraestructura de transporte, almacenamiento y refinación, una disminución
inconveniente en las actividades exploratorias, y un esquema institucional
que no facilita el desarrollo adecuado del subsector de gas y de las
diferentes actividades asociadas al subsector petrolero.
La política sectorial estará orientada, por lo tanto, a racionalizar el uso
de los energéticos, garantizar una oferta confiable y eficiente de los
mismos, reducir sus costos, aumentar la cobertura y proteger a los usuarios
e incrementar la contribución de las exportaciones a la economía del país.
El logro de estos objetivos, supone la consolidación de una política
energética integral que incluye: (a) la sostenibilidad ambiental, técnica,
financiera y administrativa del sector; (b) incentivos al uso racional de
los recursos energéticos, mediante sistemas apropiados de distribución y la
aplicación de esquemas tarifarios y de precios que reflejen los costos de
producción, transporte, y distribución; (c) un marco institucional, legal y
regulatorio apropiado y un sistema de información que permita a los
diferentes agentes actuar en un mercado libre, al tiempo que proteja a los
usuarios de actividades monopólicas e incentive la eficiencia a través de
la competencia, y (d) el fomento al desarrollo científico y tecnológico,
especialmente en las áreas de planeamiento energético integrado, formación
de recursos humanos, desarrollo de nuevos combustibles, nuevas tecnologías
de conversión y normas de calidad.
En el marco de la política de racionalización en el uso de energéticos, se
fomentará el ahorro en el consumo, la promoción de gas como combustible de
uso doméstico en zonas rurales y urbanas, y la penetración del gas como
combustible en el transporte. En el sector eléctrico se promoverán
programas para el manejo de la curva de demanda del sistema y la
cogeneración en el sector industrial. Adicionalmente, se impulsarán
programas para incentivar el uso de energías no convencionales.
1. Electricidad.
El desarrollo de la infraestructura sectorial, contempla: (a) la reducción
de la vulnerabilidad del sistema de generación_transmisión, mediante el
incremento del componente de generación térmica y la consolidación de la
red nacional de interconexión a 500 KV; (b) la reducción de pérdidas de
energía y mejoramiento de la calidad, reforzando los sistemas de
subtransmisión y distribución de las empresas, y (c) la extensión de la
cobertura del servicio al sector rural, barrios marginales y zonas no
interconectadas. De esta forma, de acuerdo con los cronogramas de ejecución
de obra previstos por el Ministerio de Minas y Energía y con las acciones
contempladas para el manejo de la demanda, la estrategia de suministro de
energía eléctrica asegura el cubrimiento de los requerimientos de los
próximos años.
Para finales de 1998, las obras de infraestructura sectorial incluyen la
disponibilidad adicional cercana a los 1.290 MW térmicos en el sistema de
generación, que equivale a un incremento del 12.8% de la capacidad del
sistema, alcanzando una participación del parque térmico del 30% de la
capacidad total instalada, con una combinación adecuada de recursos de
carbón y gas; la construcción de 1.100 kms. de líneas de 230/500 KV en la
red nacional de transmisión, pasando de 4.180 a 5.280 kms., y la
instalación de 1.650 MVA de nueva capacidad de transformación. En cuanto al
sistema de distribución se contempla extender el servicio a más de 700.000
nuevos usuarios, con lo cual la cobertura del servicio de energía eléctrica
será del orden de 6.7 millones de usuarios en 1998,1O cual equivale a una
cobertura superior al 90%. Los recursos necesarios para estos desarrollos
se estiman en $4.41 billones, de los cuales un 23% estarán representados
por inversiones privadas, principalmente en generación; gracias a ello, la
inversión pública en el sector no variará significativamente como
proporción del PIB(Cuadros 6.4 y 6.6) creado en el texto original.
El nuevo esquema regulatorio e institucional del sector promoverá la
separación de actividades de generación y distribución, la expansión de la
generación con una participación activa del sector privado, la libre
competencia y un esquema de precios que permita la sostenibilidad
financiera del sector. Para garantizar que la política tarifaria no afecte
a los consumidores de bajos ingresos, se pondrá en marcha el sistema de
subsidios establecidos por las Leyes Eléctrica y de Servicios Públicos.
Una mejora sustancial en la gestión empresarial se logrará mediante la
suscripción de acuerdos de productividad con cada una de las empresas.
Tales acuerdos contendrán indicadores de eficiencia, productividad y
atención a los usuarios. El Ministerio de Minas y Energía, en coordinación
con la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, realizará un
estrecho seguimiento que permita corregir en muy breve plazo cualquier
deficiencia.
El esquema institucional se complementa con la conformación de dos empresas
a partir de ISA. Una de ellas estará dedicada a la transmisión y al manejo
del centro de control, asegurando de esta manera la administración de la
interconexión nacional en una sola entidad estatal. Con los activos de
generación se conformará una "holding", con miras a incentivar la rápida
introducción de competencia real en este campo y facilitar la vinculación
de capital privado.
2. Petróleo.
El desarrollo de la infraestructura petrolera, contempla el incremento en
las actividades exploratorias, la consolidación de la red de transporte de
hidrocarburos y el incremento de la capacidad de refinación y
almacenamiento del país. Para el período 1995_1998 se espera que se
perforen cerca de 45 nuevos pozos exploratorios al año; se eleve la
producción de crudos de 569 KBPDC promedio en 1995 a 895 KBPDC promedio en
1998; se incremente la capacidad de refinación del país hasta cerca de 323
KBPDC anuales en 1998 (un aumento del 30% en relación con la capacidad
actual); y se incremente la capacidad de transporte de la red de oleoductos
y poliductos en 614 KBPDC, respecto a la capacidad de 2.542 KBPDC en 1995.
Las inversiones requeridas para estos desarrollos suman durante el
cuatrienio $6.99 billones, de los cuales cerca del 65% serán aportados por
el sector privado (Cuadros 6.4 y 6.6) creado en el texto original.
Para asegurar el adecuado abastecimiento de hidrocarburos, tanto para uso
energético como industrial, se seguirá promocionando la participación del
sector privado en actividades de exploración, transporte, almacenamiento,
distribución, refinación, comercialización y petroquímica. Con el propósito
de garantizar las metas en materia de inversión privada en las actividades
exploratorias, el Gobierno establecerá condiciones que permitan al
inversionista niveles de rentabilidad competitivos internacionalmente,
especialmente en campos de menor tamaño.
- De otra parte, se adelantará la reestructuración de Ecopetrol, dentro de
un criterio de especialización de actividades, buscando hacer más eficiente
la participación del Estado en los diferentes negocios del sector de
hidrocarburos.
3. Gas.
El cubrimiento del servicio de gas domiciliario se extenderá a cerca de
1.200.000 nuevos suscriptores, para llegar a atender 1.9 millones en 1998.
Para tal efecto, la producción de gas se incrementará de 450 MPCD por año
en 1995 a 644 MPCD en 1998. Las inversiones necesarias durante los próximos
cuatro años, por poco más de $1.8 billones, serán realizadas casi en su
totalidad por el sector privado, e incluyen entre otras, las inversiones
necesarias para la consolidación del sistema de gasoductos, la exploración
y explotación de los yacimientos de Opón y Volcaneras, y la construcción de
la segunda plataforma de Chuchupa.
Dentro de los programas de uso racional de energía, se incentivará la
sustitución de gasolina y diesel por GNC (gas natural comprimido) y GLP
(propano) en el sector transporte. De otra parte, para atender los
problemas de suministro de energéticos en el sector rural, se impulsará un
programa de distribución rural de gas propano, que se complementará con
fuentes alternativas de energía y briquetas de carbón.
Los desarrollos anteriores exigen un proceso de reordenamiento
institucional, que incluye la separación del manejo del gas de Ecopetrol,
mediante la creación de una empresa de dedicación exclusiva a la
construcción y operación de gasoductos, Ecogas, el otorgamiento y
contratación de las áreas necesarias para distribución, la implantación de
contratos firmes de suministro de gas a plantas termoeléctricas y el
desarrollo del régimen regulatorio sectorial.
C. Minería.
Entre los principales problemas del sector minero se pueden señalar el
limitado conocimiento y gestión de los recursos naturales del país, la
significativa debilidad del Estado en la fiscalización y control de las
actividades sectoriales, y los considerables impactos ambientales negativos
ocasionados por este sector.
Para atender esta problemática, se fortalecerá la estructura institucional
del sector consolidando el recién creado Viceministerio de Minas y el
reordenamiento de Ecocarbón y Mineralco. Por otra parte, se modernizarán
los instrumentos para el fomento y la financiación del sector, y se
adelantará un programa permanente de exploración e investigación que
garantice el adecuado conocimiento del potencial geológico minero.
Para promover la participación privada en las actividades sectoriales, se
actualizará el Código de Minas, se establecerán nuevas modalidades de
contratación y asociaciones de riesgo compartido, se revisará el esquema de
aportes a empresas industriales y comerciales del Estado, y se establecerán
las normas y disposiciones para el manejo ambiental de las diferentes
actividades sectoriales.
1. Carbón.
Teniendo en cuenta el gran potencial carbonífero del país, se adelantarán
acciones que garanticen el desarrollo integral del subsector. De esta
forma, se fortalecerán las actividades de exploración, asistencia técnica y
protección del medio ambiente, así como el desarrollo de la carboquímica y
de nuevas tecnologías de conversión de energía.
Para incrementar la capacidad exportadora del país, se facilitará el
desarrollo de obras de infraestructura de transporte y embarque de
beneficio colectivo, aprovechando el potencial del subsector para apalancar
dichas obras con los grandes volúmenes de carga que genera. Dentro de estas
actividades se contempla la cofinanciación de un estudio de factibilidad de
un puerto marítimo multipropósito para exportación. La inversión total en
el sector ascenderá a $ 165.000 millones durante el cuatrienio.
2. Otros minerales.
La estrategia para el desarrollo de la minería no energética, contempla el
fortalecimiento de los programas de asistencia técnica, manejo ambiental,
fomento y financiación, especialmente en la pequeña y mediana minería de
metales y piedras preciosas, minerales industriales y materiales de
construcción.
Para contribuir al logro de estos objetivos, se fomentará la exploración y
explotación tecnificada de minerales, reforzando el apoyo del Estado al
Ingeominas en las actividades de exploración básica, evaluación de
minerales estratégicos, investigación científica y desarrollo tecnológico.
Así mismo, con el objeto de mejorar la rentabilidad de las operaciones
mineras, se facilitará la ejecución de las obras de infraestructura
requeridas y el desarrollo de aquellas actividades que agreguen valor a
través de la transformación y comercialización de minerales. La inversión
en el sector ascenderá a $195.000 millones en el período 1995_1998.
D. Telecomunicaciones.
La oferta de servicios de telecomunicaciones es insuficiente para cubrir,
en cantidad y calidad, los grandes incrementos de la demanda de servicios.
En el caso de la telefonía local, aun cuando se ha incrementado su
cobertura, es necesario atender 350 municipios del país que no cuentan con
el servicio. Como la oferta de líneas es insuficiente para atender la
demanda, los usuarios deben esperar meses para acceder a una nueva línea.
Adicionalmente, los índices de líneas que se dañan son elevados y los
tiempos de reparación largos. Por otra parte, en la actualidad no se
prestan muchos de los servicios que se requieren para acceder a los
sistemas de intercambio de información globales, lo cual genera desventajas
al sector productivo frente a otros países en la cantidad y calidad de
servicios de comunicación.
Aunque una alta proporción de los hogares colombianos poseen al menos un
aparato de televisión (en Colombia existen casi 8 millones de televisores
en servicio), la oferta de televisión abierta se limita a dos canales
nacionales, cuatro canales regionales y a un canal de interés público de
cobertura muy limitada, que son insuficientes para satisfacer los
requerimientos del público y no cubren la totalidad del territorio.
En los servicios postales, se ha iniciado un proceso que llevará a un
mercado en competencia. Se han establecido numerosas empresas que prestan
servicios de mensajería en las principales ciudades y en las principales
rutas interurbanas e internacionales. Sin embargo, Adpostal está protegida
por el establecimiento de tarifas mínimas a sus competidores. En zonas
apartadas del país, el servicio es prestado únicamente por Adpostal en
condiciones deficitarias, sin que se hayan desarrollado mecanismos
financieros para que la empresa pueda cumplir esta función social.
Para que el sector de telecomunicaciones pueda contribuir al desarrollo de
la economía, es necesario que los usuarios puedan acceder a unos servicios
eficientes y de buena calidad. Para ello, las acciones gubernamentales se
concentrarán en aumentar el cubrimiento, modernizar la infraestructura y
diversificar los servicios.
El objetivo fundamental de la política del Gobierno es, por lo tanto,
universalizar la prestación de los servicios básicos de telecomunicaciones,
con énfasis en los programas de carácter social, que beneficien a los
colombianos menos favorecidos de las áreas urbanas y de regiones apartadas;
se busca, así, que todos los ciudadanos tengan al alcance los servicios que
los integren al desarrollo económico y cultural del país. Así mismo, se
buscará fortalecer las comunicaciones de larga distancia nacional e
internacional y fomentar el desarrollo de nuevos servicios de
telecomunicaciones requeridos por la industria, el comercio y la
agricultura para su modernización.
Con estos fines, se permitirá la participación del sector privado en la
prestación de servicios de telecomunicaciones en un marco de competencia,
fortaleciendo, al mismo tiempo, a las entidades públicas a fin de
adecuarlas al nuevo entorno del sector. En el caso de la telefonía básica,
se consolidará la regulación, buscando redefinir el régimen tarifario y de
subsidios, como base para permitir la competencia en larga distancia
nacional y la prestación de nuevos servicios.
En el caso de Telecom, se dará prioridad a la solución de los problemas que
limitan la competitividad de la empresa, en especial el pasivo pensional,
mediante esquemas que garanticen la viabilidad financiera de la entidad y
el pago de las obligaciones prestacionales a los trabajadores. Se dará
especial importancia a la restructuración del servicio de telegrafía,
reduciendo sus sobrecostos administrativos y haciendo más eficientes sus
mecanismos de distribución, a través de contratos con entidades
especializadas. La conjunción de niveles de inversión suficientes para
modernizar la prestación de servicios y reformas administrativas adecuadas
deben garantizar en pocos años la viabilidad de la empresa. Las inversiones
de Telecom y las demás empresas públicas del sector se realizarán mediante
recursos generados internamente por ellas; donde se requiera, podrá ser
complementada por la inversión privada a través de operaciones de riesgo
compartido.
Las inversiones con cargo a recursos generales del presupuesto buscarán
incrementar la cobertura de las zonas marginadas a través del programa de
telefonía social, mediante el cual se cofinanciarán proyectos que lleven el
servicio de telefonía conmutada a los municipios que no cuentan con él, así
como a los usuarios de menores recursos de zonas urbanas y rurales
deprimidas. Dentro de este programa, se establecerán puntos de servicios de
telecomunicaciones para la atención al público, que serán manejados por la
comunidad o por personas particulares, en los que se prestarán una gran
variedad de servicios (voz, fax, correo electrónico, personal, entre
otros). A través de estos puntos, se podrá dar apoyo a los sistemas de
salud, educación y seguridad en áreas como el diagnóstico de pacientes, la
elaboración de pruebas a nivel regional y el apoyo a autoridades civiles y
militares.
Bajo este esquema, se instalarán, en los próximos cuatro años, 3.5 millones
de líneas locales, de las cuales el 25% corresponderá a reposición de
líneas existentes (Cuadro 6.5) creado en el texto original. Para 1998, se
tendrán 7 millones de líneas locales, de las cuales más del 85%
corresponderá a tecnología digital. A través del Fondo de Comunicaciones,
se dará el servicio a 105.000 usuarios de menores recursos y se
establecerán 5.000 puntos de Servicio de Telecomunicaciones de Atención al
Público en zonas urbanas y rurales. Con estas acciones, el número de líneas
por habitante se incrementará de 12 línea, por cada 100 habitantes en 1994,
a 18 líneas en 1998.
Con base en la Ley de Televisión (Ley 182 de 1995), que desarrolla los
mandatos constitucionales sobre el servicio de televisión, se garantizará
el acceso igualitario y ordenado a la prestación del servicio. Se mantendrá
el interés público de la televisión, fortaleciendo los canales de propiedad
pública, mediante la revisión total de su oferta comunicativa y la
superación de sus ancestrales falencias técnicas, económicas y financieras.
De esta manera, el servicio será prestado, en competencia, por canales
privados y canales comerciales públicos fortalecidos, lo cual permitirá que
el público obtenga los beneficios de un sistema en competencia, regulado
por la Comisión Nacional de Televisión, organismo autónomo e independiente
de la operación de los medios. El canal cultural, fortalecido y con
cobertura nacional, se convertirá en un auténtico medio de integración
nacional.
En los servicios postales se reglamentará la competencia, estimulando la
ampliación de la cobertura geográfica de nuevos operadores y la aparición
de nuevos servicios. Adpostal deberá adecuarse a este nuevo marco de
competencia, reorganizándose técnica y administrativamente. El Fondo de
Comunicaciones financiará la prestación del servicio donde éste no sea
rentable, con los recursos obtenidos por el pago de concesiones de nuevos
operadores.
En total, durante el cuatrienio se invertirán más de $3.6 billones en el
desarrollo del sector, de los cuales casi dos quintas partes corresponderán
a inversiones privadas. La inversión pública de entidades nacionales
ascenderá a $1.2 billones. De esta suma, $145.000 millones se destinarán a
los programas de telefonía social (Cuadros 6.5 y 6.6) creado en el texto
original.
E. Inversiones totales.
Los elevados requerimientos del desarrollo de los sectores de
infraestructura y minería exigen inversiones cuantiosas en los próximos
cuatro años. Se estima que el doble efecto de la actualización del país en
materia de transporte, energía y telecomunicaciones, y los nuevos
desarrollos petroleros exigirán inversiones por $25 billones, un 115% más
que en los cuatro años precedentes. Ello implica que las inversiones en
estos sectores deberán incrementarse en más de 4 puntos del PIB, del 5.8 al
10.2%. El grueso de este crecimiento recaerá sobre el sector privado, que
deberá elevar sus inversiones en estos sectores del 1.5 al 4.5% del PIB.
Pese al énfasis otorgado a las inversiones privadas en estos sectores por
el plan, las urgentes necesidades en el frente vial y la participación del
Estado en los desarrollos petroleros, exigirán que la inversión pública
aumente un 61%, elevándose del 4.3 al 5.7% del PIB (Cuadro 6.6) creado en
el texto original.
CAPITULO 7
DESARROLLO SOSTENIBLE
I. OBJETIVOS Y ESTRATEGIAS
El objetivo de la política ambiental del Salto Social es avanzar
gradualmente hacia el desarrollo humano sostenible. Este se entiende como
la ampliación de las oportunidades y capacidades de la población, a través
de la formación de capital social, para satisfacer en forma cada vez más
equitativa las necesidades de las generaciones presentes, mediante un
manejo prudente del patrimonio natural manteniendo abiertas al mismo tiempo
las opciones de bienestar a las generaciones futuras. La política se
orientará al mantenimiento de la renovabilidad de los recursos, la
reorientación de su utilización económica y la conservación de la
diversidad étnica y cultural de la nación.
Los principios y criterios de la política ambiental, consideran el ambiente
como el factor básico del desarrollo humano y de su sostenibilidad. El
objetivo de un desarrollo humano sostenible obliga a tener consideraciones
ambientales en las políticas de crecimiento urbano, industrial, agrario, de
población, asentamientos humanos y expansión urbana, comercio exterior y
relaciones internacionales, entre otras.
La política ambiental se desarrollará teniendo cuatro objetivos básicos:
promover una nueva cultura del desarrollo, mejorar la calidad de vida,
adelantar una gestión ambiental sostenible e impulsar la producción limpia.
La promoción de una Nueva Cultura del Desarrollo tiene como base los
principios del desarrollo humano sostenible e integra la formación de
valores sobre la conservación de los recursos naturales, la calidad del
entorno, el desarrollo de patrones apropiados de poblamiento, de sistemas
de consumo y de tecnologías ambientalmente sanas.
El mejoramiento de la Calidad de Vida comprende la solución de los
problemas ambientales que afectan a la población, en especial a los grupos
más desprotegidos, y la promoción de patrones de consumo sostenibles en
todos los grupos de la sociedad. Se reconocerá el papel estratégico de la
mujer y el niño en el desarrollo humano sostenible.
Una Gestión Ambiental Sostenible conducirá a aumentar la renovabilidad del
capital natural, prevenir el deterioro ambiental de los ecosistemas
estratégicos para el desarrollo nacional, proteger tanto la biodiversidad
como la diversidad cultural, así como fortalecer y consolidar la presencia
internacional del país de acuerdo con las prioridades e intereses
nacionales.
La promoción de una Producción Limpia deberá conducir a reorientar las
tendencias no sostenibles introduciendo tecnologías limpias y sistemas de
gestión ambientalmente sanos en los procesos productivos.
El creciente deterioro del medio ambiente en Colombia exige una
intervención activa y efectiva del Estado, apoyada por la acción ambiental
eficiente de la sociedad civil y de los sectores productivos. Para el
desarrollo de estas políticas, el Estado cuenta con siete formas básicas de
intervención: instrumentos económicos, regulación directa, mecanismos
administrativos, sistemas de conciliación y arbitramento, instrumentos
jurídicos, administración, e inversiones para la conservación y
restauración de los recursos naturales renovables.
Se dará énfasis al uso de instrumentos económicos, particularmente la
aplicación de tasas retributivas y compensatorias y tasas por el uso de los
recursos naturales. De manera complementaria, se establecerán incentivos
económicos para quienes contribuyan al aumento del capital social,
conserven el entorno, hagan uso eficiente de los recursos naturales y
eviten la producción de sustancias contaminantes. Las Corporaciones
Autónomas Regionales podrán reglamentar que un porcentaje de las tasas por
uso de agua se otorgue en beneficio de las personas naturales y jurídicas
que mediante la conservación, garanticen la renovabilidad del recurso
hídrico. Los municipios podrán establecer en su jurisdicción otro tipo de
incentivos como a la conservación, tales como la reducción del impuesto
predial.
Como estrategias para el aumento del capital social, se utilizarán la
concertación y la participación ciudadana, la coordinación, concurrencia y
subsidiariedad, el desarrollo científico y tecnológico y la gradualidad.
La Concertación y Participación Ciudadana para el aumento del Capital
Social es necesaria en los procesos de planificación y gestión, control y
evaluación, y en la incorporación de lo ambiental en las políticas,
programas y proyectos de todos los sectores del Estado. A través de ella se
busca crear espacios de diálogo y análisis con la sociedad civil, así como
con el sector productivo y las diversas instancias e instituciones
estatales.
Adicionalmente a los principios de Coordinación, Concurrencia y
Subsidiariedad definidos por la Ley 99 de 1993, se tendrán en cuenta los de
Armonía Regional, Gradación Normativa y Rigor Subsidiario de la misma ley,
en lo concerniente al ejercicio de las competencias ambientales de las
entidades territoriales y a la armonización e integración de las políticas,
planes y programas ambientales que transciendan los límites político-
administrativos. Por tanto, el Ministerio del Medio Ambiente, como entidad
rectora del Sistema Nacional Ambiental, SINA, formulará las políticas,
normas, criterios, estrategias y programas que respondan a esta visión,
para garantizar un manejo integrado y coherente del medio ambiente. Con
excepción de los campos que señala la ley específicamente como competencia
del Ministerio del Medio Ambiente la gestión ambiental estará a cargo de
las Corporaciones Autónomas Regionales, las autoridades ambientales de los
grandes centros urbanos y los entes territoriales, dentro de su
jurisdicción y competencia. Se desarrollarán políticas regionales y locales
específicas dentro del marco de las políticas nacionales. Los planes de
desarrollo regionales y locales se articularán al componente ambiental del
Plan Nacional de Desarrollo en especial de acuerdo al artículo 45 de la Ley
Orgánica del Plan (Ley 152).
El manejo sostenible del medio ambiente requiere del Desarrollo Científico
y Tecnológico que fortalezca el conocimiento y la comprensión del
funcionamiento de los ecosistemas, de los aspectos sociales así como del
impacto de distintas tecnologías sobre el medio ambiente. Con base en estas
investigaciones se desarrollarán y generarán conocimientos y tecnologías
que permitan alcanzar los objetivos de la Política Ambiental.
La Regulación y el Control son fundamentales para asegurar el cumplimiento
de la normatividad ambiental. El Estado establecerá normas y estándares de
calidad ambiental, y estándares tecnológicos de concentraciones de
emisiones, teniendo en cuenta los puntos de vista de los interesados. Si
bien las medidas coercitivas tendrán un papel importante, se complementarán
con procesos de participación de los diferentes actores del desarrollo. Se
fortalecerán los mecanismos de control social tales como las audiencias
públicas, la intervención en los procesos administrativos en trámite, el
derecho de petición de información y las acciones populares y de
cumplimiento.
La Gradualidad es indispensable para poner en marcha las acciones asociadas
con muchas de las políticas y programas propuestos con el fin de garantizar
en particular un ajuste adecuado del sector productivo a las nuevas
regulaciones.
II. AREAS DE ACCION Y PROGRAMAS
Para avanzar hacia el desarrollo humano sostenible, se llevará a cabo un
Plan de Acción orientado a promover una nueva cultura del desarrollo,
mejorar la calidad de vida, promover la producción limpia y lograr una
gestión ambiental sostenible. Las acciones se agrupan en dos frentes:
acciones de mejoramiento ambiental y acciones instrumentales.
A. Acciones de Mejoramiento Ambiental.
Los programas que se emprenderán en el mejoramiento ambiental son: la
protección de ecosistemas estratégicos, mejor agua, mares y costas limpias,
mas bosques, mejores ciudades y poblaciones, hacia una producción limpia y
una política poblacional.
Los objetivos del programa de Protección de Ecosistemas Estratégicos son
garantizar la oferta de bienes y servicios ambientales esenciales para el
desarrollo humano sostenible del país, prevenir catástrofes y garantizar la
diversidad biológica y cultural. Se adelantarán las investigaciones
necesarias para la identificación y caracterización de estos ecosistemas e
iniciar su adecuado manejo, para las Areas de Manejo Especial y Reservas
Forestales se concertarán acciones para la conservación, manejo y
mantenimiento de su riqueza biológica y cultural. En los Parques Naturales
Nacionales se propenderá por el saneamiento de los títulos de tenencia de
la tierra. Se apoyarán las actividades de estudio, manejo y uso sostenible
de la flora, de la fauna silvestre y de la biodiversidad en general como
riqueza renovable del país.
La Corporación del Río Grande de la Magdalena, en asocio con el Ministerio
del Medio Ambiente y las Corporaciones Autónomas Regionales localizadas en
la cuenca del río, coordinarán la formulación de un plan de manejo del río
Magdalena con el fin de conservar y mejorar los servicios que éste presta,
mantener la calidad y disponibilidad del recurso hídrico y posibilitar la
disponibilidad del recurso ictiológico.
Dado que el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina
constituye una reserva de la biósfera, se iniciará un proyecto piloto de
desarrollo sostenible en el Archipiélago, con participación de las
comunidades raizales. Este proyecto será cofinanciado por el Gobierno
Departamental del Archipiélago, Coralina, los Gobiernos Municipales y otras
fuentes.
Se apoyará la creación de la Corporación Selva de Florencia (Caldas), para
conjugar los esfuerzos comunitarios, privados y públicos tendientes a
salvar y desarrollar integralmente esa gran reserva de biodiversidad y de
agua.
El Programa Mejor Agua busca mantener la productividad de los sistemas
acuáticos, mejorar la eficiencia en el uso del agua, disminuyendo su
desperdicio y contaminación, proteger las cuencas, acuíferos y humedales,
disminuir los riesgos de morbimortalidad por consumo de aguas y contribuir
a mejorar la calidad de vida de la población. El Ministerio del Medio
Ambiente, a través del IDEAM, formulará y promoverá una doctrina de Manejo
del Agua, orientada a modernizar el manejo del recurso. El Gobierno
armonizará la legislación en materia de ordenamiento, oferta y calidad del
agua. En colaboración con las Corporaciones Autónomas Regionales y los
entes territoriales, formulará y desarrollará la conservación y
recuperación de zonas de producción de aguas y microcuencas que abastecen
acueductos municipales. El Gobierno impulsará la adecuada gestión en
cuencas que cubren aproximadamente 300.000 hectáreas, con repercusión
indirecta en más de dos millones de hectáreas.
Las Corporaciones promoverán el uso de tecnologías apropiadas para el
saneamiento básico. Igualmente se promoverá que los municipios adelanten
acciones de control y tratamiento de sus aguas residuales. El Ministerio
del Medio Ambiente y las entidades que conforman el SINA, incluidas las
entidades territoriales, iniciarán un proceso de reducción gradual de la
contaminación hídrica en las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y Meta,
mediante el respaldo a proyectos de saneamiento ambiental en los
principales centros urbanos y poblaciones que vierten sus desechos a estas
corrientes.
El programa de Mares Limpios y Costas Limpias adelantará acciones de
protección y utilización sostenible de los recursos marinos y costeros, así
como de mejoramiento ambiental de las zonas costeras y terminales marítimos
más contaminados del país, contribuyendo a preservar y mejorar las
condiciones de vida de las poblaciones costeras e isleñas. Este programa se
adelantará a través de las entidades del SINA, (en particular, Invemar y
las Corporaciones Autónomas Regionales. La Armada Nacional y Dimar).
Se diseñará y pondrá en marcha un programa de investigaciones marinas y se
elaborará un sistema de indicadores de calidad ambiental y del estado de
los recursos hidrobiológicos. Así mismo se apoyará la recuperación de los
ecosistemas de manglar y coral. El Ministerio del Medio Ambiente y el
Departamento Nacional de Planeación, gestionarán un crédito internacional
para un proyecto de manejo ambiental en la zona de influencia del Canal del
Dique.
Los objetivos del programa Más Bosques son proteger el bosque natural,
incrementar el uso múltiple y aumentar la proporción de reforestación,
incentivando de esta manera la estabilización y mejora de las condiciones
de vida de la población que habita en tales zonas. Se definirá una política
forestal con base en los siguientes principios: hacer que el Estado capte
un mayor porcentaje de las rentas que corresponden al valor en pie del
recurso; corregir su subvaloración incluyendo los servicios ambientales que
el bosque presta, y eliminar los incentivos a la ineficiencia en los
procesos de extracción y procesamiento. Se establecerán nuevos esquemas de
administración de los bosques, incluyendo una reforma a las tasas de
aprovechamiento forestal y el sistema de permisos y concesiones.
El Ministerio del Medio Ambiente y las Corporaciones Autónomas Regionales
liderarán la gestión para la prevención y el control de incendios
forestales, y brindarán capacitación a las Entidades Gubernamentales y
Territoriales, y a la ciudadanía.
Se fortalecerá la capacidad de las autoridades forestales apoyando la
investigación para el aprovechamiento, manejo integral y restauración del
bosque natural, y la reforestación con especies nativas. Se creará el
Servicio Nacional Forestal como entidad que apoyará la ejecución de los
programas y proyectos que conformen el plan sectorial de desarrollo
forestal, y elaborará los planes indicativos que orienten las inversiones
públicas y privadas en materia de reforestación, desarrollo sustentable de
los bosques naturales y de la industria forestal. Durante este cuatrienio,
a través de Finagro con las Corporaciones Autónomas Regionales el Gobierno
impulsará la reforestación de 160.000 hectáreas mediante el certificado de
incentivo forestal. Adicionalmente, y con el objeto de alcanzar un mínimo
de 40.000 hectáreas en plantaciones forestales de carácter protector, el
Gobierno Nacional establecerá, un sistema de cofinanciación con el ente de
gestión ambiental urbana y las Corporaciones Autónomas Regionales.
El objetivo del Programa Mejores ciudades y Poblaciones es elevar la
calidad de vida y salud de los colombianos que habitan las ciudades,
disminuyendo la contaminación a través de la promoción de proyectos piloto
de transporte urbano sostenible y la recuperación del espacio público.
Parte fundamental de este propósito es la puesta en marcha de las Unidades
Ambientales de los grandes centros urbanos.
El Ministerio del Medio Ambiente asesorará a los municipios, en la
definición de políticas integrales e incentivos económicos para el
desarrollo urbano sostenible mediante la divulgación masiva de normas y
apoyará la ejecución de Planes de Acción Ambiental. El Gobierno Nacional
avalará y cofinanciará proyectos de saneamiento que incluyan el manejo de
residuos tóxicos y patógenos. Se promoverá un programa nacional de residuos
sólidos y reciclaje que comprometa la participación de los municipios, el
sector productivo y la sociedad civil, involucrando soluciones para toda la
cadena de producción de basuras incluyendo rellenos sanitarios y sistemas
para el manejo de residuos peligrosos. Se respaldarán empresas comunitarias
de aseo y reciclaje. Se establecerán, controlarán y monitorearán los
estándares mínimos de calidad para residuos sólidos y peligrosos,
vertimientos y emisiones para fuentes fijas y móviles. Se apoyarán los
programas de sustitución y masificación de combustibles que minimicen los
aportes contaminantes y se pondrá en marcha un programa de incentivos
económicos para el control de la contaminación con tasas retributivas,
compensatorias y por uso de recursos naturales. Se impulsará la reubicación
de asentamientos humanos que se han desarrollado en zonas de alto riesgo.
Para el monitoreo de la gestión ambiental urbana se integrarán al Sistema
de Información Ambiental, la Red Nacional de Laboratorios Ambientales y la
Red de Calidad Ambiental.
El objetivo del programa Hacia una Producción Limpia es introducir la
dimensión ambiental en los sectores productivos y reorientarlos hacia
formas de gestión y de uso, tecnologías ambientalmente sanas, que aumenten
la eficiencia en el uso de recursos energéticos e hídricos, sustituyan
insumos, optimicen procesos o modifiquen productos y reduzcan la producción
de desperdicios. En este sentido, se concertarán planes ambientales
sectoriales, propiciados por el Consejo Nacional Ambiental, que coordinará
las acciones intersectoriales.
La política ambiental para el Sector Energético se dirigirá principalmente
al manejo de la demanda final de energía mediante el aumento en la
eficiencia energética y el fomento de fuentes no convencionales, siempre y
cuando sean viables económicamente. En la generación de energía eléctrica,
se dará prioridad al control de las emisiones atmosféricas y manejo de
residuos sólidos de las plantas termoeléctricas y a la reforestación de
cuencas aportantes a proyectos hidroeléctricos.
El Ministerio de Minas y Energía y Ecopetrol promoverán programas
ambientales en el sector de hidrocarburos y gas, para lo cual
reestructurarán y fortalecerán los que actualmente adelantan buscando
reducir los impactos ambientales de todas las etapas de la producción
petrolera. Se pondrá fuera de operación la planta de producción de
alquilos.
La política del Sector Transporte se dirigirá a incentivar la utilización
de combustibles más limpios y de sistemas de control de la contaminación
atmosférica, en especial se dará prioridad a la reglamentación de los
niveles de emisión por fuentes móviles, incluyendo altos niveles de
exigencia en las normas, en forma tal que, se exija el uso de convertidores
catalíticos en vehículos nuevos. El Ministerio del Medio Ambiente
colaborará con las autoridades municipales y nacionales responsables del
tránsito y transporte, en la formulación de políticas de transporte urbano
que minimicen los efectos contaminantes e incentiven el uso de sistemas de
transporte masivo. Se continuará con los programas de reformulación de la
gasolina con aditivos oxigenados y se llevarán a cabo estudios de
factibilidad económica y ambiental sobre desulfurización de la gasolina.
La política para el Sector Minero se dirigirá a disminuir los impactos
ambientales actuales de la minería focalizándose en las áreas más críticas.
Se formularán planes de restauración y control de los impactos negativos de
esta actividad que incluyan la regulación directa con mecanismos de
control, seguimiento y monitoreo. El Ministerio del Medio Ambiente y el
Ministerio de Minas y Energía formularán diagnósticos ambientales y planes
de ordenamiento ambiental de la actividad minera. Ecocarbón, Mineralco y
otras instituciones del sector minero ejecutarán el Programa de Atención a
los Problemas Ambientales en la Pequeña y Mediana Minería, con el objeto de
mejorar la calidad de vida de los trabajadores de las minas.
En el Sector Industrial la gestión ambiental se dirigirá al establecimiento
de instrumentos que promuevan la reconversión industrial y la optimización
de prácticas productivas con miras a obtener procesos eficientes que
minimicen la generación de residuos. En esta dirección, el Gobierno
estimulará la importación, divulgación y transferencia de estas tecnologías
limpias y apoyará la adopción, por parte del sector manufacturero, de
códigos de conducta voluntarios para la protección ambiental. Las
Corporaciones Autónomas Regionales prepararán planes de acción para
identificar los principales problemas de contaminación de origen industrial
en su región proponiendo planes de control ambiental para reducir su
impacto. Se establecerá un Centro de Tecnologías Limpias y se apoyarán las
Empresas Comunitarias de reciclaje, de lubricantes usados y otros
materiales residuales.
La política de producción limpia en el Sector de la Salud propenderá porque
los centros hospitalarios, clínicas, centros y puestos de salud adelanten
programas de manejo ambiental integral, particularmente de transporte,
tratamiento y disposición final de residuos hospitalarios y patógenos. De
manera complementaria, en los centros urbanos se promoverá un servicio
especial de aseo de desechos hospitalarios.
La política para el Sector Turístico se dirigirá en primer lugar a que los
grandes proyectos y desarrollos turísticos, establecidos en áreas de
ecosistemas frágiles, aprovechen y mantengan adecuadamente los valores
ambientales, buscando el mínimo deterioro. En segundo lugar, con el objeto
de desarrollar el Ecoturismo, se promoverá la realización de planes
regionales de ordenamiento ambiental con fines turísticos.
En el Sector Agropecuario se propenderá por mejorar la eficiencia ambiental
de las prácticas, procesos y tecnologías agropecuarias, en especial
mediante la promoción de la agricultura orgánica, manejo integrado de
plagas y suelos y recuperación de tecnologías de manejo sostenible. El
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el Ministerio del Medio
Ambiente, promoverán la constitución de áreas de Reserva Campesinas en zona
de amortiguación del Sistema de Parques Nacionales y reservas a favor de
Organizaciones no Gubernamentales y entidades privadas, como una forma de
reorientar los frentes de colonización que se dirigen hacia áreas de alta
fragilidad ecológica. El incentivo de capitalización rural se utilizará
para promover el uso de tecnologías acordes con la conservación del suelo.
Se involucrarán consideraciones ambientales las políticas de reforma
agraria y adecuación de tierras. Se dará prioridad a la reglamentación del
artículo 5 de la Ley 99, en especial los numerales 25 y 26 relacionados con
la fabricación, uso, disposición o vertimiento de sustancias causantes de
degradación ambiental y con la expedición de regulaciones sobre
distribución y uso de sustancias químicas o biológicas utilizadas en
actividades agropecuarias.
En el Sector Pesquero, el Ministerio del Medio Ambiente, conjuntamente con
el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, apoyará la acuicultura y
fijará los cupos globales de pesca. Se actualizarán las tasas de
aprovechamiento pesquero e igualmente se optimizará el sistema de
otorgamiento de permisos.
El programa Hacia una Política Poblacional adelantará acciones de
coordinación interinstitucional para avanzar en la constitución de una
política de población sostenible que incida sobre las tendencias de las
migraciones y asentamientos humanos, especialmente, el control y
orientación de las migraciones en el interior del país para que se realicen
dentro de condiciones de vida dignas, y acordes con el ordenado desarrollo
rural y urbano. Con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el
Ministerio del Medio Ambiente formulará y establecerá políticas de control
de la colonización que incentiven el uso intensivo de tierras actualmente
no utilizadas en todo su potencial y, a la vez, desestimulen la expansión
de la frontera agrícola. En esta dirección se fortalecerá la dimensión
poblacional en los procesos de planificación adelantando un Plan de
Investigaciones en Población y Asentamientos Humanos.
B. Acciones Instrumentales.
Para alcanzar los objetivos establecidos se desarrollarán cinco programas:
educación y concientización ambiental, fortalecimiento institucional,
información e investigación, planificación y ordenamiento ambiental del
territorio y cooperación global.
El objetivo del programa Educación y Concientización Ambiental es
fortalecer los valores sociales acordes con el desarrollo humano
sostenible, para la construcción de un nuevo ciudadano, mediante programas
de desarrollo cultural, educación, capacitación ambiental y apoyo a la
participación ciudadana, involucrando el concepto de la ecología en su
doble dimensión: la ambiental y la humana, para restablecer la relación
hombre-naturaleza y propiciar la descontaminación de costumbres sociales
que impiden contar con un clima favorable para el mejor desenvolvimiento de
la vida. Se incluirá el tema ambiental en la vida escolar y en los
programas y contenidos educativos, en los cuales las mujeres serán
reconocidas como actoras y beneficiarias de dichos programas. Se
fortalecerá el Programa Nacional de Educación Ambiental a través del cual
se capacitarán más de 5.000 docentes. Adicionalmente, se capacitarán 3.000
extensionistas, 1.650 profesionales funcionarios de las entidades del SINA,
800 alcaldes y representantes de la sociedad civil. Se brindará la
formación ambiental a los participantes en los programas del Servicio
Ambiental, se realizarán campañas masivas de educación e información
ambiental y se apoyarán Proyectos Ambientales Educativos del sector no
gubernamental.
La meta del programa de Fortalecimiento y Puesta en Marcha del Sistema
Nacional Ambiental es estructurar y poner en funcionamiento las principales
entidades que lo conforman, según la Ley 99 de 1993 generando una cultura
institucional eficiente y comprometida. El montaje y la consolidación del
SINA se basarán en los principios de eficiencia, transparencia y
flexibilidad, garantías para el buen servicio al ciudadano y al sector
productivo. Las entidades del SINA serán orientadas por el Ministerio del
Medio Ambiente, y se vincularán activamente al Sistema de Evaluación de la
Gestión Pública del Departamento Nacional de Planeación. Se reglamentarán
aspectos prioritarios de la Ley 99 de 1993 en particular los artículos 42 y
43 referentes a tasas retributivas y compensatorias y tasas por utilización
de aguas y el artículo 5 en lo referente a la aprobación de los estatutos
de las corporaciones y las reformas que los modifiquen o adicionen. El
Ministerio del Medio Ambiente dará prioridad al cumplimiento del artículo
112 de la Ley 99, para que el Gobierno Nacional conforme la comisión
revisora de la legislación ambiental y acelerará el proceso de
reglamentación total de la ley.
Para la fijación de metas sectoriales que apunten al logro de los objetivos
ambientales y poblacionales, el Ministerio del Medio Ambiente y sus
entidades desarrollarán y fortalecerán los mecanismos de coordinación,
concertación y participación con las entidades públicas y privadas, los
sectores económico_sociales y la sociedad civil.
Se pondrá en funcionamiento el Sistema de Información e Investigación
Ambiental y Poblacional, como apoyo a las entidades del SINA y a la
ciudadanía en general. Sus tareas prioritarias serán brindar información
confiable sobre factores climáticos, hidrometeorológicos, ambientales,
demográficos y sociales. El Ideam será el nodo del Sistema Nacional de
Información Ambiental.
En el campo científico se pondrán en funcionamiento los institutos de
investigación creados por la Ley 99 de 1993 (Ideam, Sinchi, Von Humboldt,
Von Newmann e Invemar), los cuales se ocuparán de la investigación sobre
los elementos biogeográficos del país, el conocimiento del patrimonio
natural, el control de la contaminación, el aprovechamiento sostenible y
uso eficiente de los recursos, la información y las metodologías para la
planificación y la gestión ambiental. La investigación ambiental en las
Universidades, Instituciones del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología,
y los institutos de investigación mencionados, será, financiada
fundamentalmente a través del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.
La Planificación, el Ordenamiento Ambiental del Territorio, los estudios de
impacto ambiental y el diagnóstico ambiental de alternativas, serán
instrumentos básicos para la toma de decisiones sobre la realización de
proyectos y la utilización de los recursos naturales. Se redefinirán las
actuales categorías de protección de ecosistemas y unidades de conservación
y manejo especial. El Ministerio del Medio Ambiente, el Ideam, las
Corporaciones Autónomas Regionales y el IGAC, liderarán los procesos de
desarrollo y consolidación de herramientas de ordenamiento ambiental del
territorio. Los procesos de planificación y ordenamiento territorial se
realizarán en concertación con los diferentes estamentos de la sociedad
civil, en particular con las autoridades representantes de los pueblos
indígenas, comunidades negras y raizales cuando se trate de sus
territorios.
III. FINANCIACION
La gestión ambiental para el cuatrienio se financiará con recursos del
presupuesto nacional, crédito externo, rentas administradas de las
Corporaciones Autónomas Regionales, rentas de las entidades territoriales,
cooperación técnica internacional, recursos de Organizaciones no
Gubernamentales e inversiones del sector privado. La inversión pública en
gestión ambiental aumentará del 0.13 al 0.58% del PIB entre 1994 y 1998,
para una inversión total en el cuatrienio cercana a $1.24 billones (Cuadro
7.1) creado en el texto original. Los aportes del presupuesto nacional
alcanzarán un total de $510 mil millones durante el cuatrienio.
Las Corporaciones Autónomas Regionales y las de Desarrollo Sostenible, las
entidades ambientales de los grandes centros urbanos y los entes
territoriales contarán con rentas administradas por un valor de $657 mil
millones. Para sufragar gastos de funcionamiento, se propenderá porque las
Corporaciones utilicen parcialmente los recursos provenientes del cobro de
las tasas retributivas y compensatorias, o las tasas por uso de recursos
naturales, particularmente las del uso del agua y el aprovechamiento
forestal. Para garantizar las metas de inversión, se utilizará el sistema
nacional de cofinanciación.
Las transferencias del presupuesto nacional a las Corporaciones Autónomas
Regionales y de Desarrollo disminuirán gradualmente en la medida en que el
Fondo Nacional Ambiental se fortalezca como instrumento de cofinanciación.
Las inversiones financiadas con apropiaciones del presupuesto nacional
canalizadas tanto a través del SINA como del Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología, darán prioridad a los proyectos de las Corporaciones de
Desarrollo Sostenible y a los Institutos de Investigación. Las
Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo sostenible ejecutarán
prioritariamente las apropiaciones para proyectos de inversión mediante
convenios con las gobernaciones, municipios, juntas de acción comunal
veredales, Organizaciones no gubernamentales, centros de investigación
especializada y universidades. La cofinanciación de proyectos ambientales
de índole local se asignará buscando maximizar globalmente la cuantía de
recursos financieros de contrapartida por peso invertido del presupuesto
nacional para alcanzar las metas que se identifican en los diferentes
programas. Se fortalecerá la ejecución de programas que adelanten las
organizaciones no gubernamentales y comunitarias, a través del Ecofondo,
con los recursos provenientes de las reducciones de deuda bilateral y de
cooperación internacional.
Para acceder a recursos de inversión social del Sistema Nacional de
Cofinanciación, las comunidades y municipios podrán aportar, como
contrapartida, áreas de bosque o ecosistemas para su regeneración o
conservación, que se encuentren relacionados con los proyectos que se
pretendan adelantar.
CAPITULO 8
MAS Y MEJORES EMPLEOS
El logro de un crecimiento más alto y sostenido que se espera alcanzar en
los próximos cuatro años, unido a la ejecución de una nueva política
social, crearán las condiciones necesarias para la generación de más y
mejores oportunidades de empleo. No obstante, la presencia de
desequilibrios estructurales en el mercado de trabajo puede resultar en el
desempleo de personas con baja capacitación, al tiempo que escasea la
oferta de trabajadores con un alto nivel de calificación, situación que
puede haberse acentuado con el proceso de apertura económica. A estos
desequilibrios se unen diferencias importantes en las condiciones de empleo
y remuneración por grupos poblacionales, sectores económicos, tipo de
organizaciones empresariales y regiones, que el crecimiento económico y el
libre funcionamiento del mercado no eliminan en forma automática.
Por lo tanto, el Gobierno pondrá en marcha una política activa de empleo
orientada a garantizar que el mayor crecimiento y la apertura de la
economía se traduzcan efectivamente en un aumento dinámico del empleo. Esta
política busca crear oportunidades suficientes de trabajo productivo en
condiciones dignas, superar las situaciones precarias de empleo que sufre
un porcentaje significativo de la población, calificar el recurso humano
teniendo como guía las necesidades del proceso de internacionalización del
país, y mejorar los mecanismos de intermediación en beneficio de los
trabajadores de menores ingresos y de las pequeñas empresas. En particular,
la ocupación femenina está sometida a ciclos relacionados con la maternidad
y requiere de apoyo y protección especial.
Las metas de la política son:
1. Generar durante los próximos cuatro años 1.600.000 empleos y mejorar la
calidad de los puestos de trabajo.
2. Acrecentar la competitividad y las condiciones de empleo en las pequeñas
unidades productivas, que por lo general son intensivas en el uso de mano
de obra.
3. Aumentar la calificación de la oferta laboral, de forma tal que los
nuevos puestos generados puedan ser ocupados sin causar desequilibrios
estructurales, mediante la puesta en marcha de un Sistema Nacional de
Formación Profesional. Para facilitar este proceso y disminuir el desempleo
friccional, se deben también modernizar y ampliar los mecanismos de
intermediación laboral.
4. Poner en marcha programas de capacitación que faciliten la incorporación
al mercado de trabajo de la población hoy excluida de este mercado.
5. Reestructurar el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para
fortalecer sus funciones de formulación de políticas, monitoreo de los
mercados de trabajo y concertación sobre los grandes temas del sector.
I. POLITICA ECONOMICA Y CREACION DE EMPLEOS PRODUCTIVOS
La política macroeconómica, unida a la estrategia social y de
competitividad, permitirán mantener un ritmo de crecimiento promedio del
producto interno bruto del 5.7% entre 1994 y 1998. Con este ritmo de
aumento, el número de empleos se incrementará a una tasa promedio de 2.8%
anual, generando, así, 1.600.000 nuevos puestos de trabajo durante el
cuatrienio.
Se desarrollarán programas de modernización industrial por ramas
productivas, que permitan la competitividad creciente del sector en los
mercados nacionales e internacionales y una política de modernización de la
pequeña y mediana industria. Se estima que este sector generará 200.000
nuevos empleos en los próximos cuatro años. Con el Plan de Modernización
Agropecuaria se busca superar la crisis del sector, desarrollar su vocación
exportadora, adaptarlo a la apertura y defender, así, el trabajo en el
campo. Esta estrategia sectorial permitirá generar 225.000 nuevos empleos y
mejorar la calidad del empleo en el sector rural. Ambos programas se
apoyarán en el Plan Estratégico Exportador y en las políticas orientadas a
acrecentar el capital social. Se orientará, así, una proporción creciente
de la producción a los mercados internacionales.
De otro lado, el gasto público en infraestructura que se tiene previsto
desarrollar en estos cuatro años con el fin de aumentar la competitividad y
generar mayores tasas de crecimiento, unido al programa de vivienda de
interés social, lograrán también un efecto sectorial sobre la construcción.
Se estima que en este sector se generarán 115.000 nuevos empleos directos.
El crecimiento del producto en los anteriores sectores, unido al gasto
público en educación y salud, estimulará un aumento del empleo de 2.8% en
el comercio y de 3.7% en el resto de sectores no comercializables,
fundamentalmente servicios públicos, privados y del Gobierno. Ello
conducirá a una generación de 330.000 empleos en comercio, 500.000 en
servicios privados, 160.000 en los servicios del Gobierno (cuya prestación
puede ser pública o privada) y 10.000 en servicios públicos domiciliarios.
El Gobierno apoyará en forma directa estos esfuerzos, mediante políticas
dirigidas a ampliar los servicios sociales, y con programas especiales
dirigidos al pequeño comercio.
Se estima que la población en edad de trabajar crecerá a un ritmo anual del
2.1% entre 1994 y 1998. Con un crecimiento dinámico del empleo como el
previsto, del 2.8%, las mejoras en el mercado laboral podrán manifestarse
de diversas maneras: a través de descensos adicionales en el desempleo, de
incentivos a aumentar la participación laboral, o de mejoras en la calidad
de los puestos de trabajo. Debido a estas condiciones favorables, se espera
una disminución en la informalidad, un crecimiento en los ingresos de los
trabajadores y una mayor cobertura en seguridad social, lo cual permitirá
que los beneficios del crecimiento económico sean apropiados de una manera
más equitativa por todos los colombianos.
Por otra parte, con el fin de contribuir a lograr un empleo femenino en
igualdad de condiciones con el masculino, el Gobierno Nacional, a través
del Ministerio de Trabajo y la Consejería Presidencial para la Política
Social, teniendo en cuenta que la gran parte de los nuevos empleos serán
ocupados por mujeres, fomentará una mayor divulgación y apropiación por
parte de las mujeres de las normas jurídicas que evitan su discriminación
laboral.
II. APOYO A LA PEQUEÑA PROPIEDAD Y A LA ECONOMIA SOLIDARIA: GENERACION Y
MEJORAMIENTO DEL EMPLEO Y LOS INGRESOS
Como parte de la estrategia social y con el fin de aumentar el empleo y
mejorar sus condiciones, especialmente de los grupos más pobres tanto en
zonas urbanas como rurales y, también, acrecentar su acceso a los recursos
productivos y a los mercados, se desarrollará una agresiva política de
fomento a la economía solidaria y a la pequeña propiedad. Esta incluye el
Plan Nacional para la Microempresa, la Política de Desarrollo Rural
Campesino, el Fomento a la Artesanía, la Pequeña Minería y la Economía
Solidaria, cuyos impactos en la generación de empleo son ampliamente
conocidos. Estos programas serán responsabilidad del nivel local, pero
contarán con el apoyo financiero y la asistencia técnica del nivel
nacional.
La política de desarrollo rural campesino se apoyará, además, en el plan de
empleo en zonas rurales de la Red de Solidaridad Social, el cual se
desarrollará en municipios con alta vocación agropecuaria, problemas
críticos de insuficiente demanda de trabajo y/o situaciones de muy bajos
ingresos. Se fomentará el desarrollo de pequeños proyectos de inversión
social, de infraestructura, de control sanitario y de obras públicas de
alta prioridad, intensivas en el uso de mano de obra no calificada. Además,
se apoyará la capacitación y el tiempo requerido para la elaboración de
proyectos que permitan un mejoramiento de la calidad de vida, de los
ingresos o de la organización de las comunidades. Se espera que, después de
la fase inicial de apoyo a estos programas mediante los planes de
emergencia, éstos puedan continuar contando con fuentes alternativas de
financiación. Estos proyectos serán parte integral de los planes de
desarrollo municipal y contribuirán al logro de los objetivos allí
trazados. Adicionalmente, dado que algunas situaciones de emergencia
laboral en las zonas rurales comprometen áreas de varios municipios, se
promoverá la presentación por parte de los departamentos de proyectos de
alcance subregional.
Los beneficiarios de este programa serán principalmente población pobre (de
hogares por debajo de la línea de indigencia), no calificada, afectada por
el desempleo y el subempleo. El costo total del programa entre 1995 y 1998
es de $128.000 millones, de los cuales el 70% será aportado por el Gobierno
Central (Fondo DRI) y el 30% provendrá de recursos municipales de
contrapartida. Este programa es responsabilidad del Fondo DRI y de los
municipios, en el marco del Sistema Nacional de Cofinanciación.
Para apoyar las actividades del sector solidario, desarrolladas por
comunidades que habitan en zonas urbanas subnormales importantes, donde
residen grupos de población con ingresos por debajo de la línea de
indigencia, se pondrá en marcha el Plan de Empleo Urbano. Este Plan apoyará
proyectos de servicios comunales y sociales que permitan el desarrollo
comunitario de la población, a través de la elaboración y montaje de
proyectos que eleven su calidad de vida, sus ingresos o su organización y
que conduzcan a la institucionalización de las organizaciones comunitarias,
y a mejorar su capacidad de concertación y de generación de ingresos. En
este tipo de proyectos se apoyarán también iniciativas de organización y
participación de los jóvenes. El Plan de Empleo Urbano incluirá también
proyectos para el mejoramiento de la infraestructura de los barrios
subnormales.
Todos los proyectos deben tener amplia participación comunitaria en su
identificación y desarrollo y hacer parte de los planes municipales.
El costo del Plan de Empleo Urbano en el cuatrienio 1995_1998, asciende a
la suma de $170.000 millones, de los cuales el 70% será aportado por el
Gobierno Central a través de la Red de Solidaridad Social y el resto
provendrá de recursos de contrapartidas municipales. El 30% de estos
recursos se destinarán a capacitación. El programa se ejecutará en el marco
del Sistema Nacional de Cofinanciación.
III. CAPACITACION PROFESIONAL E INTERMEDIACION LABORAL
La formación profesional es una estrategia fundamental para mejorar el
desempeño y las condiciones laborales de la fuerza de trabajo, combatir el
desempleo estructural y contribuir a solucionar los problemas de
competitividad que enfrentan algunos sectores productivos. Estas
dificultades se asocian a deficiencias en el uso de los recursos
productivos, relacionados en forma directa con las debilidades en la
formación, con las limitaciones de calidad y cobertura en los programas de
capacitación y recalificación, y con la ausencia en el dominio de las
nuevas técnicas y tecnologías requeridas para competir con éxito en los
mercados mundiales.
El SENA, entidad orientadora de la formación profesional en el país, deberá
poner en marcha el Sistema Nacional de Formación Profesional, aumentar su
cobertura y hacer más relevante su formación, acercando su capacitación
profesional a las exigencias tecnológicas de las empresas colombianas
considerando la perspectiva de género.
Para aumentar su cobertura, el SENA volverá a dar énfasis en términos
cuantitativos y cualitativos a los cursos largos en sus centros
(aprendizaje y promoción), readecuándolos en su orientación, metodología y
contenidos. De 19.000 alumnos en 1994 se aumentará a 30.000 en 1995 y
50.000 en 1998, sin aumentar su infraestructura. Esto es posible gracias a
los bajos índices de utilización diurna de la capacidad instalada de
algunos centros. Se dará prioridad a las especialidades que desarrollen el
aprendizaje de tecnologías transversales que permitan al trabajador
desempeñarse en distintos puestos de trabajo y en diversas ramas de
actividad. Se unificarán los modos de aprendizaje y promoción que
actualmente imparte el SENA y no será requisito indispensable contar con
beca o contrato de aprendizaje por parte de una empresa. También se
ofrecerán alternativas de medio tiempo, con módulos de aprendizaje dual
concertados con algunas empresas.
El SENA ofrecerá además dos tipos de cursos cortos. Los primeros serán
cursos cuyos contenidos corresponden a aspectos parciales pero terminales
de cursos largos o a componentes precisos de una tecnología. Estarán
dirigidos a calificar en aspectos más específicos a adultos que desean
complementar su formación para mejorar su desempeño laboral y sus ingresos,
y a recalificar en trabajadores ante perspectivas presentes o futuras de
desempleo. Deben tener una programación flexible y un proceso de
inscripción y matrícula más ágil y continuo.
Los segundos serán cursos especializados en aspectos puntuales, que
requieren diseños cuidadosos para entrenar a personal de las empresas o a
grupos ocupacionales en tecnologías nuevas. Estos programas se realizarán
mediante convenios con los Centros de Productividad y Desarrollo
Tecnológico o con otras instituciones.
De otro lado, el SENA pondrá en marcha el Sistema Nacional de Formación
Profesional con participación de entidades formadoras del sector público y
privado y de las empresas del sector productivo cuando adelanten planes
específicos de capacitación. Las principales estrategias para ello son la
suscripción de convenios en el marco de la Ley de Ciencia y Tecnología, el
reconocimiento de los cursos de formación de otras entidades y una mayor y
mejor relación con las instituciones del sector educativo.
Los Acuerdos Sectoriales de Competitividad promovidos en el marco de
Competitividad (Capítulo 6) creado en el texto original, serán elementos
esenciales en la identificación de los requerimientos en materia de
formación profesional y servirán de base para el diseño de los programas de
capacitación del SENA y de los Centros de Productividad y Desarrollo
Tecnológico. El SENA seguirá atendiendo las necesidades de capacitación de
sectores no vinculados a estos Acuerdos.
En la conformación del Sistema Nacional de Formación Profesional se
desarrollarán convenios con los Centros de Productividad y Desarrollo
Tecnológico en los cuales se realizarán cursos de capacitación por sectores
productivos. Además, se realizarán convenios con empresas para la formación
de aprendices y para la calificación en temas específicos al personal
vinculado a ellas. Con el sector educativo se buscará una mayor
articulación alrededor de los programas de educación media técnica del
Ministerio de Educación y con las instituciones técnicas y tecnológicas de
educación superior.
Con el fin de contribuir a solucionar problemas de desempleo, especialmente
de jóvenes y mujeres de áreas urbanas con niveles medios de escolaridad,
quienes para integrarse al mercado laboral requieren de políticas activas
de empleo, el SENA desarrollará, en el marco de la Red de Solidaridad
Social, un programa de capacitación para el trabajo con becas de
mantenimiento. Con este programa se facilita la capacitación y
recapacitación de la fuerza de trabajo en función de las nuevas exigencias
que genera el proceso de internacionalización de la economía. La beca
estará a cargo del SENA. Los beneficiarios del programa serán desempleados
(aspirantes o cesantes), pertenecientes a los estratos socioeconómicos 1 y
2. Estas personas se registrarán en los Servicios de Empleo del SENA y
tendrán que inscribirse en cursos de capacitación. Una vez terminada la
capacitación, se buscará su vinculación al sector productivo a través del
programa de intermediación laboral. De esta manera, se combatirá el
desempleo friccional, explicado por una inadecuada información, y el
desempleo estructural, relacionado con problemas de capacitación.
En los cuatro años se entregarán becas de sostenimiento por seis meses a
123.000 hombres y mujeres de bajos ingresos, de los cuales 86.000 serán
jóvenes y 37.000 cesantes. El costo total del programa asciende a $70.000
millones en los cuatro años, $36.400 millones en becas financiadas por el
Fondo de Becas del SENA, entidad que cubrirá, además, el costo de los
cursos de capacitación.
De otro lado, en desarrollo del Plan de Empleo Urbano de la Red de
Solidaridad Social, se diseñará un componente de capacitación para
habilitar a hombres y mujeres pertenecientes a los estratos 1 y 2, que por
su nivel de calificación y sus condiciones, normalmente no acceden a los
cursos regulares del SENA.
Este componente del Plan de Empleo Urbano será responsabilidad del SENA en
el marco de la Red de Solidaridad Social, entidad que actuará como
instancia técnica de segundo piso, y elaborará un registro de entidades de
capacitación elegibles. Estos cursos tendrán componentes de capacitación
técnica, pero también de motivación, autoestima y actitudes laborales
básicas. Al finalizar la capacitación, los beneficiarios realizarán una
práctica laboral de tres meses, con lo cual se busca mejorar su posibilidad
de inserción laboral.
Con este programa se financiará la capacitación y becas de mantenimiento
para 50.000 personas. Se invertirán recursos por $50.000 millones (30% del
total de recursos del Plan de Empleo Urbano). El 70% de la inversión será
realizada por la Red de Solidaridad Social y el 30% restante será
cofinanciado por las entidades territoriales. Este programa priorizará su
acción en las ciudades capitales e intermedias.
El Sena estimulará el acceso de las mujeres y establecerá mecanismos para
vincularlas a cursos que les permitan una mejor inserción en el mercado
laboral.
Además, con el objeto de reducir el tiempo de desempleo y mejorar la
información para ejercer acción directa y precisa sobre el mercado de
trabajo, se ampliará la cobertura y se modernizarán los mecanismos de
intermediación laboral. Para ello, el principal instrumento será la
extensión de los Servicios Regionales de Empleo del SENA, mejorando los
flujos de información hacia los desempleados y las empresas con vacantes y
fortaleciendo los mecanismos para identificar las necesidades de formación
de los inscritos. La información recogida se utilizará además para
actualizar los cursos de capacitación profesional.
El SENA en los cuatro años apropiará recursos por $750.000 millones para
las labores de capacitación, recapacitación, intermediación laboral y
aportes para la actualización de los Centros de Desarrollo Tecnológico. Los
recursos provendrán prioritariamente de los aportes que hacen las empresas
al SENA.
IV. EL TRABAJO COMO ESTRATEGIA BASICA DE CONVIVENCIA SOCIAL
Con la política de "Más y Mejores Empleos" se busca lograr para la
población, no solamente mayores ingresos, sino condiciones laborales que le
permitan a las personas su desarrollo integral, y una nueva concepción de
empresa y de relaciones obrero_empresariales, donde la persona y su
participación con responsabilidad en el quehacer de estas organizaciones.
Con el fin de alcanzar estas condiciones laborales, se promoverá una nueva
cultura empresarial, y de relaciones obrero_empresariales. Para ello, se
promoverán nuevas relaciones entre organizaciones de trabajadores y de
empresarios, con base en el respeto mutuo, unas condiciones de
negociaciones equitativas, la conciliación como mecanismo de resolución de
conflictos y la búsqueda de la eficiencia para lograr un uso óptimo de los
recursos escasos. Se impulsará, además, la concertación tripartita como
mecanismo para afianzar la internacionalización y la convivencia social.
V. FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, como organismo encargado de la
política de empleo, capacitación para el trabajo, productividad laboral y
seguridad social, concentrará su labor en la formulación de políticas y
normas legales, el monitoreo de los mercados de trabajo, sus requerimientos
de mano de obra y la concertación sobre los grandes temas del sector. Por
ello, será transformado en un organismo técnico que oriente, coordine y
supervise las políticas de empleo, trabajo, capacitación de la fuerza
laboral, previsión y seguridad social integral.
El Ministerio promoverá, además, el desarrollo de una nueva cultura de
relaciones empresariales y laborales y propiciará soluciones preventivas y
de conciliación. Pondrá en marcha la "Comisión Permanente de Concertación
de Políticas Salariales y Laborales", conformada de manera tripartita, con
la función de contribuir a la solución de los conflictos colectivos y a
afianzar un renovado clima en las relaciones laborales.
Con el fin de hacerle seguimiento al plan "Más y Mejores Empleos", se
conformará una comisión presidida por el Ministro de Trabajo, en la cual
participarán los Ministros de Hacienda, Desarrollo y Agricultura, el
Director del Departamento Nacional de Planeación, dos representantes de los
gremios y dos representantes de los trabajadores.
Así mismo, el Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de Trabajo
y Colciencias, promoverán un gran esfuerzo investigativo dirigido a
identificar los problemas que enfrenta el mercado laboral, que sirvan de
base para el diseño de políticas específicas dirigidas a corregirlos.
CAPITULO 9
EL BUEN GOBIERNO
Colombia atraviesa una de las etapas más dinámicas de su historia en la
modernización de sus instituciones y de su vida política. Con la
Constitución de 1991 se ampliaron e innovaron las formas tradicionales de
gobernar y hacer política. La descentralización, la participación ciudadana
y el mejoramiento continuo de la gestión pública son los elementos más
importantes de esta dinámica, que se constituyen en contribución
fundamental para la construcción del nuevo ciudadano.
De ello se desprende la posibilidad de lograr mayor eficacia y eficiencia
de la acción del Estado. Al mismo tiempo, se establece una relación más
directa y transparente con la sociedad civil. Los problemas y las
necesidades de la gente pueden comenzar a fluir hacia las instancias
gubernamentales mejorando la capacidad de respuesta del Estado en términos
de soluciones adecuadas, duraderas y efectivas.
Con la descentralización, el poder político y administrativo del Estado
está cada vez más cerca de la población. Mediante la participación
ciudadana, la gente puede ayudar directamente en la solución de los
problemas que ellos conocen más que nadie. A través de un sólido sistema de
implantación de principios gerenciales en los diferentes sectores de la
administración pública, tanto la sociedad civil como el gobierno pueden
aprender a mejorar sistemáticamente sus papeles en el desarrollo del país.
El dilema no es más o menos Estado sino mejor o peor Estado. La relación
entre Buen Gobierno y legitimidad es directa y no da lugar a equívocos. En
la medida en que el Gobierno funcione mejor y responda a las expectativas
de la gente, la legitimidad de nuestras instituciones será mayor. La
descentralización, participación y buena gestión, siempre asociados,
permitirán que los ciudadanos recuperen su credibilidad en el servicio
público y en sus gobernantes.
La Vicepresidencia de la República, el Ministerio de Gobierno, el
Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y el Departamento Nacional de
Planeación, coordinarán sus acciones para asegurar una adecuada forma de
cooperación institucional orientada a apoyar las estrategias para el logro
del Buen Gobierno.
I. DESCENTRALIZACION Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL
La descentralización iniciada a mediados de la década pasada y afianzada
con la Constitución de 1991, es el fruto de un proceso político, concertado
y participativo, y constituye el pilar fundamental para alcanzar la
autonomía territorial. La transferencia efectiva del poder político,
institucional y fiscal del nivel nacional hacia los entes territoriales
exige que cada uno de los niveles de gobierno juegue un papel fundamental
en el ordenamiento territorial del país, y de acuerdo con éste, sea
responsable del ejercicio de determinadas funciones, siendo todos en
conjunto socios de la empresa común del desarrollo.
La descentralización enfrenta en la actualidad una etapa de transición
rápida y compleja. La afluencia de competencias y recursos hacia las
entidades territoriales obliga a concentrar los esfuerzos en el desarrollo
institucional, para lograr que este nuevo diseño se traduzca en mayores
beneficios para la gente. Se trata de crear las condiciones institucionales
para que departamentos y municipios y las otras entidades territoriales,
que se conformen en desarrollo de los mandatos constitucionales, se
fortalezcan para cumplir con los retos y prioridades que contempla el Plan
Nacional de Desarrollo Económico, Social y Ambiental, en el marco de sus
respectivas competencias. Por ello, durante el período de transición, el
Gobierno Nacional promoverá el afianzamiento de la descentralización,
mediante la planificación y puesta en marcha de un conjunto de acciones
diferenciales para consolidar la estructura del Estado y de cada uno de sus
niveles, de manera que se garantice mayor gobernabilidad, una gestión
pública descentralizada, democrática, participativa y cercana a la gente, y
se presten más equitativamente los servicios públicos y sociales. Para
lograr este objetivo, es fundamental el compromiso decidido del Gobierno
Nacional, los departamentos, los distritos, los municipios y la comunidad
en general.
El Gobierno trabajará en el alcance de los siguientes objetivos
específicos: (1) impulsar el fortalecimiento de la capacidad de gestión y
el ajuste institucional de la Nación y las entidades territoriales, de
acuerdo con sus distintas características, para que puedan cumplir con sus
responsabilidades y hacer un manejo eficiente de sus recursos; (2) adecuar
los procesos de cesión y adopción de las competencias a la capacidad real
de la Nación y de las entidades territoriales, en el marco del ordenamiento
territorial que establece la Constitución, y (3) ajustar y fortalecer el
sistema de financiamiento territorial para que responda de una manera
armónica y coordinada a las necesidades de cada uno de los niveles de
gobierno. Las estrategias, propuestas a continuación servirán para alcanzar
los anteriores objetivos.
A. Impulso al desarrollo institucional.
Esta estrategia se fundamenta en la necesidad de reordenar y fortalecer las
instituciones del Estado en sus niveles nacional, departamental, distrital
y municipal, de manera diferencial, con el propósito de que estén en
capacidad de ejercer sus competencias de forma eficiente, y que reúnan las
condiciones institucionales para participar y beneficiarse de la ejecución
del Plan Nacional de Desarrollo. En este sentido se logrará contar con un
sector público moderno, competente y eficiente, orientado a incrementar el
compromiso y la vocación de servicio del funcionario público y su relación
con la ciudadanía.
La concientización lograda en los sectores públicos, sociales y políticos
frente a la necesidad del desarrollo institucional del sistema de gestión
pública del país, motivado por el proceso de descentralización, ha
propiciado acciones desde el nivel nacional, departamental, distrital y
municipal, teniendo el reto de avanzar en la racionalización del Estado,
que las nuevas dinámicas de desarrollo del país demandan; razón por la
cual, se hace necesario definir mecanismos que permitan un uso adecuado de
estos esfuerzos en pro del fortalecimiento integral de la capacidad de
gestión de los distintos niveles de gobierno, en el marco de unas metas
comunes de desarrollo económico, social y ambiental.
Como parte de esta estrategia, se desarrollará el Programa de Impulso al
Desarrollo Institucional de la Nación y las Entidades Territoriales, el
cual tiene por objeto promover, de manera integral, coordinada y
sistemática, el fortalecimiento de la capacidad de gestión de los distintos
niveles de gobierno, y sentar las bases para la organización administrativa
e institucional de las que se creen. De igual forma, se fortalecerá y
organizará el nivel nacional para la formulación, seguimiento y evaluación
de acciones más coordinadas, que garanticen un mejor uso de los recursos
destinados al desarrollo institucional y que contemplen la activa
participación de los departamentos en la asesoría y asistencia técnica a
los municipios.
Este programa trabajará en las siguientes áreas: (1) la integración y
armonización de los programas en marcha para el desarrollo institucional;
(2) la definición de líneas de asistencia técnica y financiera para la
realización de acciones estratégicas, diferenciales y coordinadas,
encaminadas al fortalecimiento de la capacidad de gestión de la Nación, los
departamentos y las entidades locales, de acuerdo con las diversas
situaciones, necesidades y demandas que se presenten en cada nivel; (3) el
diseño y adopción de instrumentos para modernizar las administraciones
territoriales en su gestión interna administrativa y financiera, con
especial atención a las entidades territoriales de menor desarrollo
relativo; (4) la consolidación de los procesos de planeación,
presupuestación, seguimiento y evaluación; (5) el fortalecimiento de las
entidades territoriales, en sus dependencias sectoriales, de acuerdo con
sus necesidades y demandas, y (6) la consolidación de un sistema de
información, alimentado básicamente por los entes territoriales, sobre la
base de sus iniciativas, que facilite la planificación de las actividades
orientadas al desarrollo institucional, dé cuenta del impacto de los
distintos programas y de los avances de cada entidad territorial en materia
de capacidad institucional, y se enmarque en el sistema de información
territorial.
B. Creación del Ministerio del Interior.
Con el fin de articular institucionalmente la política territorial y
consolidar el proceso de descentralización, la Administración ha propuesto
la transformación del Ministerio de Gobierno en Ministerio del Interior. El
nuevo Ministerio coordinará, regulará y fortalecerá las relaciones de
municipios, distritos, departamentos, regiones y otras entidades
territoriales con el Gobierno Nacional, en la medida en que será el
interlocutor político en los procesos atinentes a la descentralización y el
ordenamiento territorial, y coordinará el impulso al desarrollo
institucional de las distintas instancias del Gobierno a nivel regional.
Gracias a ello, el Gobierno Nacional aumentará su capacidad de apoyar,
coordinar y acompañar a las entidades territoriales, a través del nuevo
Ministerio, en el proceso de descentralización.
El Ministerio del Interior cumplirá el papel de cancillería de asuntos
internos, por lo cual será el responsable de dar una respuesta ordenada a
las solicitudes que presenten las entidades territoriales. Para ello
conformará, junto con los organismos pertinentes, el Sistema Integral de
Impulso al Desarrollo Institucional, que tenga en cuenta las
interrelaciones entre unos y otros niveles de gobierno, a fin de mejorar el
proceso de modernización de las administraciones nacional y territorial y
apoyarlo en forma coherente e integral.
A nivel departamental, el Ministerio del Interior impulsará el
fortalecimiento de los departamentos como las instancias
constitucionalmente llamadas a coordinar los procesos de asistencia
técnica, administrativa y financiera a los municipios y a planificar el
desarrollo económico, social y ambiental de su jurisdicción. A nivel
municipal, se promoverán acciones canalizadas a través de los
departamentos.
C. Ordenamiento territorial.
Uno de los principios de la descentralización es la mayor cercanía entre
ciudadanos, servicios y gobierno. La distribución de competencias
administrativas, políticas y fiscales entre los distintos niveles de
gobierno, deben permitir la mayor eficiencia en la provisión de los bienes
y servicios públicos y un mayor control ciudadano.
Sin embargo, muchas de las normas que rigen esta estrategia son recientes y
serán desarrolladas de manera que las acciones sectoriales se ajusten al
papel de cada nivel de gobierno en la estructura del Estado, con el
propósito de que sean consistentes con la dinámica territorial. En este
proceso de desarrollo legal, se tendrán en cuenta, de igual forma, los
costos que implica asumir las nuevas competencias en los departamentos y
municipios, y generar incentivos y compromisos para que los entes
territoriales continúen con el proceso de adopción de las responsabilidades
que se les han asignado.
En consecuencia, se promoverá la consolidación del ordenamiento
territorial, teniendo en cuenta la heterogeneidad existente, respetando la
autonomía de cada entidad territorial, e impulsando la armonización de los
diversos regímenes territoriales. En este propósito es fundamental el
liderazgo de la Vicepresidencia de la República como instancia orientadora
de la descentralización, del Ministro del Interior como ejecutor de la
política de descentralización y el decidido compromiso de los mandatarios
territoriales.
Como parte de esta estrategia, y con el fin de lograr la consolidación del
proceso, se desarrollará en la etapa de transición con un programa cuyo
objetivo general es conformar y poner en funcionamiento un esquema de
coordinación, seguimiento y evaluación de la descentralización, que permita
el fortalecimiento de la autonomía territorial, en la medida que se asuman
sus respectivas competencias.
La realización de este programa implica la formulación y realización de
acciones encaminadas hacia: (1) el diseño, conformación e implantación de
un sistema de información territorial; (2) el diseño y puesta en marcha de
un sistema de control y seguimiento de los recursos y evaluación de la
gestión, adoptando los lineamientos del Sistema Nacional de Evaluación de
Resultados, y (3) la programación, ajuste, seguimiento y evaluación a los
procesos de distribución, cesión y adopción de competencias entre la Nación
y las entidades territoriales.
D. Fortalecimiento fiscal.
Para que las entidades territoriales asuman sus competencias funcionales, e
impulsen su desarrollo y el de sus comunidades, la descentralización fiscal
ha avanzado en la redefinición del sistema intergubernamental de
transferencias (situado fiscal, participación municipal en los ingresos
corrientes de la Nación y cofinanciación), en algunos aspectos crediticios
y en la redefinición del manejo de recursos provenientes de las regalías.
Simultáneamente, la descentralización fiscal ha consolidado las bases para
la descentralización de las competencias funcionales, y por ende, de la
decisión del gasto. Se estima que los niveles departamental y municipal
presentarán un crecimiento del 11.5% promedio real anual en su gasto entre
1994 y 1998, crecimiento superior al 5.7% estimado para el PIB en el mismo
período. Este incremento en el gasto se financiará, en gran parte, con los
mayores recursos a disposición de las entidades territoriales (Gráfico 9.1)
creado en el texto original.
La participación en el gasto público total, por niveles de gobierno,
refleja el avance que se espera registrar en el período 1994_1998. En
efecto, el nivel nacional pasará de una participación de 60.8% en el gasto
total a 58.85O en 1998, mientras que los municipios pasan de representar un
22.4% a 25.3% en el gasto total (Gráfico 9.2 ) creado en el texto original.
No obstante la mayor transferencia de recursos del nivel nacional al
territorial, la descentralización fiscal sólo podrá consolidarse en la
medida en que las entidades territoriales asuman sus nuevas competencias,
ejecutando la inversión que históricamente ha sido responsabilidad del
nivel nacional, para lo cual será necesario que fortalezcan sus ingresos
propios con el objeto de solventar otros gastos y poder estar en condición
de destinar las transferencias recibidas de la Nación en los sectores
prioritarios de inversión que ahora les competen.
Para equilibrar, profundizar y consolidar la descentralización fiscal, se
desarrollará el Programa de Fortalecimiento del Sistema de Financiamiento
Territorial. Con su realización se espera lograr una estructura de
financiamiento sana y equilibrada, acorde con las necesidades de
financiación de los diferentes niveles de gobierno y de conformidad con sus
competencias funcionales. El desarrollo de este programa se llevará a cabo
teniendo en cuenta las disparidades que en materia fiscal presentan las
entidades territoriales entre sí y a su interior.
Para concretarlo y ponerlo en marcha, este Gobierno avanzará en la
definición de acciones conducentes a:
(1) Dotar de fuentes alternativas de financiamiento a las entidades
territoriales, especialmente a los departamentos, y de instrumentos que les
permitan fortalecer las fuentes actuales; con este propósito, el Gobierno
Nacional presentará al Congreso de la República proyectos de ley para
reformar y modernizar la estructura tributaria de las entidades
territoriales.
(2) Mejorar la eficiencia en el recaudo de los tributos propios de las
entidades territoriales, así como en la vigilancia y control de las
actividades que inciden en su recaudo, y mejorar la eficacia de sus
estructuras tributarias. Para ello, el Gobierno Nacional consolidará un
programa de asesoría, asistencia técnica y capacitación, que propenda por
el aumento de las capacidades de gestión de los departamentos, distritos y
municipios para administrar sus asuntos financieros, y el diseño de
indicadores que permitan hacer un seguimiento y control del desempeño
fiscal territorial.
(3) Revisar el sistema intergubernamental de transferencias, con el
propósito de conciliar: (i) los criterios y prioridades sectoriales del
gasto con las necesidades territoriales, de tal forma que los niveles de
gobierno puedan ejercer una mayor autonomía sobre sus recursos, y (ii) los
criterios nacionales de distribución de los recursos con las desigualdades
y realidades territoriales (redistribución, equidad y equilibrio). Con este
propósito, el Gobierno Nacional promoverá la conformación de un sistema
mínimo de información territorial transparente, confiable y oportuno que
refleje, entre otros, los indicadores de las entidades territoriales sobre:
las necesidades básicas insatisfechas, la población y su dinámica, la
capacidad financiera, las ventajas competitivas y actividad económica, y la
capacidad técnica y administrativa.
(4) Reglamentar el Fondo Nacional de Regalías, de tal forma que: (i) sus
efectos no agudicen las desigualdades territoriales, (ii) su operación se
fundamente en las instituciones ya existentes, y (iii) se concilie con los
procedimientos y criterios básicos de otros esquemas de financiamiento
territorial en marcha.
(5) Fortalecer el sistema nacional de cofinanciación, con: (i) la
consolidación y concertación de una metodología para establecer cupos
indicativos por entidad territorial y el establecimiento de una
categorización de las entidades territoriales para la definición de los
porcentajes de cofinanciación; (ii) la definición, divulgación y
capacitación sobre metodologías y procedimientos simplificados y unificados
para la presentación y trámite de proyectos para cofinanciación; (iii) la
adecuación y consolidación institucional y operativa del sistema en todos
los niveles de gobierno, con énfasis en las Unidades Departamentales de
Cofinanciación, bajo la coordinación del Departamento Nacional de
Planeación; y (iv) la revisión de los convenios con las entidades
territoriales, para garantizar su ejecución ágil y oportuna.
(6) Aumentar la capacidad de negociación de las entidades territoriales de
menor desarrollo relativo, para gestionar y acceder a las distintas fuentes
de recursos (cofinanciación, crédito, sector privado, entre otras). Para
ello, se consolidará en el Programa de Impulso al Desarrollo Institucional
de la Nación y las Entidades Territoriales, la asistencia técnica y
financiera en esta área.
(7) Asegurar, mediante planes de desempeño, que el nivel de endeudamiento
de las entidades territoriales sea consistente con las metas
macroeconómicas, y que la contratación del crédito, se realice con
criterios de capacidad de endeudamiento y de pago.
(8) Propiciar la eficacia del gasto territorial y su consistencia con los
propósitos y líneas estratégicas del Plan Nacional de Desarrollo, mediante
la promoción y consolidación de una Red de Bancos de Proyectos y el
establecimiento de un sistema nacional de metodologías e indicadores de
seguimiento, evaluación de gestión y resultados de la inversión
territorial.
II. PARTICIPACION DE LA SOCIEDAD CIVIL
El desarrollo sólo puede emanar de las acciones, aspiraciones y conciencia
creativa y crítica de los propios actores sociales, que deben pasar de ser
considerados objetos de programas de gobierno a asumir su papel como
sujetos del desarrollo.
Uno de los cambios fundamentales de la Constitución de 1991 es el
reconocimiento de la función de la sociedad civil en la formulación, manejo
y evaluación de las tareas del Estado, al consignar la soberanía en el
pueblo y el sistema político como una democracia participativa. Los
desarrollos legislativos de los artículos constitucionales han creado un
complejo mapa, de ámbitos de participación, los cuales apenas comienzan a
ser utilizados y, lograr coherencia, quedando aún por legislar sobre unos y
reglamentar otros.
Sin embargo, el corto horizonte temporal con el cual la sociedad civil han
asumido estas nuevas responsabilidades hace necesario el desarrollo de
políticas y acciones públicas que contribuyan a hacer efectiva la
participación, y a apoyar el desarrollo de organizaciones y capacidades de
articulación de intereses que, por su legitimidad, racionalidad y
gobernabilidad, contribuyan a aumentar la efectividad de ellas mismas y del
Estado.
La esencia de la acción del Gobierno y del Estado es el bienestar de la
sociedad civil que, a su vez, debe asumir su rol protagónico como fuente de
iniciativas y como mecanismo de control frente a la gestión pública,
contribuyendo a un buen gobierno y a la participación de un nuevo ciudadano
comprometido con el desarrollo de su comunidad.
El compromiso con la participación ciudadana es definitivo como complemento
de un buen gobierno. Por ello, la transparencia de la información, la
consulta de las decisiones públicas, la rendición de cuentas y la inclusión
de la audiencia de los ciudadanos en los procesos de formulación y
evaluación de la gestión pública es una voluntad que el Gobierno Nacional
reitera a cada una de las esferas del Estado.
Para ser partícipes de este proceso, el nuevo ciudadano de hoy y de mañana,
con sus derechos y deberes políticos, civiles y sociales, las
organizaciones políticas y las civiles que incluyen a las organizaciones
comunitarias, las de agregación y articulación de intereses, las de los
consumidores, las pro defensa de reivindicaciones específicas y las no
gubernamentales con capacidad de contribuir a la puesta en práctica de los
programas de desarrollo del Gobierno, y los movimientos sociales, todos
ellos miembros de la sociedad civil, contarán con ámbitos de participación
y apoyos específicos sin que se menoscabe su autonomía o se reproduzcan en
su interior los problemas que la sociedad civil misma está llamada a
resolver.
A. Desarrollo de la sociedad civil.
Tres elementos contribuirán al desarrollo de la sociedad civil y al éxito
de los procesos de concertación: el conocimiento de los ámbitos de
participación, la difusión de la información y el desarrollo de capacidades
para la participación.
Para conocer los ámbitos de participación se establecerán, completarán y
difundirán los mapas institucionales y el marco legal que rodea a cada uno
de ellos, clasificado en sus componentes político, administrativo o
económico, sectorial, territorial, instrumental u orgánico, y por niveles,
para que el ciudadano clarifique y ejerza sus opciones de participación. El
impacto de la descentralización, su consolidación institucional y la
legislación sectorial definen un amplio espectro de espacios de
participación que cada autoridad competente debe ayudar a conocer,
consolidar y respetar.
En segundo lugar, la difusión de información descriptiva, comparativa y
analítica que se requiere para participar en cada ámbito, debe generar las
bases cuantitativas y cualitativas que ayuden en la toma de decisiones,
implantación, evaluación y retroalimentación de la acción estatal. En tal
información se indicará la fuente, frecuencia, localización y su nivel de
desagregación, para poder definir en forma realista los objetivos y poder
evaluar la gestión pública, tal como lo propone el sistema nacional de
evaluación de resultados. Para ello se apoyará la labor del DANE, y de las
otras entidades del Estado que producen información, para que presenten
estadísticas y evaluaciones sectoriales, territoriales y fiscales oportunas
y las difundan en forma regular y confiable para que los colombianos puedan
participar en todos los ámbitos de la vida ciudadana. Igualmente, se
concientizará a los servidores públicos de su responsabilidad legal con la
ciudadanía a este respecto.
En tercer lugar, se apoyará el desarrollo de capacidades del nuevo
ciudadano, tanto en su expresión individual como colectiva y en particular
de las poblaciones marginadas, para que participe efectivamente con
información convertida en conocimiento. La estrategia del Estado focalizará
sus esfuerzos en la expansión y consolidación de los ámbitos de
participación ciudadana en aquellas zonas periféricas, urbanas y rurales, y
en el aumento de la capacidad de sus ciudadanos y sus organizaciones,
habilitándolos para cumplir las nuevas responsabilidades consagradas en la
Constitución y la ley y expandir la frontera de la paz. Este desarrollo
debe ampliarse para garantizar que las generaciones futuras de ciudadanos
vivan, en su socialización temprana, experiencias participativas en la
familia y en los planteles educativos. Además el Gobierno, bajo la
coordinación de la Vicepresidencia de la República, apoyará la formación de
los servidores públicos, promoviendo los conceptos de gestión,
responsabilidad pública y participación ciudadana.
Con los anteriores propósitos, en el Ministerio de Gobierno, el Fondo para
la Participación Ciudadana cofinanciará programas que hagan efectiva la
participación ciudadana, mediante la difusión de sus procedimientos, la
capacitación de la ciudadanía y de sus organizaciones para el ejercicio de
las instituciones y mecanismos reconocidos en la ley, así como el análisis
y evaluación del comportamiento participativo. El Fondo, en lo relativo a
su competencia, ejecutará la política de participación que ponga en marcha
el Ministerio de Gobierno en coordinación con la Vicepresidencia de la
República. Para tal fin concertará la acción pública y privada, y
cofinanciará proyectos en investigación y acciones efectivas de
participación que realicen universidades, ONG y demás organizaciones
civiles y comunitarias. Las entidades públicas comprometidas con acciones
de promoción de la participación accederán a recursos de inversión a través
de la presentación de proyectos al Fondo de Participación Ciudadana.
B. La consolidación de una estructura institucional de la sociedad civil.
La sociedad civil requiere consolidar la estructura jurídica que la
enmarca. Para ello, se impulsará la elaboración de la normatividad que
regule los aspectos pendientes de definición de los artículos 2, 39, 103 y
270 de la Constitución, con el fin de construir canales de interlocución e
interlocutores válidos frente al Estado que representen los intereses
sociales y a la vez organicen, canalicen y expresen las iniciativas
ciudadanas que hasta ahora hayan estado desarticuladas o dispersas. Dentro
del mismo contexto constitucional, y tomando adicionalmente en cuenta el
artículo 355, el Gobierno se propone expedir la normatividad orientada a
ampliar la capacidad de gestión y contratación de las organizaciones
civiles con el Estado, con el fin de que accedan a los mecanismos de
cofinanciación y se fomente su capacidad y desarrollo, de manera que
ofrezcan garantías tanto a los individuos como a la sociedad y al Estado.
Igualmente, estudiará la regulación jurídica de las formas de propiedad de
los bienes comunitarios o colectivos.
La participación debe permear los espacios de decisión, ejecución y
fiscalización de las inversiones públicas que tengan un impacto
significativo sobre la comunidad y su desarrollo. Para tal fin, mediante
instrumentos legales se estimulará y facilitará la acción de las veedurías
ciudadanas y se dará estricto cumplimiento a las normas que regulan el
ejercicio de los derechos de petición e información, entre otras.
Así mismo, se impulsará la reglamentación y utilización efectiva de las
acciones populares y las acciones de cumplimiento tendientes a garantizar
los derechos colectivos, así como la observancia de las leyes y actos
administrativos.
Se conformará una comisión interinstitucional que se convertirá en
interlocutor de las ONG, las organizaciones comunitarias y demás
organizaciones civiles, que contribuirá a promover y coordinar con los
diferentes ministerios y entidades territoriales proyectos que puedan ser
acometidos por ellas, y evaluará los resultados de tales actividades en
colaboración con las organizaciones nacionales que las agrupen, para
precipitar los procesos de aprendizaje y desarrollo institucional que se
plantean para la gestión pública y el buen gobierno. Esta comisión
estudiará un sistema de costeo de las actividades contratadas que incluya
los costos fijos y variables imputables al servicio, así como los
incentivos para estimular la consolidación de organizaciones de menor
tamaño y que actúen en zonas marginadas.
C. La participación política de la sociedad civil.
La democracia participativa implica el fortalecimiento de los espacios, las
estructuras y los mecanismos de articulación y agregación de intereses. Sin
embargo, garantizar la participación supone contar con actores que la
posibiliten. La ausencia de un verdadero sentido de ciudadanía hace que los
mecanismos constitucionales y legales, aunque útiles, sean insuficientes
para garantizar que la participación potencial se haga efectiva. Para crear
un nuevo ciudadano se requiere desarrollar una nueva cultura política que
propicie desde los ámbitos local y privado, una cultura democrática y
participativa, de convivencia ciudadana y de respeto a los derechos
humanos.
En este contexto, la normatividad existente en materia de estatuto de los
partidos, voto programático, revocatoria del mandato y todos los mecanismos
políticos consagrados en la Ley 134 de 1994 -iniciativa legislativa y
constitucional, plebiscito, referendo, consulta popular, cabildo abierto-
ofrece sin duda un amplio espectro para la expresión política del ciudadano
elector y de sus organizaciones. No obstante, el Gobierno es consciente de
que estos mecanismos no han sido suficientemente utilizado por la
ciudadanía, por lo que sus esfuerzos se encaminarán a la promoción y
socialización de los mismos.
Adicionalmente, con el ánimo de dotar de mayores garantías a los partidos y
movimientos políticos, particularmente a aquellos que no participan en el
Gobierno y a las minorías políticas, se impulsará la expedición de un
estatuto integral de la oposición.
Con el fin de mejorar la gestión y garantizar mayor transparencia y
eficiencia en el proceso electoral y en el reconocimiento de la ciudadanía,
se apoyará a la Registraduría Nacional del Estado Civil en un programa de
modernización de los sistemas de registro civil e identificación, de
almacenamiento, administración y operación de archivos y de inscripción de
ciudadanos.
Por último y tomando en cuenta que la voluntad de consolidar en nuestro
país la democracia participativa no implica una negación, sino un
enriquecimiento de la democracia representativa, se estudiarán propuestas
que, bajo criterios de eficacia y eficiencia, contribuyan a incrementar la
capacidad legislativa del Congreso de la República, como mecanismo de
participación y articulación de demandas sociales.
III. GESTION PUBLICA
La eficiencia y la eficacia en todas las actividades del Estado permitirá
una mejor prestación de servicios y una mayor producción, potencializando
los objetivos del Salto Social y de la construcción del nuevo ciudadano.
Para lograrlo, el Gobierno introducirá modificaciones conceptuales,
procedimentales e institucionales en las actividades del Estado, para crear
una nueva visión de la gestión pública especialmente dirigida al
cumplimiento de sus objetivos sociales.
Los conceptos fundamentales de esta nueva visión serán la planeación y la
evaluación de las responsabilidades y las actividades públicas, entendidas
como un proceso continuo y participativo de definición de estrategias en
torno a unos objetivos definidos y no únicamente como la etapa inicial de
la gestión Pública.
Los conceptos presupuestales serán sustituidos por categorías estratégicas
y sobre el resultado de éstas habrá responsables específicos. Los programas
de gobierno se enmarcarán en un esquema que garantice la coordinación inter
e intra-institucional, y la toma de decisiones en los diferentes niveles
del Estado se apoyará en información pertinente que generará el Sistema
Nacional de Evaluación de Resultados de la gestión pública. Finalmente, la
capacidad técnica de la Administración se fortalecerá a través de acciones
destinadas a mejorar la gestión individual de las instituciones.
A. Creación de conceptos y categorías estratégicas.
Los programas, subprogramas y proyectos que en la actualidad constituyen
las unidades en las que se desagregan los presupuestos públicos,
conformarán en adelante unidades de gestión. Es decir, estarán subordinados
a su carácter de medios de acción para el logro de los objetivos
establecidos por el Plan Nacional de Desarrollo que, a su vez, tienen como
fin solucionar problemas específicos de la Nación.
B. Asignación clara de responsabilidades.
La nueva definición estratégica del Plan de Desarrollo no varía por sí sola
la concepción de gestión pública. Ello requiere además de la asignación
específica de responsables sobre resultados.
En consecuencia, se exigirá que los entes públicos definan su papel en el
desarrollo del país, enmarcado en la organización institucional del
Gobierno, con el objeto de lograr entidades públicas con finalidades claras
y concretas. De esta forma, podrá asignarse la responsabilidad sobre los
resultados del plan a instituciones y cargos específicos.
En segundo lugar, el Gobierno difundirá en forma oportuna y transparente
los lineamientos de política y sus implicaciones institucionales. De esta
forma, los directivos podrán tener mayor autonomía en las decisiones sobre
los procesos internos de las organizaciones y ser pública e
institucionalmente claros responsables del resultado de los objetivos que
se les han asignado.
Estas acciones en torno a la responsabilidad de los funcionarios públicos
ante la sociedad civil y el Gobierno logrará, en adición a la acción
decidida de vigilancia y castigo de las entidades fiscalizadoras, reducir
los niveles de corrupción existentes.
C. Coordinación inter e intrainstitucional.
Para que el Plan Nacional de Desarrollo se articule como unidad de gestión,
requiere de un esquema gerencial que oriente su ejecución. Dicho esquema
supone necesariamente dos formas de coordinación complementarias. La
primera trasciende la estructura sectorial del Gobierno Nacional y permita
que los programas y subprogramas que se encuentran distribuidos en
diferentes entidades operen como verdaderas unidades de gestión. Para ello,
y actuando como gerente del Plan Nacional de Desarrollo, el Departamento
Nacional de Planeación, coordinará los programas del plan que involucren la
participación de diversos sectores, de tal forma que se asegure la
consistencia y coherencia entre ellos.
De otro lado, el ámbito de ejecución de la gestión requiere de la
coordinación al interior de cada una de las organizaciones del Estado que
tendrá bajo su responsabilidad acciones especializadas del Plan de
Desarrollo, desarrollada por el Ministro, Gerente o Director de entidad,
apoyado por un sistema de información gerencial asociado al Sistema de
Evaluación.
D. Evaluar para aprender.
Cada momento de la gestión supone toma de decisiones y acciones encaminadas
al alcance de metas. Por ello la gerencia pública orientada a resultados le
impone al Gobierno Nacional la necesidad de convertirse en una organización
basada en información pertinente y oportuna. Para que este proceso sea
eficaz se debe contar con un sistema de evaluación que genere dicha
información y lo alimente en el tiempo.
El Sistema Nacional de Evaluación de Resultados se compone de una red de
autoevaluaciones complementado con evaluaciones externas e independientes a
las entidades. La red de autoevaluaciones se caracteriza por ser un proceso
interno de aprendizaje continuo, lo que garantizará su permanencia. Será
puesto en práctica a través de planes indicativos, instrumentos de medición
de gestión que serán la base del proceso de alimentación continua de la
planeación. La medición se hará a través del monitoreo de indicadores
pertinentes, cuantificables y evaluables que traduzcan los objetivos del
Plan de Desarrollo. Las oficinas de Control Interno tendrán la
responsabilidad de garantizar la veracidad y oportunidad de la información
a través de control de procedimientos que involucren a la organización
entera en el proceso de autoevaluación.
Los análisis comparativos de los dos componentes del sistema permitirán
medir el grado de cumplimiento de los objetivos del Gobierno, establecer y
solucionar cuellos de botella para la ejecución, establecer criterios para
asignación de recursos, reproducir éxitos y corregir o evitar procesos
fallidos.
La participación ciudadana, a partir de la difusión sistemática de
resultados de la gestión pública en los diversos sectores de la población
nacional y local, será otro componente esencial del proceso de evaluación.
Igualmente existirá un mecanismo de reconocimiento de méritos a la gestión
que premie el buen desempeño de los administradores del Estado con base en
resultados obtenidos.
E. Capacidad técnica e innovación en el Estado.
La redefinición de los procesos de planeación, coordinación y evaluación
generará un sistema gerencial para la Administración Pública que debería
conducir a una mayor efectividad de la gestión del Gobierno. Sin embargo,
elevar la capacidad institucional de los organismos requiere de acciones
complementarias. En este campo, el Gobierno se comprometerá con reformas
tecnológicas y organizativas, innovaciones en la prestación de servicios y
desarrollo de una cultura de servicio público en los ciudadanos.
Con el objeto de adecuar las instituciones para enfrentar exitosamente los
nuevos retos que les imponen la Constitución y las leyes, se adelantarán
reestructuraciones institucionales. Por otra parte, se apoyará y se dará
prioridad a las iniciativas sobre innovaciones tecnológicas al interior de
sus instituciones, en especial las relacionadas con el procesamiento de
información y las comunicaciones dado que el buen gobierno sólo puede
lograrse cuando el Estado y la sociedad actúen cada vez con menores niveles
de incertidumbre.
En este sentido se emprenderá la adecuación de la capacidad del DANE para
que, en coordinación con otros productores de información, con los
principales usuarios y con el DNP, desarrollen acciones de recuperación,
actualización y mejoramiento de la calidad de la información estadística
agregada de mayor interés nacional y desagregado por género cuando sea
posible. Las acciones estarán encaminadas a la implantación del Sistema
Estadístico Nacional y al incremento de las capacidades de análisis de los
resultados, de divulgación y de atención de las nuevas necesidades de
información a nivel nacional y territorial.
Por otra parte, el Gobierno se comprometerá con un programa orientado a
hacer explícitos ante la ciudadanía los objetivos de servicio de las
instituciones y crear mecanismos de interlocución entre el usuario y las
directivas sobre el cumplimiento de dichos objetivos, a través del programa
"Trato Hecho" liderado por la Vicepresidencia de la República. Este
programa permitirá elevar el nivel de eficiencia en la prestación de
servicios y producción de bienes, dotar de herramientas efectivas al
ciudadano para hacer valer sus derechos y expectativas frente al Estado y
desarrollar el concepto de responsabilidad de los directivos y empleados
públicos.
Con el fin de evaluar los resultados que produzcan las estrategias,
políticas y programas incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo, su real
impacto en la sociedad y el logro de los objetivos formulados, se
utilizarán, entre otros, los siguientes indicadores: número y porcentaje de
pobres; muertes violentas por cada 10.000 habitantes y por año y el Indice
de Desarrollo Humano, incluyendo los ajustes por distribución del ingreso y
disparidad entre los sexos.
Por último, con el fin de innovar la prestación de servicios públicos y
pasar de un Estado empleador a un Estado eficiente, se incentivará la
participación del sector privado a través de contrataciones, en aquellos
casos en que se establezca su ventaja comparativa en términos de eficiencia
y efectividad.
F. Gerencia Social.
La política social, como eje de la estrategia de desarrollo del Gobierno,
depende de la capacidad de gestión de las entidades públicas y privadas
responsables de su ejecución.
Los programas y proyectos de inversión social se ubican en entornos con
alto grado de complejidad, definidos por múltiples ejecutores sectoriales y
por diversos grupos beneficiarios frecuentemente con intereses encontrados.
Por esta razón, las relaciones no se establecen de manera cierta sino que
exigen mayores niveles de flexibilidad y adaptabilidad.
La gerencia social es el conjunto de conocimientos que permiten conducir
una institución a la obtención de metas determinadas de desarrollo social
mediante el uso eficiente y racional de sus recursos. Así, para lograr el
éxito en la ejecución de El Salto Social, adquiere particular relevancia
fortalecer en estos conocimientos a quienes se encargan de la implantación
de los programas o proyectos sociales.
En este contexto, dado que la gerencia social debe tener en cuenta la
especificidad propia del sector, que no se logra abordar solamente con
elementos de gerencia o administración tradicional, la implantación de los
principios de gestión pública enunciados a lo largo de este capítulo se
complementará con un programa que involucrará las siguientes acciones: a)
Incentivos a la implantación del Sistema Nacional de Evaluación de
Resultados de la Gestión Pública en las entidades del sector social a nivel
nacional y territorial; b) Organización de formas no jerárquicas de
coordinación inter e intrainstitucionales y sectoriales como son las redes
institucionales y de servicio; c) Difusión de técnicas que permitan la
formación de consensos para incorporar y encauzar la participación de la
sociedad civil en el diseño, ejecución y evaluación de los programas y
proyectos; d) Adopción de formas de implantación adaptativa y no
programada; e) Promoción a la Excelencia en la Gestión del Desarrollo
Social, que involucrará la difusión permanente de alternativas de gestión,
de experiencias especiales en diferentes sectores y de indicadores sobre la
evolución del desarrollo social a nivel nacional y territorial; f)
Evaluaciones periódicas y sistemáticas de gestión social basadas en
encuestas de satisfacción de usuarios, y g) Apoyo a proyectos específicos
de mejoramiento de gerencia social a través del Fondo de Inversión Social.
CAPITULO 10
AGENDA INTERNACIONAL
Los profundos cambios en los balances político, ideológico y económico que
se han experimentado a nivel mundial en años recientes, han acrecentado la
interdependencia de las naciones, generando una gran diversidad de actores,
intereses y escenarios de discusión y negociación. Esto impone la necesidad
de desarrollar una nueva agenda internacional, que haga partícipe al país
de los procesos de globalización e integración económica y le permita, al
mismo tiempo, participar activamente en las discusiones internacionales
sobre medio ambiente, derechos humanos, democracia, drogas ilícitas y lucha
contra la pobreza, entre otros. Estos temas tienen una relevancia creciente
en el desarrollo social y económico mundial. El país debe, por lo tanto,
fortalecer su capacidad para actuar a nivel global e incrementar su
participación en los foros internacionales.
En este panorama de interdependencia y globalización, Colombia promoverá el
respeto de la libre determinación de los pueblos, la solución pacífica de
controversias, la soberanía y la integridad territorial, la no intervención
en los asuntos internos de los Estados y en general, de todos los
principios del derecho internacional, cuya atención y observación son
garantía de la convivencia pacífica.
En este marco, Colombia entiende que las políticas sobre los temas globales
deben ser definidas por los Estados, y por la sociedad internacional en
general, no sobre la base de una mayor tolerancia hacia la intervención
unilateral de los países más poderosos en los más débiles, sino en el marco
de esquemas de cooperación que tengan el efecto de distribuir
equilibradamente los costos que implica alcanzar objetivos comunes en el
tratamiento de tales asuntos. Los procesos de globalización e
interdependencia no justifican la intervención, sino que hacen imperativa
la necesidad de fomentar la cooperación internacional.
Colombia promoverá y apoyará aquellos esfuerzos encaminados a la
modernización y democratización de organismos internacionales. La ONU
enfrenta actualmente el gran reto de adaptar sus estructuras al nuevo
esquema internacional de la posguerra fría. Por ello, en conjunto con otros
países del mundo en desarrollo, nuestro país participará activamente en las
deliberaciones sobre la modernización de este organismo, mediante la
definición y puesta en marcha de una serie de reformas en sus métodos de
trabajo y en sus mecanismos e instancias de toma de decisiones.
En lo que respecta a la OEA, Colombia participará en el desarrollo de los
principales temas que coparán la agenda de la organización durante los
próximos años, en el marco del objetivo de redefinir las relaciones
hemisféricas propuesto en el Plan de Acción de la Cumbre de las Américas de
1994 y que contempla las metas de preservar y fortalecer las democracias,
promover la prosperidad a través de la integración y el libre comercio,
garantizar el desarrollo sostenible y combatir la pobreza.
La cooperación entre los países del Sur y el fortalecimiento de su
capacidad de negociación es indispensable para plantear una relación Norte-
Sur que sea constructiva y que, basada en la cooperación, promueva el
desarrollo social de los países en vía de desarrollo. Esta será la meta
que, como Presidente del Movimiento de Países No Alineados, Colombia
buscará entre 1995 y 1998. Así mismo, y con referencia al tema del comercio
internacional, Colombia continuará participando en la Segunda Ronda de
Negociaciones del Sistema Global de Preferencias Comerciales, con el fin de
revitalizar y fortalecer la cooperación Sur_Sur, estimular el crecimiento
económico de los países en desarrollo y garantizar su integración a la
economía mundial. También es el propósito de Colombia promover una
modernización de los métodos de trabajo del movimiento en aras de una mayor
eficiencia en sus múltiples actuaciones.
En suma, con el objetivo de coadyuvar en la construcción de un sistema
internacional justo y equilibrado, lo que se pretende es contribuir a
concretar los procesos de reformas a que se han sometido los principales
organismos internacionales, con el objeto de buscar que las decisiones de
la comunidad internacional reflejen de manera apropiada las aspiraciones y
los intereses de todos los países, promuevan el establecimiento de un
escenario en el que imperen las libertades fundamentales del individuo, se
fortalezcan la cooperación internacional y el libre comercio.
I. AGENDA ECONOMICA
La integración económica ha avanzado en América Latina en los últimos años
a ritmos acelerados, modificando las relaciones comerciales y políticas de
la región. Apoyada en claros principios de reciprocidad, Colombia
continuará liderando este proceso e incentivando la participación de las
empresas colombianas en los crecientes flujos de comercio e inversión
intrarregionales. En este marco, seguirá apoyando el proceso de
consolidación del Grupo Andino, la Asociación de Estados del Caribe,
continuará las negociaciones con los países del Mercado Común
Centroamericano, iniciará el proceso de negociación de vínculos más
estrechos con Mercosur, y cumplirá plenamente los compromisos de los
acuerdos de libre comercio con Chile y Caricom.
Con la aprobación en los Congresos de Colombia, Venezuela y México del
Acuerdo del Grupo de los Tres, y a raíz de la Secretaría Pro Témpore que
Colombia asume a partir de marzo de 1995, se buscará desarrollar el tratado
comercial para poner en práctica los objetivos económicos del convenio y
para impulsar las finalidades del mismo en materia política, social y
cultural. Adicionalmente, se buscará impulsar la vinculación de los
proyectos del G3 con las políticas de Colombia en la Asociación de Estados
del Caribe, y en general frente a Centroamérica y el Gran Caribe.
Colombia apoyará, además, la ampliación de la agenda de negociación en
todos los procesos, regionales y subregionales, particularmente los más
avanzados, para que vayan más allá del libre comercio de bienes y busquen
la homologación de las normas internas que afectan el comercio, la
inclusión de temas relativos a servicios, la protección mutua a la
inversión, y en el caso del Grupo Andino, la armonización gradual de
políticas agropecuarias y macroeconómicas.
Adicionalmente, el Gobierno fortalecerá y ampliará las Comisiones de
Vecindad, que han resultado un importante instrumento para estrechar los
vínculos con países con los cuales tenemos una mayor proximidad geográfica.
Este objetivo se enmarca en el convencimiento de que la figura de las
Comisiones de Vecindad representa una instancia novedosa y pluralista de
toma de decisiones en asuntos de integración binacional, en la que
Gobierno, empresarios, comerciantes, inversionistas y otros sectores de la
sociedad civil, ejecutan proyectos y definen acciones concretas que hacen
de la integración una realidad tangible. Con base en este fundamento, se
incluirá una agenda amplia para las Comisiones, que fuera de los temas
comerciales, aborde también el mejoramiento de las condiciones de vida en
las fronteras, el acercamiento cultural, la defensa de los ecosistemas, la
integración de los servicios públicos y sociales, la cooperación en materia
de orden público, la integración energética, entre otros.
Así mismo, el Gobierno buscará la aprobación y posterior aplicación de una
ley para Zonas de Frontera mediante la cual se garantizará que estas
regiones limítrofes sean un polo de desarrollo, que permita profundizar los
procesos de integración en los que participa Colombia y mejorar las
condiciones de vida de sus habitantes.
Para adquirir una coherencia global, los acuerdos binacionales y
subregionales deben dar paso a procesos más amplios, ya sea a nivel de
América Latina o de todo el Continente, que alcancen su consolidación antes
del año 2005, fecha prevista por los países del Hemisferio en la Cumbre de
las Américas de 1994. En ese sentido, el Gobierno apoyará negociaciones a
nivel de la región que tengan lugar en el marco de la ALADI u organismos
similares. Iniciará, además, un proceso de discusión nacional en torno a la
negociación con los países miembros del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte. La integración hemisférica debe concebirse en forma más
amplia que la simple constitución de un área de libre comercio de bienes,
servicios y movilidad de capitales. En efecto, deben incluirse mecanismos
complementarios del libre comercio que propendan a la convergencia gradual
en los niveles de desarrollo de los distintos países del Hemisferio. Como
elemento esencial de este proceso de convergencia, los países de mayor
desarrollo relativo deben incentivar una más activa transferencia de
tecnología hacia los menos desarrollados. Este apoyo debe ser la
contrapartida de los mayores costos en que incurren los segundos al
reconocer los derechos de propiedad intelectual.
De otro lado, las relaciones comerciales de Colombia con la Unión Europea
se han incrementado en los últimos años hasta llegar a convertirse en el
segundo socio comercial de nuestro país. Para el Gobierno será, por tanto,
prioritario consolidar las relaciones, aumentando así el volumen de
exportaciones a esta importante zona. Mediante el Programa Especial de
Cooperación (PEC), la Unión Europea ha apoyado los esfuerzos del país en la
lucha contra el narcotráfico. Este instrumento debe servir para estrechar
las relaciones con las naciones del viejo continente, entre las cuales se
difundirán activamente las políticas colombianas en materia de desarrollo
social, defensa y promoción de los derechos humanos, democratización,
modernización económica, lucha contra las drogas ilícitas y protección del
medio ambiente, entre otros. En este plano, se promoverá la celebración de
Acuerdos Bilaterales de Promoción y Protección Recíproca de la Inversión
Extranjera _BIT. Para tal efecto se impulsará la aprobación en el Congreso
del Acuerdo suscrito con el Reino Unido, se culminarán las negociaciones
con España, y se negociarán nuevos acuerdos con otros países europeos.
Además se buscará establecer un diálogo activo con Suecia, Finlandia y
Austria, nuevos miembros de la Unión Europea, y un mayor acercamiento a
otros países de Europa Oriental, incluidas las repúblicas ex soviéticas.
El Gobierno avanzará también en el establecimiento de mayores vínculos de
cooperación con los países de la Cuenca del Pacífico. Con este propósito,
diseñará una estrategia para acrecentar las relaciones comerciales con los
países asiáticos del área. Como parte de este proceso, el país participará
activamente en los nuevos organismos creados en la región, como el Consejo
Económico de la Cuenca del Pacífico (PBEC), el Consejo de Cooperación
Económica del Pacífico (PECC) y en el futuro, el Foro de Cooperación
Económica de Asia_Pacífico (APEC). El Gobierno promoverá la vinculación de
entidades públicas y privadas con sus homólogas asiáticas. Estas acciones
son necesarias pues, sin duda, la Cuenca del Pacífico es la región de más
alto crecimiento económico, tecnológico y comercial del planeta.
El fortalecimiento del multilateralismo en materia de comercio y propiedad
intelectual es esencial para la defensa de los intereses de los países en
desarrollo. Por este motivo, la participación activa en la Organización
Mundial de Comercio, OMC, cuya adhesión fue aprobada mediante la Ley 170
del 15 de diciembre de 1994, es un elemento esencial de la agenda
internacional del Gobierno. La OMC debe convertirse en el foro apropiado
para la defensa de los países en desarrollo contra el neoproteccionismo de
las naciones industrializadas, que ha comenzado a expresarse en conceptos
tales como el "dumping social", así como en el mecanismo para evitar que
las presiones bilaterales sustituyan los instrumentos de un orden económico
multilateral en el cual el tamaño de los países no sea elemento central de
la negociación.
II. NUEVA AGENDA INTERNACIONAL
A. Perfil social de la política exterior.
Así como los temas económicos son de particular importancia en la agenda
internacional del país, es fundamental que la política exterior adquiera un
perfil social. Sólo así, será posible mantener y mejorar los logros
obtenidos en materia económica y continuar la consolidación de nuestra
democracia.
Colombia liderará los procesos que permitan analizar y enfrentar aquellos
problemas sociales que exigen la realización de acciones coordinadas por
todas las naciones. En este marco, el país presentará, apoyará y liderará,
en escenarios internacionales como la Cumbre de las Américas, el Ecosoc, el
Movimiento de Países No Alineados, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social, que se realizarán en 1995 en Copenhague y en la Conferencia Mundial
de las Naciones Unidas sobre la Mujer, a realizarse el mismo año en
Beijing, así como en conferencias futuras de este tipo, propuestas
relacionadas con la erradicación de la pobreza, la creación de empleos, la
ampliación de los servicios sociales y la creación de redes internacionales
de solidaridad social. Finalmente, Colombia promoverá la puesta en marcha
de los planes de acción que resulten de estos eventos y de otros tantos que
sean funcionales al cumplimiento del objetivo de proyectar
internacionalmente el modelo de desarrollo alternativo propuesto por el
Gobierno de Colombia.
B. Medio ambiente.
El liderazgo de Colombia en asuntos ambientales internacionales y el
fortalecimiento de la capacidad negociadora del país constituyen elementos
fundamentales de la política exterior, ya que permiten que el país
participe en las decisiones globales relacionadas con asuntos que como la
supervivencia del planeta, la biodiversidad, el tráfico ilícito de especies
en peligro de extinción, afectan sensiblemente los intereses nacionales.
La política exterior en esta materia se desarrollará en el marco de las
conclusiones alcanzadas en la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro de 1992
y de otros acuerdos e iniciativas de cooperación internacional. Además,
seguirá los principios consagrados en la Ley 99, y en particular, el
principio de responsabilidades compartidas pero diferenciadas con respecto
a los daños globales, el reconocimiento de las contribuciones y servicios
ambientales prestados por Colombia a la comunidad internacional.
El Gobierno propondrá la adhesión del país a varios convenios
internacionales, entre ellos, la Convención Marco de Cambio Climático, el
Convenio de Basilea para el Tráfico de Desechos Peligrosos
Transfronterizos, la Enmienda de Copenhague del Protocolo de Montreal, el
Convenio relativo a la Asociación Interamericana de Información para el
Cambio Global (IAI) y el Protocolo Relativo a las Areas y Flora Silvestres
especialmente Protegidas del Convenio para la Protección y el Desarrollo
del Medio Marino de la Región del Gran Caribe.
Se promoverá, también, a nivel internacional, y en particular, a nivel
andino, la adopción de decisiones en torno al acceso de los recursos
genéticos derivados de la biodiversidad y de la bioseguridad. Se impulsará
el Tratado de Cooperación Amazonía y se informará a las comunidades
asentadas en la Cuenca sobre los avances del Tratado. En materia de
asentamientos humanos, Colombia preparará su posición para la Cumbre de
Ciudades y Hábitat II. La favorable coyuntura que otorga la Presidencia del
Movimiento de los No Alineados será aprovechada por los Ministerios de
Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Desarrollo.
Colombia desarrollará una estrategia explícita de cooperación internacional
para el medio ambiente que sea proactiva, de conformidad con los acuerdos
de Rio de Janeiro y con los lineamientos y prioridades de política
ambiental del país y el respeto a la soberanía nacional. Deberá promover la
cooperación técnica y financiera internacional en las siguientes áreas
prioritarias: fortalecimiento institucional, gestión ambiental urbana,
control de la contaminación por fuentes fijas y móviles, eficiencia
energética, manejo de desechos tóxicos y peligrosos y comercio y medio
ambiente. Colombia también promoverá la transferencia de tecnologías
ambientalmente idóneas en términos concesionales. Se explorarán nuevas
formas de cooperación internacional como es el caso de la "implementación
conjunta".
Por último, la política internacional propenderá a que el comercio externo
y el desarrollo sostenible se apoyen mutuamente. Se rechazarán las medidas
unilaterales de carácter ambiental en el campo comercial, y se promoverán
nuevas oportunidades comerciales que resulten de los nuevos mercados verdes
a nivel mundial. El Ministerio de Comercio Exterior y el Ministerio del
Medio Ambiente promoverán a nivel subregional (G_3 y JUNAC) el
establecimiento conjunto de medidas que permitan armonizar requisitos
ambientales de manera concertada, con el fin de nivelar las desigualdades
de competencia, originadas en los diferentes estándares o normas
ambientales nacionales.
C. Derechos humanos.
El consenso mundial en torno a la democracia ha fortalecido la concepción
de los Derechos Humanos como un asunto esencial de las relaciones
internacionales y como un fundamento imprescindible de la consolidación de
la democracia. Colombia cumplirá todos los compromisos suscritos sobre el
tema y aplicará con rigor el Protocolo II de la Convención de Ginebra sobre
Humanización de la Guerra, con el fin de proteger a ciudadanos inocentes,
víctimas de la violencia.
El Gobierno trabajará igualmente a fin de que nuestra compleja situación
interna sea comprendida por fuera de las fronteras nacionales, para buscar
e impulsar así la cooperación de la comunidad internacional en el
desarrollo de las políticas de Derechos Humanos en campos como la
educación, la capacitación y el fortalecimiento institucional, entre otros.
Así mismo, la política exterior buscará el apoyo de los Organismos
Internacionales y las Organizaciones No Gubernamentales, para que su acción
fortalezca y complemente los esfuerzos del Gobierno en la normalización de
la situación de los Derechos Humanos.
D. Drogas ilícitas.
El Gobierno colombiano ha expresado en todos los contextos su rechazo a la
producción, tráfico y consumo de drogas ilícitas, y su decisión de combatir
integralmente estos fenómenos en el marco del principio de la
responsabilidad compartida. Ha manifestado también que éste es, por
esencia, un problema multinacional, que sólo puede resolverse mediante
acciones concertadas, conjuntas, integrales y equilibradas por parte de la
Comunidad Internacional, atacando cada una de las fases de la cadena: la
producción de materias primas, la desviación de productos químicos, el
tráfico ilícito de armas, el lavado de dinero, el procesamiento, el consumo
y la distribución al mayor y al detal. La naturaleza misma de este fenómeno
conlleva que los esfuerzos nacionales aislados sean insuficientes.
El carácter global del problema requiere una solución igualmente global.
Debido a que los esfuerzos por erradicar todos los eslabones de la cadena
internacional de las drogas ilícitas no han sido igualmente intensos en
todos los países, el Gobierno continuará argumentando a nivel mundial que
Colombia no puede ser el país que principal y solitariamente se haga cargo
de la lucha contra este fenómeno, no solamente por razones de justicia sino
por motivos de efectividad.
Colombia continuará participando activamente en los programas regionales
derivados de la OEA/CICAD y en las iniciativas internacionales basadas en
los lineamentos de la ONU/PNUFID, y liderará la propuesta de suscribir una
Convención Interamericana contra el Lavado de Dinero. Igualmente, exigirá
que los esfuerzos que realiza el país para combatir la producción y el
tráfico de estupefacientes formen parte de una estrategia global en la que
estén contempladas políticas de represión del consumo en los países
desarrollados, así como el control efectivo a las empresas de transporte y
a los sistemas de aduana a fin de controlar el comercio de mercancías
ilegales tales como productos químicos, armas, municiones y explosivos.
En el marco del principio de corresponsabilidad, el país solicitará el
concurso de la Comunidad Internacional para que, mediante acciones
concretas, entre ellas las preferencias comerciales y la cooperación en la
financiación de los programas derivados de la política de desarrollo
alternativo, demuestren su solidaridad con el esfuerzo realizado por el
país en esta lucha mundial.
En suma, la política internacional de Colombia en materia de lucha contra
las drogas ilícitas, hace énfasis en la búsqueda de la cooperación,
entendida ésta como las acciones que comprometen a todas las naciones
afectadas por el problema, dentro de un mayor equilibrio en la distribución
de los costos y manteniendo la búsqueda de los intereses nacionales.
III. POLITICA FRONTERIZA
Las zonas de frontera del país se han caracterizado por su escaso
desarrollo económico y social, reflejado en el bajo nivel de vida de sus
pobladores y en las precarias relaciones que sostienen con los países
vecinos. Su dinámica está articulada a las relaciones de intercambio con
las poblaciones fronterizas, generando una alta vulnerabilidad a las
políticas y a las coyunturas económicas de los países vecinos. Estas
circunstancias se han reflejado, en diversos momentos, en condiciones
económicas y sociales críticas para la población allí asentada. Con el fin
de enfrentar estos problemas, el Gobierno Nacional promoverá reformas
legales y adelantará acciones, institucionales, económicas y sociales,
orientadas a mejorar la calidad de vida de la población allí asentada y
fortalecer su condición de zonas de frontera.
Debido a las ventajas comparativas que esas regiones poseen en el marco de
la internacionalización y la apertura de la economía, las zonas de frontera
deben constituirse, en el mediano plazo, en los principales puntos de
intercambio comercial que adelante Colombia con los países vecinos. Con
este objetivo, se fortalecerá la infraestructura productiva y de servicios
de los principales centros fronterizos, para lo cual se estudiará la
aplicación de medidas que estimulen la inversión privada en las zonas, y se
promoverá, igualmente, la consolidación de los principales puertos que
faciliten el comercio binacional.
En los nuevos departamentos fronterizos, donde la presencia del Estado es
débil, la Consejería para los Nuevos Departamentos, en coordinación con los
Corpes de la Orinoquía y Amazonía, apoyará con programas especiales de
desarrollo institucional y capacitación. Para las demás zonas, estas
actividades serán adelantadas por los Corpes, con la coordinación de la
Vicepresidencia de la República y la Consejería para el Desarrollo
Institucional de la Presidencia.
Las acciones mencionadas, complementadas con otras actividades adelantadas
en el marco de las estrategias de "El Salto Social", redundarán en mejores
niveles de vida para sus pobladores y permitirán que estos centros sean
interlocutores válidos para el fortalecimiento de las relaciones
fronterizas y de vecindad.
Por otra parte, para aprovechar el potencial de las zonas fronterizas se
promoverá la identificación, formulación y ejecución conjunta de planes,
programas y proyectos de carácter binacional para la atención de la
población fronteriza y el desarrollo de las regiones de influencia, en
áreas como educación, salud, vivienda, energía, telecomunicaciones,
saneamiento, y conservación, recuperación y aprovechamiento de los recursos
naturales. Con este fin, se les dará mayor reconocimiento a las comisiones
binacionales, fortaleciendo la participación de las administraciones
locales y del sector privado de la zona.
Para complementar las acciones enmarcadas en la política fronteriza, el
Gobierno Nacional adelantará las acciones necesarias para el cumplimiento
de las metas propuestas, a través de la operacionalización del actual
estatuto de fronteras o mediante el impulso de la legislación o
reglamentación adicional requerida. El régimen especial para la frontera
debe ser suficientemente flexible, para responder a la heterogeneidad de
estas áreas, y no debe implicar la creación de nuevas entidades
territoriales, que conllevarían una atomización de la inversión y una mayor
complejidad en la estructura administrativa del país.
IV. INTEGRACION CON LOS COLOMBIANOS EN EL EXTERIOR
Colombia tiene aproximadamente el 10% de su población en el exterior. La
integración de estos colombianos al desarrollo del país y la defensa de sus
intereses los hace parte integral de nuestra agenda internacional. Los
lazos de nuestros conciudadanos con su patria deben fortalecerse mediante
el desarrollo de los mecanismos de participación política previstos en la
Constitución de 1991, un sistema consular moderno y eficiente, y la
consolidación de instrumentos de participación en el desarrollo del país,
tales como la Red Caldas, a través de la cual los científicos colombianos
en el exterior se vinculan al Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.
El Gobierno prestará atención especial a los presos colombianos en cárceles
extranjeras y, mediante las representaciones consulares, vigilará que
reciban un debido proceso y les sean respetados sus Derechos Humanos. Los
tratados de repatriación de presos serán presentados para la ratificación
del Congreso y de manera simultánea se mejorarán las condiciones
carcelarias en el País para hacerlos efectivos.